El pasado sábado 2 de enero de 2010, el equipo de Gnosis Guatemala asistió a la clausura del Primer Curso gnóstico en el Monasterio Avallon.
Avallon o Avalon, toma su nombre de la isla mitológica ubicada en el archipiélago de las islas británicas, tierra de manzanas y de hadas, morada final del rey Arturo. Sin embargo, según las tradiciones gnósticas, Avallon o Avalon es la legendaria Thule, la isla sagrada en la que habitaron los primeros seres humanos y que en la actualidad se encuentra en la cuarta dimensión.
El Monasterio Gnóstico Avallon, se localiza en el municipio de Taxisco, departamento de Santa Rosa de la República de Guatemala. En las faldas del volcán Las Flores, entre las aldeas: la Libertad y Comayagua. La lectura del GPS que se hizo indicó que el Monasterio Avallon se encuentra a catorce grados, ocho minutos y veintitrés segundos de latitud norte y a noventa grados, veintinueve minutos y diecinueve segundos de longitud oeste (14o 8´23´´ N, 90o 29´19´´ O). La altura sobre el nivel del mar, registró 658 metros. El acceso a la finca Avallon se logra desde la aldea la Libertad, después de un recorrido de una hora aproximadamente sobre un camino de terracería apto solo para vehículos de doble tracción. En el kilómetro 102 de la carretera que conduce de Escuintla, Guatemala, hacia El Salvador, se dobla a la aldea La Libertad. La vista que se disfruta en la finca es maravillosa e invita a quedarse.
El grupo de invitados, salió de la ciudad de Guatemala a eso de las 7:00 de la mañana del sábado 2 de enero. Ya en la aldea, el estacionamiento de la tienda de “Don Paco”, fue el punto de reunión para iniciar el ascenso. Ahí se quedaron los vehículos de Giovanni, de Carlos y su esposa Graciela, quienes viajaron desde Santa Ana, El Salvador; así como el que transportó a Herman y su esposa Lorena, Eusebio y su esposa Norma Lilian, como también a Francisco. Los cinco hicieron viaje desde Honduras. Víctor Manuel bajó de la finca en su potente vehículo amarillo para transportar a la mayoría de invitados. En otro vehículo viajaban desde la ciudad de Guatemala: Lucía, Mayevi Hadith, Sergio Andrés, Isidro y Jorge.
Clausura y graduación
Cerca del mediodía se inició el acto de clausura del Primer Curso Gnóstico en el Monasterio Avallon. Asistieron alrededor de 60 personas, entre niñas, niños, habitantes de la comunidad, alumnos del curso, organizadores, así como estudiantes gnósticos invitados provenientes de Honduras, El Salvador y la ciudad de Guatemala. La conducción del acto de clausura estuvo a cargo del fráter Mario S. y las palabras de bienvenida fueron dadas por el directivo de los Grupos Gnósticos Los Samaelianos: Adonai G. El director del curso, el hermano Víctor G. exhortó a los presentes a que participen de las actividades del Monasterio, que los recibe como una casa del peregrino gnóstico en búsqueda de la iluminación. A nombre de los graduandos tomó la palabra Rafael, quien agradeció al Director del curso y al Abad del Monasterio por los conocimientos y las experiencias obtenidas. También se concedió la palabra a colaboradores y misioneros gnósticos internacionales. En su orden: Jorge, Giovanni, Eusebio y Herman dieron su mensaje de motivación a los asistentes para que continúen con decisión en los estudios gnósticos,
Los estudiantes del curso: Rafael, por Honduras y Wiliam, por Guatemala dieron muestra de los aprendizajes, exponiendo el tema: “Los dos mundos de relaciones” en este tema, muy importante para la comprensión del propósito de la Gnosis en el ser humano, los expositores enfatizaron en la equivocada tendencia de la mayoría de personas por buscar la verdad afuera de su propio cuerpo. Explicaron que existe otro mundo de relaciones, desconocido y olvidado: el mundo interior y que a este se puede llegar mediante la auto-observación, el recuerdo de sí y el despertar de la conciencia.
El graduando de menor edad: Sergio Andrés expuso otro tema sumamente interesante en el Gnosticismo: Evolución e involución. Para que un ser humano comprenda de dónde vino y hacia donde va, cuáles son las causas de su existencia, las oportunidades que le da la divinidad para su salvación o liberación espiritual, es importante que tenga claro cómo funcionan estas leyes naturales, que le permitirán comprender que “el futuro es el pasado” y que solo mediante la revolución de la conciencia se puede lograr una auténtica auto realización íntima.
En la parte más importante del acto de clausura, se procedió a la entrega de los diplomas a los graduandos del curso. Cada uno de los asistentes con palabras sencillas y breves expresó su agradecimiento por las enseñanzas recibidas y la oportunidad que tuvieron de culminar tan exigente curso. El Abad del Monasterio, el Misionero Gnóstico Internacional: Guillermo León Quintero exhortó a los graduandos a profundizar los estudios gnósticos y llevar las enseñanzas a su mundo interior para poderlas difundir de mejor forma por todo el mundo. Un día, quizá se conviertan en misioneros gnósticos y pondrán su vida al servicio de la Gnosis.
La hora del almuerzo y algo más
Después de la ceremonia, se invitó a los asistentes a degustar de un delicioso almuerzo preparado con mucha dedicación por las damas gnósticas encabezadas por Lidia. En horas de la tarde, una parte de los participantes hizo un recorrido por la finca Avallon, disfrutó de las mandarinas de la región y participó de un acto especial: una ceremonia de elemento terapia para pedir permiso al elemental o “alma” de un árbol, para cortar parte de su corteza que servirá de cura a la enfermedad de Isidro, uno de los asistentes. La ceremonia la dirigió Eusebio, tal como la enseña el V.M. Samael Aun Weor en su obra: Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica.
Mensaje a los misioneros gnósticos
Felicitaciones a los graduandos y los exhortamos a que difundan la sabiduría gnóstica inspirados en las palabras que dedica a los misioneros gnósticos el Avatara de Acuario: “Se necesitan hombres pacientes capaces de soportar las más arduas disciplinas”.
“Amigos de la cultura, verdaderos aspirantes a la ciencia pura. Queremos que nuestros misioneros tengan sentimientos de artista, que amen la ciencia, la filosofía y la mística. Que vibren deliciosamente con las columnas corintias de Grecia la amante de la belleza”.
“Que sientan en su corazón la mística de un Francisco de Asís y que realmente amen la sabiduría de Egipto”.
“Queremos misioneros en los cuales resplandezca realmente la belleza del Espíritu y la fuerza del amor; misioneros que así como sean científicos, también lo sean poetas; que puedan investigar el átomo y detenerse a meditar en el arroyo cantarino que se desliza entre su lecho de rocas”.
“Misioneros que sean capaces de meditar al pie de las ruinas de Atenas o de la antigua Roma. Misioneros que sepan admirar el cincel de Praxíteles, misioneros que sepan amar verdaderamente a la humanidad entera, misioneros que vibren con la lira de Orfeo y que canten con Homero en la tierra deliciosa de los helenos. Esa es la clase de misioneros que anhelamos”.
“Misioneros que puedan admirar el titilar de las estrellas. Misioneros que estén enamorados de las noches puras, misioneros que tengan una novia adorable, y que esa novia se llame Urania. Esa es la clase de misioneros que deseamos”.
“Misioneros que puedan vestirse con la túnica de la santidad, misioneros que quieran poner la alfombra a los pies del gurú para recibir su sangre y sus preceptos”.
“Misioneros que anhelen la cristificación de fondo y que de verdad sientan la belleza del amor cual la sentía el hermano Francisco en su corazón. Misioneros así son los que necesitamos”.
“Fuera de nosotros, la ira, la codicia, la lujuria, la envidia, el orgullo, la pereza, la gula. Fuera de nosotros la espina que hiere las carnes. Fuera de nosotros la cizaña de la murmuración y la misma calumnia. Fuera de nosotros el veneno asqueante de la envidia. Fuera de nosotros el monstruo de la lujuria”.
“Queremos misioneros que con el paso lento y suave de los grandes eremitas vayan de puerta en puerta predicando la Palabra. Esa es la clase de misioneros que queremos”.