El poder de la oración

Introducción

«Gozoso en la esperanza, sufrido en la tribulación, sé constante en la oración». El Señor nunca desprecia la oración del humilde».

Entre los significados del DRAE para la palabra oración, seleccionamos las siguientes: “Súplica, deprecación, ruego que se hace a Dios o a los santos”. “Elevación de la mente a Dios para alabarlo o pedirle mercedes. Se entiendo por deprecación a un ruego, súplica, o petición. En Wikipedia encontramos que, en su significado espiritual o religioso, la palabra oración,significa: “el esfuerzo de comunicarse con Dios, un santo o un difunto, ya sea para ofrecer pleitesía, hacer una petición o simplemente expresar los pensamientos y las emociones personales”.

Sin embargo, Orígenes, en su “Tratado de la oración”, explica que si bien el significado más común para la palabra es el de plegaria, nos advierte que tiene otro significado, el de voto o promesa. Orígenes cita como ejemplo el voto de Ana en el primer libro de Samuel: “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.” (I S. 1:10-11).

Los estudios gnósticos enseñan que hay muchos tipos de oraciones y que también varían de acuerdo con su finalidad. El presente trabajo, es una recopilación de las enseñanzas de diversos maestros espirituales reconocidos por el Gnosticismo contemporáneo y tiene la finalidad desde el punto de vista de la Gnosis la de proporcionar la más amplia explicación acerca de la oración y su enorme poder espiritual. A continuación iniciamos con algunos comentarios, enseñanzas y explicaciones de la fundadora de la Sociedad teosófica, la V.M. Helena Petronila Blavatsky.

La Oración

“Uno de los principales elementos de las religiones exotéricas. Si leemos y meditamos bien las siguientes palabras de San Mateo, encontraremos en ellas la norma fiel que ha de guiarnos en la oración: “Mas tú, cuando orares, entra en tu cámara, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público… No os asemejéis a ellos (a los gentiles), porque vuestro Padre sabe lo que habéis menester antes que se lo pidáis” (VI, 6-8). –El significado de este pasaje es que, una vez concentrados en nosotros mismos y cerradas las puertas de los sentidos a toda suerte de impresiones exteriores, fijemos nuestro pensamiento en el Espíritu de Dios que mora en el sagrario de nuestro corazón, en nuestro ser interior, único Dios que podemos conocer, procurando con perseverante esfuerzo elevarnos a Él y obrar siempre de acuerdo con su voluntad, con el designio divino”.

“Así, pues, el verdadero teósofo, en vez de orar ante seres creados y finitos y de dirigir sus preces a lo Absoluto, que es una pura abstracción, trata de reemplazar la oración, vana y estéril, con actos meritorios y buenas acciones, ajenas por completo a todo interés personal, tanto a lo que se refiere a la vida presente como a la futura. La oración, tal como generalmente se entiende, paraliza la actividad y destruye en el hombre la confianza en sí mismo. Por otra parte, si una persona consigue un bien moral o material con sólo dirigir sus ruegos a un Dios o a un santo, ¿de qué recompensa es merecedor en perfecta justicia? Además, ¿a qué pedir nosotros, pobres ignorantes, gracias y dones a una Divinidad omnisciente, que, como tal, sabe mucho mejor que nosotros nuestras necesidades?

Esta reflexión es de mayor peso aun si tenemos en cuenta que las más de las veces la oración obedece a móviles puramente egoístas, puesto que pedimos con afán favores personales que redundan en daño de nosotros mismos o en grave perjuicio de nuestro prójimo. He aquí en qué términos se expresa Mr. Leadbeater sobre este punto: “Yo mismo siento aun, como teósofo, lo que siempre sentí como sacerdote de la iglesia cristiana: que rogar a Dios en favor de uno mismo o para lograr alguna cosa personal, implica falta de fe en El, pues denota claramente que Dios necesita que le digan lo que conviene a sus hijos. Jamás me sentí tan seguro de lo que más me convenía, que me pudiera yo creer en disposición de dictárselo al supremo Gobernador de cielos y tierra. Siempre me ha parecido que Él lo sabía mucho mejor que yo, y que, siendo Padre amoroso, ya hacía por mí cuanto podía hacerse, sin necesidad alguna de mis súplicas, con tanta más razón cuanto mis peticiones podían probablemente ir encaminadas al logro de un deseo que en modo alguno me conviniese”. (Véase: Inspiración, por Leadbeater, en el Loto Blanco de julio y agosto de 1917). Además, suponiendo que uno rece sus oraciones con verdadera devoción, y no de uno modo rutinario, maquinal y con ánimo distraído (que es lo más frecuente), la inmensa mayoría de las preces sólo sirven para halagar y satisfacer la condición egoísta, codiciosa y pedigüeña de los falsos devotos, que, como decía Ruiz de Alarcón:

“Tanto la intención cruel
sólo a este fin enderezan,
que si el Padrenuestro rezan,
es porque piden con él.”

“Por último, ¿no es un notorio contrasentido y además una falta de sumisión a la voluntad divina formular peticiones y más peticiones conforme a nuestro propio gusto, cuando por otra parte, en la oración dominical, decimos a nuestro Padre celeste: “Hágase tu voluntad”? -La palabra “oración”, además del significado que generalmente se le da de ruego o petición, significaba principalmente en otro tiempo invocación o encanto. El mantra, o sea la oración rítmica cantada de los brahmanes, tiene precisamente este sentido”.

“Para el teósofo y el ocultista, la oración no es una súplica o una petición; es más bien un misterio, un proceso oculto mediante el cual los pensamientos y deseos finitos y condicionados se transforman en voliciones espirituales y en voluntad. Tal proceso se denomina “transmutación espiritual”. La intensidad, la vehemencia de nuestras ardientes aspiraciones, cambian la plegaria en “piedra filosofal”, que transmuta el plomo en oro. Nuestra “oración de voluntad” se convierte en fuerza activa y creadora, que produce efectos de acuerdo con nuestros deseos. El poder de la voluntad se convierte en un poder viviente». (Tomado del Glosario teosófico)/p>

HPB dice además en el tomo II de «Isis sin Velo«: “La oración es poderoso estímulo de la intuición, porque es anhelo y todo anhelo actualiza voluntad. Por otra parte, las emanaciones magnéticas del cuerpo, durante los esfuerzos físicos y mentales, determinan la autosugestión y el éxtasis. Plotino aconseja orar en soledad y apartamiento para mejor conseguir lo que se pide. Platón daba también el mismo consejo, diciendo que “la oración había de ser silenciosa en presencia de los seres divinos, hasta que aparten éstos la nube de los ojos del orante y le permitan ver con la luz que de ellos irradia”. Apolonio de Tyana se retiraba en secreto para “conversar” con Dios, y siempre que sentía necesidad de contemplación se arrebujaba en su blanco manto de lana”.

Jorge Adoum, en su obra: “La magia del verbo”, expone que: “Hablar es crear. Este es el objetivo de la oración. Pero ¿qué es la oración?, y ¿para quién es la oración?, y ¿para qué es la oración? Explica además el Mago Jefa que: “Orar significa hablar, oración es discurso, ruego y súplica. En gramática es un conjunto de palabras que expresan un conjunto cabal. Entonces, oración es invocación o una llamada a alguien en su auxilio, por medio de la palabra o verbo, y la palabra es el conjunto de varios sonidos”. Continúa explicando el Dr. Adoum que: “La oración es la vocalización de una o más palabras que salen, por necesidad, del corazón, para producir por medio de la ondulación de tono un efecto en nuestro organismo, o en los demás seres. Las letras son nombres de entidades divinas que efectúan estas vibraciones u ondulaciones que necesitamos, por medio de la aspiración y la respiración. Hasta el suspiro es una oración. Hasta el silbido es una oración que eleva la mente a cierto grado en el que la percepción espiritual es más intensa”.

“Estas palabras sagradas que producen estos efectos son llamadas mantram por los yoguis. Estas palabras crean por medio del ritmo y la nota clave de cada persona. El Íntimo, según nuestros puros pensamientos y aspiraciones, puede darnos la verdadera pronunciación de las palabras sagradas”.

En forma similar, Eliphas Levi en su obra: “El libro de los esplendores”, escribió: “El sabio, discreto vigilante, percibe esta manifestación, ve desde la tierra luces de lo alto. Es por dos ventanas de arriba que el Espíritu celeste desciende en los seres de aquí abajo”.

Y en “La clave de los grandes misterios, el mismo abate Constant, afirma: “El acto de esperanza es la oración. La oración es la expansión del alma en la sabiduría y el amor eternos. Es la mirada del espíritu hacia la verdad, es el suspiro del corazón hacia la suprema belleza. Es la sonrisa del niño hacia su madre. Es el murmullo del bien amado que se inclina hacia los brazos de su bien amada. Es la dulce alegría del alma amorosa que se diluye en un océano de amor. Es la tristeza de la esposa en la ausencia de su esposo. Es el suspiro del viajero que piensa en su patria. Es el pensamiento del pobre, que trabaja para alimentar a su esposa y sus hijos”.

Alphonse Lois Constant, continúa diciéndonos: “Oremos en silencio y elevemos hacia nuestro Padre desconocido una mirada de confianza y de amor; aceptemos con fe y resignación la parte que El nos ha dado en las penurias de la vida, y todos los latidos de nuestro corazón serán palabras de oración. ¿Acaso tenemos necesidad de mostrar a Dios aquellas cosas que le pedimos y El no conocerá lo que nos es necesario? ¡Si lloramos, ofrezcámosle nuestras lágrimas; si estamos alegres, ofrezcámosle nuestra sonrisa; si Él nos golpea, bajemos la cabeza; si Él nos acaricia, durmamos entre sus brazos!”

“Nuestra oración llegará a ser perfecta cuando oremos sin saber que lo estamos haciendo. La oración no es un clamor que ensordece los oídos, es un silencio que penetra en el corazón. Dulces lágrimas vienen a humedecer los ojos, y los suspiros se escapan como el humo del incienso. En ella, nos sentimos presa de un amor inefable por todo lo que es bondad, verdad y justicia; una vida nueva palpita en ella y no tememos el morir, pues la oración es la vida eterna de la inteligencia y el amor, es la vida de Dios sobre la Tierra. ¡Amarse los unos a los otros, he aquí la ley y los profetas! Meditad y comprended estas palabras. ¡Y cuando las hayáis comprendido no leáis más, no busquéis más, no dudéis más, amad! ¡No seáis más sabios, no seáis más eruditos, amad! Esta es toda la doctrina de la verdadera religión; religión significa caridad y Dios mismo no es sino amor”.

Maurice Nicoll, en su obra: “El nuevo hombre” comenta: “Los evangelios hacen tantas referencias a la oración, que conviene reunir unas cuantas para procurarse una idea de lo que Cristo enseñaba acerca de su significado y de las condiciones que son necesarias para recibir una respuesta. La oración se dirige hacia algo que está por encima del hombre, algo que se encuentra en un nivel superior a uno mismo. Ya hemos visto que, según se les emplea en los Evangelios, el lenguaje de las parábolas transmite un sentido desde un nivel superior a uno inferior. La oración es la transmisión de un significado de un nivel inferior a uno superior. El primer caso es la comunicación del cielo a la Tierra; el segundo es de esta a aquel. Ya que hemos visto lo difícil que es el que lo superior se comunique con lo inferior, no deberá sorprendemos el hallar una dificultad similar para que esto se comunique con aquello. Y es que no hay contacto entre los dos niveles”.

Más adelante explica que: “en vista de las dificultades que hay para establecer comunicación entre los niveles inferior y superior podemos comprender que el contacto directo con Dios no es cosa tan fácil como creen algunas personas religiosas. Estas a menudo piensan que pueden tomar contacto con un nivel superior, o sea con Dios, permaneciendo lo que son. No advierten que para lograr este vinculo tienen que cambiar de manera de ser, tienen que ser diferentes”. Nicoll, afirma además que: “Únicamente el hombre interior del individuo es quien puede obtener respuesta a las oraciones y comunicarse con un nivel superior. El aspecto externo y mundano del hombre, el hombre presumido, no puede orar”.

En la obra citada, el Dr. Nicoll, explica además el pasaje del Evangelio, narrado en Marcos 9 y en el que se explica cómo sana Jesús a un endemoniado y porqué sus discípulos que lo habían intentado ya, no pudieron curarlo. “hay un caso en el que Jesús mismo se refiere a las dificultades que hay para curar cierta clase de enfermedad y dice que se precisa mucha oración y mucho ayuno antes de poder intentar la curación”.

El gnóstico que aprende a combinar la meditación con la oración, incuestionablemente puede establecer contacto, objetivo y consciente con los dioses de la Naturaleza. Antes de empezar las prácticas de oración y meditación combinadas, debe aprender a relajar bien su cuerpo. En su obra: “El Cristo Social, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, afirma lo siguiente: “En el mundo de las inquietudes espirituales se habla mucho de materializaciones de mahatmas, esas materializaciones son posibles con el ayuno, más la meditación y la oración”.

Hay que perseverar en la oración; perseverar en el partimiento del pan y del vino. Retirarse de las idolatrías y herejías; hollar la senda de la santidad y hacer las primeras obras buenas para subir al Padre y recibir el Espíritu Santo. “Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.

El Kalki Avatar, explica en su obra: “Mensaje supremos de Navidad 1967-1968”, lo siguiente: “el místico por medio de la oración y de la meditación consigue el ascenso de algunas flamas sagradas por el canal medular”. Asimismo, en el «Tratado de Medicina oculta» indica: “normalmente no se explica por qué Jesús, el Cristo, y sus discípulos curaban con la sola imposición de manos, la oración y ungiendo con crisma. La respuesta subyace en el poder del fuego serpentino y la eliminación de los agregados psicológicos, es decir, en el avance que tenían dentro del camino que lleva al Padre.

El Venerable Maestro Huiracocha, en su obra: “La Iglesia Gnóstica» explica lo siguiente: “En las oraciones bien sentidas, vibra la sustancia de Cristo. Los siete rishis sagrados, enseñaban a sus discípulos a orar como sigue: Tú, Logos solar, que eres la base de todo amor, penetra en mí, ilumíname y hazme progresar porque, sin ti, Logos Solar, nada puede tener existencia… Los rishis fueron los que enseñaron los grandes mantrams de la iniciación. Zaratustra habla también de la sustancia solar que es Dios en sí. Francisco de Asís, ora en su montaña sagrada diciendo: Loor a ti, Oh Señor, con todas tus criaturas y sobre todo, a nuestro hermano el Sol. Él labora y Tú, Señor, El que alumbra en Él. Él es hermoso e irradiante como símbolo tuyo, Oh Altísimo”.

Jorge Adoum en su obra: “Del sexo a la divinidad o historia y misterio de las religiones» explica que en las personas en las que el cuerpo está bien equilibrado con el espíritu, “la vida es una oración” y que en los tiempos antiguos, alegorizados por el Paraíso terrenal, “el dador de vida estaba en ellos y ellos estaban en él”.

Explica además el Dr. Jorge Elías Adoum, en la obra citada, que: “El sacrificio al fuego «y del fuego», la oración, la invocación y todas las ceremonias que acompañan al sacrificio vienen siendo practicados hasta nuestros días por todas las religiones del mundo. El sacerdote védico y el brahmánico tienen la creencia de que los señores invisibles y las almas de los antepasados asisten durante el sacrificio mediante el fuego, acompañado con los cánticos y oraciones”.

En consonancia con los principios gnósticos relativos a la sexualidad sagrada, el Mago Jefa explica que: “La más santa oración y la más sagrada de las funciones es la sagrada unión sexual para la generación y, a continuación, para la regeneración. Ningún acto puede ser más santo que el que imita a la Deidad. Ser como Dios, obrar como Dios, es la base de todas las religiones y de la iniciación”.

En forma similar, Arnoldo Krumm Heller, explica en su obra “Logos Mantram Magia«, lo siguiente: “declaro que para mí en la vocalización, en el uso de los mantrams y la oración, mediante el despertar de las secreciones sexuales, resido el único camino de llegar a la meta y todo lo demás, que no sea por aquí, es perder lastimosamente el tiempo”. Afirma además el citado maestro que los senderos que conducen al lenguaje de la luz, son: “fe, conocimiento de sí mismo, infantilismo, modestia, oración”.

Hay necesidad de que el iniciado ore diariamente a Dios. Toda oración debe ir acompañada de una copa de vino y de un pedazo de pan. «Haced esto en memoria mía», dijo nuestro Divino Salvador. En su obra: “Las Siete palabras«, el Avatar de la Era de Acuario, explica lo siguiente: “orad siempre, hermanos míos, y luego partid el pan y bebed el vino. Esta solemne enseñanza se la debo al ángel «AROCH», ángel de mando. Cada persona puede, a solas, orar y perseverar en el partimiento del pan y del vino. El pan y el vino se pondrán siempre sobre un paño limpio y perfumado. El pan y el vino solo se pueden llevar a la boca después de la oración. Con el pan y con el vino entran a nuestro organismo humano billonadas de átomos crísticos que viene a despertarnos todos nuestros poderes ocultos. La oración se hace siempre de rodillas. Hay que saber orar: orar es conversar con Dios”.

“Cuando el ángel Aroch, ángel de mando, me enseñó esta clave maravillosa de la unción gnóstica, también me enseñó a orar. Son indecibles aquellos instantes inefables en que el ángel Aroch, en figura de niño, de rodillas y con las manos juntas sobre el pecho, levantaba sus ojos purísimos hacia el cielo. Su rostro parecía de fuego en aquel instante, y lleno de amor profundo exclamaba: «Señor, Señor, no me dejes caer, no me dejes salir jamás de la luz, etc.». Luego partió el pan y nos dio a comer, y escanció dentro de una pequeña jarra de plata, el vino, lo sirvió entre algunas copas y nos dio a beber.

Postura de la oración

Ya se recomendó hacer la oración de rodillas. A este respecto, el V.M. Huiracocha, en “La Iglesia Gnóstica» explica que: “Los orientales toman, para sus oraciones, una posición difícil de imitar por nosotros en la que esconden los pies para que la corriente terrestre no pase a través de ellos. Quieren evitar la realidad de la Tierra y hacer en sí una abstracción para ser sólo mundo suprasensible, fuera de los sentidos. Los occidentales, en cambio, al mismo tiempo que elevamos nuestras oraciones a lo invisible, a lo alto, a Dios, doblamos la rodilla para recibir la corriente terrena, pues solo en la conjunción armónica de esos dos mundos se encuentra la luz, la iniciación, la redención…”

En una pagoda budista de la China los monjes, le enseñaron al V.M. Samael, una forma muy especial de oración, una asana o postura sagrada para pedir al Buda íntimo y de hecho a la Madre cósmica particular del Buda íntimo.

Indicación: Primero: arrodíllese; Segundo, siéntese sobre sus talones al estilo musulmán; Tercero, abra sus brazos en cruz; Cuarto, orando a la Madre Divina, inclínese con los brazos abiertos hacia adelante y hacia atrás, pero permaneciendo sentado firmemente sobre los talones.

Manos en aspas

El Buda Maitreya explica que, ya siendo un iniciado de Misterios mayores, en cierta ocasión en un templo sagrado, le ocurrió lo siguiente: “sentado con mucha humildad crucé mis brazos sobre el pecho para asistir a la ceremonia final. Desafortunadamente, yo tenía la pésima costumbre de cruzar los brazos en forma tal que el izquierdo quedaba sobre el derecho. «Así no debéis cruzar los brazos» -me dijo un adepto del templo – y luego añadió: «El derecho debe ir sobre el izquierdo«. Yo obedecí sus indicaciones. ¿Habéis visto sarcófagos egipcios? Los brazos de los difuntos cruzados sobre el pecho ilustran estas afirmaciones. Cualquier cráneo entre dos canillas o huesos de muerto, como señal de peligro, dice lo mismo. Hacer la voluntad del Padre, así en los cielos como en la Tierra, morir en el Señor, es el hondo significado de tal símbolo…

En otras entradas continuaremos con el estudio de la oración. Abordaremos el tema de la oración consciente, diferentes tipos de oraciones, oraciones a la Madre Divina y al Padre interno. Dedicaremos una apartado especial al Padre Nuestro.

La fiesta de los muertos

Introducción

A finales de octubre y principios de noviembre, se celebra un trío de fiestas solares muy importantes. La noche del 31 de octubre, en los países anglosajones se celebra Halloween, al día siguiente, el 1 de noviembre, en el santoral cristiano se celebra el Día de todos los santos y un día después a los Fieles difuntos. Estas fiestas ocurren por la época en que el otoño está ya avanzado en el hemisferio norte. Esto sucede en un período cercano a la mitad del tiempo que transcurre entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno y esto es profundamente significativo.

Todos los santos -Fran Angélico
Todos los santos -Fran Angélico

En su movimiento aparente por la eclíptica, hay cuatro posiciones del Sol sumamente importantes: los dos equinoccios y los dos solsticios. La eclíptica es la línea curva que en su movimiento aparente, el Sol recorre sobre la Tierra. Es la ruta del Sol, los planetas y las constelaciones zodiacales. Ya hemos estudiante con anticipación estos momentos tan importantes en la ruta del Sol, pero nos parece necesario profundizar en su estudio. Las grandes fiestas sagradas de todas las religiones solares están relacionadas directamente con las principales posiciones del astro rey. Es claro que es perfectamente posible trazar una gran cruz cósmica para identificar las cuatro posiciones esotéricas.

El brazo horizontal de dicha cruz cósmica lo podemos representar por los dos solsticios. A la izquierda, el solsticio de invierno y a la derecha, el solsticio de verano. El solsticio de invierno, en el hemisferio norte, corresponde a la noche más larga, que ocurre el 21 de diciembre. Hoy no se puede negar que ese momento se corresponde esotéricamente con la época de Navidad y de ninguna manera es producto de la casualidad.

Es innegable que el solsticio de verano también se corresponde con una festividad importante en el cristianismo y en todas las antiguas religiones. Así, el 24 de junio se celebra el día de San Juan Bautista. Por esta época, los antiguos celtas y sus sacerdotes, los druidas celebraban el Alban Heruin o Litha. En esta fiesta se encendían múltiples hogueras con trozos de madera de abeto y de roble.

Si volvemos a la cruz cósmica, santa y bendita, podemos hacer corresponder su palo vertical con los dos equinoccios. El lado superior lo relacionamos con el equinoccio de primavera que ocurre aproximadamente el 21 de marzo. En los tiempos actuales se acepta que otra de las fiestas sagradas más importante del Cristianismo: la Semana Santa ocurre por la época del equinoccio de primavera. Con más propiedad: el domingo de Resurrección coincide con la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Al otro lado de esta cruz cósmica imaginaria encontramos el equinoccio de otoño que ocurre el 22 de septiembre. Por estos días en el santoral, se celebra el día de San Mateo evangelista, nuestra Señora de la Merced y a Cleofas, uno de los primeros discípulos del Señor.

La ley de Octava

Según cuenta George Ivanovich Gurdjieff en el volumen III de su obra: “Del todo y de todo«, esta sagrada ley fundamental fue descubierta en la Atlántida por un sabio llamado Teofani. Narra el maestro G que: “este mismo Teofani se encontraba cierta vez vertiendo una mezcla sobre una plancha de mármol para que se secara, mezcla que consistía en el extracto de una planta llamada entonces «Patetuk», resina de pino, y en crema de la leche de las entonces famosas «cabras jenionianas», con el fin de obtener un mastique, que servía para mascar después de comer; cuando notó, por vez primera, que siempre, cualquiera que fuera la forma de preparación y la cantidad de la mezcla que vertía sobre la plancha de mármol, aquélla asumía invariablemente, después del enfriamiento final, una forma compuesta por siete superficies planas definidas”.

“Este hecho, inesperadamente comprobado por Teofani, lo asombró enormemente y provocó en su presencia común el intenso deseo de elucidar ante su Razón las causas radicales de esta conformidad con la ley aún desconocida para él y por consiguiente, desde ese momento, comenzó a repetir la misma cosa, pero ahora con una finalidad consciente”.

“Poco después, todavía al principio de esta investigación iniciada por Teofani, sus amigos, también seres instruidos de aquella época con quienes él compartió el comienzo de sus diversos experimentos dilucidaron sobre sus comprobaciones, se interesaron a su vez y participaron también en sus investigaciones posteriores”.

“Bien, pues, después de prolongados y cuidadosos experimentos, este grupo de seres terrestres instruidos se volvió consciente y se convenció de forma categórica de que casi todos los resultados cósmicos que observaban a su alrededor y que se materializaban en el curso de sus manifestaciones en estados externos transitorios que son percibidos por los órganos de los seres de una u otra forma definida, presentan siempre siete aspectos independientes”.

Esta ley fundamental sagrada explica porqué los antiguos hablaban de siete planetas, siete maravillas del mundo, las siete artes, las siete tragedias y desde hace mucho tiempo, cada semana tiene siete días. En forma similar en la tradición hebrea y cristiana, se habla en Génesis de los siete días de la Creación.

Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano
Jesús resucitado y María Magdalena -Tiziano

Ya hemos hecho referencia a que el Cristianismo conmemora cada año el Drama Cósmico y la más santa de las semanas que inicia en domingo de Ramos y culmina en domingo de Resurrección. De acuerdo con la ley de Octava, domingo de Ramos corresponde al Do de la primera escala y domingo de Resurrección al Do de la siguiente. Cada día entre Lunes santo y sábado de Gloria resuenan las notas: re, mi, fa, sol, la si de la escala musical.

No es casualidad que existan siete sonidos fundamentales o notas musicales, que el átomo tenga siete niveles de energía, la tabla periódica tenga siete capas o niveles y que existan siete unidades fundamentales de medida según los físicos.

La cruz doble y las ocho posiciones sagradas del Sol

De acuerdo con la fundamental Ley de octava o ley cósmica de Heptaparaparshinokh, hay ocho posiciones sagradas del Sol en su ruta por la eclíptica. Esas ocho posiciones solares se corresponden con la cruz doble que no es más de la superposición de una cruz griega (de brazos iguales) y una cruz de san Andrés. En los cultos asociados a la cultura celta se habla de la rueda del año, un ciclo de ocho festividades. De cuatro de estas ya hablamos. Son las que corresponden con las fiestas de los equinoccios y los solsticios. Las otras cuatro festividades ocurren aproximadamente a medio camino entre las primeras cuatro.

Es así como entre las fiestas del solsticio de invierno dedicadas al niño Sol y las de Semana Santa dedicadas a la crucifixión y la resurrección del Señor, hay fiestas importantes, entre ellas, entre los celtas, el Imbolc y entre los cristianos el 2 de Candelaria, la fiesta de las luces o de las candelas, que entre otras razones, celebra la presentación del niño Dios en el templo. Días después vendrá la fiesta del carnaval.

La rueda del año
La rueda del año

Otras fiestas solares no menos importantes ocurren a finales de abril y principios de mayo. Corresponden al día de la Cruz y al paso del Sol por el cenit en la región maya. A finales de julio y principios de agosto se celebra a Marta de Betania, así como a nuestra Señora de los Ángeles. Finalmente, unos 40 días después de iniciado el otoño, en el hemisferio norte se celebra la fiesta de las últimas cosechas, el Samhaim de la cultura celta y la fiesta romana a la diosa Pomona, la diosa de los arboles frutales. Es el tiempo para dedicarlo a la memoria de los ancestros. En tiempos antiguos se creía que por estos días se abren la puertas de la cuarta y quinta dimensión permitiendo a los “valores” de los antepasados hacer contacto con los vivos. Esta creencia está presente en la cultura celta y romana. También en la cosmovisión maya.

El culto a los antepasados y el descenso a los infiernos

Desde tiempos inmemoriales existe el culto a los antepasados. En el libro VI de la Eneida, Virgilio narra el viaje de Eneas a Cumas para entrevistarse con la Sibila, sacerdotisa de Apolo y rogarle, entre otros favores, ayuda para entrevistarse con su padre Anquises en los mismísimos infiernos. Previamente sacrificaron “siete novillos que no hayan conocido el yugo y otras tantas ovejas elegidas según rito”. Ya en la entrevista Eneas ha de suplicar a la Sibila: “Solo te pido una gracia: puesto que aquí , según dicen, está la puerta del rey de los Infiernos y el tenebroso lago de donde desborda el Aqueronte, séame permitido ir a ver la faz de mi padre amado: muéstrame el camino y haz que pase el sagrado ingreso…”

Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier
Eneas consulta a la Sibila -Francoise Perrier

Escrito está en ese majestuoso poema épico que luego de las suplicas de Eneas, la Sibila le responde y explica: “Ilustre vástago de los dioses, troyano hijo de Anquises, fácil es descender a los Infiernos: día y noche está abierta la puerta del sombrío Plutón; pero magno y penoso trabajo es desandar el camino para salir a las auras. Solo a muy pocos mortales, hijos de dioses, amados de Júpiter propicio o elevados al cielo por su virtud sublime, les fue esto concedido…”

Luego de múltiples recomendaciones y preparativos, Eneas hizo ofrenda de tres novillos negros a Hécate Proserpina para que le abriera la garganta del Orco. Se narra en la Eneida su descenso por las aguas del submundo: “profundo río de cenagosas aguas que giran en remolino hirviente y descargan su limo en el Cocito. Guardián de este río y de estas aguas es un horrible barquero, el espantoso y hediondo Caronte. Una espesa barba blanca se eriza en su mentón. Salta fuego de su pupila inmóvil. Un sórdido manto, anudado, pende de sus hombros. Se dobla sobre la percha, o a la vela pasa en su negra barca de la una a la otra orilla a los muertos. Es viejo ya, pero su vigorosa, lozana ancianidad es la de un dios. Toda una muchedumbre de Sombras se precipita en tropel a la ribera; madres, esposos, héroes magnánimos, niños, doncellas que no conocieron las dulzuras del himeneo, jóvenes quemados en la pira a la vista de sus padres afligidos: no más numerosas las hojas en los bosques, se desprenden y caen, con los primeros fríos del otoño; no más numerosas vuelan en bandadas las aves de paso, atravesando los mares, cuando las empuja la fría estación a buscar tierras templadas”.

Ahí Caronte cumple su misión de apartar a los que aún no deben ingresar a los infiernos y sube a los indignos. Intenta negar el paso de Eneas argumentando que no les lícito transportar a los vivos, pero la Sibila le explica ampliamente el motivo de tan inusual viaje. Ya en el fangoso suelo del Infierno encuentran tendido al can Cerbero con su triple fauce. Luego de un largo recorrido por el Tártaro, por fin Eneas logra encontrar a su anciano padre y conversar con él.

El Kalki Avatar, en el capítulo titulado: “El país de los muertos” de su obra: «Mensaje de Navidad 1968-1969”, explica lo siguiente: “Eneas el eximio varón troyano, olímpico y solemne asciende a la augusta montaña de Apolo en cuya majestuosa cumbre se encuentra el misterioso antro de la Pitonisa. Bosque Sagrado del tercer aspecto de la Madre divina Kundalini cerca del templo, selva inefable de Hekate, Proserpina, Coatlicue. Sanctuario herméticamente sellado con cien puertas, gloriosa entrada en la que Dédalo el hábil escultor, grabó con extraordinaria maestría maravillosos relieves”.

Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski
Eneas y Anquises en el Hades -Alexandre Ubeleski

Continúa el Avatar de la Era de Acuario explicando esos simbólicos pasajes de la Eneida: “Si bajo ahí Orfeo, armado solo con su armoniosa lira; si bajó Teseo, y también Hércules, ¿por qué no he de poder ir yo, que soy nieto de Júpiter?» (Eneas fue un iniciado)”.

“Ciertamente fácil es descender al averno para trabajar para trabajar en la novena esfera y disolver el Yo, pero espantosamente difícil es volver. «Ahí está el duro trabajo. ¡Ahí la difícil prueba!».

Proserpina la reina de los Infiernos y la muerte ciertamente es muy caprichosa, y como presente de los que van a visitarla exige siempre el brote dorado, la rama de oro del árbol del conocimiento y con abundante semilla. Dichoso aquél que encuentra el árbol mágico que por cierto no está muy lejos; es nuestra misma espina dorsal; a ese se le abrirán las puertas de Plutón”.

“El que quiera subir debe primero bajar, esa es la ley. La iniciación es muerte y nacimiento a la vez. Empero, vosotros los que leéis estas líneas, dejad que los muertos entierren a sus muertos y seguidme. El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Negarse a sí mismo significa disolver el yo, morir de momento en momento, reducir a polvo el sí mismo de instante en instante”.

Sigue explicando el Venerable Maestro Samael Aun Weor que: “antes de penetrar en el Averno se pasa por el Orco (Limbo). Este último es un vestíbulo en sí mismo; en él moran la enfermedad, el hambre horrenda y perversa consejera, la miseria, las vanas alegrías, la guerra, las furias, la discordia con su cabellera de víboras, el dolor y el sueño de la conciencia”.

“Allí encontró Eneas los necios sueños de las gentes; allí vio criaturas tan horribles como Briareo, el gigante de los cien brazos; la Hidra de Lerna, a quién mató Hércules cortándole con maestría sus múltiples cabezas; la Quimera de las gentes, monstruo con cabeza de cabra; las gorgonas, las arpías, (brujas), etc. Del Orco parte la ruta misteriosa que conduce a las almas perdidas hasta el Tártaro (mundos infiernos). Eneas y la Sibila sentados en la barca de Carón, navegaron entre las aguas del Aqueronte y llegaron a la otra orilla”.

Explica el Buda Maitreya que el iniciado puede y debe descender voluntariamente al Tártaro, al Averno y navegar en las aguas del Aqueronte en la barca de Caronte, llegar a la otra orilla para morir en sí mismo y revisar personalmente la presencia de millares de yoes diablos viviendo en esas regiones infernales. Esos yoes diablos puede extraerlos la bendita diosa madre de la psiquis del iniciado (Eneas), previa comprensión profunda. Esa es la muerte mística.

La fiesta de los muertos

La fiesta de los muertos que se celebra el dos de noviembre, el día de los fieles difuntos, nos invita a la reflexión. La desencarnación, el fallecimiento o la muerte del cuerpo físico es inevitable. Tarde o temprano tenemos que encontrarnos cara a cara con la Parca, con el ángel de la muerte. Todos hemos pasado por esa inexorable experiencia, pero la mayoría no la recordamos. De acuerdo con la ley del Eterno retorno, muchas veces hemos pasado por ese terrible momento. Si tenemos la conciencia dormida, es altamente probable que lo ignoremos y no lo recordemos. Solo algunas personas muy psíquicas y los hombres y mujeres despiertas lo saben, lo recuerdan. Lo más importante es que podemos y debemos despertar la conciencia.angel-de-la-muerte

La desencarnación ocurre cuando el ángel funeral corta el Antakarana, el cordón plateado. Este es un cordón umbilical que conecta el cuerpo físico con los cuerpos internos, entre ellos el astral, la esencia maravillosa y el Ego. Cada noche, durante las horas del sueño del cuerpo físico, los cuerpos internos se desdoblan o separan del cuerpo físico y el ego envuelto en los cuerpos lunares de la humanidad dormida viaja en el tiempo y en el espacio. Durante todo ese tiempo está unido al cuerpo físico por el cordón plateado. Por ese motivo, podemos afirmar que si queremos entender el proceso de la muerte, basta con acostarnos a dormir: la hora de dormir es una muerte en pequeño.el-astral-y-el-cuerpo-fisico

Una comparación muy ilustrativa la encontramos con juego muy popular en diferentes partes del mundo: el vuelo de la cometa, papalote, pizcucha, abilucho, entre otros muchos nombres. Por esta época, de muchos vientos, es tradicional verlos volar en Guatemala, donde reciben el nombre de “barriletes”. Son famosos los barriletes gigantes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez. Al comparar el desdoblamiento astral con el vuelo del barrilete, el niño representa al cuerpo físico y el barrilete en lo alto, a la esencia y el ego envuelta en los cuerpos internos. Ambos están unidos por la cuerda, por el cordón de plata. Es claro que el barrilete o cometa guarda una profunda simbología oculta relacionada con el desdoblamiento y el contacto con el mundo astral, el mundo de los vivos y de los muertos. Los barriletes gigantes miden hasta 20 metros de diámetro y se elevan al cielo cada 1 de noviembre en los cementerios de Sumpango y Santiago Sacatepéquez para simbolizar ese contacto entre vivos y muertos.

Barrilete gigante de Sumpango
Barrilete gigante de Sumpango

Al ocurrir la desencarnación, unos valores van al sepulcro y otros a la quinta dimensión o mundo astral. En el sepulcro quedará el cuerpo físico, la vitalidad o cuerpo ital y la personalidad del difunto. Al astral ingresará el Ego, la Esencia y los cuerpos lunares. La fiesta de los muertos es muy significativa para estudiar los misterios de la vida y de la muerte.

El Venerable Maestro Samael explica en su obra: “Más allá de la muerte” lo siguiente: “Aquí en México tenemos nosotros el día de los difuntos, el dos de noviembre de cada año. En tal día las gentes visitan el panteón, ponen velas encendidas en los sepulcros y en platos, ollas, vasos, etc., aquellos alimentos y bebidas que más gustaban al desencarnado cuando vivía. Es costumbre de muchas gentes comerse después esas sobras y cualquiera que tenga algo de sensibilidad psíquica, podrá notar que le falta a esos manjares el principio vital”.

“Las gentes sencillas piensan y con justo acierto, que el ser querido desencarnado se alimenta con esas viandas. No hay duda de que realmente los fallecidos comen, no la parte física de los alimentos, sino sus alimentos dijéramos etéricos, sutil, desconocido para la vista física, pero perceptible a la clarividencia; no debemos olvidar que en todo alimento físico existen alimentos etéricos, fácilmente asimilables por los difuntos”.cementerio

“Los desencarnados pueden visitar un restaurante del mundo físico, saludarán a los vivos y el subconsciente de ellos les contestará, pedirá comida y es obvio que el Ego interno de los dueños del restaurante atraerá a la mesa formas mentales semejantes a los platos y alimentos que en el establecimiento se consumen; el desencarnado sentado en el comedor, comerá de esos platillos sutiles, hechos con esencia del mundo mental y pagará con moneda mental, saliendo luego del Restaurante. En tales condiciones es obvio que los muertos siguen creyendo que están vivos y esto lo puede evidenciar cualquier persona que haya desarrollado la clarividencia y las otras facultades del alma”.

A la luz de la Gnosis explicamos que las personas con el don de la clarividencia, pueden ver realmente a los difuntos recién desencarnados. Resultan interesantes las experiencias que les toca vivir, en especial si el fallecido ha muerto de forma violenta e inesperada. Los recién desencarnados quedan completamente confundidos, sin poder comprender lo que les ha ocurrido. En algunas ocasiones se llenan de terror. Lo singular es que como se narra en películas o series de televisión alusivas, como: “El sexto sentido” protagonizada por Bruce Willis o en Ghost Whisperer protagonizada por Jennifer Love Hewitt los fantasmas de los fallecidos se dan cuenta plenamente de quien los ve. Es claro que el clarividente entrenado puede y debe ayudarlos a que busquen y encuentren la luz, la luz astral y pasen al otro lado: a la quinta dimensión.desdencarnacion

El fenómeno de los fantasmas tiene varias explicaciones. Muchas veces es la personalidad del difunto que deambula por los lugares que frecuentaba cuando vivía. En otras ocasiones serán los cuerpos lunares del fallecido que se hacen visibles y en algunas otras podría ser el cuerpo astral de alguien con quien haya cierta relación. Mientras el cuerpo físico duerme en su lecho, su doble astral se desdobla y visita al familiar o persona conocida.