El Ego o yo psicológico

El Ego y la Psicología no gnóstica

Según el DRAE, el Yo se define como la: parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio.

En el Diccionario Práctico del Estudiante, también de la RAE, el Ego, se define como la parte de la personalidad, parcialmente consciente que se reconoce como yo, y actúa como intermediario entre los instintos, los ideales y la realidad. Coloquialmente, se asocia al Ego con el exceso de autoestima. Y en Wikipedia, se explica que “en psicología, yo o ego (del latín), se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos”.

Sin embargo, en esta enciclopedia virtual, se hace una estupenda aproximación a las concepciones gnósticas, cuando amplia el concepto del Ego o yo psicológico desde el punto de vista de las filosofías místicas orientales: “En las filosofías místicas orientales, particularmente en el budismo se considera al yo como una ilusión. El yo se presenta como un velo de la mente que induce al sujeto a identificarse con su experiencia provocándole sufrimiento. El Budismo también contrasta fuertemente con otras religiones porque no afirma la existencia del alma, ni de un «sí mismo» o «yo» duradero en el ser”.

Esencia, personalidad y Ego

Los estudios gnósticos difieren profundamente de las diferentes escuelas de Psicología contemporánea, incluido el Psicoanálisis de Freud, acerca de la definición del Ego o yo psicológico. De acuerdo con la Psicología Gnóstica experimental y práctica, en el interior de la máquina humana, hay tres elementos que interactúan a lo largo de la vida. Los tres componentes de la psiquis humana son: la Esencia maravillosa, la personalidad y el Ego o yo psicológico. Estos tres componentes, tienen poca o ninguna relación con el ello, yo y super yo de Sigmund Freud.

La Esencia maravillosa es lo real, el budhata, la chispa divina. Es el conjunto de virtudes, la sumatoria de valores positivos que la máquina humana posee en forma innata. Constituye el material psíquico necesario para fabricar eso que se llama: Alma. En la Psicología Gnóstica se denomina máquina humana u hombre máquina a todo ser humano que no ha logrado el legítimo Nacimiento Segundo.

La divina Gnosis enseña que, un hombre o mujer auténtica es un individuo que ya posee Alma y por consiguiente alcanzó el Nacimiento Segundo. Un individuo auténtico, un dos veces nacido, ha alcanzado tal estado a base de enormes esfuerzos conscientes, innumerables padecimientos intencionales y un paciente trabajo de Alquimia que implica la adecuada acumulación y transmutación del Ens Seminis.

En el individuo auténtico que ha alcanzado el legítimo Nacimiento Segundo, su Esencia maravillosa, se ha desarrollado de manera notable, desde una pequeña chispa divina o germen de Alma, pasando por una Perla seminal, hasta convertirse en un Embrión Aureo para finalmente nacer como auténtica Alma humana. El Alma es la parte humana del Ser. El Ser, es el mismo Espíritu, es el Íntimo o dios íntimo, es Atman el inefable, es Chesed, el maestro interno.

Mediante la experimentación propia, la práctica constante de métodos, técnicas y procedimientos de la Psicología Gnóstica, se puede evidenciar que la Esencia maravillosa, es radicalmente distinta al Ego o yo Psicológico y a la personalidad.

La sabiduría gnóstica enseña que si la Esencia es lo innato, la Personalidad es lo adquirido. La personalidad, es el vehículo de expresión de la Esencia o del Ego. La personalidad es el conjunto de manifestaciones de la máquina humana. En la personalidad se encuentran el carácter, la educación, los hábitos, costumbres, tradiciones y la identidad nacional.

A este respecto Piotr Demianovich Ouspensky, en el Capítulo VIII de su obra: “Fragmentos de una Enseñanza Desconocida”, traslada la siguiente explicación que dio G. I. Gurdjieff a sus discípulos: La esencia en el hombre es lo que le pertenece. La personalidad en el hombre es «lo que no le pertenece» significa: lo que le ha venido de afuera, lo que él ha aprendido, o lo que él refleja; todas las huellas de impresiones exteriores grabadas en la memoria y en las sensaciones, todas las palabras y todos los movimientos que le han sido enseñados, todos los sentimientos creados por imitación, todo esto es «lo que no le pertenece» todo esto es la personalidad.

Más adelante se lee en la obra citada: “Un niño pequeño no tiene todavía personalidad. Él es lo que realmente es. La esencia. Sus deseos, sus gustos, lo que quiere y lo que no quiere, expresan su ser tal cual es. Pero tan pronto interviene aquello que llamamos «educación», la personalidad comienza a crecer. La personalidad se forma en parte bajo la acción de influencias intencionales, es decir, de la educación, y en parte por el hecho de la involuntaria imitación de los adultos por el niño mismo. En la formación de la personalidad también desempeña un gran papel la «resistencia» del niño a los que le rodean y sus esfuerzos por disimular ante ellos lo que le «pertenece», lo que es real”.

La Gnosis y el Ego

Según la Psicología Gnóstica, el Ego o yo psicológico, es el mismo subconsciente, es decir, no tiene nada que ver con la conciencia, con la “parte consciente del individuo” o de la máquina humana. La Psicología Gnóstica explica además que el Ego no constituye “unidad dinámica” alguna, no es individual y mucho menos es consciente. El Gnosticismo Universal de todas las épocas y latitudes, enseña que el Ego es múltiple o plural. De allí que el concepto del yo psicológico, se asocie al de yo pluralizado.

En tal sentido, P. D. Ouspensky, en la primera de sus “Conferencias Psicológicas» explica que: Ante todo, el hombre debe saber que él no es uno; él es muchos. No tiene un Yo permanente e inmutable. Él es siempre diferente. En un momento es uno, en el siguiente momento es otro, en el tercer momento es un tercero, y así sucesivamente, casi sin término.

La ilusión de unidad o unicidad se crea en el hombre, ante todo, por la sensación de un cuerpo físico, luego por su nombre , que en casos normales siempre sigue siendo el mismo, y tercero, por cierto número de hábitos mecánicos que le son implantados por la educación o los adquiere por imitación. Al tener siempre las mismas sensaciones físicas, al oír siempre el mismo nombre, y al notar en sí mismo los mismos hábitos e inclinaciones que tenía antes, se cree ser siempre el mismoEn realidad no hay unidad en el hombre y no hay un centro de control, ni un Yo permanente

Cada pensamiento, cada sentimiento, cada sensación, cada deseo, cada gusto y cada aversión es un «yo». Estos «yoes» no están conectados entre sí, ni coordinados en forma alguna. Cada uno depende de los cambios de las circunstancias exteriores, y de los cambios de las impresionesAlgunos siguen mecánicamente a otro, y algunos aparecen siempre acompañados de otros. Pero en esto no hay ni orden ni sistema

Diferencia entre la Esencia, la personalidad y el Ego

La cosmovisión gnóstica explica que el Ego o Yo pluralizado, no es la personalidad, ni forma parte de ella. El Yo utiliza a la personalidad como vehículo o medio para expresarse. Al yo psicológico corresponden los defectos de carácter: ira, orgullo, odio, pereza, lujuria, rencor, envidia, entre una larga lista de defectos.

Mediante la auto observación, el recuerdo de sí, el desarrollo de la fuerza de atención, la auto exploración, la meditación profunda y en general, con el despertar de la conciencia, el estudiante de Psicología Gnóstica, evidencia que el Ego es independiente de los instintos, aunque puede condicionarlos o intervenir en ellos. Según la Psicología Gnóstica, los instintos, forman parte de las funciones psicosicofisiológicas, Las otras funciones psicofisiológicas de la máquina humana, son el intelecto, las emociones, los movimientos y el sexo.

El yo pluralizado es la causa de los errores humanos y hay que aprender a diferenciarlo de la Esencia e incluso de la personalidad. El yo pluralizado o los “yoes” constituyen agregados psicológicos a la Esencia. Son entidades energéticas sutiles. Envuelven a la Esencia, la atrapan, la encarcelan o embotellan e impiden su manifestación. La Esencia se encuentra disgregada, dispersa, dormida y embotellada por la acción del Ego. Los yoes son elementos subjetivos de las percepciones.

En la Psicología Gnóstica, las sensaciones y percepciones se denominan impresiones. Son impresiones psicológicas que pueden y deben transformarse adecuadamente, como ocurre con el alimento físico o comida. La observación de sí, le permite al gnóstico sincero evidenciar que el yo pluralizado es el resultado de una mala transformación de impresiones. La inadecuada transformación de impresiones es común en la máquina humana debido al sueño de la conciencia.

Ampliando esta explicación, José Jesús Leal, en el capítulo X de su obra: “Psicología del Despertar”, explica lo siguiente: Las impresiones que provienen del mundo exterior al entrar en la máquina humana, no pasando por el estado de autoconciencia, se combinan con antiguos defectos ya existentes, formando una serie de grupos y subgrupos que finalmente constituyen el Yo, el Mí Mismo de la psicología trascendental. Leal, afirma además que: los defectos psicológicos son impresiones no transformadas, formas mentales que resultan de impresiones residuales en los diferentes niveles de la mente.

Mientras la Esencia es innata y la personalidad es lo adquirido, el Ego puede ser innato y puede ser adquirido o desarrollado a lo largo de la vida, pero no es real. La Psicología Gnóstica explica que un niño recién nacido se encuentra despierto porque su Esencia se halla libre del yo. Lamenablemente, con el transcurrir del tiempo logrará atrapar nuevamente a la Esencia, a medida que el niño crezca y se forme en él, la personalidad.

En este sentido, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, explica en el capítulo 26 de su obra: «Psicología Revolucionaria» que: Los yoes del recién nacido van y vienen, dan vueltas alrededor de la cuna, quisieran meterse entre el nuevo cuerpo, pero debido a que el recién nacido aún no ha fabricado la personalidad, todo intento de los yoes para entrar en el nuevo cuerpo resulta algo más que imposible… A medida que la nueva personalidad se va formando, los yoes que vienen de existencias anteriores, van penetrando poco a poco en el nuevo cuerpoCuando ya la totalidad de los yoes se ha reincorporado, aparecemos en el mundo con esa horrible fealdad interior que nos caracteriza; entonces andamos como sonámbulos por todas partes, siempre inconscientes, siempre perversos.

El trabajo que propone y ha propuesto la Gnosis de todos los tiempos consiste en la eliminación del Ego para liberar a la Esencia maravillosa y que un día cada ser humano logre el nacimiento del Alma, el Nacimiento Segundo y más adelante su Auto Realización Íntima del Ser o liberación final. Este es un trabajo que conlleva una transformación radical de tipo psicológico y espiritual en hombres y mujeres.

El Ego y la Antropología Gnóstica

La Antropología Gnóstica explica que detrás de muchos mitos, tradiciones y acontecimientos narrados por las antiguas mitologías y religiones, se esconde el mensaje de la necesidad de descubrir al yo pluralizado y su eliminación para lograr la liberación de la Esencia.

En el antiguo Egipto de los faraones, los yoes, son los demonios rojos de Seth que atraparon al dios Osiris. En la India milenaria, el dilema al que se enfrenta el príncipe pandava Arjuna, al inicio del Bhagavad Gita, narra el conflicto del iniciado, de enfrentarse a lo más querido. Detrás del combate de Arjuna a sus propios familiares y amigos más cercanos al que lo incita Krisna, se esconde la enseñanza del yo pluralizado y su eliminación.

Al final del inmortal poema épico: La Odisea, se narra el combate que libra Ulises, con ayuda de su hijo Telémaco, de su lanza, de su arco y sus flechas y que, culmina con la muerte de todos los nobles usurpadores de su hogar. Los combates de Arjuna y de Ulises, tienen la misma significación esotérica. Esa lucha íntima requiere de enormes sacrificios y mucha fuerza de voluntad. Por eso los gnósticos afirman: “Nuestro lema divisa es Telema (voluntad)”.

En el Evangelio cristiano se habla del endemoniado gadareno: “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos: Y le rogaba que no los enviase fuera de aquella región. Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios , diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron”. (Mr 5:9-13).

Los cristianos hablan de los siete pecados capitales y don Adrián Inés Chávez traduce el significado de Wukub Kakix en su versión del Pop Wuj, como: siete vergüenzas, viva personifcación de nuestros defectos, del yo pluralizado. En el México azteca, los yoes son representaodos por los cuatrocientos surianos que caen abatidos por las flechas y el arco solar de Huitzilopochtli.

La doctrina de los muchos y el sufrimiento humano

El Ego es un libro de muchos tomos. Es innumerable como las arenas de un desierto y como las estrellas del espacio infinito. El Yo no tiene nada de divinal y no es uno, ni dos yoes dentro de la psiquis. En las antiguas escuelas de misterior, se enseñaba que el yo es múltiple y se aprendía la doctrina de los muchos a base de ejercitar el sentido de la auto observación.

Al respecto, el Buda Maitreya, Samael Aun Weor, en el capítulo IV de su «Mensaje de Navidad 1964-1965«, aclara lo siguiente: Los pseudo-ocultistas y los pseudo-esoteristas dividen el Ego en dos yoes: Yo superior y Yo inferior.

Superior e inferior es división de un mismo organismo. “Yo superior”, “Yo inferior” es todo “Ego”, todo “Yo”. El Íntimo, lo real, no es el “Yo”, trasciende todo “Yo”, está más allá de todo “Yo”. El Íntimo es el Ser; el Ser es lo real, lo atemporal, lo divinal.

El “Yo” tuvo un principio y tendrá inevitablemente un fin; todo lo que tiene un principio tiene un fin. El Ser, el Íntimo no tuvo principio, no tendrá fin. El es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será. El “Yo” continúa después de la muerte, y retorna a este valle de lágrimas para repetir acontecimientos, satisfacer pasiones y pagar Karma

Más adelante explica el Maestro que “El “Yo” es el origen del error y de su consecuencia que es el dolor. Mientras exista el “Yo”, existirá el dolor y el error. Nacer es dolor, morir es dolor, vivir es dolor. Dolor en la niñez, la adolescencia, la juventud, la madurez, la vejez. Todo en este mundo es dolor”.

Con justa razón el Iluminado, Siddharta Gotama, el Buda dio a conocer las cuatro nobles verdades relacionadas con el dolor, el origen del dolor, la supresión del dolor y el Octuple sendero hacia la liberación final. Es por ello que el budista piensa que la idea misma del Alma es ilusoria en el animal intelectual, en el hombre máquina. En el budismo auténtico, se comprende que la psiquis de la máquina humana es siempre cambiante, que no existe un animal intelectual que se mantenga invariable. Solo los auténticos individuos, los que han eliminado al Yo pluralizado tienen un alma que controla permanentemente sus acciones.

El Quetzal

EL QUETZAL MARAVILLOSO (El ave de Minerva)

Entre Chiapas, en México. y el oeste de Panamá. en alturas que oscilan entre los mil y tres mil metros, tiene su hábitat el rojo y verde quetzal (pharomachrus Mocinno), que es muy difícil de observar. No obstante, según sea el momento en que se pueda captar, su doble cola y en general su plumaje, parece crisparse, oscilar, destellar entre el azul fosforescente y el verde agua, ya bajo un sol crepuscular o con los primeros destellos de la aurora, entre la «neblina de la selva fría.

Codiciado durante las primeras décadas del siglo veinte, (por el valor de sus plumas, cazado y sin piedad. El Quetzal estuvo a punto de extinguirse. Pero como no soporta bien la cautividad, los zoólogos defendieron muy pronto su derecho a vivir libre y distante en sus cumbres.

Se ignora toda la grandeza de su pasado ligado a dioses mayas y aztecas, pero hoy se le venera como ave símbolo de Guatemala, la moneda del país, lleva su nombre y en su Himno nacional se canta: “…bajo el ala de grana y de oro te adormeces del bello Quetzal. Ave indiana que vive en tu escudo, paladión que protege tu suelo…” También ocupa un lugar en más de algún libro de aves exóticas.

Partícipe del drama CRISTICO DE QUETZALCOATL, (Dios benéfico de los aztecas, quien les enseñó la agricultura. la industria. la escritura. el arte. los misterios de la muerte y la resurrección). El Quetzal. asociado a esta divinidad y debido a que la pluma del Quetzal es para mexicano y guatecomaltecos «COSA PRECIOSA », se convierte en símbolo de lo más preciado: la Fuerza Crística en el corazón del Hombre.

También. el Quetzal. junto con otras aves, es una de las 13 tonas o aves protectoras. que desde el nacimiento se le asignaban al recién nacido, conjuntamente con su dios tutelar, en este caso Quetzalcóatl, en su representación de lucero del alba.

Debido a que algunos expertos lo sitúan entre los trogoniformes, y sostienen que
se alimenta de frutas, batracios pequeños y reptiles, se quiere a través de esto, solamente, acercarlo a Cóatl: la Serpiente. Pero tanto entre los aztecas como en los mayas, dentro de los dramas de Quetzalcóatl y Kukulkán (la misma deidad Nahua entre los del Mayab), la simbiosis de estos dos sacros animales. es la representación de lo humano o terrenal que debe ascender hacia lo trascendente o superior, y lo celeste que debe descender hacia lo material, es decir lo humano se diviniza y lo divino se humaniza. «El Verbo se hace carne y habita entre los hombres».

Es asociado de igual manera con el planeta Venus y con el Sol. El primero (Venus), llamado por los aztecas, Tlahuizcalpantecuhtli. que quiere decir el «Lucero o Estrella del alba o de la mañana », (Jesús en el Apocalipsis dice: «Yo soy la Estrella del alba», en el que se convierte Quetzalcóatl después de incinerarse a la orilla del Agua Celeste o de ricos joyeles), y con el Sol, porque es la representación del VERBO, del Logos, del Cristo, del Fuego.

En la zona arqueológica de Palenque, aparece sobre la Cruz potenzada maya, como símbolo de RESURRECCIÓN. En su libro «Logos Mantram Teurgia», el V M. Samael Aun Weor, nos dice lo siguiente: «EL Quetzal: El Ave de Minerva es el símbolo de la SABIDURÍA. No poco se ha hablado del Quetzal; pocos son, sin embargo. capaces de entender todo el misterio de este pájaro sagrado: el Ave de Minerva,

el Quetzal milagroso, resulta de las incesantes transmutaciones del Fuego. ¡El poder secreto de esta ave permite al hombre transformarse en un Dios! Concede metamorfosearse en lo que cada quien quiera. El poder secreto de esa ave está capacitado para abrir los chakras, discos o ruedas magnéticas del Cuerpo Astral.

Cuando el Fuego Sagrado de Pentecostés asciende por el Canal Central de la Médula Espinal tiene el poder milagroso de transformarse en un Ave de Fuego. ¡Y esa Ave es el símbolo del Quetzal! Y es el Ave de Minerva. Y es la clave del poder sacerdotal »:

Si se vocaliza el mantram del Ave Maravillosa del Fuego: JAO RI durante el trance supremo del A.Z.F. y se ordena al Ave de Minerva desarrolle tal o cual chakra, ella lo desarrollara positivamente. «lo importante es no cansarse. porque esas facultades no se desarrollan inmediatamente», termina diciendo el sabio maestro. Si el ser humano quiere volver a establecer esa necesaria e importante alianza entre la Naturaleza, los reinos y elementos que la forman, con él mismo, y ponerse en contacto con las entidades anímicas que poseen los animales. plantas y minerales y servirse de sus cualidades y poderes, es necesario, a parte de muchas otras cosas, que en principio, comprenda que existen otros mundos y otras realidades y se proponga a experimentarlas.

Para finalizar digamos con el poeta: «Ha llegado el momento. «Oh amigos nuestros; con collares os ciño, con plumajes de quetzal os adorno y aderezo, sobre la balsa de nueve cañas. de nueve serpientes. Ha llegado el momento de incineramos a orillas del Agua Celeste, para que con el pardear del alba se eleven nuestras cenizas convirtiéndose en la Estrella de la Mañana y nos sumerjamos en el seno de «aquel por quien vivimos» para vivir como el Quetzal: SIEMPRE EN LIBERTAD.»
Por: César Owen / España Bibl: Conferencias y Obras de Samael Aun Weor

El león

Señor y Rey por Antomasia

El león, en sí mismo, como animal y como símbolo esotérico es muy importante, muy interesante… Por su belleza, por su fuerza, por su presencia, por su fiereza, le reconocemos como el “Rey de la
selva”. Pero hay otras razones por las que el león resulta majestuoso: El león, asociado al elemento fuego, se asocia también al Evangelio de San Marcos

En algunas de sus obras, el V.M. Samael se refiere a este imponente animal: En la Atlántida sirvieron como animales de tiro: arrastraban carruajes, eran mansos. Después de la sumersión de la Atlántida, se volvieron furiosos.

El carro, arrastrado por leones, es una alegoría muy esotérica que viene de tiempos arcaicos. EL carro representa al ser humano y el león (el fuego) no es más que un símbolo vivo del hombre solar. Cuando se habla del «Carro» se alude a los «Cuerpos Existenciales Superiores del Ser»: Físico, Astral, Mental y Causal. En ese “Carro» se debe montar el Real Ser.

El «Zoar» nos pinta al «Anciano de los Días» viajando en un carro a través del infinito. No
hay duda que el Real Ser tiene siempre que viajar en su «Carro», para trabajar en los mundos
.

En muchos cuentos infantiles, es el majestuoso león el que imparte justicia y al que acuden los
animales de la espesura para dirimir sus diferencias. Además, es el que establece en ese mismo lugar las reglas del juego. Y curiosamente, en esoterismo suele también relacionársele con la Justicia Objetiva del Omnimiseriscordioso, la Ley Divina; por eso se dice: “Al León de la Ley se le combate con la Balanza”.

En los doce Signos del Zodiaco, Leo (el león), es el quinto signo, número que igualmente se relaciona
con la Ley y con la Carta 5 del Tarot egipcio que es el “Jerarca de la Ley”. En este signo se relaciona con el Sol, con el fuego, con el oro y con el color amarillo.

A este respecto recogemos del V.M. Samael lo siguiente: “Leo es el fuego; el fuego latente es
una maravilla. Allí encontramos los «soplos igneos» de la constelación de Leo, que son seres vivientes (imposibles de describir con palabras), vivas representaciones, cada uno de ellos, de la «Corona Sephirótica» de la Kábala Hebraica: KETHER, CHOKMAH Y BINAH”.

“Hay doce órdenes de adeptos en ese Cosmos, relacionadas con los doce signos zodiacales: No cabe duda que aquella «orden de los leones de fuego, o LEONES DE LA VIDA» (de la constelación de Leo), es la más exaltada. ¡Así está escrito y así es!”…

En los “doce trabajos de Hércules” aparece el León visto desde otro ángulo, desde otro punto
de vista, es decir, en su aspecto negativo. Por eso el primero, entre todos, es la captura y muerte del “león de Nemea”, que representa la fuerza de los instintos y pasiones incontroladas que todo lo devasta y lo devora.

En ocasiones aparecen leones bicéfalos que nos vienen a representar las dos tierras: La visible
y la invisible. Por último, tenemos en la Alquimia el león rojo y el león verde, símbolos del fuego y el Intimo, respectivamente. Además de su imponencia, belleza y majestad, no podemos olvidar la nobleza del león, tal y como nos narra la historia de «Andrócles y León», en la que se describe a un joven cristiano que ha sido arrojado a los leones en la arena del Circo romano, y cuando está a punto de ser atacado por un león, para asombro del público y del emperador, el león se acerca mansamente a lamer la mano del joven, debido a que reconoce en él al mismo que un día en el bosque le sacó una espina de la pata y le curó, aliviándole de su intenso dolor y malestar.

Por: César Owen/España

Semana Santa

la Semana Santa y su mensaje oculto

Introducción

Semana Santa es la época en la que tradicionalmente se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Sin embargo, detrás de este extraordinario acontecimiento se esconde un mensaje oculto y por ello es conveniente entender el profundo significado esotérico de la Semana Santa.

La Semana Santa o semana mayor, la más santa de las semanas, puede estudiarse desde diferentes puntos de vista. Puede verse desde el punto de vista histórico, desde una perspectiva astronómica, a la luz de la religión comparada y con un enfoque íntimo trascendental.

Desde el punto de vista histórico nos recuerda la pasión del gran iniciado Jesús o Jeshuá Ben Pandirá. De acuerdo con los estudios gnósticos, no todos lo versículos bíblicos se refieren a la vida privada de Jesús. Muchos aspectos de su vida privada, su preparación, sus estudios, su iniciación se encuentran ocultos. Otros aspectos de su obra y enseñanza extraordinaria, no aparecen en ninguno de los cuatro evangelios, pero afortunadamente sobrevivieron de generación en generación por la tradición oral y se hallan contenidos en los evangelios apócrifos. Gran parte de su enseñanza esotérica permaneció escondida durante siglos, pero a partir del siglo XIX, las arenas del desierto y la divinidad han ido devolviéndola en la forma de los códices gnósticos en los que se halla la Pistis Sofía, los evangelios gnósticos y muchos otros textos de invaluable valor histórico, arqueológico y esotérico.

Ejemplos de pasajes no registrados en la Biblia y relacionados con la tradición de Semana Santa son: el manto de la Verónica, los nombres de los dos ladrones crucificados junto a Jesús y el nombre del centurión romano que atravesó el costado del señor.

El manto de la Verónica -El Greco
El manto de la Verónica -El Greco

Si bien es cierto, conocer la vida privada de Jeshuá Ben Pandirá, resulta interesante y atrae el interés de muchos investigadores y buena parte de la humanidad, resulta mucho más interesante entender el Drama Cósmico oculto detrás de la Semana Santa. Es indudable el fundamento astronómico de esta época sagrada. Solo así se entiende la pregunta: ¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?

Semana Santa, la tradición del Equinocción de Primavera, no es un acontecimientos ocurrido solamente en Tierra Santa. Es una fiesta antiquísima celebrada por todos los pueblos antiguos. Y es que el fundamento astronómico de la Semana Santa solo se entiende en relación con la Navidado nacimiento del niño dios de Belén. Detrás de Navidad y Semana Santa, hay un Mito solar extraordinario, motivo de estudio y celebración por todos los pueblos antiguos.

En los equinoccios hay 12 horas de día y 12 horas de noche
En los equinoccios hay 12 horas de día y 12 horas de noche

Los grandes dioses solares de todas las antiguas civilizaciones tienen una equiparación extraordinaria con Jesucristo y el mensaje esotérico que envía esta fiesta solar es el mismo para la conciencia humana.

El significado oculto de Semana Santa

La más santa de las semanas, registra formidables acontecimientos que todo iniciado debe efectuar si quiere alcanzar la perfección, la inmortalidad o la Auto Realización Íntima del Ser. A una escala intermedia, señala el camino a seguir por los iniciados que quieren alcanzar la santidad, la maestría o la salvación. Al nivel de la humanidad, proporciona múltiples símbolos que interpretados adecuadamente explica las causas por las cuales el animal intelectual se encuentra tan lejos de Dios y cuál es el método para regresar a él.

Dada la honda significación de la Semana Santa para todos los pueblos y no solo para el Cristianismo, resulta muy lamentable que algunos guías espirituales recomienden a sus discípulos no conmemorar esta fiesta sagrada y sostengan que carece de valor espiritual por el simple argumento de tener orígenes paganos. La verdadera Semana Santa es para vivirla internamente por un auténtico cristiano.

Para entender el profundo mensaje oculto escondido en los versículos bíblicos hay que acudir entre otros recursos, a la ley sagrada del Heptaparaparshinock o Ley de Siete, a la Alquimia, a la Cábala, a la Anatomía Oculta y a la Psicología Gnóstica.

La Ley de Siete principios, es la Ley de Orden que se explica mediante la escala musical. Reminiscencias de la ley de Octava, son los Siete días de la Creación, los siete días de la semana y los siete planetas de los antiguos. La ley de Siete explica el porqué de los siete niveles de energía en el átomo y la Tabla Periódica en la Química.

Entrada de Jesús en Jerusalén -Giotto
Entrada de Jesús en Jerusalén -Giotto

De acuerdo con la Ley de Siete, los días de la Semana Santa desde Domingo de Ramos, hasta Sábado de Gloria, se relaciona con los siete días de la Creación y con los siete planetas que se ven a simple vista (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno). Los siete días de la Semana Santa ya indicados forman una escala musical completa. Domingo de Pascua corresponde a la nota Do de una escala superior. Los ocho días de esta sublime fiesta se corresponden con el Santo ocho, el signo del infinito y el número de Job.

En cada día de Semana Santa ocurren acontecimientos extraordinarios: la entrada triunfal en Jerusalén, los mercaderes del templo, la cena en Bethania y la maldición de la higuera estéril. Los dos días siguientes, son cruciales: Jueves Santo y Viernes Santo. En cada uno de estos días ocurren muchos acontecimientos que ameritan dedicación especial. Luego viene el día del reposo y la Resurrección.

La última cena -Leonardo da Vinci
La última cena -Leonardo da Vinci

La Gnosis enseña que todos los acontecimientos ocurridos durante esos ocho días, no son de ayer, de un remoto pasado y no deben verse en el ambiente de Tierra Santa. Al estudiar la Semana Santa desde la óptica del Drama Cósmico, se explica que cada uno de los personajes de tal drama se encuentran en la psiquis de cada individuo humano.

Cuando en los evangelios se leen los milagros y prodigios de Jesús, hay que entender que esos milagros los debe realizar el Cristo íntimo, el salvador individual de cada persona. Cuando Jesús cura la ceguera, lo hace para que podamos ver el camino hacia él, cuando cura sordos, es para escuchar su palabra, sus mensajes que vienen de las partes superiores de sí mismos, cuando cura paralíticos, es para aprender a caminar en su búsqueda. ¿Y cuando cura la lepra? Esa lepra es el Ego, viva personifación de los errores humanos. El ego o yo de la Psicología Gnóstica es el que tiene atrapada, encarcelada a la Esencia maravillosa a la que el Cristo viene a salvar.

Simbolismo esotérico

En Domingo de Ramos, el señor entra en la Jerusalén Celestial montado en un pollino o crío de un burro o asno. Jerusalén, la ciudad santa de las doce puertas, es nuestro propio cuerpo. Cristo debe entrar en nuestra ciudad interior, montado en el burro que representa a la mente. La mente debe aprender a obedecer al señor y aceptar que es su guía.

Cristo expulsando a los mercaderes del templo -El Greco
Cristo expulsando a los mercaderes del templo -El Greco

Los mercaderes del templo, son los elementos indeseables de nuestra conducta que cambian al oro, al Cristo Sol por la plata, por el dinero, por la Luna, son los que comercian con palomas, con el Espíritu Santo, señor y dador de vida. Hay que aprender a empuñar el látigo de la voluntad para expulsar a los mercaderes de nuestro templo corazón.

La Cena en Bethania relata un antiguo ritual que simboliza matrimonio en castidad indispensable para realizar la Gran Obra de la Alquimia. Por ello, el primer milagro del Salvador, es la transmutación del ens seminis, de las aguas de la vida en vino de luz del alquimista en las bodas de Caná.

La higuera está relacionada con las fuerzas sexuales, con el ens seminis, indispensable para lograr el Nacimiento Segundo del que habló Jesús a Nicodemo en el capítulo 3 del Evangelio de Juan. Eso del árbol que no da fruto está más allá de la interpretación literal y se relaciona con los místicos que no realizan transformaciones íntimas profundas y que no trabajan en la conservación de su energía, ni en la transmutación alquímica.

En Jueves Santo se realiza la Última Cena. El Kalki Avatara de la Era de Acuario, Samael Aun Weor explica en el capítulo titulado: Dos Rituales de su libro: «El Matrimonio Perfecto«, que la Última Cena es una ceremonia mágica de inmenso poder y que a diferencia de lo que se especula con el Santo Graal, “La Última cena fue una ceremonia de sangre. Los apóstoles trajeron cada uno entre su copa, gotas de su propia sangre, y vaciaron estas gotas entre el Cáliz del Cristo Jesús. En ese Cáliz el Adorable había echado también su sangre real. Así, entre el Santo Graal, se mezcló la sangre del Cristo Jesús con la sangre de sus discípulos.

Según las tradiciones gnósticas el Cáliz sagrado de nuestro señor Jesucristo existe, fue el mismo que recibió Abraham de manos de Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo (Gn 14: 17 – 20) y que con el tiempo pasó también a las manos de Moisés y de Salomón. El Gnosticismo Universal enseña que entre quienes intuyeron el destino final de la Santa Reliquia se encuentra Ricardo Wagner y lo devela en su majestuosa ópera: Parsifal.

Conforme al Drama Cósmico, en Jueves Santo el Redentor del mundo da las últimas instrucciones a sus discípulos y en el Nuevo Testamento están registradas las que da a Pedro y a Judas Iscariote. Esa noche ocurre también la oración en el huerto de Getsemaní y el formidable llamado al despertar de la Conciencia al encontrar a sus discípulos durmiendo, es decir, con la conciencia dormida (Mt 26: 38 – 44).

Viernes Santo se encuentra lleno de elementos simbólicos escondidos en las 14 estaciones del Viacrucis y las siete palabras. Judas, Pilatos y Caifás, representan el mismo papel que los tres traidores que asesinaron a Hiram Abif en las tradiciones masonas, de Hiram Abif se habla en el primer libro de Reyes.

La Piedad -Miguel Ángel
La Piedad -Miguel Ángel

Judas representa al demonio del deseo, Pilatos al demonio de la mente, que siempre se lava las manos y Caifás al demonio de la mala voluntad. Las multitudes que gritan. Crucifícale, no son de ayer, de un remoto pasado, ni quedaron en Jerusalén. Esas multitudes se encuentran en la psiquis humana y constituyen el yo pluralizado de la Psicología Gnóstica.

Según las tradiciones, Jesús muere a los 33 años, en clara alusión a las 33 vértebras de la columna vertebral por donde asciende victoriosa la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes: el Kundalini. Es crucificado en el monte de la Calavera, adonde debe ascender Kundalini. En lo alto de la cruz fue escrita su causa con las siglas: INRI.

A diferencia de lo que creen muchos, la cruz no es un símbolo de martirio, sino de creación y nacimiento. Detrás de los palos de la cruz, lo mismo que en el cáliz y la lanza de Longinos, se esconde un simbolismo sexual, pero de sexualidad espiritual trascendente. Por eso las multitudes le gritan que se baje de la cruz incitando al iniciado a que se salga de la Senda del filo de la navaja. INRI en Alquimia significa: Ignis Natura Renovatur Integram, el Fuego renueva incesantemente la Naturaleza.

Las siete palabras o siete frases que pronuncia el señor en la cruz también son profundamente significativas y se relacionan con el septenario sagrado de teósofos y yoguis, con siete principios anímicos y espirituales que el iniciado debe construir o realizar. Una de ellas, enigmática por siglos es la famosa frase maya: Helí, Helí, Lamá Zabaktani y que significa: “Ahora hundirme en la prealba de tu presencia”.

María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano
María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano

La Gran Obra alquimista culmina con la muerte y resurrección del Hierofante. La Gnosis enseña que el Cristo Jesús realmente resucitó y aún conserva el mismo cuerpo físico que usó en Tierra Santa.