Contenido
Introducción
Memoria autobiográfica o superior
Nacimiento e infancia
Búsqueda iniciática
Desarrollo del Ser
La iniciación
El verbo de Dios
La develación del gran Arcano
Desencarnación del bodhisattva
Introducción
Samael Aun Weor, el Kalki Avatar, la décima encarnación de Visnú que según las profecías de la India debía venir al final del Kali Yuga. Por eso en el esoterismo gnóstico se le denomina como el Avatara de la Era de Acuario. Es el fundador de las instituciones gnósticas de la actualidad. Su bodhisattva encarnó en la personalidad de: Víctor Manuel Gómez Rodríguez, en Bogotá, Colombia, el 6 de marzo de 1917. Este 2017 se celebra el centenario de su nacimiento.
Esta fecha, ha sido declarada por los gnósticos del mundo, como el Día Internacional del Misionero Gnóstico en memoria a la gran labor por la humanidad doliente que realizó el Venerable Maestro, entre ellas, la divulgación y explicación de la Gnosis de todos los tiempos. Fue un escritor y conferencista esoterista incansable. Escribió numerosas obras y miles de misivas y asimismo dictó cientos de conferencias, muchas de ellas grabadas en audio y video, mismas que hoy, son publicadas por diferentes editoriales e instituciones gnósticas.
Samael Aun Weor, fundó el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal, la Iglesia Gnóstica Cristiana Universal, el Instituto de la Caridad Universal –ICU– y la Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Culturales, A.C –AGEACAC-. Instituciones que se difundieron rápidamente en América y Europa. Además formuló los principios para el Partido Social Cristiano Latinoamericano e inspiró diversidad de instituciones gnósticas, que han surgido posteriormente a su desencarnación entre ellas el Instituto gnóstico de Antropología –IGA,, la Asociación gnóstica de estudios antropológicos culturales y científicos –AGEAC– y el Instituto Gnóstico de Investigaciones, entre otros.
Memoria autobiográfica o superior
En su obra titulada: «Las Tres Montañas», al contarnos su propia infancia, el venerable maestro Samael, nos da a conocer una característica singular de sus capacidades psíquicas: “No está demás aseverar solemnemente que nací con enormes inquietudes espirituales; negarlo sería un absurdo. Aunque a muchos les parezca algo insólito e increíble, el hecho concreto de que haya alguien en el mundo que pueda recordar en forma íntegra la totalidad de su existencia, incluyendo hasta su propio suceso del nacimiento, quiero aseverar que yo soy uno de esos”.
Esta cualidad de recordar absolutamente todos los instantes de la vida por parte de una persona, es reconocida en la actualidad por la ciencia y se conoce como hipermnesia o hipertimesia. Es un tipo de memoria autobiográfica extraordinaria, memoria fotográfica o superior. Este tipo de memoria es un privilegio de unos cuantos, quienes a diferencia de la mayoría de seres humanos, poseen la capacidad de memorizar hasta los más ínfimos detalles, incluso, los más triviales de un acontecimiento vivido por ellos . En casi todas las personas, la memoria se “auto resetea” frecuentemente, entre otras razones por la falta de atención o escaso desarrollo de la fuerza de atención y la ausencia del tercer estado de conciencia.
En la generalidad de la humanidad, solo opera la atención mecánica y la atención “normal” o emocional. En la humanidad mecánica, nunca o casi nunca aparece el tipo de atención denominada: “Atención dirigida”. Estos tres tipos de atención, fueron estudiados a fondo por George Ivanovich Gurdjieff y sus discípulos, entre ellos: Maurice Nicoll y Pedro Ouspensky en la primera mitad del siglo XX.
Muchos creen que la memoria superior es una enfermedad. Sin embargo, quien sabe utilizarla descubre que es un privilegio extraordinario. Algunos políticos, como los expresidentes norteamericanos Theodore Rossevelt y Bill Clinton, así como otras personas entre ellas la actriz de cine, Marilu Henner tienen una capacidad más o menos similar. Los estudios gnósticos enseñan que desarrollando la fuerza de atención y colocándose en el tercer estado de conciencia, una persona puede desarrollar notablemente la capacidad de la memoria.
Nacimiento e infancia
En la obra citada, el Maestro narra a continuación como transcurrió su encarnación e infancia
“Después de todos los consabidos procesos natales, limpio y hermosamente vestido, deliciosamente fui colocado en el lecho materno junto a mi madre. Cierto gigante muy amable, acercándose a aquel sagrado lecho, sonriendo dulcemente me contemplaba, era mi padre”.
“Huelga decir claramente y sin ambages, que en el amanecer de cualquier existencia andamos originalmente en cuatro patas, luego en dos y por último en tres. Obviamente la postrera es el bastón de los ancianos. Mi caso en modo alguno podía ser una excepción a la regla general. Cuando tuve once meses quise caminar y es evidente que lo logré, sosteniéndome firmemente sobre mis dos pies. Todavía recuerdo plenamente aquel instante maravilloso en que, entrelazando mis manos sobre la cabeza, hiciera solemnemente el signo masónico de socorro: Elai B Ne al manah«.
“Y como quiera que todavía no he perdido la capacidad de asombro, debo decir que lo que sucedió entonces me pareció maravilloso. Caminar por vez primera con el cuerpo que a uno le ha dado la madre Natura, es fuera de toda duda un prodigio extraordinario. Muy serenamente me dirigí hasta el viejo ventanal desde el cual podía verse claramente el abigarrado conjunto de personas que aquí, allá, o acullá, aparecían o desaparecían en la calleja pintoresca de mi pueblo. Agarrarme a los barrotes de tan vetusta ventana, fue para mí la primera aventura; afortunadamente mi padre -hombre muy prudente – conjurando con mucha anticipación cualquier peligro, había colocado una malla de alambre en la balaustrada, a fin de que yo no fuese a caer en la calle. ¡Ventana muy antigua de un alto piso! ¡Cuánto la recuerdo! Vieja casona centenaria donde diera mis primeros pasos…”
“Ciertamente en esa deliciosa edad, amaba los encantadores juguetes con que los niños se divierten, más esto en modo alguno interfería mis prácticas de meditación. Por esos primeros años de la vida en que uno aprende a caminar, acostumbraba sentarme al estilo oriental para meditar. Entonces estudiaba en forma retrospectiva mis pasadas reencarnaciones y es ostensible que me visitaban muchas gentes de los antiguos tiempos”.
“Cuando concluía el éxtasis inefable y retornaba al estado normal común y corriente, contemplaba con dolor los muros vetustos de aquella centenaria casa paternal, donde yo parecía, a pesar de mi edad, un extraño cenobita. ¡Cuán pequeño me sentía ante esos toscos murallones! lloraba… ¡Sí! como lloran los niños. Me lamentaba diciendo: ¡Otra vez en un nuevo cuerpo físico! ¡Cuán dolorosa es la vida! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!…”
“En esos precisos instantes acudía siempre mi buena madre con el propósito de auxiliarme, a tiempo que exclamaba: «El niño tiene hambre, tiene sed,» etc., etc., etc. Jamás he podido olvidar aquellos instantes en que alegre corría por los solariegos corredores de mi casa…”
“Entonces me acaecían insólitos casos de metafísica trascendente: me llamaba mi padre desde el umbral de su recámara; yo le veía en ropas de dormir y cuando intentaba acercarme a él, se esfumaba perdiéndose en la dimensión desconocida.
Empero, confieso sinceramente que este tipo de fenómenos psíquicos me eran muy familiares. Entraba sencillamente en su alcoba y al verificar en forma directa que su cuerpo físico yacía dormido entre el perfumado lecho de caoba, me decía a mi mismo lo siguiente: ¡Ah! lo que sucede es que el alma de mi padre está afuera porque su cuerpo carnal en estos momentos está durmiendo”.
“Por aquellos tiempos comenzaba el cine mudo
y muchas gentes se reunían en la plaza pública durante la noche, para distraerse observando películas al aire libre en la rudimentaria pantalla: una sábana bien templada, clavada en dos palos debidamente distanciados. Yo tenía en casa un cine muy diferente: me encerraba en una recámara oscura y fijaba la mirada en la barda o pared.
A los pocos instantes de espontánea y pura concentración, se iluminaba espléndidamente el muro cual si fuese una pantalla multidimensional, desapareciendo definitivamente las bardas; surgían luego de entre el infinito espacio, paisajes vivientes de la gran Naturaleza, gnomos juguetones, silfos aéreos, salamandras del fuego, ondinas de las aguas, nereidas del inmenso mar, criaturas dichosas que conmigo jugueteaban, seres infinitamente felices.
Mi cine no era mudo, ni en él se necesitaba a Rodolfo Valentino, o a la famosa Gatita Blanca de los tiempos idos. Mi cine era también sonoro y todas las criaturas que en mi pantalla especial aparecían, cantaban o parlaban en el orto purísimo de la divina lengua primigenia, que como un río de oro corre bajo la selva espesa del sol. Más tarde, al multiplicarse la familia, invitaba a mis inocentes hermanitos y ellos compartían conmigo esta dicha incomparable mirando serenamente las figuras astrales en la extraordinaria barda de mi oscura recámara”.
“Fui siempre un adorador del Sol y tanto al amanecer como al anochecer subía sobre la techumbre de mi morada (porque entonces no se usaban las azoteas) y sentado al estilo oriental como un yoguín infantil, sobre las tejas de barro cocido, contemplaba al astro rey en estado de éxtasis, sumiéndome así en profunda meditación: buenos sustos se llevaba mi noble madre viéndome caminar sobre la morada”.
“Siempre que mi anciano padre abría la vieja puerta del guardarropa, sentía como si me fuese a entregar aquella singular chaqueta o casaca de color púrpura en la que lucían dorados botones. Vieja prenda del vestir caballeresco que usara con elegancia en aquella mi antigua reencarnación en que me llamara Simeón Bleler; a veces se me ocurría que entre ese armario viejo pudieran también estar guardados espadas y floretes de los antiguos tiempos. No sé si mi padre me comprendiera; pensaba tal vez que pudiera entregarme objetos de esa antepasada existencia; el anciano me miraba y en vez de tales prendas me entregaba una carreta para que con ella jugara; juguete de dichas inocentes en mi infancia”.
Búsqueda iniciática
Víctor Manuel Gómez Rodríguez, tenía apenas doce años de edad cuando inició su búsqueda iniciática, que no cesó hasta encontrar la verdad, como lo dice el Evangelio: “Busca la verdad y ella te hará libre”. En “Las Tres Montañas”, narra que por esa época estudió “innumerables obras metafísicas” y se convirtió en un “verdadero ratón de biblioteca”. Estudió las obras de Luis Zea Uribe, Camilo Flammarion, Kardek, Leon Denis, César Lombroso, entre otros. Pronto comprendió que el espiritismo no conducía al camino secreto y continuó su búsqueda.
Es así como cuenta que: “aún no había llegado a las diez y seis primaveras de mi actual existencia, cuando ya me hallaba enfrascado en muchas materias de enjundioso contenido” estudiando a fondo la ciencia oficial y la mitología de los pueblos antiguos hasta encontrar la Teosofía. “Enseñado en buenos modales y sin ensayarme en la oratoria para recitar en público, a los diecisiete años de edad dictaba conferencias en la Sociedad teosófica. El diploma teosofista lo recibí de manos de Jinarajadasa, ilustre presidente de aquella augusta Sociedad, que en buena hora conociese personalmente”. Se retiró de dicha Sociedad cansado de tantas teorías y se dedicó a practicar intensamente los ejercicios de las diferentes escuelas de Yoga y conoció la fraternidad Rosacruz de Arnoldo Krumm Heller (Huiracocha).
“Diez y ocho primaveras de adolescente ya tenía en el camino de mi actual reencarnación, cuando hubo de concedérseme el alto honor de ingresar a la escuela Rosa-Cruz antigua. Institución benemérita en buenahora fundada por el excelentísimo señor doctor Arnoldo Krumm Heller. “Riquísimo venero inagotable de esplendores exquisitos, encontré gozoso en las magníficas obras de Krumm Heller, Hartman, Eliphas Levi, Steiner, Max Heindel, etc., etc., etc”. “Sin verborrea alguna, seriamente, sinceramente, declaro enfáticamente que por aquella época de mi actual existencia me estudié ordenadamente toda la biblioteca rosa-crucista.
“Con ansias infinitas buscaba en el camino a un viandante que poseyese algún bálsamo precioso para sanar mi adolorido corazón. Sufría espantosamente y clamaba en la soledad invocando a los santos maestros de la gran Logia Blanca. El gran kabir Jesús dijo: «golpead y se os abrirá», «pedid y se os dará», «buscad y hallaréis». En nombre de eso que es lo real, declaro lo siguiente: cumpliendo con las enseñanzas del Evangelio cristiano, pedí y se me dio; busqué y hallé; golpeé y se me abrió”.
Desarrollo del Ser
A diferencia del Ego o yo psicológico que caracteriza a la suma de nuestros errores o defectos de carácter, el Ser es lo real, lo auténtico en nosotros. La Esencia maravillosa, es la chispa divina o partícula de nuestro propio Ser que urge desarrollemos y realicemos. La Psicología gnóstica nos enseña que la Esencia es, no es y llegará a ser. José Jesús Leal, al introducirnos en la Ontología gnóstica en su obra: “Psicología del Despertar”, nos explica que: El Ser es el sujeto activo, pasivo y neutro de todo proceso que deviene a la existencia y que el Ser es un conjunto de elementos esenciales en proceso de autoconocimiento. Leal, establece una plena diferencia entre un Ser no auto realizado y un Ser auto realizado totalmente. Respecto de este último afirma: El Ser auto realizado es el resultado de la iluminación absoluta de todas sus partes en plena armonía con el infinito.
La divina Gnosis plantea que el gran propósito de la vida consiste en que cada individuo humano debe esforzarse por alcanzar la Auto realización íntima del Ser y que es perfectamente posible clasificar a los seres humanos conforme a su respectivo nivel del Ser en forma similar a los diferentes indicadores humanos para clasificar grupos sociales.
Para una mejor explicación de lo anterior, acudimos a otra obra del V.M. Samael Aun Weor: «Psicología Revolucionaria«. En el capítulo titulado: “El nivel del Ser”, encontramos la siguiente explicación: “Nadie puede negar que existen distintos niveles sociales; hay gentes de iglesia y de prostíbulo; de comercio y de campo, etc., etc., etc. Así también existen distintos niveles del Ser. Lo que internamente somos, espléndidos o mezquinos, generosos o tacaños, violentos o apacibles, castos o lujuriosos, atrae las diversas circunstancias de la vida…”
Más adelante, explica el Maestro que nuestra vida no cambia exteriormente y constantemente repetimos nuestros mismos errores debido a que nuestro nivel del Ser no cambia: “¿Cuál es nuestro nivel moral?, O mejor dijéramos: ¿Cuál es nuestro nivel del Ser? Mientras el nivel del Ser no cambie radicalmente, continuará la repetición de todas nuestras miserias, escenas, desgracias e infortunios. Todas las cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que interiormente llevamos. Con justa razón podemos aseverar solemnemente que lo exterior es el reflejo de lo interior. Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las circunstancias, la vida, cambian también”.
El Gnosticismo Universal explica que existe una escalera maravillosa en la que cada escalón de la escalera se corresponde con determinado nivel del Ser. Para una mejor explicación, acudiremos a un Principio hermético
formidable explicado por muchos estudiosos del esoterismo: el principio de Correspondencia o ley de Correspondencia sustentado en un antiquísimo aforismo atribuido a Hermes Trismegisto y de quien Henry Durvill en sus “Misterios iniciáticos” comenta que Clemente de Alejandría le adjudica la paternidad de 42 obras o tratados. El aforismo hermético en cuestión: Tal como es arriba es abajo nos permitirá hacer ciertas comparaciones que facilitarán la comprensión del lector.
De esta manera podremos comparar los distintos niveles del Ser con los diferentes niveles económicos o académicos que existen en la actualidad. En el campo académico podemos encontrar personas que no poseen ningún tipo de escolaridad: los analfabetos, luego los que cursaron algún grado de preescolar, la escuela parvularia, el kindergarten o el nivel preprimario. En la escala académica, siguen cinco, seis, ocho o nueve grados de educación primaria o básica. A continuación sigue la educación secundaria o media y el bachillerato, la educación técnica o diversificado. Los egresados de estos niveles, pueden acceder a la Universidad sin cumplen con determinados requisitos. Ahí se inicia una nueva etapa que tiene más grados y grados. Aparece la educación media superior o técnica superior, los títulos de grado o de licenciatura, las especializaciones o maestrías y los doctorados. En forma similar, es perfectamente posible establecer grados y grados espirituales o de nivel del Ser.
Con ese mismo criterio podremos hacer la comparación entre los niveles económicos y el nivel del Ser. Existen las personas que literalmente padecen de hambre, son los grandes desplazados del mundo, los que padecen de hambruna, los miserables, los que viven en la miseria y la extrema pobreza. Los pobres están menos peor en su condición socioeconómica y más arriba los no pobres. En los peldaños finales de esta inmensa escalalinata se encontrarán los grandes multimillonarios, como Carlos Slim, Bill Gates o Warren buffet cuyas fortunas ascienden a decenas de miles de millones de dólares. Fortunas incomprensibles para la generalidad de personas.
Al ascender por la escalera del Ser, encontraremos en lo alto de la escalinata a los verdaderos santos, iniciados o ángeles. Al círculo consciente de la humanidad que integran la venerable Fraternidad blanca y en el estrato superior a la Muralla guardiana de la humanidad sagrada, a los seres inefables que alcanzaron la Auto realización íntima del Ser, a quienes alcanzaron la auténtica inmortalidad y la legítima resurrección. En ese círculo selecto, se encuentran seres extraordinarios, como el conde de Saint Germain, Sanat Kumará, Kuthumí, Moria y en la cima de la escala al iniciado solar más extraordinario de todos: Jesús de Nazaret. El esoterismo gnóstico enseña que los seres divinos, no lo han sido así eternamente, sino que su nivel del Ser ha sido producto de grandes revoluciones íntimas y que cada individuo humano puede alcanzar estados similares a base de enormes esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios.
La revolución interior que emprendió Samael Aun Weor desde su juventud y posterior desarrollo del Ser en su madurez, le permitió aprobar diferentes grados esotéricos, comparables en alguna mínima medida con los grados académicos otorgados en el mundo. Para que el lector pueda formarse una leve idea de lo que significa el proceso iniciático hacia la divinidad podríamos comparar el nivel preprimario con las primeras pruebas iniciáticas por las que debe pasar el aspirante a condición de altos y probados valores morales, castidad, no fornicación y conservación del Ens seminis o energía creadora.
Estas primeras pruebas explicadas por el Maestro en su obra «El Matrimonio Perfecto«, son las pruebas que el neófito debe pasar consigo mismo o con lo que se denomina: su “Guardián del umbral” (quien nos impide pasar al otro lado, al mundo de la espiritualidad) y las pruebas de los cuatro elementos de la Naturaleza (tierra, agua, aire y fuego). Una vez superadas las pruebas, el aspirante puede emprender el camino hacia la Iniciación.
En sus inicios, el estudiante gnóstico es apenas un principiante, un chela, neófito o imitatus. Con el tiempo puede convertirse en compañero, adepto o iniciado y más adelante en Maestro de misterios mayores. Una reminiscencia de esta clasificación, desde tiempos inmemoriales, se encuentra en los gremios obreros, como en el de los constructores y el de los carpinteros.
“El pequeño potro que vi pasar con su madre me hizo recordar al imitatus que me hablara el Maestro, el cual, de acuerdo con su propio desarrollo, un día se tornaría en un adeptus –el hijo de sus propias obras” (Salazar Bañol).
La iniciación
Así como en la vida o nivel horizontal de la cruz interior de cada ser humano, van ocurriendo diferentes transiciones o etapas como la niñez, adolescencia y juventud o en forma similar los cambios de nivel académico o económico. Así también, en el terreno espiritual o mejor digamos en el nivel del Ser, ese tipo de indicador que se corresponde con el palo vertical de la cruz personal, también ocurren cambios o transiciones. En forma similar a los ritos de paso que se celebran cuando se culmina una etapa académica o “acto de graduación”, existen los ritos de iniciación.
En lo concerniente al nivel espiritual, estos ritos ocurren en lo más íntimo fuera del contexto del mundo físico, en lo que se conoce como el mundo Astral y que la Geometría esotérica sitúa en la quinta dimensión. Tal como lo han descrito los grandes escritores del esoterismo, entre ellos Charles Leadbeater, Rudolf Steiner y Pedro Ouspensky existen múltiples fenómenos metafísicos que se encuentran fuera del mundo físico.
El mundo terrenal es percibido por el sentido espacial de la mayoría de seres humanos en forma tridimensional. Sin embargo, desde la revolución de la Física a principios del siglo XX, se acepta que existe una cuarta dimensión que es el tiempo. Pero, resulta que, esa cuarta coordenada tiene un aspecto espacial. Toda persona acepta sin discusión los fenómenos asociados con las ondas electrómagnéticas, entre ellas, las ondas de la televisión, la radio, los rayos x y las microondas. Todos los fenómenos electrómagnéticos y la termodinámica se explican en la ciencia gnóstica en el espacio tetradimensional. Ahí se encuentran los fenómenos de los fantasmas y los ciencia jinas que consiste en colocar el cuerpo físico en la cuarta dimensión. Lo que está más allá del tiempo es la Eternidad, la quinta dimensión, el mundo de los vivos y de los muertos, el más allá. Las ciencias esotéricas de todos los tiempos tienen métodos y procedimientos para que los estudiantes verifiquen por sí mismos la realidad de las dimensiones superiores del espacio o universos paralelos.
Cada grado iniciático es producto no solo de cierto conocimiento especializado o esotérico, sino de un tipo especial de experiencia o vivencias denominada en conjunto: “experiencia mística directa”. Pero más allá de ese conocimiento y experiencia, se requiere ante todo de desarrollo interior relacionado con los tres factores de la Revolución de la conciencia: muerte del Ego, nacimiento espiritual y sacrificio por la humanidad.
Es innegable que en lo referente al conocimiento esotérico, el estudiar a los grandes exponentes del esoterismo y a quienes ya recorrieron el camino de la iniciación, se torna muy importante. Este fue el caso de Víctor Manuel Gómez Rodríguez, quien estudió a fondo las obras de Helena Petronila Blavatsky, Gurdjieff, Ouspensky, Max Heindel, Eliphas Levi y Chang Chen-Chi entre otros. Y en forma similar a todo profesional de las diferentes ramas del saber, se nutrió de sus enseñanzas y al comprenderlas, las hizo completamente suyas.
Es así como en la actualidad, no se podría concebir a un especialista de la Física que no hubiese fundamentado su conocimiento en los aportes de Galileo Galilei, Johannes Keppler, Isaac Newton, Max Planck, Albert Einstein, entre otros. En forma similar ocurriría a un destacado matemático contemporáneo que desconociera los aportes de Euclides, Pitágoras, Euler, Gauss, Cantor, Leibniz, Newton, Bertrand Russell y muchos más.
Para una explicación gnóstica de lo que es la iniciación, transcribimos a continuación lo que explica al respecto el mismo presidente fundador de las instituciones gnósticas, en su obra: “El Matrimonio Perfecto”: “La Iniciación es tu misma vida. Si quieres la Iniciación escríbela sobre una vara. El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay sabiduría. La Iniciación no se compra ni se vende. Huyamos de aquellas escuelas que dan iniciaciones por correspondencia. Huyamos de todos aquellos que venden iniciaciones.
La Iniciación es algo muy íntimo del Alma. El yo no recibe Iniciaciones. Aquellos que dicen: “yo tengo tantas iniciaciones”, “yo tengo tantos y tantos grados”, son mentirosos y farsantes, por que el yo no recibe Iniciaciones ni grados”.
Existen nueve iniciaciones de misterios menores que, para propiciar un leve entendimiento o para acercar un poco la comprensión podemos compararlas, de manera un tanto forzada, con los diferentes grados de la educación básica. Una vez alcanzadas todas las iniciaciones menores, el iniciado puede y debe continuar con las cinco importantes iniciaciones mayores. Para optar a estas iniciaciones, el iniciado debe además de los requisitos ya enumerados, convertirse en un experto en los misterios sexuales y practicar la sexo yoga, también conocida como Sahaja Maithuna o Arcano AZF para despertar el poder esotérico denominado: Kundalini y lograr su ascenso y revolución.
La Quinta iniciación de Misterios mayores confiere al iniciado el Nacimiento Segundo del que habló Jesús a Nicodemo en el tercer capítulo del Evangelio de Juan. Y conforme al principio de Correspondencia ya explicado, el iniciado se convierte en Maestro de Misterios Mayores. Durante ese proceso, el adepto tiene el derecho a conocer su nombre eterno y cuando el Padre que está en secreto lo permite: usarlo públicamente. Es así como el Venerable Maestro al despertar su Kundalini, adquirió el derecho de usar su primer nombre oculto: Weor o Aun Weor para que finalmente al alcanzar el nacimiento segundo, adquiriera el legítimo derecho de usar el nombre completo de Samael Aun Weor. Si continuamos comparando los distintos grados y niveles del sistema educativo con la iniciación, habremos de inferir que culminar las iniciaciones de misterios mayores, se alcanza un nivel, digamos de Bachillerato, pero falta mucho aún por ascender hacia la Auto realización íntima del Ser.
Entre los grados esotéricos que le resta conquistar al iniciado se encuentra la calificación o recapitulación de las iniciaciones mayores o iniciaciones del Fuego para alcanzar otras tantas iniciaciones: las iniciaciones de luz o iniciaciones venustas que, siguiendo la lógica de comparación que hemos seguido hasta el momento, podríamos compararlas, con el grado universitario. Durante el proceso por alcanzar la iniciación venusta el iniciado vive en los mundos internos todos los acontecimientos asociados al mito solar y al nacimiento de el niño sol que forman parte de los símbolos de Navidad. Todo este proceso de recapitulación o iniciación Venusta culmina, en lo interno, con las vivencias extraordinarias del Hijo del hombre en Semana Santa.
Más allá viene el post grado, que corresponde a lo que en esoterismo gnóstico se denomina: La Segunda montaña que confiere al iniciado los nueve grados de la maestría. Hasta este momento hace su apareción la Jerarquía celestial a la que se refirió Dionisio Areopagita en Atenas, en el siglo I de la Era cristiana. De acuerdo con la Jerarquía celestial y con el Eneagrama, más allá de las iniciaciones mayores, el nivel de los seres divinos se organiza en tres tríadas con tres coros cada una en donde se encuentran en su orden los ángeles, arcángeles y principados; seguidos de potestades, virtudes y dominaciones. Para posteriormente llegar a la más elevada tríada integrada por tronos, querubines y serafines. Todo este proceso iniciático superlativo se relaciona con el novenario sagrado y se encuentra magistralmente descrito en los nueve cielos de la Divina Comedia de Dante Alighieri
El verbo de Dios
En su obra “La Revolución de Bel”, el Maestro explica el significado de su nombre oculto Aun Weor: “En la Logia Blanca al discípulo se la hace saber el nombre de su «Yo superior» es decir de su Íntimo, nombre con el cual ha figurado a través de toda la eternidad y en todos los libros Kármicos; así tenemos por ejemplo que Gautama el Buda en los mundos internos se llama Amithaba. Krumm Heller se llama Huiracocha, etc. Si abrimos el capítulo 19 del Apocalipsis vemos que el santo de la revelación llama al Jinete del Apocalipsis «Verbo de Dios«. Dios se representa por el monosílabo «Aun» y las dos veces de la palabra verbo forman una doble v lo cual puede escribirse así w y con las vocales e, o, más la letra r formamos el nombre Weor así. Completamos el nombre del yo divino del autor «Aun Weor».
Después de esta cita, es conveniente aclarar que para evitar confusiones terminológicas, el Maestro Samael aclaró tiempo después a la publicación de este libro que Yo superior y yo inferior son dos partes del mismo yo, que eso que por ese entonces denominó como: “yo divino” o “yo superior” es en realidad el Padre interno, el Espíritu o nuestro Íntimo, es decir, nuestro propio Ser.
Profundizando un poco más en la explicación de su nombre oculto, el Kalki Avatar, nos explica en Pistis Sophía develada que existen siete weores y que estos son los mismos siete espíritus ante el trono del Cordero, los siete espíritus planetarios, las siete regiones. las siete voces son los siete espíritus ante el trono del Cordero y los siete genios planetarios. Estos siete ángeles son: Gabriel, Rafael, Uriel, Michael, Samael, Zachariel, Orifiel. Cada uno de estos señores es el gerente de uno de los siete planetas identificados a simple vista desde la antigüedad: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno.
Cada ser humano tiene Esencia, Ego y Personalidad, pero a la vez, es hijo de uno de los siete cosmocratores o espíritus ante el trono del Cordero. Quien se esfuerza por alcanzar las grandes iniciaciones de la Logia Blanca ha de trabajar arduamente por desarrollar su Esencia, fabricar Alma y fusionarse con su propio Íntimo o Ser. Este es el auténtico Nacimiento Segundo que se logra alcanzar en la Quinta iniciación de Misterios Mayores, la verdadera Navidad del corazón.
El desarrollo interior del iniciado Aun Weor condujo al advenimiento del Logos Samael a la Tierra. A este acontecimiento se refiere Fernando Salazar Bañol, en su obra: “En el corazón del Maestro: “El 27 de octubre de 1954, en un templo subterráneo, cavado a pico y pala por un grupo de héroes anónimos, dirigidos por Aun Weor, en las rocosas laderas de la Sierra Nevada, Santa Marta, Colombia, aconteció el advenimiento o el nacimiento del Cristo Samael en el corazón del bodhisattva de Aun Weor”.
“Para los menos versados en los Misterios de la Iniciación Blanca, aclaramos que ese acontecimiento es normal: el Cristo siempre nace en el corazón de todo bodhisattva debidamente preparado –y, Aun Weor, en este fecha, había completado todas las exigencias de las cinco iniciaciones mayores. Mediante ese acontecimiento cósmico, nada más ni menos, el Señor de Marte, el Quinto Logos, encarnaba en un cuerpo físico en este planeta, pasando a vivir como una persona común entre los terrícolas”.
El veintisiete de octubre es conmemorado por todas las instituciones gnósticas como el Advenimiento del Logos Samael, el Avatara de la Era de Acuario o Avatar Kalki. Más allá de la Segunda Montaña el iniciado debe continuar para alcanzar “la perfección en la maestría«, la inmortalidad y la resurrección en la Auto realización Íntima del Ser. Este es el trabajo del Super hombre, reservado para los pocos, labor suprema que lo realizan solo los grandes iniciados en la Tercera Montaña. En esta etapa superior al iniciado le toca vivir plenamente todo el Drama Cósmico y le confiere el derecho de ser un habitante de las regiones más inefables del Absoluto.
La develación del gran Arcano
Si algo distingue a Samael Aun Weor respecto de los grandes esoteristas que le antecedieron es la develación del gran Arcano y el abordaje extenso y profundo a la sexualidad, en especial a lo relacionado con la conservación y revolución del esperma sagrado y el consecuente desarrollo de los poderes que divinizan.
Por ese motivo Jorge Adoum en su novela «Adonai» canta al sexo de la siguiente manera: El sentía que era la Luz en la Luz, y la Luz en el sexo y el sexo era El Todo que contiene todo. Comprendió que todas las religiones tienen el mismo origen y el origen de todo lo que existe está en la Luz y el fuego, y la Luz y el fuego están en el sexo. Que Dios el creador, manifiesta por los órganos creadores, el fuego sagrado y la luz que crearon el Cosmos y todas las cosas visibles e invisibles. Que esta luz es la inmortalización del alma. Que este misterio es la llave de la Iniciación Interna, y la de la puerta del cielo.
Antes que Samael, destacados ocultistas abordaron públicamente el tema de manera ligera, sutil o en clave. Así encontramos en Eliphas Levi constantes referencias al gran Arcano, pero en todas ellas se evidencia que nunca se atrevió a develarlo. Así en su monumental obra: «Dogma y ritual de la alta magia» leemos: Esta fuerza era conocida por los antiguos, y consiste en agente universal cuya ley suprema es el equilibrio y cuya dirección tiende inmediatamente al gran arcano de la magia trascendental. Más adelante, Levi afirma: El secreto absoluto de esta dirección ha sido poseído por algunos hombres y puede, todavía, encontrarse. Es el gran arcano mágico, depende de un axioma incomunicable y de un instrumento, que es el gran atanor de los herméticos del más elevado grado.
El siguiente párrafo del libro citado es más explícito aún en su imposibilidad o prohibición de revelarlo: Ya hemos dicho que existe en magia un grande e indecible arcano, que no se comunica jamás entre adeptos, y que, sobre todo, es preciso impedir a todo trance que los profanos lo adivinen; cualquiera que en otro tiempo revelara, o lo hiciera descubrir a los demás por imprudentes revelaciones, la clave de ese arcano supremo, era condenado inmediatamente a muerte y obligado, con frecuencia, a ser él mismo el ejecutor de la sentencia.
En forma similar el maestro Huiracocha, en su novela «Rosacruz» al dar la clave de la magia sexual y el remedio infalible contra la “neurastenia sexual”, afirmó: “Para esto, solo hay un recurso único absolutamente eficaz, pero que al mismo tiempo es una gran clave de la magia sexual. (…) daré la receta en latín, que consiste en una suave inmissio membri virilis in vaginam sine ejaculatio seminis. (…) La posición descrita puede durar una hora y se sentirá una sensación de bienestar inefable. Pecho contra pecho, los dos plexos solares en inmediato contacto, todos los centros astrales sobrepuestos, permiten un intercambio para establecer una justa androginidad. Me cuesta trabajo contenerme. Quisiera escribir mucho más sobre esto. pero es… prohibido para el iniciado… Estas cosas se pueden tratar de persona a persona, pero no aquí”.
Pocos fueron en verdad los esoteristas que hablaran tan abiertamente de los misterios sexuales, antes que el Buda Maitreya develara el secreto indecible del gran Arcano. Uno de ellos fue Charles Waldemar en su voluminosa obra: “La Magia del sexo”. Por ese motivo, el venerable Maestro dedica extensos apartados de su obra: “El Misterio del Aureo Florecer” a citar selectos pasajes de este formidable libro. Nos limitamos en esta entrada a citar el siguiente párrafo.
En el capítulo titulado: “Potencia sexual sublimada”, el sabio Waldemar afirma: La verdadera castidad no se logra sino como transformación creadora de aquella fina y preciosa esencia de los nervios que se halla oculta en el sexo, conduciendo entonces la tal castidad a la más elevada potencia y despeje intelectual; así es activa, dominadora, iluminada por el fuego de la inspiración y otorgadora de dichas que se hallan muy alejadas de las ilusiones y alucinaciones, emanando aquella realidad que solo se encuentra naturalizada en el más elevado principio creador.
El Gran Arcano se encuentra oculto en todos los libros sagrados de la humanidad. En la Biblia hebrea está escrito de manera clara en las múltiples referencias a la prohibición del vicio de la fornicación. En especial, en diversos versículos de Levítico y Números, como los siguientes: Cualquier varón de la descendencia de Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que esté limpio. El que tocare cualquiera cosa de cadáveres, o el varón que hubiere tenido derramamiento de semen (Lv 22:4). Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto (Nm 5:2).
Con el advenimiento de la Era de Acuario, sobrevino la revolución sexual y en la actualidad, es muy fácil encontrar referencias al gran Arcano, con todos sus múltiples sinónimos: magia sexual, sexo yoga, éxtasis sexual, tantrismo blanco, sahaja maithuna y Arcano AZF. Quien fuera secretario del Maestro Samael y a la vez su yerno, nuestro compatriota Antonio Maldonado, explica en su libro: “Mis diez años con el Maestro” el significado de la frase: Arcano AZF. Arcano quiere decir misterio. El misterio del arcano AZF es la unión de lo primero y de lo último por medio del fuego. El Maestro nos indicó lo siguiente: A Agua (la primera letra del alfabeto, lo primero, el Alfa). Z Azufre (zulphur, la última letra del alfabeto, lo último, la omega). F La letra que indica el fuego. Es como decir Yo Soy el Alfa y el Omega, lo primero y lo último unido por el fuego del Espíritu Santo”.
Es por ese motivo que en la actualidad se habla libremente de un tema que en tiempos anteriores al advenimiento del Logos Samael, podría significar la muerte para el iniciado. Hoy, encontramos abundantes referencias al tantrismo sin pérdida del ens seminis y al Tao sexual desde obras tan serias del esoterismo, como las de Mantak Chia, hasta revistas populares.
Daniel Reid en su obra: “El Tao de la salud, el sexo y la larga vida«, publicada en español por ediciones Urano dedica toda la tercera parte al Tao del sexo y dedica mucho espacio a la retención del semen. Así leemos: “En toda la literatura taoísta se pone una y otra vez de relieve la importancia de que el hombre retenga el semen durante el coito. El propósito fundamental de este método es el de aumentar todo lo posible la cantidad de hormonas que segrega el cuerpo del hombre durante la excitación sexual y reducir todo lo posible la pérdida de semen y hormonas relacionadas a través de la eyaculación. Este método que en chino se llama huan-jing bu-nau (literalmente, “retornar el semen para nutrir el cuerpo”), ha sido ridiculizado a menudo por occidentales escépticos que se toman el término demasiado literalmente y fuera de contexto en vez de hacer un intento serio para comprenderlo”.
Es con la no fornicación y la práctica del tantrismo o Tao del sexo sin eyaculación que cualquier ser humano puede trascender de su estado actual al de superhombre.
Desencarnación del bodhisattva
Horus Gómez Garro, hijo del bodhisattva del Maestro, describió “El proceso de Samael Aun Weor» en la obra que lleva precisamente este título. En ella se encuentran registrados múltiples pasajes, algunos de ellos, difíciles de comprender del año anterior a su desencarnación
Ahí se explica lo narrado por el Avatar de Acuario en su obra: «La Tercera Montaña» de que los grandes iniciados antes de alcanzar la auténtica resurrección deben completar la etapa final de “Los doce trabajos de Hércules” y pasar por la terrible “Prueba de Job” que incluye la pérdida del cuerpo físico.
Durante este proceso iniciático superlativo se adquiere la plena comprensión de frases como las siguientes: “sorbida es la muerte con victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (1 Co 15:54-55) y “con la muerte se mata a la muerte para lograr la resurrección”. (SAW). El Cristo rojo de Acuario no sería la excepción y tendría que pasar esa dolorosa prueba en 1977. Dicha prueba la fue anunciando a los miembros de su familia con suficiente anticipación y en determinados momentos, aunque en clave, a sus discípulos. Es así como en noviembre de 1977, en su última conferencia pública expuso lo siguiente: “El hombre que se ve en el espejo y dice: «Estoy muy viejo», el hombre que sufre, llora y anda por los caminos del mundo con la cruz a cuestas, ese es Quetzalcoatl”.
Durante la prueba de Job, el Padre abandona temporalmente al Bodisattwa para que enfrente en soledad las últimas batallas contra sí mismo. Es por eso que en el momento supremo del martirio, el señor de perfección: “exclamó con grande voz, diciendo: Helí, Helí, ¿lamá sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Mt 27:46.
El bodhisattva de Samael Aun Weor, desencarnó la noche del 24 de diciembre de 1977 y durante su velación, hubo prodigios extraordinarios. Conforme a su voluntad póstuma, sus cenizas fueron vertidas en el mar Caribe el 4 de febrero de 1978.
La obra de Samael Aun Weor continúa desarrollándose en todo el mundo y la Gnosis es cada vez más reconocida como escuela de regeneración de la humanidad y poseedora de invaluables secretos para redimirnos a todos. Hoy se estudia el Gnosticismo Universal en prestigiadas universidades del mundo, se publican múltiples obras dedicadas a los evangelios gnósticos y se producen múltiples programas de televisión en torno a los estudios gnósticos. Conforme a las profecías de todos los pueblos antiguos, el Movimiento Gnóstico Internacional se expande por los cuatro puntos cardinales del planeta para explicar la vía secreta, para ofrecer el Arca de Noe, el gran Arcano y llevar el mensaje de la nueva Era a todos los seres humanos.
Cerramos esta entrada transcribiendo un hermoso párrafo de la insigne fundadora del movimiento teosófico: Helena Petronila Blavatsky que nos habla del Avatar Kalki en la sección XXXIX del Tomo V de «La Doctrina secreta» y que se titula: Ciclos y Avataras. HPB afirma que: “Hacia el término del Kalpa se espera al Kalki avatâra, cuyo nombre y circunstancias no es lícito revelar, pero que procederá de Shamballa, o “ciudad de los dioses”, situada, respecto de algunas naciones, en Occidente, y respecto de otras, en Oriente, septentrión o Mediodía. Por este motivo, desde los rishis indos hasta Virgilio, y desde Zoroastro hasta la última sibila, todos los vates de la quinta raza cantaron y predijeron la vuelta cíclica del signo zodiacal de la Virgen (la constelación virgo) y el nacimiento de un divino niño que había de restituir a la Tierra la Edad de oro”.
por muchos siglos que pasen no dejará de pasar de moda, por desgracia. Impostor o verdadero profeta, Nostradamus seguirá en boca de muchas generaciones más.
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