La conciencia

Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. (Ef 5:14).

“En unidad, pues, estuvieron Balam ki’tze’, Balam Aq’ab, Majuk’taj, e Ik’ibalam. No dormían, ni tenían descanso». (Popol Wuj).

“No os durmáis y venceréis ¡hijas mías! ¡hijos míos!» (Memorial de Sololá)

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Ro 13:11).

Contenido:
Qué es la conciencia
Conciencia y conocimiento
La conciencia falsa
Los estados de conciencia
Sueño
Vigilia o conciencia relativa
Relación entre el sueño y la vigilia
El apego o identificación
El tercer estado de conciencia: la conciencia de sí
Conciencia objetiva
El despertar
Atención
Recuerdo de sí
Subconsciente e infraconsciente
El inconsciente

Qué es la conciencia

El Diccionario de la Real Academia (DRAE), da las siguientes acepciones de conciencia:
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.
5. f. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.

En Wikipedia encontramos que se define como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno. La palabra viene del latín: conscientia que significa literalmente: con conocimiento. En términos filosóficos, la conciencia es la facultad de decidir y hacerse sujeto, es decir, actor de sus actos y responsable de las consecuencias, que de ellos se siguen, según la percepción del bien y del mal.

A partir de las diferentes definiciones que hemos transcrito encontramos elementos comunes para irnos acercando a una definición gnóstica de la conciencia. Ante todo la conciencia implica un reconocimiento o conocimiento interior y una percepción del exterior, una diferenciación activa entre uno mismo (el sujeto) y lo que le rodea (el objeto) y la capacidad de actuar responsablemente. Además: “Muchos procesos psicológicos se realizan dentro de sí mismos, sin que por ello intervenga para nada la conciencia”.

Pero la percepción del mundo va más allá de la relación del sujeto con el espacio tridimensional. Incluye experiencias vividas en lo que se denominan las “dimensiones superiores del espacio” o los “universos paralelos” al nuestro. Experiencias que muchas personas de la antigüedad tenían en forma cotidiana y que pueden tenerse con un desarrollo superior del sentido espacial, como también mediante experiencias paranormales o metafísicas. Tal sería el caso del desdoblamiento astral y la meditación, entre otros.

En este sentido, Stanislav Grof en las páginas 43 y 44 de su obra: “La Revolución de la conciencia” compartida por otros dos pensadores: Erwin laslo y Peter Russel y publicada en español por Kairós comenta lo siguiente: “Los miembros de las culturas antiguas y tradicionales solían experimentar un trastorno atípico de la conciencia durante la celebración de diversos rituales reconocidos socialmente. Se identificaban y establecían profundas conexiones con personas. Animales, la naturaleza y la totalidad del cosmos. Vivían intensos encuentros con seres arquetípicos y visitaban numerosos reinos mitológicos».

«Es perfectamente lógico suponer que debieron integrar estas experiencias y observaciones en su concepción del mundo, que, en el caso de las culturas tradicionales, era una síntesis de lo que la gente percibía en la vida cotidiana a través de los sentidos junto con lo que descubría en los estados visionarios. Es lo mismo que le sucede a grandes rasgos a los individuos que tienen la oportunidad de experimentar estados no habituales de la conciencia en nuestra propia cultura. Todavía no he conocido a una sola persona de nuestro entorno cultural sea cual sea su educación, coeficiente de inteligencia y formación específica, que tras vivir una experiencia transpersonal siga adscrita al monismo materialista de la ciencia occidental”.

Conciencia y conocimiento

En los estudios gnósticos se da una enorme importancia a la conciencia. En la Psicología gnóstica la conciencia, en determinado momento, puede estar presente o estar ausente en un ser humano. Está asociada con la experiencia y la capacidad de darnos cuenta de la las cosas, de lo que nos rodea, de nosotros mismos. La experiencia nos permite tornarnos conscientes de algo. Aparte de la razón y el análisis, la experiencia nos permite enterarnos de hechos, averiguar o vivir acontecimientos, observar fenómenos, comprobar verdades y obtener cierto tipo de conocimiento que pueda ser negado o aceptado por las creencias, suposiciones o teorías establecidas. Esas experiencias ocurren en la conciencia. De ahí que en la Gnosis se afirme que la conciencia es la experiencia del ciclo, la experiencia vivida por el alma humana.

La conciencia y el conocimiento de sí son indispensables para lograr la Gnosis. En el Gnosticismo Universal, los conceptos de conciencia y conocimiento, se encuentran íntimamente relacionados.

Gnosis, no es cualquier tipo de conocimiento, solo el conocimiento consciente es el tipo de conocimiento que lleva a la Gnosis. Para acceder al conocimiento que ofrece la Gnosis, se requiere de cierta actitud, que consiste en la convicción de que el conocimiento personal, directo y absoluto de las auténticas verdades de la existencia es accesible a los seres humanos. La adquisición de este conocimiento debe constituir la realización suprema de la naturaleza humana.

La verdadera definición del término Gnosis es: «la experiencia mística directa de lo Divino en el Ser«. Es la realización de nuestra verdadera naturaleza, y no se puede discernir mediante un dogma o una doctrina intelectual, sino sólo a través de la experiencia.

De acuerdo con la Gnosis, es posible alcanzar un conocimiento de la verdad, de la divinidad, de Dios, mediante un despertar o revelación inmediata, que amplía las capacidades de comprensión hasta límites insospechados.

El conocimiento que da la Gnosis, es una experiencia interior por la cual, durante un proceso de iluminación, el ser humano se reapropia de su verdad, se rememora y recupera la conciencia de sí, es decir, la conciencia de su auténtica naturaleza y origen. A través de esa recuperación, se conoce o se reconoce en dios, conoce a Dios y aparece ante sí mismo, como venido de Dios, emanado de Dios.

Elaine Pagels, en la página 18 de su obra: “Los evangelios gnósticos” y publicada en español por Crítica, cita a Teodoro, un antiguo maestro gnóstico de Asia menor y transcribe lo siguiente: “el gnóstico es aquel que ha llegado a entender quiénes éramos y en qué nos hemos convertido; dónde estábamos, hacia dónde nos apresuramos, de qué nos estamos librando, qué es el nacimiento y qué es el renacimiento”.

En la página 19 de la obra citada, Pagels, cita además a Monoimo, otro maestro gnóstico del siglo II, de quien traslada lo siguiente: “abandonad la búsqueda de Dios y la creación y otros asuntos de parecida índole. Buscadle tomándoos a vosotros mismos como punto de partida. Averiguad quién hay dentro de vosotros que se adueña de todo y dice: mi Dios, mi mente, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo. Averiguad las fuentes del pesar, del gozo, del amor, del odio… Si investigáis cuidadosamente estas cuestiones, las encontraréis en vosotros mismos”.

Los antiguos griegos esculpieron en el templo de Apolo en Delfos: Gnosce te ipsum. Conócete y conocerás al Universo y a los dioses. San Agustín narra en el capítulo I de sus Soliloquios, lo siguiente: “Durante largo tiempo anduve considerando en mi interior muchos y diferentes asuntos, y tratando con empeño durante días de conocerme a mí mismo, qué debo hacer y qué he de evitar…” Y es que: conocerse a sí mismo es haber logrado la unión con el propio Ser divinal. Es por ello que Samael Aun Weor afirma que “los métodos empleados por la Gnosis implican una serie coherente, clara, precisa de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa”. De ahí que el trabajo esotérico gnóstico se centra en el despertar de la conciencia.

Es por ello que el Kalki Avatar en el último capítulo de su obra: “Educación Fundamental” afirma que: “Las gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto y a la persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de consciente. Nosotros afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a engañarnos, una especie muy particular de aprehensión de conocimiento interior totalmente independiente de toda actividad mental. La facultad de la conciencia nos permite el conocimiento de sí mismos. La conciencia nos da conocimiento íntegro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se sabe, de lo que ciertamente se ignora”.

La conciencia falsa

Anthony de Mello en su obra: «Auto liberación interior» afirma que: “la conciencia social no existe. El no dejar ver las cosas a los pobres y querer mirarlas nosotros por ellos, es ser adoctrinados, es manipularlos y no respetar su derecho a la liberación por sí mismos. Cuidado de no quitarles su espontaneidad, su alegría y su cultura primitiva, con la idea programada de liberarlos. El trabajo social que no brote de la sensibilidad y el respeto es peligroso. Con el nombre de salvación también existen la utilización, la persecución, la explotación y la crueldad”.

En relación con esta explicación, José Jesús Leal en el capítulo III de su “Psicología del Despertar” enumera los elementos que constituyen la conciencia falsa: “Conceptos del bien y del mal, costumbres mecánicas, códigos de moral, prejuicios, tradiciones, escepticismos, dogmas, procedimientos intelectuales, creencias, opiniones, preceptos, normas fijas, sofismas, disciplinas, racionalismos subjetivos, etc.”

Leal, afirma además que: “la teoría del consensus social, dicho de otro modo, la falsa conciencia, es un condicionamiento derivado de la teoría de los valores, forma muy sutil de condicionar al hombre para impedir la manifestación real y efectiva de la verdadera conciencia”. Leal recomienda a la vez que: “se hace necesario destruir cada uno de los elementos constitutivos de la conciencia falsa si es que realmente queremos llegar a un conocimiento real y definitivo de nosotros mismos”.

Los estados de conciencia

En Psicología se sabe que existen dos estados normales de conciencia: El sueño y la vigilia. Sin embargo, para la Psicología Gnóstica, además de estos dos estados normales de conciencia, hay otros dos estados superiores: la conciencia de sí y la conciencia objetiva. Estudiemos los cuatro estados de conciencia

Sueño

Es el estado de conciencia en el que normalmente un ser humano pasa un tercio del día, es el estado en el que el cuerpo físico duerme, en busca del descanso reparador. Es importante que se tenga claro que durante el sueño, no se puede distinguir entre el yo y el no yo. En este estado de conciencia el ser humano se encuentra en un estado pasivo. Es un estado de ausencia plena de conciencia.

Pedro Ouspenski en su obra: “La consciencia una búsqueda de la verdad”, explica que: “el primer estado, o más bajo, es el de dormido… El hombre esta rodeado por sueños… Imágenes puramente subjetivas (bien reflexiones de experiencias anteriores, bien reflexiones de vagas experiencias del momento, tales como sonidos dentro del alcance del durmiente, sensaciones provenientes del cuerpo, ligeras molestias, sensaciones de tensión) revoloteando por la mente, dejando sólo una ligerísima traza en la memoria e inclusive no dejándola”. Y en sus “Conferencias psicológicas«, Ouspensky afirma que: “Este es un estado pasivo y puramente subjetivo. El hombre está rodeado de sueños. Todas sus funciones psíquicas trabajan sin ninguna dirección. No hay lógica, no hay secuencia, ni causa, ni resultado en los sueños”.

Vigilia o conciencia relativa

Es el estado en el que normalmente un ser humano pasa dos tercios del día. Es el estado en el que se trabaja, se estudia, se juega, se realizan las actividades diarias. Durante el mal llamado estado de vigilia, es posible distinguir entre el yo y el no yo. En este estado de conciencia el ser humano se encuentra en un estado activo. Es un estado de conciencia relativa.

Ouspensky, en su libro: «Fragmentos de una enseñanza desconocida”, traslada la explicación que da Gurdjieff acerca del segundo estado de conciencia. G. explica que es: “el estado en que los hombres pasan la otra mitad de su vida es en el cual caminan por las calles, escriben libros, conversan de asuntos sublimes, participan en la política, se matan los unos a los otros; es un estado que ellos consideran como activo y que llaman de «conciencia lúcida» o «estado de vigilia». Las expresiones «conciencia lúcida» o «estado de vigilia» parecen haber sido escogidas en broma, sobre todo si uno se da cuenta de lo que debe ser una «conciencia lúcida» y de lo que es en realidad el estado en que el hombre vive y actúa”.

Relación entre el sueño y la vigilia

No hay diferencias enormes entre el sueño y la vigilia. En ambos estados, la conciencia se encuentra ausente, en ambos estados la conciencia se encuentra dormida. En el estado de vigilia, los sueños no desaparecen. Los sueños continúan presentes durante todo el día y esto ocurre así porque la conciencia se encuentra dormida en el ser humano. El estado de sueño de la conciencia sigue presente durante la vigilia.

La mayoría de personas, difícilmente perciben que se encuentran dormidas mientras realizan sus actividades diarias. Sin embargo pueden entender de qué hablamos al recordar que es común que cuando se encuentran en la soledad, sin hacer nada, les asalta una procesión de pensamientos, sentimientos, añoranzas, recuerdos y su fantasía o imaginación mecánica da rienda suelta a múltiples castillos en el aire. Con el tiempo, el estudiante puede comprender que en la mayoría de actividades diarias, la conciencia está ausente. Es decir, que durante la vigilia y el estado en el que nuestro cuerpo físico duerme, permanece el sueño de la conciencia

El Buda Maitreya en su obra: “Tratado de Astrología Hermética«, explica que: “Imaginad por un momento, querido lector, una casa con cuatro pisos. El pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre vive normalmente en los dos pisos de abajo, pero jamás en la vida usa los dos pisos superiores. El animal intelectual divide su vida dolorosa y miserable entre el sueño común y corriente y el mal llamado estado de vigilia, que es por desgracia otra forma del sueño”.

“Mientras el cuerpo físico duerme en la cama, el Ego envuelto en sus cuerpos lunares anda con la conciencia dormida como un sonámbulo moviéndose libremente por la región molecular. El Ego en la región molecular proyecta sueños y vive en ellos, no existe lógica alguna en sus sueños, continuidad, causas, efectos todas las funciones psíquicas trabajan sin dirección alguna y aparecen y desaparecen imágenes subjetivas, escenas incoherentes, vagas, imprecisas, etc.”

“Cuando el Ego envuelto en sus cuerpos lunares regresa al cuerpo físico, viene entonces el segundo estado de conciencia llamado estado de vigilia, que en el fondo no es otra cosa sino otra forma de del sueño. Al regresar el Ego a su cuerpo físico, los sueños continúan en el interior, el llamado estado de vigilia es realmente el soñar despierto. Al salir el Sol, las estrellas se ocultan, pero no dejan de existir; así son los sueños en el estado de vigilia ellos continúan secretamente, no dejan de existir. Esto significa que el animal intelectual equivocadamente llamado hombre, sólo vive en el mundo de los sueños; con justa razón dijo el Poeta que la vida es sueño. El animal racional maneja carros soñando, trabaja en la fábrica, en la oficina, en el campo, etc., soñando, se enamora en sueños, se casa en sueños; rara, muy rara vez en la vida, está despierto, vive en un mundo de sueños y cree firmemente que está despierto”.

A partir de las anteriores explicaciones, podemos entender que el sueño es la no presencia de la conciencia de sí, la falta de la conciencia de uno mismo, la ausencia o pérdida del recuerdo de uno mismo, la carencia de la fuerza de atención, la inactividad del sentido de auto observación.

El sueño de la conciencia ha sido motivo de inspiración para diversos escritores de la literatura universal. Así por ejemplo, en el cuento de «La bella durmiente del bosque» escrito por Charles Perrault encontramos una elocuente representación de esta peculiaridad de nuestro psiquismo.

Pedro Calderón de la Barca al final de la Jornada segunda de su obra: “La vida es sueño”, pone en labios de Segismundo la siguiente reflexión: “Segismundo: Es verdad; pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición por si alguna vez soñamos. Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!); ¡que hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte! Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende; y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.

El apego o identificación

La identificación es una característica del sueño de la conciencia. Es una actitud que ata, amarra o esclaviza al ser humano. El apego o más bien dicho: la identificación, le impide a las personas ser libres de verdad y puede conducir a alguien hasta la muerte.

P. D. Ouspensky, en su obra: «El Cuarto camino» explica que: “nuestras funciones están acompañadas de cierta actitud; nos absorbemos demasiado en las cosas, nos perdemos demasiado en las cosas, particularmente cuando aparece el más leve elemento emocional. Esto se llama identificación. Nos identificamos con las cosas. No es una palabra muy buena, pero en nuestro idioma no hay otra mejor. La idea de la identificación existe en los escritos indios, y los budistas hablan de apego y desapego. Estas palabras me parecen incluso menos satisfactorias porque, antes de encontrar este sistema, leí estas palabras y no las entendí, o más bien las entendí pero tomé la idea intelectualmente”.

En el Bhágavad Guitá, Parte II, titulada: “Enseñanza esotérica” de la traducción del ocultista norteamericano: William Walker Atkinson, mejor conocido como Ramacharaka y publicada por Kier, se lee lo siguiente: “Del apego surge el deseo, del deseo la pasión, de la pasión la insensatez, de la insensatez la apetencia sin freno. De la desenfrenada apetencia resulta el olvido, del olvido la falta de discernimiento y de esta la pérdida de todo lo demás”. Más adelante se lee en este monumental canto: “actúa sin apegos y realiza el trabajo que debas hacer, pues el hombre cuyo trabajo es puro obtiene sin duda lo Supremo”.

Antohony de Mello, en su obra: «Liberación interior» da una interesante explicación del papel que juega la identificación en la humanidad mecánica: “Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas? Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos a los deseos y nuestro argumento y justificación es el amor. ¿Qué amor? La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que sólo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, ¿cómo vamos a saber amar a los demás, aunque sean nuestros esposos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo”.

El tercer estado de conciencia: la conciencia de sí

De acuerdo con la Psicología Gnóstica, el tercer estado de conciencia es el estado de conciencia de sí, que se alcanza en ausencia del sueño, al practicar la no identificación y al adquirir el hábito del recuerdo de sí. La conciencia de uno mismo se logra desarrollando la fuerza de atención y con el ejercicio constante, de instante en instante de la auto observación. El tercer estado de conciencia implica ante todo que el ser humano se torne consciente de sí mismo.

Alcanzar el tercer estado de conciencia, es el resultado de lograr el auténtico despertar y esto se logra con base en enormes trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, mediante gran dedicación intencional y el recto esfuerzo. Conquistar la conciencia despierta nos permite experimentar en forma directa la realidad. “Real es aquello que uno mismo puede experimentar en su interior”.

Chang Chen-Chi en la página 37 de su obra: “La práctica del Zen” y publicada por Editorial Marte, explica que: “cuando uno descubre esta conciencia de sí mismo, todo su ser cambia. Cuando se realiza cualquier actividad, se siente que se trasciende esta actividad; se camina y se habla, pero se siente que este andar y charlar ya no es como antes, ahora se marcha con la mente abierta. Realmente sabe que es él quien camina; el director –él mismo- está sentado en el centro de su mente, controlando todas sus acciones con espontaneidad. Camina con una clara conciencia y con el espíritu iluminado. En otras palabras: el hombre que realiza la conciencia de sí mismo siente que ya no es el siervo obediente de un impulso ciego, sino que es su propio amo. Siente entonces que la gente común, ciega ante su conciencia innata y clara, recorre las calles como cadáveres vivientes”.

El Avatar de la Era de Acuario en su obra: «Educación fundamental«, explica lo siguiente: “Quienes admiten la existencia de la conciencia pero niegan de plano los distintos grados concientivos, acusan falta de experiencia consciente, sueño de la conciencia. Toda persona que alguna vez haya despertado momentáneamente, sabe muy bien por experiencia propia que existen distintos grados de conciencia observables en uno mismo. Primero. Tiempo. ¿Cuánto tiempo permanecimos conscientes? Segundo. Frecuencia. ¿Cuántas veces hemos despertado conciencia? Tercero. Amplitud y penetración. ¿De qué se era consciente?”.

Conciencia objetiva

Es el estado en el que el ser humano se torna consciente de todo lo que le rodea. Algunos autores la denominan como conciencia del mundo o conciencia cósmica. Es un tipo de conciencia iluminada que conduce al éxtasis, al samadhí. Es un estado superior de conciencia. Chang Chen-Chi en la obra citada explica que: “si esta conciencia de sí mismo puede ser retenida y cultivada, se llegará a experimentar el aspecto iluminado de la mente, llamado por muchos místicos “conciencia pura”.

“Cuando esta conciencia iluminada es cultivada en toda su extensión se ve claramente que abarca todo el universo. Muchos místicos y budistas, equivocadamente han considerado esto el estado más alto, el estado de nirvana, o estadio final de la unificación con lo universal o «conciencia cósmica»”. Líneas después, explica el citado maestro Zen que la iluminación budista, el vacío iluminador, está más allá de la conciencia de sí mismo y de la conciencia iluminada o conciencia objetiva.

El despertar

El trabajo esotérico gnóstico se centra en el despertar de la conciencia. Las religiones insisten en la necesidad de despertar, pero no dan la clave para lograr ese despertar. Así podemos leer: “Velen, pues, porque no saben a qué hora ha de venir su Señor. Pero sepan esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también ustedes estén preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no piensen. (Mt 24:42-44).

En el Evangelio de Marcos destaca el pasaje de los “ojos cargados de sueño» que poseen los dormidos. Ojos que denotan que las gentes parecen sonámbulos, zombis o autómatas: “Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí y velen. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velen y oren, para que no entren en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle”. (Mr 14:34-40).

Para comprender esta terrible afirmación de «los ojos cargados de sueño«, compara la mirada de un adulto con la de un gato o perro presto a cazar, con la de un niño de pocos meses de edad y verás que, por ejemplo, la conciencia infantil de los niños los hace mantenerse en estado de alerta.

Para despertar, el estudiante debe desarrollar ciertas habilidades o competencias personales, como las siguientes: Atención, recuerdo de sí, vivir el presente, auto observarse, no identificarse, practicar la detención interior, la no consideración interior, la no expresión de emociones negativas, Transformar impresiones, mantenerse en actitud de extranjería, tener continuidad de propósitos y un centro permanente de gravedad. Dedicaremos líneas aparte a la atención y el recuerdo de sí.

Atención

El escritor y ocultista estadounidense: William Walker Atkinson, más conocido en los círculos esotéricos como: Ramacharaka escribió en su obra: «Serie de lecciones sobre Raja yoga» que: “la atención es la prueba externa de la voluntad”. Ramacharaka, añade además al respecto: “La concedo o la retiro, según me agrada. La dirijo sucesivamente a varios puntos. La concentro sobre cada punto tanto tiempo como mi voluntad puede sostener el esfuerzo». Añade el profesor Guillermo James: La esencial función de la voluntad, cuando es muy activa, es atender a un asunto dificultoso y mantenerlo sujeto ante la mente. El esfuerzo de la atención es el fenómeno esencial de la voluntad.

«Y dice el profesor Halleck: El primer paso hacia el desenvolvimiento de la voluntad consiste en el ejercicio de la atención. Las ideas son más distintas y adquieren mayor intensidad a medida que les prestamos atención. Si tomamos dos ideas de la misma intensidad y concentramos la atención en una, notaremos lo mucho que ésta aumenta en intensidad. Del profesor Sully: Podemos definir toscamente la atención diciendo que es la activa dirección de la mente a cualquier objeto. La palabra «atención» deriva de las latinas ad tendere, que significan «extender hacia»…”

Por su parte: Ouspensky define la atención como “la dirección de la actividad de los centros”. Entiéndase por «centro» al centro de gravedad de una de las funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo. La actividad de cada centro puede generar uno de tres tipos de atención: mecánica, por motivación o dirigida por el esfuerzo y la voluntad. Partiendo de estas definiciones, entendemos que la distracción es lo opuesto a la atención. Una persona se distrae cuando intenta hacer varias cosas a la vez. Con justa razón en el budismo Zen se insiste en la necesidad de hacer una y solo una cosa a la vez.

Es por ese motivo que el Maestro Samael explica en su obra: “El Mensaje de Navidad 1964-1965” lo siguiente: “La Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles”. En dicha obra narra una anécdota Zen: “-Le preguntaron al maestro Bokujo: «¿Tenemos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de éste?» -El Maestro respondió:
-«Comemos, nos vestimos». —»No comprendo» –dijo el discípulo. «Entonces vístete y come» – dijo el Maestro”.

El recuerdo de sí

Algunas personas tienen la errónea creencia de que esto de lograr el “recuerdo de sí”, es el resultado de algún tipo de “acto de magia” de esos que se realizan en los circos, producto de una especie de ilusionismo. En realidad, el recuerdo de sí es producto del esfuerzo y de la práctica constante. Es un trabajo que cada quien debe realizar por sí mismo, pero debe aprenderlo, debe entenderlo con un significado práctico, comprensible, accesible.

Maurice Nicoll en el primer tomo de sus “Comentarios psicológicos a las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky«, explica lo siguiente: “El recuerdo de si es la cosa más importante. Es preciso que practiquen el recuerdo de si por lo menos una vez por día, y hacerlo de buen grado, por si mismos. Cualquier otro trabajo sobre sí depende por ultimo del recuerdo de sí. Solo basta medio minuto, y aun cuando solo consista en detener los pensamientos y en tratar de lograr un completo relajamiento, es mejor que nada. No piense acerca del recuerdo de si, hágalo”.

Ouspensky en “Fragmentos de una enseñanza desconocida” traslada la siguiente afirmación de G: «Se ha explicado anteriormente que en las condiciones de la vida ordinaria no nos recordamos a nosotros mismos. No nos recordamos, es decir, no tenemos la sensación de nosotros mismos; no estamos conscientes de nosotros mismos en el momento de la percepción de una emoción, de un pensamiento o de una acción”.

La afirmación: “no nos recordamos, es decir, no tenemos la sensación de nosotros mismos”, que relaciona directamente el recuerdo de sí con la sensación de nuestra propia masa, con la sensación de nuestro propio cuerpo, coincide con la que da el Presidente fundador de las instituciones gnósticas en el capítulo XVI de su «Mensaje de Navidad 1966-1967«, al explicar que: “aun cuando parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo no se recuerda a sí mismo. Los aspirantes, fuera de toda duda, realmente no se sienten a sí mismos no son conscientes de sí mismos. Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reír, hablar, caminar, etc., se olvida de sí mismo, esto es increíble, pero cierto. Sin embargo es indispensable tratar de recordarse a sí mismo, mientras se auto-observa, esto es fundamental para lograr el despertar de la conciencia”.

Citamos aquí nuevamente a Elaine Pagels, quien en las páginas 178 y 179 de su obra: «Los evangelios gnósticos» afirma lo siguiente: “Tales gnósticos reconocían que la persecución de la gnosis coloca a la ersona en un proceso solitario, difícil, ya que uno lucha contra la resistencia interna. Esta resistencia a la gnosis la caracterizaban como el deseo de dormir o estar borracho, es decir, de permanecer inconsciente”. Más adelante cita al maestro Silvano “cuyas Enseñanzas fueron descubiertas en Nag Hamadi, (quien) alienta a sus seguidores a resistirse a la inconsciencia: poned fin al sueño que pesa con fuerza sobre vosotros. Partid del olvido que os llena de tinieblas…”.

Subconsciente e infraconsciente

El esoterismo gnóstico enseña que el subconsciente tiene cuarenta y nueve regiones ocultas para la conciencia humana. El subconsciente es el sepulcro del pasado y en sus regiones se ocultan las diferentes guaridas del Ego. En el sepulcro del subconsciente se depositan los recuerdos incoherentes, los desechos de la memoria y las impresiones no transformadas o mal transformadas, producto de la falta de atención dirigida y del recuerdo de sí.

El V.M. Samael explica en su obra: «Revolución de la dialéctica» que: “El Yo pluralizado es el subconsciente. Cuando disolvemos el Yo, el subconsciente se convierte en consciente”. “En la relación con nuestros semejantes, los defectos escondidos en el fondo subconsciente, afloran espontáneamente, saltan fuera, porque el subconsciente nos traiciona y si estamos en estado de alerta percepción, entonces, los vemos tal cual son en sí mismos”.

El Venerable Maestro explica en su obra: “Nociones fundamentales de endocrinología y criminología» que los factores subconscientes se pueden reducir a tres: “Genotipo, Fenotipo, Paratipo: (Herencia, Educación y circunstancias). Del perfecto equilibrio entre estos tres factores, deviene entonces la conducta social del individuo. Cuando existe desequilibrio en estos tres factores, entonces el resultado es el delito. Estos tres factores pueden ser positivos, o negativos. Son positivos cuando se traducen en recto pensar, recto sentir, recto obrar”.

La Psicología Gnóstica enseña que la infraconsciencia se procesa en el estado de sueño y más precisamente en determinados tipos de sueño profundo, como la embriaguez del sueño. Este es un tipo de sueño que muchas veces se asocia a fanatismo, superstición, sugestión, ignorancia, calumnias, alevosía, bajos instintos. Puede desencadenar actos violentos delictivos y hasta criminales mientras la persona se encuentre sumergida en el sueño y no haya vuelto a la vigilia plenamente en distintas variantes de sonambulismo. Como resultado de la infraconsciencia se puede confundir la realidad con el sueño, dando origen a falsas apreciaciones que pueden inducir a errores o hasta actos delictivos.

El Avatar de Acuario explica en el citado libro que “En la infraconsciencia de la Naturaleza están depositados los recuerdos tenebrosos de toda la historia de la Tierra y de sus razas. En la infraconsciencia de la Naturaleza viven los monstruos antediluvianos. Esos son los espectros del pasado, los fantasmas de las pesadillas (…) En la infraconsciencia de la Naturaleza solo existe la fatalidad”.

Más adelante afirma el Maestro que: “El infraconsciente es un remanente tenebroso de un remoto pasado. El sabio masoquista es el pervertido sexual que puede asesinar a la mujer por puro placer sexual. La perversión sexual es infraconsciente. Los valores infraconscientes del yo psicológico constituyen los más bajos fondos animales del ser humano».

El inconsciente

El inconsciente es diferente y amerita un estudio más profundo. Este es un término muy ambiguo, dudoso, confuso y discutible. En los estudios gnósticos lo abordamos desde diferentes puntos de vista. En primer lugar, lo inconsciente corre muy de la mano con lo subconsciente y se procesa en los estados de vigilia y de sueño. En el inconsciente de las personas se procesa la imaginación mecánica, la fantasía. Con esta facultad negativa se elabora cierto tipo de imágenes que durante el estado de sueño la personalidad y el Ego les «dan vida» a partir de determinadas impresiones mal transformadas. Estas son imágenes parecidas o similares a las que la humanidad mecánica percibe diariamente, en el estado de vigilia. Al ser “mal transformadas” no se digieren y en el estado de sueño, toman forma «casi real» en el plano mental de la Naturaleza.

En la Psicología Gnóstica, este tipo de imágenes son denominadas: “efigies mentales”. Son imágenes mentales fabricadas por el mismo soñador. Ejemplos de este tipo de imágenes recreadas por los soñadores, son las imágenes eróticas reproducidas por la mente durante el sueño a partir de una película pornográfica. En este caso explica el Maestro Samael que: “Cuando llega a la mente una representación pornográfica, el inconsciente atrapa esa representación y con ella elabora sus conceptos de contenido”. Otro ejemplo son las supuestas escenas de adulterio de la esposa fabricadas por un marido celoso.

Otro tipo de “imágenes” producidas en el inconsciente, son las que se originan con la combinación de una imaginación desnaturalizada o ardiente fantasía, enorme lujuria o lascivia, exuberante impudicia, la fornicación en soledad y el onanismo . Todo en combinación con la facultad ideoplástica. Estos son los subcubos, incubos, basiliscos y demás larvas fluídicas o “elementales” creadas por la fantasía sexual ampliamente estudiadas por Samael Aun Weor en su obra: «El Misterio del Aureo Florecer», así como por Franz de Harttmann en “Los Elementales”, Charles Waldemar en “La magia del sexo” y Paracelso en “De origine morborum invisibilium Lit. III”, entre otros.

En el inconsciente actúa el poder hipnótico que ejerce el aspecto negativo de Kundalini y las condiciones anormales de vida sobre la humanidad mecánica. Aquí se incluye la propaganda de los «amos del capital», los medios de comunicación y la moda, entre otros agentes que esclavizan la conciencia humana.

Por otro lado, el término inconsciente se aplica a la realidad inefable de Sat, el Dios inmanifestado, el Absoluto increado. En el capítulo XXVIII del «Mensaje de Navidad 1969-1970», el Cristo rojo de Acuario explica que: “podemos usar tal término en forma convencional para indicar o señalar un misterio creador, algo que está mucho más allá de la conciencia. Resulta incuestionable que Parabrahmán, el Espíritu Universal de Vida trasciende a todo eso que se llama conciencia y es obvio que podemos denominarle «Inconsciente«. Pero este término tan escurridizo, en el microcosmos es lo que está más allá del despertar y de la conciencia objetiva. En este sentido, explica el Maestro que: “El vacío iluminador es el «inconsciente» (Usado este último término en el sentido de algo que está mucho más allá de la conciencia.)

En este sentido acudimos nuevamente a Elaine Pagels,quien en la página 185 de su obra: “Los evangelios gnósticos” anota: “Por tal razón, este tipo de gnosticismo comparte con la psicoterapia la fascinación por el significado no literal del lenguaje, ya que ambos tratan de comprender la cualidad interna de la experiencia. El psicoanalista C.G. Jung ha interpretado el mito de la creación según Valentín como una descripción de los procesos psicológicos. Valentín cuenta cómo todas las cosas tienen su origen en la «profundidad», el «abismo», o, dicho en términos psicoanalíticos, en el inconsciente. De esta «profundidad» surgen la Mente y la Verdad y de ellas, a su vez, la Palabra (Logos) y la Vida. Y fue la palabra la que dio el ser a la humanidad. Jung lo interpretó como una crónica mítica del origen de la conciencia humana”.

Las diferentes acepciones que damos a lo inconsciente se explican en la siguiente frase del Maestro: “La inconsciencia es tinieblas y éstas últimas existen en nuestro interior”. Tenemos que ir de las tinieblas a la luz, esta luz es la conciencia. Pero en el vacío iluminador y en el Inmanifestado entramos a otro tipo de oscuridad.

Cerramos esta entrada transcribiendo las siguientes palabras del maestro Samael y que se encuentran en su obra: «La Gran Rebelión«: “Incuestionablemente, mientras la conciencia continúe embotellada, embutida entre el «mí mismo«, entre el «yo mismo«, de ninguna manera podrá conocer la legítima felicidad. Nadie podría en realidad experimentar la Libertad en tanto su conciencia continúe embotellada en el sí mismo, en el mí mismo. En tanto la conciencia, la esencia, lo más digno y decente que tenemos en nuestro interior, continúe embotellada en el sí mismo, en el mí mismo, en el yo mismo, en mis apetencias y temores, en mis deseos y pasiones, en mis preocupaciones y violencias, en mis defectos psicológicos; se estará en formal prisión”.

“Mientras el «yo mismo» exista la conciencia estará en prisión; evadirse de la cárcel sólo es posible mediante la aniquilación budista, disolviendo el yo, reduciéndolo a cenizas, a polvareda cósmica. Cuando el mi mismo queda reducido a polvareda cósmica, la conciencia se libera para despertar definitivamente y experimentar en forma directa la verdad”.

María Magdalena y la mujer símbolo

Contenido:
Introducción
La tradición cristiana
La mujer símbolo
La prostitución sagrada
El Código Da Vinci
El cáliz y la lanza
Los Evangelios gnósticos
Su papel en el Drama Cósmico
Pistis Sophía

Introducción

En el Drama Cósmico que se repite año con año en Primavera y que se representa o conmemora durante la Semana Santa, cada personaje que en él interviene, representa un papel importante y tiene una significado íntimo que es importante aprender. Es así como lo explica la Psicología gnóstica: las multitudes que en el juicio del Señor y en su Viacrucis gritan crucifíquenle, no son de ayer, de un remoto pasado ubicado en Tierra Santa, sino que se encuentran en nuestra propia psiquis y representan a los elementos indeseables de nuestra conducta, a nuestro querido Ego que diariamente crucifica al Cristo íntimo.

En forma similar: los tres traidores: Judas, Pilatos y Caifás, representan en su orden, al demonio del deseo, al demonio de la mente y al demonio de la mala voluntad que llevamos dentro. Judas cede ante el deseo de recibir treinta monedas y vende al Cristo íntimo. Pilatos representa a nuestra mente que siempre se lava las manos y hace que nunca sintamos culpabilidad de nada. Ante cualquier error, inmediatamente encontramos a otro culpable, pero nunca a nosotros mismos. Caifás, el más perverso de todos los traidores, es nuestra mala voluntad, quien decididamente está dispuesto a asesinar al Cristo íntimo en forma similar a como lo explican las tradiciones de los masones ocurrió con los tres traidores de Hiram Abiff.

En forma similar y conforme se explica en la Ontología gnóstica, en el Drama cósmico, los apóstoles y discípulos del Señor, representan a lo mejor de nosotros mismos, es decir, a diferentes partes autónomas de nuestro propio Ser. De esta manera, entre otros discípulos: Pedro nos enseña los misterios sexuales, Juan el camino del amor, Andrés la muerte mística, Tomás la comprensión, Santiago la fabricación del oro alquimista y Martha la humildad.

A la luz de la Antropología Gnóstica: María Magdalena representa algo extraordinario y superlativo. María Magdalena se corresponde con la mujer símbolo, con la pareja del iniciado. Por ese motivo, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en la introducción de su obra: “El Matrimonio Perfecto”, explica lo siguiente: La moderna humanidad ha cometido el error de separar al gran Maestro Jesús de todos sus antecesores que como él también se cristificaron; esto ha perjudicado a la humanidad actual. Necesitamos comprender cada vez mejor que todas las religiones son únicamente una sola Religión. María, la madre de Jesús, es la misma Isis, Juno, Deméter, Ceres, Maía, etc., la Madre Cósmica o Kundalini (Fuego Sexual) del cual nace el Cristo Cósmico siempre. La María Magdalena es la misma Salambo, Matra, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus con la cual tenemos que practicar Magia Sexual para despertar el fuego. Y en su obra: «Las Tres Montañas«, leemos: El aura solar de la Mágdala arrepentida, está constituida por todas las esposas sacerdotisas del mundo. Bienaventurados los hombres que encuentren refugio en esa aura, porque de ellos será el reino de los cielos.

Tal como lo enseñan los estudios gnósticos estudiaremos a la gran iniciada de los misterios crísticos en menor grado desde la perspectiva histórica y en mayor grado en su aspecto simbólico. Procederemos así porque de acuerdo con el Cristianismo esotérico es más importante atrapar el hondo significado que se esconde tras personajes y pasajes del Evangelio. Menos importante para la conciencia sería que nos ocupáramos de la vida privada de los actores del Drama cósmico. El propósito del enfoque gnóstico es múltiple y holístico. Contribuye decididamente a entender los principios anímicos y espirituales de todas las formas religiosas. Pero en especial, a encontrar explicaciones importantes para la búsqueda del camino hacia la luz y las realizaciones íntimas.

Marta, María Magdalena y Jesús
Marta, María Magdalena y Jesús

La tradición cristiana

Durante siglos, en la tradición cristiana se asocia con propiedad a María Magdalena con una de las discípulas de Jesús y a quien el Señor liberó de siete demonios, tal como se lee en Marcos 16:9 y Lucas 8:2. El Nuevo Testamento la ubica claramente como testigo cercano de la muerte o desencarnación del Redentor del Mundo como se lee en Mateo 27:55-56. Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. También la ubica como una de las pocas personas que estuvo en su sepultura, tal como se lee en los siguientes versículos: Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro(Mt 27:59-61).

Además, el Evangelio de Marcos, la señala como la primera testigo de la Resurrección del divino rabí de Galilea: Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios (Mr 16:9).

El sublime momento del encuentro de Jesús resucitado con María Magdalena fue registrado también en los evangelios apócrifos. Es así como en la página 110 de los “Textos apócrifos del Nuevo Testamento«, recopilados por James Carter y publicados por Editorial Sirio, podemos leer el siguiente pasaje del Evangelio de Pedro: “1. Al rayar el alba, María Magdalena, discípula del Señor, tomando consigo a varias de sus amigas, fue con ellas al sepulcro en que aquél había sido depositado. 2. Y eligió esa hora por temor a los judíos, que estaban inflamados de cólera; por eso ella no había hecho, sobre el sepulcro del Señor, lo que las mujeres acostumbran a hacer con los muertos y con los seres queridos. 3. Y las visitantes temían que los judíos las viesen, y decían: «Aunque el día en que se crucificó no hayamos podido llorar y lamentarnos, hagámoslo ahora, al menos sobre su sepulcro…”.

Sin embargo, la tradición la identifica también con María de Betania: la hermana de Marta y de Lázaro, la misma María que recibía enseñanzas especiales de Jesús, como se lee en los siguientes versículos: Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Lc 10:38-42).

Es María de Betania, quien ungió al Señor unos días antes de la Pascua, como se lee en el Evangelio de Juan: “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume”(Jn 12:1-3).

Pero el atributo más controversial de todos

aquellos con los que se ha identificado en la historia cristiana a María Magdalena, es el de la pecadora arrepentida o de prostituta. Sin duda, esta suposición fue tomada al asociarla con la mujer que perfumó al Señor en casa del fariseo, como también del encuentro con la mujer adúltera.

Mujer unge los pies del Señor
Mujer unge los pies del Señor

Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. (Lc 7:36-38).

El pasaje de “la mujer adúltera«, es narrado así en el Evangelio: “ y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.(Jn 8:1-11).

Cristo y la mujer adúltera -Pieter Van Lint
Cristo y la mujer adúltera -Pieter Van Lint

Es oportuno reflexionar acerca de este extraordinario ejemplo de redención. Es evidente que el adulterio es un error muy grave y para los creyentes constituye un pecado mortal. Sin embargo, el vicio de la fornicación es más grave aún. Es el pecado original como se intuye en la advertencia de Jehová: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás
. (Gn 2:16-17). Por eso motivo Pablo advierte: Huyan de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 6:19 ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes…?. (1 Co 6:18-19).

La mujer símbolo

Históricamente no está claro si María Magdalena es la misma protagonista de los pasajes dedicados en el Evangelio a María de Betania, como también de “la pecadora”. En los años recientes, ha sido motivo de intensa polémica y argumentos a favor y en contra. Desde el punto de vista del esoterismo gnóstico, lo más importante es que ella o ellas representan tres componentes de un mismo todo: a la mujer símbolo.

Virgen Negra -Nuestra señora dee la Anunciación -Moulins, Francia
Virgen Negra -Nuestra señora dee la Anunciación -Moulins, Francia

Margaret Starbird en su obra: “La Diosa en los Evangelios” publicada en español por Obelisco, plantea la tesis de que el culto a la Virgen negra, muy extendido en gran parte del Mundo en la antigüedad y el Medievo está asociado con María Magdalena y tiene su presencia más recurrente en el sur de Francia. Starbird señala que ahí, en el corazón de Francia, se ubica la abadía de Santa Magdalena en Vézelay, en donde se encuentra un altar especial dedicado a Magdalena (…) Allí se alza serena, vestida con gracia, los largos cabellos flotando bajo el velo, los brazos extendidos y las manos unidas, sujetando el cáliz ligeramente inclinado sobre la parte inferior del cuerpo. Es un cáliz lo que estrecha contra su cuerpo, en lugar del tradicional frasco de alabastro. En Vézelay, Magdalena sujeta el Santo Grial en una pose que evoca a una madre acariciando a su hijo no nacido. (Op. Cit. P.25).

Las representaciones que hacían los primeros cristianos de la Virgen con el Niño se parecían a las imágenes mucho más antiguas de la diosa egipcia Isis, la hermana-novia de Osiris, con el niño sagrado Horus, el dios de la luz, en sus rodillas. La poesía ritual correspondiente al culto de Isis y Osiris se asemeja al Cantar de los Cantares, en algunos lugares palabra por palabra. En el mundo antiguo, tanto las diosas de la Luna como las de la Tierra solían ser de color oscuro para representar el principio femenino en yuxtaposición con lo solar/masculino, en un dualismo habitual en las civilizaciones mediterráneas primitivas. Numerosas diosas se representaban negras, como Inanna, Isis, Cibeles y Artemisa, por nombrar sólo unas cuantas. Para los primeros cristianos, la diosa en los evangelios era María Magdalena, cuyo epíteto quería decir «elevada» o «atalaya/fortaleza». Como demuestran los códigos numéricos del Nuevo Testamento, la honraban como la compañera de Cristo…. (Ibid P.28 y 29).

María Magdalena -Sevilla
María Magdalena -Sevilla

Con sus palabras, Starbird asocia a María Magdalena con Isis y otras diosas, con el Santo Grial y la define como la pareja de Jesús. En relación con el Cáliz sagrado, Manuela Dunn Mascetti en su obra: “Diosas la canción de Eva”, publicada en español por Malsinet, al referirse a las sacerdotisas de la Luna y el culto celta al Santo Grial, afirma en la página 181 lo siguiente:

“Beber del cáliz garantiza la regeneración según el rito arcaico y significa participar de la sangre del rey, el amante de la diosa, que había sido sacrificado. El rey de la leyenda celta no está ni vivo ni muerto, sino que se encuentra suspendido en un estado intermedio entre la vida y la muerte, y así continuará hasta que el misterio del Grial sea revelado a un hombre mortal que haya logrado la iluminación redentora y regeneradora a través del valor y la perseverancia. Hallar el Grial es una empresa sagrada; simboliza el encuentro con nuestra propia luz, esa luz que ilumina nuestra conciencia la que nos redime del ciclo eterno de nacimiento, vida y muerte, y nos transporta a la luz eterna y santa. El misterio del recipiente es el misterio de la diosa. Ella encarna el principio de la vida eterna, reflejado en la mujer y, por lo tanto, en todos los humanos. Su poder es de tipo regenerador, ella es la que rompe el encantamiento de la rueda cíclica a la que todos los humanos estamos atados”.

“El culto a la diosa simbolizaba la búsqueda por parte del hombre de la esencia de su alma. Su mito es eterno, pues está profunda e instintivamente vinculada al destino de la humanidad. Sólo a través de la conciencia del poder femenino de recibir y producir, una y otra vez, la humanidad alcanzará por fin la liberación definitiva”.

Dunn y Starbird coinciden en el poder que da la unión hombre-mujer simbolizada en el Cáliz y la unción en Betania: “La unción de Jesús en los Evangelios es una representación de los ritos del culto de la fertilidad vigentes en Oriente Medio en la antigüedad. Al verter el precioso ungüento de nardo sobre la cabeza de Jesús, la mujer que, según la tradición, se identifica como «la Magdalena» («la grande»), realizó un acto idéntico al rito matrimonial del hieros gamous, el rito de la unción del Novio/Rey elegido por parte de la representante real de la Gran Diosa”.

Basílica de Santa María Magdalena, Vezelay, Francia.
Basílica de Santa María Magdalena, Vezelay, Francia.

“Las partes más importantes de esta historia, que figura en los cuatro Evangelios cristianos, recuerdan los mitos que se festejan en los cultos paganos de la fertilidad en Oriente Medio, como los de Tammuz, Dumuzi y Adonis. En los rituales paganos en torno a los mitos antiguos, la diosa (la hermana/novia) va a la tumba del jardín para llorar la muerte de su novio y se alegra al ver que ha resucitado. «El amor es más poderoso que la muerte» es la conmovedora promesa del Cantar de los Cantares y la poesía amorosa similar de Oriente Medio, que celebran estos ritos antiguos del matrimonio sagrado”. ( Margaret Starbirdl. Op. Cit. P. 48 y 49).

La prostitución sagrada

Y en relación con el papel de mujer adúltera o prostituta que se le asigna en la tradición a María Magdalena, Shahrukh Usain, en su obra: “La diosa”, publicada en español por Evergreen da una interesante explicación a lo que se denomina la “prostitución sagrada”. Es así como en el capítulo titulado: “La vida sexual de la diosa”, página 92, se lee: la sexualidad de la diosa fue muy valorada y respetada: se representaba en los dramas rituales, era emulada por las sacerdotisas e imitada por sus seguidores en rituales orgíásticos. Además, la vida sexual de la diosa sentó las bases del sistema de prostitución sagrada de las sociedades en las que la copulación formó parte de la representación sacramental del divino acto de la creación.

Más adelante, en la página 98, Usain explica que: “La prostitución sagrada fue una extendida y honrosa forma de culto religioso en muchas civilizaciones antiguas –como Oriente Próximo, Grecia y Roma – y restos de esta práctica perduran en la India moderna, donde el culto a la diosa no ha desaparecido. Los apelativos de la prostituta, llamada devadasi en India y hieródula en Grecia, indican que se trata de la «sierva de la divinidad»…”

En la página 100 de su obra Husain explica que en ciertas religiones de los últimos tiempos, se optó por denigrar a la diosa (podríamos inferir que por supremacía de género): “El modo más evidente de atacar a la divinidad femenina consistió en criticar a sus sacerdotisas, que a menudo eran prostitutas, y en negar la santidad del sexo, que desempeñó un papel tan importante en el culto a la diosa”. Sostiene además Husain que “María Magdalena parece la antítesis de la madre de Cristo, la encarnación del elemento sexual totalmente erradicado de la naturaleza de la virgen”. (Op cit. P. 106).

Cena en Betania
Cena en Betania

Husain, explica además el culto a la sexualidad de la Gnosis desde los tiempos antiguos: María Magdalena es una de las figuras fundamentales del gnosticismo, antigua filosofía mística que se basó e influyó profundamente en el cristianismo de los siglos II y III… En tanto ramera arrepentida, Magdalena estaba versada en los conocimientos mundanos y como confidente o, según algunas tradiciones, consorte de Cristo, era el receptáculo de la sabiduría espiritual… los gnósticos intentaban unirse con Dios mediante un aprendizaje intensivo y una apasionada devoción equiparable al amor sexual, de donde viene la condena de la veneración de la cópula por parte de los padres de la Iglesia. (Ibid P. 107).

El Código Da Vinci

Dan Brown en su famoso Best seller popularizó mundialmente las leyendas francesas asociadas con María Magdalena y nos plantea una perspectiva distinta y novedosa para estudiar “La Última Cena” de Leonardo Da Vinci: “Ahora, por fin, el fresco ha vuelto a verse como lo pintó Leonardo, y se ha dejado sólo la capa de pintura que él empleó. Et voilá. Sophie se acercó más a la imagen. La mujer a la derecha de Jesús era joven y de aspecto puro, con un rostro discreto, un hermoso pelo rojizo y las manos entrelazadas con gesto sereno. «¿Y esta es la mujer capaz de destruir ella sola la Iglesia?»
—¿Y quién es? —preguntó.
—Esa, querida, es María Magdalena.
—¿La prostituta?
A Teabing se le cortó la respiración, como si aquella palabra le hubiera insultado personalmente.
—Magdalena no era eso que dice. Esa desgraciada idea errónea es el legado de una campaña de desprestigio lanzada por la Iglesia en su primera época. Le hacía falta difamar a María Magdalena para poder ocultar su peligroso secreto: su papel como Santo Grial.
—¿Su papel?

La última cena -Leonardo Da Vinci
La última cena -Leonardo Da Vinci

—Como he dicho —aclaró Teabing—, la Iglesia primitiva necesitaba convencer al mundo de que Jesús, el profeta mortal, era un ser divino. Por tanto, todos los evangelios que describieran los aspectos , «terrenales» de su vida debían omitirse en la Biblia. Por desgracia para aquellos primeros compiladores, había un aspecto «terrenal» especialmente recurrente en los evangelios: María Magdalena. —Hizo una pausa—. Y, más concretamente, su matrimonio con Jesús. —¿Cómo dice? —Sophie miró un instante a Langdon. —Está documentado históricamente. Y no hay duda de que Leonardo tenía conocimiento de ello. En La última cena prácticamente le está gritando al mundo que Jesús y Magdalena son pareja”.

Y más adelante Dan Brown acude a los Evangelios gnósticos para fundamentar sus argumentos: “Teabing dio finalmente con un ejemplar enorme. Tenía las cubiertas de piel y era de gran tamaño, como uno de esos grandes atlas. En la tapa se leía el título: Los Evangelios Gnósticos. Lo abrió y Langdon y Sophie se acercaron a él para verlo mejor. Sophie veía que contenía fotografías de lo que parecían ser pasajes ampliados de documentos antiguos, papiros deteriorados con textos manuscritos No reconocía la lengua en que estaban escritos, pero en las páginas de la izquierda estaban impresas las traducciones. Son las copias de los rollos de Nag Hammadi y del Mar Muerto de los que hablaba antes. Los primeros documentos del cristianismo. Curiosamente, no coinciden con los evangelios de la Biblia. —Fue pasando hojas y, más o menos hacia la mitad del libro señaló un párrafo—. El evangelio de Felipe es siempre un buen punto de arranque. Sophie lo leyó”.

El cáliz y la lanza

Longinos, lanzada a Jesucristo -Rubens
Longinos, lanzada a Jesucristo -Rubens

Es oportuno explicar que para en la divina Gnosis, se veneran muy especialmente dos reliquias santas asociadas con el drama del Gólgota y por qué no decirlo: con la sexualidad sagrada, con el tantrismo blanco. Estas reliquias son el cáliz y la lanza que se corresponden con los misterios del lingam-yoni.

Para explicar un poco más el profundo significado fálico de la lanza sagrada, el Kalki Avatar, en el capítulo titulado: “La lanza esotérica” de su obra “El Misterio del Aureo florecer” explica: “La lanza esotérica crística del Santo Grial y la pagana asta de los pactos mágicos, ostentada por Wotan, es una misma pica bendita tenida por sagrada en todos los pueblos desde la más remota antigüedad.

Sea en verdad, por tener un carácter fálico y simbólico del poder sexual viril, sea por tratarse de la arcaica arma de combate que en el amanecer de la vida pudo imaginar el hombre, es lo cierto que el asta romana era, como es sabido, algo así como la Balanza de la Justicia, presidiendo a todas las transacciones jurídicas del primitivo derecho quiritario o de la lanza (Kyries), y muy especialmente a las nupcias, entre los que gozaban del derecho de ciudadanía, por cierto muy preciado.

Y al referirse a las tradiciones relacionadas con el Santo Grial, el Avatar de la Era de Acuario, en el capítulo titulado: “El cáliz y la lanza” de su obra: “El Parsifal develado”, explica ampliamente en qué consiste esta reliquia santa y su hondo significado: “Se nos ha dicho que el gran cáliz estuvo en poder de Abraham; se nos informa que Melquisedec, el genio de la Tierra o Changam -como también se le llama-, lo llevó del país de Semíramis a la tierra fecunda de Canaán; Esto sucedió en aquella época en que nuestro regente planetario empezó algunas fundaciones, en el bendito lugar donde más tarde estuvo Jerusalén la ciudad querida de los profetas”.

“Antiguas tradiciones que se pierden en la noche de los siglos, afirman que Melquisedec lo utilizó litúrgicamente cuando celebró el sacrificio en que ofreció el pan y el vino de la transubstanciación en presencia de Abraham y que se lo dejó a ese Patriarca. Algunas leyendas viejísimas aseguran enfáticamente que este vaso Divinal estuvo también en el arca de Noé. No está de más asegurar que esta venerada reliquia fue llevada a Egipto y que Moisés la poseyó”.

“Estaba hecha de una materia muy singular, compacta como la de una campana y francamente no tenía el aspecto de haber sido trabajada como los metales; más bien parecía ser el producto de una especie de vegetación. La reina de Saba sometió al rey Salomón a muchas pruebas antes de hacerle depositario de tan sublime reliquia. El Gran Kabir Jesús el Cristo, la tuvo en su poder cuando celebró la última Cena y en tal vaso bebió el vino de la Santa Eucaristía”.

“El senador romano José de Arimatea, al pie de la cruz en el Calvario, recogió en esa copa las gotas purpurinas de sangre que manaban de las heridas del Adorable. Dicen las tradiciones que el mencionado senador, inteligente y sabio cual ninguno, supo guardar secretamente tan preciado tesoro. El precio de su sagrado celo resultó muy caro, pues al negarse aquel varón a entregar a la policía romana el vaso sacrosanto y la lanza de Longinos, fue entonces hecho preso”.

“Muchos años después, José de Arimatea, ya libre, portando las santas reliquias se fue a Roma en busca de cristianos, más viendo las persecuciones que allí existían, continuó su camino por las regiones del Mediterráneo. Dicen las escrituras antiguas, que una noche en sueños fue visitado el viejo Senador por un ángel quien le dijo: «Ese vaso tiene un poder magnético muy grande, pues en él está contenida la sangre del redentor del mundo, entiérrala allá». «Entonces aquel anciano vio el templo de Montserrat en Cataluña, España«. José de Arimatea concluyó su terrible misión guardando en tal templo estas arcaicas reliquias.”.

Los Evangelios gnósticos

María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano
María Magdalena y Jesús resucitado -Tiziano

En la tercera edición de la versión de “Los Evangelios gnósticos«, compilados por David Gerz, y publicada por Editorial Sirio, encontramos una referencia de María Magdalena que establece su gran linaje y a la vez la vincula con la tradición esotérica de las Tres Marías. El párrafo en cuestión se encuentra en el Evangelio de Felipe, página 81: 33. Había tres Máriames que caminaban todo el tiempo con el Amo: su madre, su hermana y la Magdalena, ella que es llamada su pareja. Así su verdadera Madre, Hermana y Pareja, también se llama Máriam.

Más adelante en el Evangelio de Felipe, página 83 de la obra citada se lee: Y la pareja de Cristo es Máriam Magdalena. El Amo amaba a Máriam más que a todos los demás discípulos, y él la besaba a menudo en su boca. Le dijeron: ¿Por qué la amas a ella más que a todos nosotros? El Salvador respondió: ¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?

El amor entrañable del Señor a María Magdalena y la capacidad de ella por comprender su enseñanza provocó más de alguna discusión entre los discípulos, como el siguiente párrafo que se encuentra en el capítulo 25 de Pistis Sophía: “.Y cuando Jesús terminó de decir estas palabras a sus discípulos, les dijo: ¿Comprenden la forma en que discurro con ustedes?.
Pedro se adelantó y dijo a Jesús: Mi Señor, no soportaremos a esta mujer, pues nos quita la oportunidad y no nos ha dejado hablar a ninguno de nosotros, ya que discurre muchas veces.
Y Jesús, respondiendo, dijo a sus discípulos: Dejen que aquél en quien habrá de agitar el poder de su espíritu se adelante y hable, para que comprenda lo que dijo…”.

En las páginas 43 y 44 de la versión del Evangelio de María que forma parte de los “Textos Apócrifos del Nuevo Testamento” compilada por James Carter y publicada por Editorial Sirio, se encuentra el capítulo V en el que se lee un pasaje por demás interesante en el que se narra un diálogo entre los discípulos después de que el Maestro les diera la instrucción de predicar el Evangelio y se marchó. Ahí se lee lo siguiente:

“1. Pero ellos quedaron apesadumbrados. Lloraban tristemente lamentándose: «¿Cómo iremos a los gentiles y predicaremos el Evangelio del Reino del Hijo del Hombre? ¿Si no le hicieron caso a él, cómo nos van a hacer caso a nosotros?». 2. Entonces María se puso de pie, saludó a todos sus hermanos y les dijo: «No lloréis, no os apenéis y no seáis temerosos, porque Su Gracia estará totalmente con vosotros y os protegerá. 3. »Por lo tanto alabemos Su grandeza, porque Él nos ha preparado y nos ha enviado a los hombres». 4. Después de que María hubo dicho esto, sus corazones se volvieron hacia el Bien, y empezaron a discurrir las palabras (del Salvador). 5. Pedro dijo a María: «Hermana, sabemos que el Salvador te amó más que al resto de las mujeres. 6. »Dinos las palabras del Salvador que recuerdes, las que sabes pero que nosotros ni tenemos ni hemos oído». 7. María contestó, diciendo: «Lo que esté oculto a vosotros yo os lo mostraré». 8.Y empezó a hablarles con estas palabras: «Yo vi al Señor en una visión y le dije: “Señor, te vi hoy en una visión”. Él contestó y me dijo: 9. »”Bendita eres porque no flaqueaste al verme. Porque donde está la mente está el tesoro”.

Más adelante, en el capítulo 9, página 46 y 47 viene una discusión muy complicada: “1. Cuando María hubo dicho esto, quedó en silencio, pues hasta ahí el Salvador le había hablado. 2. Pero Andrés respondió y dijo a los hermanos: «Decid lo que queráis sobre lo que ella ha contado. Yo no creo que el Salvador haya dicho esto. Porque ciertamente estas enseñanzas son ideas extrañas». 3. Pedro respondió y habló sobre estas mismas cosas. 4. Les preguntó acerca del Salvador: «¿Realmente habló de forma privada con una mujer y no abiertamente con nosotros? ¿Vamos a preocuparnos y a escucharla a ella? ¿Acaso Él la prefirió a nosotros? ».

Continúa el diálogo de esta manera: “5. Entonces María se echó a llorar y preguntó a Pedro: «Hermano mío, Pedro, ¿qué piensas? ¿Piensas que he inventado todo esto o que estoy mintiendo acerca del Salvador? ». 6. Leví se levantó y dijo a Pedro: «Pedro, siempre has sido acalorado. Ahora veo que estás enfrentándote contra esta mujer como si fuera un adversario. 7. »Pero si el Salvador la consideró digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Seguramente el Salvador la conoce muy bien. Por eso la amó a ella más que a nosotros. Por lo tanto deberíamos avergonzarnos, adoptar al hombre perfecto, separarnos como nos ordenó y predicar el Evangelio, no poniendo otra regla ni otra ley más allá de lo que el Salvador dijo». 8. Después (…) empezaron a proclamar la palabra y a predicar”.

Para muchos estudiosos la discusión entre Pedro y María Magdalena, como también el puñal de Pedro en la “Cena de Da Vinci” define la lucha entre la Iglesia fracasada y la Iglesia militante. El Avatar de la nueva Era en su obra: “La magia de las runas” explica que: Existen tres Iglesias: Primera, la triunfante; representada brillantemente por los pocos caballeros del Grial que han resistido puros; segunda; la fracasada, la de aquellos que aborrecen la Piedra iniciática; tercera; la militante, la de esos otros que como María Magdalena, Pablo de Tarso, Kundry y Anfortas, todavía se revelan contra el fuego luciferino, seductor.

Su papel en el Drama Cósmico

María Magdalena, embarazada y al pie de la cruz
María Magdalena, embarazada y al pie de la cruz

Richard Wagner en su opera El Parsifal, le otorga a Kundry, atributos similares a los de María Magdalena. En dicha obra, Kundry, lleva al rey del Grial un pomo de cristal que contiene un bálsamo maravilloso para sanar su adolorido corazón. En esta ópera maravillosa, Kundry intuye que solo puede liberarse del poder tenebroso del mago negro Klingsor si en su camino encuentra un hombre fuerte capaz de vencerse a sí mismo y de rechazarla.

El Buda Maitreya en el capítulo titulado: “El Tercer acto” de su obra: “El Parsifal develado”, escribió lo siguiente: «Entre ambos conducen a Parsifal hasta el borde de la fuente, mientras Kundry le desata las grebas y le baña los pies, al par que el ermitaño le despoja de las viejas vestiduras negras del dolor y de la lucha, dejándole sólo en la blanca túnica del neófito que es la nueva túnica de la pureza, expurgado ya todo viejo fermento de pecado, que diría San Pablo».

«KUNDRY, luego, unge los pies del elegido, vertiendo sobre ellos el contenido de un pomito de oro que ocultaba en su seno.»Cual nueva Magdalena, le seca con sus propios cabellos, a tiempo que Gurnemanz le unge también la cabeza como a futuro rey, bautizándole como redentor del Grial, y como a sapiente por la compasión»… «El inefable idilio comúnmente llamado Los encantos del Viernes Santo, resuena entonces triunfal en el espacio, saludando gozoso al Redentor, en medio de la dicha augusta del monte y la floresta, donde todo sonríe al aproximarse el momento supremo de la liberación»…

Ampliando un poco más lo que venimos exponiendo, el Buda Maitreya, en el capítulo 17, titulado: “Bel y su revolución” del libro: «La Revolución de Bel«, explica lo siguiente:
“Todo en la vida es solo cuestión de costumbres. Un fornicario es un sujeto que acostumbró sus órganos genitales a cohabitar intensamente; pero si ese mismo sujeto cambia la costumbre de cohabitar por la costumbre de no cohabitar, entonces se transforma en un casto. Tenemos por ejemplo el caso asombroso de María Magdalena, la famosa prostituta; María Magdalena vino a ser la famosa Santa Magdalena, prostituta arrepentida. María Magdalena vino a ser la casta discípula del Cristo”.

Es en ese sentido que el Presidente fundador de las instituciones gnósticas de la actualidad, explica en su obra: «Rosa Ignea» lo siguiente: “Aunque parezca increíble, las Marías Magdalenas, están mas cerca de la iniciación, que muchas doncellas. Aunque se le haga raro al estudiante, a veces está más cerca de la iniciación aquel que todos señalan con el dedo y acusan, que aquel santurrón que sonríe dulcemente ante el auditorio de una logia o templo. Pablo de Tarso, fue un verdugo y un asesino antes del acontecimiento que le sobrevino en su camino a Damasco. La instantánea transformación de este hombre, sorprendió a los Santos de Jerusalén. El malvado se convirtió en Profeta. Este es el misterio del Bafometo”.

María Magdalena llena de amor por Jesús, representa el papel de Kundry adorando a Parsifal, a Isis como esposa de Osiris a Shakty, esposa de Siva y a todas las divinas parejas del mundo. América no es la excepción y en el culto azteca encontramos a Quetzalpetatl como hermana y pareja de Quetzalcoatl. En forma similar, algunos estudiosos afirman que Ixbalanqué o Xbalamque, no es el hermano, sino la hermana y pareja de Hunahpú (Junajpu) en el Popol Wuj de los quichés de Guatemala.

En este sentido en las notas a su versión del “Popol Wuj publicadas separadamente por Cholsamaj y F&G editores, Sam Colop asocia a Junajpu con el Sol y a Xbalamque con la Luna. En el Popol Wuj: Xbalmque reconstruye la cabeza de Junajpu después que fue decapitada por el dios murciélago: Camazotz y al final de este formidable mito Junajpu se convierte en el Sol e Xbalmque en la Luna.

María Magdalena es la pecadora arrepentida, la mujer tan indispensable para la gran Obra que nos aclara lo imposible que resulta para un hombre o para una mujer, el intentar la Auto Realización Íntima del Ser en la soledad, en ausencia de la pareja creadora. Del Paraíso salimos en pareja y en pareja deberemos de volver. El venerable maestro Samael, nos explica que: El varón necesita de una María Magdalena para trabajar en la Novena esfera y lograr la Resurrección. Ser salvado y salvar a Kundry, Magdalena, es algo grandioso. Gundrigia tentadora, Magdalena, Kundry, serás perfeccionada en todos los misterios de lo Alto, más que todos tus semejantes.

El entrañable amor de Magdalena por Jesús se sintetiza en dos momentos. El primero cuando Jesús es condenado a muerte, como lo explica el V.M. Samael en «Apuntes secretos de un Gurú«: Maria Magdalena se llenó de terror cuando oyó el silbido del foat y escuchó la palabra «tibo» «tibo» «tibo», que sentenciaba al Cristo a la tragedia del Gólgota. «Maria» estaba al pie de una muralla cuando escuchó con sus oídos espirituales la sentencia terrible. Es por eso que María Magdalena resplandece y resplandecerá terriblemente divina.

Asimismo en el momento inefable de la Resurrección, como lo explica el Cristo rojo de Acuario en su obra: “Las Siete palabras”: Durante esta santa Cuaresma, el iniciado no siendo un demonio, está rodeado de demonios. Por ello es que cuando María Magdalena, después de exclamar: «¡Rabboni, Rabboni!», quiso tocar al Maestro, dísele Cristo: «No me toques, porque aun no he subido a mi Padre; más ve a mis hermanos, y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios» (Vers. 17, Cáp. XX, San Juan).

Así pues, Cristo le dijo a María Magdalena: «No me toques», porque el cuerpo astral del Maestro estaba rodeado de demonios. María Magdalena amaba entrañablemente al divino rabí de Galilea, y cuando ella, estando de pie, recostada sobre un muro, escuchó la palabra terrible «¡Tibo!, ¡Tibo, ¡Tibo!», que condenaba al Cristo a pasar por el acontecimiento del Gólgota, se llenó de indecible terror.”

Pistis Sophía

María Magdalena, calavera y crucifijo
María Magdalena, calavera y crucifijo

En el libro cumbre del Gnosticismo Universal, encontramos diversos pasajes que evidencian la elevada estatura iniciática de María Magdalena al recibir e interpretar las enseñanzas del Señor: En el capítulo 17, leemos: “Entonces cuando María oyó al Salvador decir estas palabras, se quedó mirando fijamente el espacio durante una hora. Y les dijo: Señor, permíteme hablar abiertamente. Y Jesús, compasivo, contestó a María: María, bendita eres, a quien perfeccioné en todos los misterios de lo alto, habla abiertamente porque tu corazón es elevado al reino de los cielos más que todos tus semejantes”.
En el capítulo 19, del Pistis Sophía, podemos leer: “Sucedió que cuando María había concluido diciendo estas palabras, Jesús dijo: Bien dicho María, porque tú eres bendita entre todas las mujeres de la tierra y porque serás la plenitud de todas las plenitudes y la perfección de todas las perfecciones”.

En dicho capítulo se lee: “Cuando María oyó al Salvador decir estas palabras, se impresionó grandemente y se acercó a Jesús, se postró ante él, veneró sus pies, y le dijo: Señor, escúchame, que deseo preguntarte sobre lo que has dicho, antes de hablarnos sobre las regiones donde has ido. Jesús le contestó a María diciendo: Habla con libertad y no temas, todas las cosas que tengas en duda, te las revelaré”

El maestro Samael explica que: “em>siempre Kundry se arroja a los pies de Parsifal para manifestar su amor y obediencia. El Jesús-Cristo íntimo revela a Magdalena los misterios.

En el capítulo 24 del Pistis Sophía leemos: “María, la honesta en su discurso y la bendita, fue hacia delante, cayó a los pies de Jesús y dijo: Mi Señor, permíteme hablar delante de ti y no te indigne que frecuentemente te moleste interrogándote. El Salvador, lleno de compasión, respondió diciendo a María: Habla lo que desees y yo me revelaré a ti abiertamente”.

Asimismo en el capítulo 25 del Pistis Sophía y ante una nueva pregunta: “Jesús respondió a María diciéndole: Bien dicho María, interrogas bien con tu excelente pregunta y arrojas luz en todas las cosas con segura precisión. Por tanto, desde ahora en adelante no te ocultaré nada, sino que te revelaré todas las cosas con seguridad y franqueza”.

Finalmente, en el capítulo 60 del Pistis Sophía, leemos: “María Magdalena interpreta el Misterio con el Salmo LXXXIV. María se adelantó de nuevo y dijo: «Mi Señor, comprendo lo que dices. En cuanto a la solución de estas palabras, tu luz profetizó anteriormente a través de David en el Salmo ochenta y cuatro, diciendo: -La Gracia y la Bondad se encontraron, y la Virtud y la Paz se buscaron una a otra. -La Verdad brotó de la tierra y la Virtud miró hacia abajo, desde el cielo.» Y a continuación da su interpretación de estas palabras y a lo cual, en el capítulo 61, el divino redentor del mundo le responde: “Y sucedió, cuando Jesús escuchó estas palabras, que dijo: «Bien hablado, María la bendita, que heredarás todo el reino de la luz.» En el capítulo 62. Jesús resucitado vuelve a llamar a María Magdalena: “heredera del Reino de la Luz