Es indudable que en muchas personas ha surgido un impulso muy fuerte por el trabajo interior o por encontrar respuestas a los misterios de la vida y de la muerte. Es evidente que hay una creciente tendencia hacia la espiritualidad en el mundo. Probablemente tú seas uno de los muchos buscadores de la luz, que tiendes la mano buscando respuestas, pidiendo ayuda o anhelando encontrar la verdad. Que intuyes que hay un misterio tras la vida y la muerte, que hay verdades ocultas, que hay una vía espiritual diferente, a pesar de estar inmerso en una sociedad de consumo que privilegia lo material y el egoísmo; que presientes que perteneces a un clan diferente, el de los que intuyen que es más importante dar que recibir, que es más importante lo interior que lo exterior, que son más importantes las cosas del Espíritu, que las de la vida cotidiana.
A ti y a todos los buscadores de la luz y de la verdad, les decimos que, así como pertenecen por herencia y por las circunstancias de la vida a una familia biológica y a un conglomerado de amistades y personas con las que han coincidido en esta existencia; también perteneces a una familia distinta, a un clan espiritual propio. A ti: te invitamos a que te enteres quienes somos y que te informes del Instituto Gnóstico de Investigación, y mediante, la divina Gnosis, nuestros grupos, escuelas dedicadas a los estudios gnósticos y las entradas de este blog pueda que encuentres respuesta a las inquietudes que te formulas, que te permitan esclarecer tus presentimientos y anhelos y saberte parte de un conglomerado de personas con grandes afinidades espirituales; que comprendas que hay otras vías para el crecimiento interior y para las grandes transformaciones sociales. Una de ellas: la Gnosis eterna y universal, que cuando se practica y experimenta, provee un conocimiento revelador que permite en sí misma y por propia vivencia comprender la cosmovisión gnóstica y realizar dentro de sí la misión y objetivos de la Gnosis. Contáctanos y visita nuestras sedes.
«Buscad un piloto que os encamine hacia las puertas de la Gnosis, donde refulge la deslumbradora luz, limpia de tinieblas, donde nadie se embriaga, donde todos son sobrios y vuelven sus miradas hacia el que quiere ser contemplado, el inaudito, el inefable, invisible para los ojos de la carne, visible para la inteligencia y el corazón. –Hermes Trismegisto-