Todo se reduce a números, a matemáticas. Somos un punto matemático en el espacio que sirve de vehículo a determinada suma de valores (positivos, negativos o esenciales, concientivos).
La muerte misma es una resta de quebrados: hecha la operación sólo quedan los valores.
En la Personalidad misma se expresan estos valores. La Personalidad como vehículo energético de expresión, nace y muere, o puede ser modificada. Es esclava no sólo de nuestros yoes, también del tiempo, las modas, las costumbres, las sociedades, etc. Parte la recibimos por herencia (genotipo), parte se desarrolla por la educación recibida (fenotipo) y parte por el medio ambiente en que nos desenvolvemos (paratipo).
La Conciencia suele ser confundida con el intelecto. A una persona muy Intelectual se le suele dar el calificativo de “muy consciente”. Pero en realidad son dos cosas muy diferentes. El intelecto es la capacidad de formular conceptos lógicos con lo que tenemos grabado en la memoria, y la Conciencia, aunque también puede formular conceptos, sus datos no son aportados directamente por la memoria, ya que sus percepciones son más profundas que la de los simples sentidos de percepción sensorial. La Conciencia, la Esencia, es lo divinal, una parte del Ser, una parte del Alma, lo más digno que llevamos dentro, un conjunto de energías psíquicas de altísimo voltaje vibratorio, pero, hoy por hoy, en la mayoría de seres humanos, se encuentra atrapada, embotellada y condicionada por el Ego en un 97 %.
El Ego, El Yo, El mí mismo, nuestros defectos de tipo psicológico, son los valores egoicos o negativos que cargamos dentro. En las diversas culturas estos valores negativos han recibido diversos nombres, entre ellos, el de los Siete Pecados Capitales. Estos Siete Pecados Capitales tienen sus siete virtudes antitéticas.
Lujuria- Castidad
Gula – Templanza
Codicia – Altruismo
Orgullo – Humildad
Ira – Paciencia
Pereza – Diligencia
Envidia – Alegría por el bien ajeno
El Ego, recibe diversas denominaciones entre las distintas civilizaciones de la antigüedad:
Papapurusha – India
Medusa o Gorgona – cultura greco-romana
Horribles entidades de Seth o Demonios Rojos – Egipto.
Agregados Psíquicos – Tíbet.
Centzonhuitznahuac o los 400 del Sur (aztecas = mayas).
Legion de diablos – Biblia.
Otros nombres son: Hidra de Lerna, el Dragón de las Tinieblas, el Minotauro de Creta, etc.
En los Evangelios, se narra que Jesús sacó siete demonios del cuerpo de María Magdalena. Estos son los elementos subjetivos de las percepciones. El mismo Ego.
Por César Owen/España