Gnosis ((Del gr. γνῶσις, conocimiento). Elaine Pagels, en la página 18 de su obra: Los evangelios gnósticos, publicado en español por Editorial Crítica, da la siguiente explicación del significado de Gnosis: La lengua griega establece una distinción entre el conocimiento científico o reflexivo (el conoce o sabe matemáticas) y el conocimiento a través de la observación o la experiencia (él me conoce), que es la gnosis. Tal como la utilizan los gnósticos, podríamos traducirla como “intuición”, porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo.
Gnosis es el conocimiento de uno mismo. Es el conocimiento de nuestros propios límites y posibilidades. El conocimiento de quienes somos, de dónde vinimos y hacia dónde vamos. Es un conocimiento dinámico, liberador y transformador. El gnóstico, al conocerse, diferencia plenamente entre su Ego y su Esencia maravillosa. En el proceso de conocerse, libera y desarrolla su Esencia o fracción de alma, despertando su conciencia. Al mismo tiempo, descubre su ego (los defectos de carácter), lo comprende y mediante un trabajo psicológico serio y con el auxilio de lo divinal, gradualmente logra eliminar esos elementos indeseables de conducta.
El conocimiento de uno mismo se denomina: autognosis. Es un tipo de conocimiento que se obtiene a través de la observación íntima. Los filósofos griegos de la antigüedad se referían a él con la frase: gnosce te ipsum. Conócete y conocerás el Universo y a los dioses. Todo el proceso de autoconocerse, se realiza en la vida diaria, pero también a través de la experiencia mística directa. Este tipo de experiencias permiten acceder a otros tipos de conocimiento, ajenos al que se obtiene mediante la razón. La imaginación, la inspiración y la intuición, llevan al estudiante gnóstico a la autognosis.
A este respecto, el presidente fundador de las instituciones gnósticas de la actualidad, Samael Aun Weor, en su libro: La Revolución de la Dialéctica, explica el conocimiento imaginativo, de la siguiente forma: “Para el sabio imaginar es ver. La imaginación es el translúcido del alma. Para lograr la imaginación se necesita aprender a concentrar el pensamiento en una sola cosa. Aquel que aprende a concentrar el pensamiento en una sola cosa, hace maravillas y prodigios. El gnóstico que quiera alcanzar el conocimiento imaginativo debe aprender a concentrarse y saber meditar”. También afirma el Kalki Avatar, Samael: “El que despierta la conciencia ha llegado al conocimiento imaginativo y se mueve en un mundo de imágenes simbólicas”.
El Avatara de la Era de Acuario, también afirma que: “Al llegar al conocimiento imaginativo, el gnóstico ve los símbolos, pero no los entiende. Necesita entonces, elevarse al conocimiento inspirado para interpretar los símbolos sagrados de la Naturaleza y el lenguaje abstracto del ego. El conocimiento inspirado nos confiere el poder de interpretar los símbolos de la Naturaleza y el lenguaje confuso del ego”. El tipo de interpretación a la que hace referencia el Avatara de Acuario debe ser muy analítica, altamente científica y esencialmente mística. El conocimiento inspirado permite estudiar la íntima relación entre todas las formas, los valores psicológicos y la Naturaleza.
Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la intuición es la: “Facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”. Samael Aun Weor, en Revolución de la Dialéctica, nos explica que: El mundo de las intuiciones es el mundo de las matemáticas. Explica además el Maestro que: imaginación, inspiración a intuición, son los tres pasos obligatorios de la Revolución de la Dialéctica. Aquél que ha seguido los tres pasos del conocimiento directo ha logrado la supraconciencia. En el mundo de la intuición sólo hallamos la omnisciencia. El mundo de la intuición es el mundo del Ser.
La Gnosis, es tan antigua como la humanidad. Un período de intensa actividad de esta sublime sabiduría, se encuentra entre el escenario del cristianismo primitivo.
En la Enciclopedia Práctica Jackson, volumen V, página 47, encontramos la siguiente información de la Gnosis: El término se deriva de gnosis (conocimiento), ello es, el propósito de elevarse desde la fe (pistis), en la autoridad de Dios y de la Iglesia, hasta un saber racional de las cosas divinas. La filosofía de la gnosis se vincula al neoplatonismo. Dios produce por emanación, una serie de seres intermedios llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación. La creación del mundo y la redención del hombre son hechos naturales. En dicha Enciclopedia se cita a gnósticos de la época del Cristianismo primitivo: Marción, Apeles, Basílides, Manes, Clemente de Alejandría, Orígenes. De este último se lee lo siguiente: Orígenes fue el filósofo más grande de la época inicial de la Patrística. Su obra: De los Principios constituye la primera suma teológica.
Samael Aun Weor en el capítulo titulado: Cuatro clases de Escuelas del Gran manifiesto Gnóstico del tercer año de Acuario, afirma lo siguiente: Jesús fundó la Iglesia Gnóstica, la que existía en tiempos de San Agustín, la que conoció Jerónimo, Empédocles, Santo Tomás, Marción de ponto, Clemente de Alejandría, Tertuliano, San Ambrosio, Harpócrates y todos los primeros padres de la Iglesia.
Continúa explicando el Venerable Maestro: La humanidad necesita volver al punto de partida, regresar a la Santa Gnosis del hierofante Jesús el Cristo, retornar al cristianismo primitivo, al cristianismo de la Gnosis. La doctrina de Jesús el cristo es la doctrina de los esenios, la doctrina de los nazarenos, peratisenos o peratas, etc. En la doctrina de Jesús el cristo hay yoga digerida, yoga esencial, magia tibetana, budismo práctico, ciencia hermética, etc., etc., etc. En la Gnosis está toda la sabiduría antigua ya totalmente “masticada” y digerida.
Henri Charles Puech, en la página 235 de su obra: En torno a la Gnosis y publicada por Taurus, explica que: “en los sistemas religiosos de los que constituye el fondo, la gnosis aparece como un conocimiento que trae consigo y procura por sí mismo la salvación, una ciencia liberadora o salvadora, un saber que es en sí y por sí mismo salvación. Se llama o puede llamarse gnosticismo –y también gnosis– a toda doctrina o actitud religiosa fundada sobre la teoría o la experiencia de la obtención de la salvación mediante el conocimiento”.
En el Capítulo titulado: “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas, escrita por Bart D. Ehrman, página 81 de: El Evangelio de Judas, publicado por National Geografic, se lee lo siguiente: El término gnosticismo deriva de la palabra griega gnosis, que quiere decir “conocimiento”. Gnósticos son los que “tienen el conocimiento” ¿Y qué es eso que saben? Conocen secretos que pueden conducir a la salvación. Para los gnósticos, una persona se salva no por la fe en Cristo o por sus buenas obras, sino por el conocimiento de la verdad la verdad acera del mundo en el que vivimos, acerca de quién es el verdadero Dios y, especialmente, acerca de quiénes somos nosotros mismos. En otras palabras, se trata en gran medida de autoconocimiento: conocimiento de nuestro origen, de cómo hemos llegado aquí y de cómo podemos volver a nuestra morada celestial. Según la mayoría de los gnósticos este mundo material no es nuestra casa. Estamos atrapados aquí, en estos cuerpos de carne, y necesitamos aprender el modo de escapar. Para los gnósticos que también eran cristianos (muchos gnósticos no lo eran) es el propio Cristo quien nos trae ese conocimiento secreto desde los cielos. Él revela la verdad a sus seguidores más próximos, y es esa verdad la que puede hacerlos libres.
La Gnosis cristiana, más específicamente, la gnosis ligada al Cristianismo primitivo, se encuentra en los evangelios gnósticos. Algunos evangelios gnósticos son: el Evangelio de María Magdalena, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe y el Evangelio de Judas. La obra monumental de la Gnosis de esa época es: Pistis Sophia, el libro de la sabiduría poder, que permite elevarse al humanoide desde la simple creencia, hacia la real sabiduría.
Escudriñando también los evangelios canónicos, es posible encontrar referencias a la Gnosis, incluso en el Evangelio de Juan. “Si me conocieses, también a mi padre conocerías; y desde ahora le conoces y le has visto” (Jn 14:7). “El espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes” (Jn14:17). “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste” (Jn 17:25).
Samael Aun Weor nos explica en el Gran Manifiesto Gnóstico: si estudiamos cuidadosamente los evangelios cristianos, hallaremos en ellos la matemática pitagórica, la parábola caldea y babilónica y la formidable ética budista. El sistema de enseñanza adoptado por Jesús fue el sistema de los esenios. Ciertamente los esenios fueron gnósticos en un ciento por ciento. Los cuatro evangelios son gnósticos.
Materias de estudio muy importantes en la Gnosis, son la Psicología Gnóstica y la Antropología Gnóstica. Para tener una información más completa del tema, te recomendamos consultar las siguientes entradas:
Qué es Gnosis
Significado de la Gnosis
Los estudios gnósticos
La conciencia y algunas definiciones de Gnosis
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