San Jorge y el dragón

En la leyenda de san Jorge y el dragón se narra que una ciudad en oriente, estaba asediada por un terrible dragón que se ocultaba en un gran lago. El monstruo despedía un terrible hedor que infestaba todos los alrededores. Había que alimentarlo para que no fuese a reclamar su comida a la ciudad.

Al principio, los habitantes le entregaban cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre, a fin de que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear, se decidió enviar cada día a una doncella y un cordero. Poco a poco se fueron entregando las doncellas del reino a su terrible encuentro con el dragón hasta que un día fue la princesa la escogida para acompañar al cordero. De camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y este, mató al dragón, clavándole su lanza y así rescató a la princesa de una muerte segura. En algunas versiones de la leyenda, San Jorge, primero domina al dragón y al tenerlo vencido le pidió a la doncella que atara con su cinturón a la bestia.  De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero le entregó a la princesa.

Perseo, Andrómeda y el monstruo marino

Es claro que en todas las cosmogonías se representa la misma lucha, relacionadas con el trabajo interior que cada uno de nosotros debe realizar. Así, la lucha de san Jorge con el dragón, es similar a la que se describe en la leyenda de San Miguel arcángel y el dragón. En la leyenda griega, es Perseo, quien vence a un monstruo marino y libera a la princesa Andrómeda.

Podemos decir que los mitos, en cierta medida, tienen un esqueleto, una serie de motivos que se suelen repetir, formando una especie de cadena de eventos. A veces el orden de estos se cambia o se altera el momento, produciéndose variaciones sobre el tema. Esto no ocurre solo con cuentos de una misma cultura o tiempo, sino de culturas diferentes. Así, uno de estos ejemplos es la semejanza entre el mito grecolatino de Perseo y el japonés de Susanoo.

Perseo es un héroe del linaje de Zeus, hijo de Dánae y abuelo de Heracles, cuyo mayor logro es la decapitación de la Gorgona Medusa. Libera a Andrómeda, que es hija del rey Cefeo y de Casiopea; ésta había sido atada a un peñasco como castigo por la hybris de su madre, la cual osó comparar su belleza con la de las Nereidas, o, en otras versiones, con la de la propia Hera. Las Nereidas, hijas de Posidón, enfurecidas, piden venganza a su soberano padre. Así pues, el colérico dios envió un monstruo marino a las tierras de Cefeo, a Etiopía, y empezó a asolar sus tierras por medio de terribles inundaciones. Consternados ante tal catástrofe y tras consultar el oráculo de Amón, ofrecen a la hija de Casiopea como sacrificio, atándola a una roca junto al mar. Perseo, después de matar a Medusa y ataviado con las sandalias aladas de Mercurio, sobrevolaba Etiopía y pudo ver a Andrómeda. Enamorado a primera vista, pregunta al padre por su mano y éste le cuenta al griego la situación. Perseo se ofrece a liberarla a cambio de casarse con ella. Sin aparente dificultad, mata al monstruo gracias a las armas con las que se había enfrentado a la Gorgona, y consigue la mano de Andrómeda.

Santa Margarita y el dragón

Otras leyendas similares a la de san Jorge y el dragón, son las de María Magdalena o de Marta, su hermana, venciendo al dragón “Tarasca” en Provenza, Francia. En dicha leyenda, se cuenta que Magdalena ata con el cinturón de su vestido al monstruo y lo lleva a la ciudad vencido. En otros giros de la leyenda, es su hermana Marta quien vence al dragón. La intervención del cinturón en las leyendas, nos lleva al noveno trabajo de Hércules relacionado con el cinto de Hipólita y que explica ampliamente el Avatar de Acuario en Las Tres Montañas.

No podemos dejar de mencionar la leyenda de santa Marina o Margarita de Antioquía, quien fuera devorada por un dragón debido a que no quiso sucumbir al acoso del gobernador Olibrio. Sin embargo, con el crucifijo en la mano, la santa logra rasgar el vientre de la bestia, liberarse y vencerla. Es obvio que detrás de la leyenda, se esconde la victoria sobre la tentación sexual. Las distintas fuentes con particulares variantes retratan los terribles martirios a que San Jorge es sometido hasta que finalmente es decapitado. Aquí nuevamente hay paralelismos: Margarita de Antioquía, también fue decapitada y recordemos también la decapitación de Juan Bautista y el famoso decapitado de Chichén Itzá y los códices mayas.

La captura del vellocino de oro y el dragón íntimo en la leyenda

La Gnosis eterna y universal, con la poderosa herramienta de la religión comparada, la simbología universal y la revelación por intuición, nos ayuda a develar todo el simbolismo escondido detrás de la victoria de san Jorge y otros héroes, como Sigfrido y el dragón en las leyendas alemanas o de Jasón (Iason -IAO) y sus argonautas, míticos héroes griegos entre quienes estaba Teseo, Orfeo y el mismísimo Hércules, quienes viajaron en el navío Argos para la conquista del vellocino de oro custodiado por el dragón de la isla Cólquida (IAO) y heroínas o mujeres heroicas, como Magdalena, Marta o Margarita; sobre el dragón. Las aguas hediondas, el lago infestado, el cordero, la lanza y la rosa, de la cual mucho nos explica el maestro Huiracocha en su obra Rosa esotérica y de Samael Aun Weor en su obra Tratado de Medicina Oculta.

En el mito de Jasón y los argonautas, Jasón preguntó al rey Aetes si le daba permiso para llevarse el Vellocino de Oro. La única condición que éste le impuso fue que debía poner bajo un yugo, para que arasen, a dos bueyes que echaban fuego por la boca. Después debería hacer un surco en la tierra para sembrar dientes de dragón y poner a sus pies a los hombres que naciesen de esas semillas infernales. Aetes pensó que se trataba de una tarea imposible, sin tener en cuenta que su hija Medea, una adivinadora de gran talento, se enamoraría perdidamente del héroe y le daría un ungüento mágico que le inmunizaba frente a las llamaradas que emanaban de la boca de los bueyes, además de aconsejarle lanzar una piedra a los guerreros que brotasen de la tierra antes de empezar a luchar contra ellos. Todo salió según los planes de Medea y Jasón pudo llevarse el Vellocino de Oro del bosque sagrado. Derrotar al dragón que vigilaba el bosque no fue un problema, gracias a que Medea le había dado a Jasón unas hierbas mágicas que hicieron que el monstruo quedase dormido casi de inmediato.

El cine y la televisión han nutrido sus propuestas con diversas películas de inspiración mitológica. Así en producciones como Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Juego de tronos, Draco, El Hobbit, la zaga de Harry Potter, La historia interminable o sin fin y muchos más. En relación con el dragón en sí mismo en todas las leyendas los héroes y heroínas que luchan contra él, tienen que vencerlo, domarlo o eliminarlo. Nos hablan de las bestias íntimas que llevamos ocultas en el inconsciente, en nuestro subconsciente, en la sombra de nuestra psiquis; nuestros defectos de carácter, debilidades humanas, miedos, sufrimientos, ansiedades, emociones negativas; entre otros.

Los eones y el Pleroma

En el Diccionario de la Real Academia Española, el DRAE, se encuentran varias acepciones para el concepto de los eones. Transcribiremos la que nos ocupa en este tema: En los estudios gnósticos, cada una de las inteligencias eternas o entidades divinas de uno u otro sexo, emanadas de la divinidad suprema. El término aeón, no está registrado en el diccionario de la Real Academia Española, por lo que nos abstenemos de utilizarlo en nuestra exposición, más que para remitirlo al término usual en habla hispana. Así leemos que: Aeon es una palabra griega αἰών ( aión ) y eso significa lo que es para siempre , o incluso un largo período de tiempo e incluso para designar eternidad . De la lengua griega se puede traducir al portugués como “fuerza vital”, “tiempo de vida”, “eterno” o incluso “generación”. Aeon también se conoce como “éon”, “eão” y “eon”.

En varios diccionarios y otras fuentes, se hallarán referencias a los eones, como la siguiente: Cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colman el intervalo entre la materia y el espíritu, poniéndolos en relación. En Wikipedia, la definición amplía la del DRAE. Allí se lee que un eón es cada una de las inteligencias eternas o entes divinos, de un sexo u otro, que en conjunto integran la plenitud de la divinidad suprema, de la cual emanan.

La Gnosis eterna y universal enseña que los eones, están dispuestos en una jerarquía descendente que llega hasta la materia. Los eones son emanaciones de lo Divinal incognoscible e inmanifestado. Así, en el tomo V de la Enciclopedia práctica Jackson, se lee: “Dios produce por emanación una serie de seres intermedios, llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación.

Los eones son entidades notables dentro de la Cosmovisión gnóstica. Los eones son entidades divinas, que normalmente están en pares, o tamaños, y que existen en el Pleroma, considerado “un espacio y una luz”. Los nombres de los dioses, deidades o seres divinales están relacionados con características espirituales, como Pistis (fe), Sophia o Protenoia (predicción), con conceptos importantes para el Gnosticismo universal, como anthopos (hombre) o espíritu. Desarrollado por el teólogo Valentín, el concepto eón, señala varios poderes espirituales que evolucionaron de la emanación progresiva del Ser Eterno. El término: eones, se refiere por un lado a los seres celestiales, los cosmocratores o elohim creadores; pero también a regiones celestiales, así como a las partes superiores del Ser. De esta manera, los eones, bien pueden ser siete, los siete cosmocratores, elohim de la Torá y el Tanaj hebreos o cabires, según la tradición semítica. Es decir, los siete genios o logos planetarios estudiados en la Gnosis contemporánea. Los Siete ángeles del Apocalipsis, que en nuestro caso, preferimos denominarlos como elohim, ya que están por encima de la jerarquía celestial de nueve gradaciones, subdivididas en tres triadas, según el Eneagrama: ángeles arcángeles y principados; potestades virtudes y dominaciones; tronos, querubines y serafines. Por aparte, los eones, también pueden ser trece, las doce regiones celestiales y Aelohim, la Divinidad inmanifestada; pero también pueden ser 30, 72 o 360.

José Montserrat Torrents, en su versión de “El Evangelio de Judas”, explica que: “Para designar de modo genérico a las entidades o personificaciones del Mundo Superior Espiritual, los gnósticos de todas las ramas adoptaron el término griego «eón» (aion). En este significado, y en los más usuales de «periodo de tiempo» y de «eternidad», los gnósticos no difieren de los escritos filosófico-religiosos de su tiempo. Entre los gnósticos, «eón» se contrapone al mundo inferior”. Explica además que este uso conceptual tiene su origen en un texto de Platón (Montserrat, 107)

Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, cita al maestro gnóstico Basílides, quien afirmó que: «Y, una vez que el Padre hubo dado toda la potestad, con el consentimiento del Pleroma, es enviado el ángel del Consejo (Jesús) y pasa a ser cabeza (Cristo) de todos los eones después del Padre.

En forma similar, en la versión de Fernando Kein, para “Los Evangelios Gnósticos” y publicada por Almuzara (España, 2008); encontramos en el apartado 17 del Evangelio de la Verdad, lo siguiente: “De esta manera el Logos del Padre surge en la Totalidad como el fruto de su corazón y la forma del rostro de su voluntad. Él (Yeshua) sostiene a la Totalidad, les expía y además asume la forma del rostro de cada uno, purificándolos, trayéndolos de vuelta hacia el Padre y la Madre. Yeshua de bondad infinita. El Padre descubre su seno, que es la Espíritu Santo, revelando su secreto. Su secreto es su Hijo, para que por la misericordia del Padre, los eones dejen de inquietarse buscándolo al Padre y se ubiquen dentro de Él, sabiendo que esto es el reposo”.

También en el numeral 22, se lee: “Entonces cuando la Gnosis se acercó aniquiló al Engaño con todas sus emanaciones El Engaño es vano, porque no tiene nada dentro. La Verdad apareció y todas sus emanaciones la conocieron. Abrazaron al Padre y se unieron con Él en un poder perfecto. Porque cada uno que ama a la Verdad, se pega a la boca del Padre por su lengua, recibiendo la Espíritu Santa. La Verdad es la boca del Padre, su lengua es la Espíritu Santa. Esta es la revelación del Padre y su automanifestación a sus eones. Él ha revelado su secreto, explicándolo todo”.

En la versión de National Geographic para el Evangelio de Judas, se encuentra el análisis de Bart D. Ehrman, titulado “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas. En dicho texto, se encuentra el siguiente fragmento relativo a los eones: “Algunos pensadores gnósticos explicaron este perverso mundo material desarrollando complicados mitos de la creación. Según esos mitos, la deidad suprema queda enteramente fuera del mundo, pues es espíritu absoluto sin cualidades ni aspectos materiales. Ese ser divino engendró una numerosa prole: los eones, que, como él eran entidades espirituales. Originalmente, ese reino divino habitado por Dios y sus eones era todo cuanto había. Pero sucedió una catástrofe cósmica, en la cual uno de aquellos eones de alguna manera cayó fuera del reino divino, y eso dio lugar a la creación de otras entidades divinas que, por lo tanto cobraron existencia fuera de la esfera divina. Esas divinidades menores crearon nuestro mundo material, hicieron el mundo como lugar donde retener las chispas de divinidad que habían capturado, a las que colocaron en cuerpos humanos. Algunos humanos, en otras palabras, tienen un elemento de la divinidad en su interior, en su núcleo esencial. Esas personas no tienen almas mortales, sino inmortales, encerradas temporalmente en este miserable y caprichoso reino material. Y esas almas necesitan escapar, volver al reino divino de donde vinieron”.

Barbelo

Entre los eones, se encuentra la morada de Barbelo, es decir, la eterna Madre Espacio o Mulaprakriti; tal como se lee en la nota 22 de la versión de National Geographic, para el Evangelio de Judas: “Admitir que Jesús viene del reino (o eón) inmortal de Barbelo es admitir, en términos séticos, que Jesús pertenece al divino reino celestial y es hijo de Dios”.

En la versión de Montserrat Torrents para dicho Evangelio, se lee: “Al día siguiente de estos sucesos, Jesús se [manifestó] a sus discípulos. Y ellos le dijeron: «Maestro ¿adónde fuiste y qué hiciste cuando nos dejaste?». Jesús les respondió: «Me encaminé a una grande y santa generación». Sus discípulos le dijeron: «Señor, ¿Cuál es la gran generación que nos sobrepasa y que es santa y que no está ahora en estos eones?». En las nota 31 de la versión de National Geographic, “Estos reinos o eones son los que aquí abajo son meras copias de los reinos o eones de arriba”. A continuación, en la versión de National Geographic, se lee: “En verdad [yo] os digo que nadie nacido [de] este eón verá esa [estirpe]…”. Más adelante se lee: “’[Sea] creado un eón luminoso’, y fue creado. Creó la segunda luminaria [para] reinar sobre ella, junto con cantidades innumerables de ángeles para que prestaran sus servicios. Así es como él creó el resto de los eones iluminados”. En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citada, se lee que «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra Madre en los cielos».

En la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “En la literatura clásica de la sabiduría gnóstica, este mundo exaltado es a menudo llamado el pleroma o plenitud de Dios, y los habitantes de este mundo son llamados eones o reinos eternos. El primero de los eones suele ser la divina madre. Para Simon el Mago, ella es Helena, o ennoia, el pensamiento de Dios. En el Libro secreto de Juan ella es Barbelo, o pronoia, el primer pensamiento o previsión de Dios”. Afirman también que: “A menudo, los eones se identifican como atributos espirituales de lo divino, reciben nombres y se unen como parejas, amantes espirituales en la plenitud de lo divino… En el El reino de luz maniqueo, el padre de la grandeza, está rodeado de 12 eones y 144 eones de eones”.   (Traducción libre).

Sophia

Otro de los eones, muy importante es la cosmovisión gnóstica, es Sofía , Sophia o Pistis Sophia, que aparece recurrentemente en los textos gnósticos. Así, en la Introducción a The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, explican que: “Entre los eones y manifestaciones de lo divino a menudo hay una figura que representa lo divino en este mundo, caído de la luz de arriba pero presente como La luz de Dios con nosotros y en nosotros. En muchos textos gnósticos esta es la figura llamada Sophia o sabiduría, como se mencionó anteriormente”. (Traducción libre)

En el análisis de Marvin Meyer, titulado: “Judas y la conexión gnóstica”, contenido en la versión de National Geographic, ya citado, se lee: “Según los textos séticos, la caída del estado de gracia al comienzo del tiempo fue un suceso divino de dimensiones cósmicas. En la Biblia, el Génesis narra la historia de Adán y Eva, que ceden a la voluntad de la serpiente y comen del árbol de la ciencia del bien y del mal contra la voluntad de Dios. Los textos séticos hablan de Sabiduría divina, personificada en Sofía, que comparte rasgos con Eva y cae en un error que podría tener graves consecuencias,. La parte que se ha salvado del Evangelio de Judas no incluye la historia de Sofía y de su caída. Hay sólo una referencia a Sofía en una parte fragmentada del texto donde, con pocas explicaciones, la llaman “corruptible Sofía”. Después de una laguna hay una referencia a “la mano que ha creado a la gente mortal”, que puede relacionar a Sofía con el dios que creo este mundo. En el libro secreto de Juan el relato de la caída de la Sabiduría es expuesto con más detalle:

Entonces Sofía, que es la Sabiduría del Discernimiento y que constituye un eón, concibió de una idea de sí misma, y con la idea del Espíritu invisible y de la Providencia. Quiso engendrar algo semejante a ella misma, sin el consentimiento del Espíritu, que no había dado su aprobación, sin su compañero y sin la consideración de éste. El compañero no dio su aquiescencia,. Ella no encontró a su compañero, y considero esta cuestión sin la aprobación del Espíritu y sin que su compañero lo supiera. A pesar de todo dio a luz. Y a causa del poder invencible que hay en ella, su pensamiento no fue huero. De su seno nació algo imperfecto y diferente de ella en su apariencia, porque lo había concebido sin su compañero. No se parecía a su madre, y era deforme. (II:9-10).

En la Carta de Pedro a Felipe, el que hace la revelación en el texto da otro detalle crucial de la caída de la Madre Sofía. En la versión de la carta del Códice Tchacos el que hace la revelación dice:

Para comenzar con [relativo a] la imperfección de los eones, su imperfección es la desobediencia. La Madre, dando muestra de escaso juicio, se manifestó sin el mandato del Gran Uno. Fue él quien quiso, desde el comienzo, crear eones. Pero cuando ella [habló], apareció el Soberbio Uno. Una parte del cuerpo de ella fue abandonada, y el Soberbio Uno la tomó, y fue así la imperfección. Esa, pues, es la imperfección de los eones (3-4).

A este respecto, Samael Aun Weor, en su obra “Pistis Sophia develada”, explica lo siguiente: “Pistis Sophia es una palabra compuesta. Pistis Sophia significa: Poder-Sabiduría. Pistis significa Poder. Sophia quiere decir Sabiduría. Incuestionablemente, el Poder está en el Fohat, es decir, en el Fuego. La auténtica Sabiduría se convierte en Fuego. Existe el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la Signatura Astral del Fuego. Obviamente, Cristo-Sabiduría, es la signatura astral del Fuego. En el Decimotercero Aeón están los terribles Misterios de la Pistis Sophia. Obviamente, la Pistis Sophia surge de entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Ostensiblemente, la Pistis Sophia surge de entre el Absoluto Inmanifestado y queda depositada en el Aeón Trece. Necesitamos pasar por la Aniquilación budhista si es que queremos desposarnos con la Pistis Sophia. Los adoradores del querido Ego nunca hallarían a la Pistis Sophia”. (Sólo con la muerte adviene lo nuevo, si el germen no muere, la planta no nace. La Pistis Sophia se halla latente dentro de cada uno de nosotros, en nuestro Universo interior. Sólo la muerte del Ego nos permitirá desposarnos con Pistis Sophia para ascender al Aeón Trece. Incuestionablemente, uno de los tres triples poderes, Eros desviado, o Cupido desencaminado, ocasiona a la Pistis Sophia el peor daño.

En el capítulo XXX, de Pistis Sophia develada, se lee: “Cuando Jesús dijo esto a sus discípulos, sucedió que María se adelantó hacia él y le dijo: «Mi Señor, te he oído decir hace poco: «Pistis Sophia es en sí misma una de las cuatro y veinte emanaciones». ¿Cómo es entonces que no está en su región? Pues has dicho: «La encontré debajo del decimotercero Aeón»».

El Kalki Avatar, explica que Sophia o Pistis Sophia, es la la sabiduría divina, la misma diosa de la Sabiduría, Atenea o Minerva, así como la razón objetiva del Ser y la conciencia despierta. Explica que: “Pistis Sophia puede subir o bajar, ascender hasta el Aeón Trece o descender hasta el Tartarus. Pistis Sophia está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Los Regidores de los doce Aeones, que están dentro de nosotros mismos y que son partes auto-independientes de nuestro propio Ser, sufren y anhelan cuando Sophia se eleva hacia el Aeón Trece, la parte más elevada del Ser. En modo alguno se lograría la perfección de todas las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser sin los esplendores de Pistis Sophia. Explica además, el Avatar de la Era de Acuario, que: “Los poderes tenebrosos, que moran en los bajos fondos animales del hombre, quieren despojar a la Pistis Sophia de sus poderes, no le perdonan jamás el que ilumine los misterios que están en los niveles superiores del Ser”.

Los eones como regiones cósmicas

El concepto de eones como regiones cósmicas o cielos se refiere a los doce eones y en especial, al eón trece, que corresponde a la región más profunda del Espacio Abstracto Absoluto, el Ain. En el Nuevo Testamento, en la Biblia, constantemente se hace referencia al “reino de los cielos” (en plural, indicando que son varios). Pablo en la segunda de Corintios habla del tercer cielo, cuando dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Co 12:2). Dante Alighieri describe detalladamente nueve cielos y los mayas hablan de trece cielos. Los trece cielos de la cosmovisión maya, son los 13 eones o regiones celestiales.

Según Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, el conjunto de emanaciones divinas forma el Pleroma. El Pleroma es el mundo divino, la morada de la luz.

El mundo divinal, el ámbito glorioso del Pleroma, surgió directamente de la Luz negativa, de la existencia negativa. Finalmente, el Nous, Espíritu o Neuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la manifestación. Entre los límites extraordinarios del Ser y del no Ser de la filosofía se ha producido la multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma.

Los primeros nueve cielos se corresponden con cada uno de los planetas, según el orden del antiguo sistema de clasificación astronómica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cada uno de esos cielos es la morada de una categoría especial de seres divinos, según la clasificación angélica. El orden es el siguiente: ángeles, arcángeles y principados; constituyen la primera triada. Potestades, virtudes y dominaciones; corresponden a la segunda triada. Tronos, querubines y serafines a la última y más alta triada. El ascenso a cada uno de los doce cielos, se corresponde con los doce trabajos de Hércules. Los tres cielos que se encuentran en lo más alto, corresponden a las tres regiones del Ain Soph.

Los treinta eones pleromáticos

Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: “Antropología Gnóstica de su obra: “La Doctrina secreta de Anáhuac, que: “El mito gnóstico de Valentín, que en forma específica nos muestra a los treinta eones pleromáticos surgiendo misteriosos de entre el Espacio abstracto absoluto por emanaciones sucesivas y ordenadas en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un mito monista que en forma más o menos manifiesta se encuentra presente en todo sistema gnóstico definido”. En Pistis Sophia develada, explica además el maestro que los eones emanan resplandecientes del Pro-Padre. El Avatar de Acuario, también explica que los treinta eones surgen en la aurora de la creación y son los cosmocratores o elohim creadores.

En The Gnostic Bible, Marvin Meyer y Willis Barnstone, hacen un análisis de la literatura Valentiniana y explican que: “De la profundidad emana el pleroma de la divinidad, organizado como (al menos) quince pares de seres, o parejas, para un total de (al menos) treinta reinos eternos (eones) Todos están suspendidos, todos se mantienen en la plenitud de lo divino”.

Zeferino González, en su Historia de la Filosofía, refiriéndose al Gnosticismo panteísta, afirma que “El representante principal del gnosticismo panteísta es, a no dudarlo, Valentín o Valentino, que vivía y dogmatizaba en Alejandría por los años 140 de nuestra era; que pasó después a Roma, y que falleció en la isla de Chipre en el año de 160. Reuniendo, desarrollando y sistematizando las corrientes panteístas parciales que hasta entonces se habían manifestado en el seno del gnosticismo durante la primera época de su fermentación, formuló este gnóstico alejandrino un sistema más acabado y completo … He aquí sus rasgos principales:

1º Desde la eternidad y antes que todas las demás cosas, y como principio de todas ellas, existía el Abismo, al cual acompañaba el Silencio. Al cabo de infinidad de siglos, el Abismo concibió la idea de manifestarse, y habiendo depositado esta idea en su compañero el Silencio, nacieron de ella simultáneamente la Inteligencia y la Verdad, las cuales, en unión con los dos primeros, constituyen los cuatro Eones primitivos, las cuatro manifestaciones primordiales de la Divinidad o del Ser. Esta tetrada primitiva pasó después a ser ogdoada, porque la inteligencia y la verdad producen la Palabra y la Vida, y éstas a su vez producen al Hombre y la Iglesia. Esta ogdoada primordial da origen a otros veintidós Eones, diez de los cuales emanan de la Palabra y la Vida, y los doce restantes del Hombre y la [458] Iglesia. La emanación de unos y otros se verifica por Syzigias o parejas, y todos reciben denominaciones más o menos extrañas y obscuras. Los doce pares de Eones que emanan del Hombre y la Iglesia son Parakletos (el paracleto o consolador), y Pistis (la fe); Patriklos (la paternidad, lo que pertenece al padre), y Elpis (la esperanza); Metriklos (lo que dice relación a la madre, la maternidad), y Agape (la caridad); Aeinous (lo que siempre entiende o es inteligente), y Synesis (la prudencia); Eclesiastikios (el eclesiástico), y Makariotes (la dicha); Thélétos (el volente o voluntad), y Sophia (la sabiduría).

Fácil es reconocer que esta colección de Eones, siendo como es politeísta, o, mejor dicho, mitológica en cuanto a su forma, es esencialmente panteísta en su fondo y en su contenido real, en atención a que todos esos Eones son fases y emanaciones descendentes del Ser, el cual, inactivo y silencioso antes, sale de su reposo y silencio para manifestarse y desarrollarse en Inteligencia y Verdad, en Palabra y Vida, en Humanidad e Iglesia o Cristianismo. Lo mismo puede aplicarse a los demás Eones inferiores, emanaciones mediatas del Ser, e inmediatas de la ogdoada. A través de la diversidad de nombres y del proceso por parejas, lo cual puede considerarse como una reminiscencia y reproducción de los dioses masculinos y femeninos del politeísmo, descúbrese con toda claridad el pensamiento panteísta, pensamiento que aparece más indudable y evidente cuando se tiene en cuenta que, según el gnóstico alejandrino, estos treinta Eones constituyen el Pleroma, como si dijéramos, la totalidad, la plenitud del Ser primitivo y absoluto. [459]

Estos 30 eones se ven como una escalera de 30 peldaños que se extiende desde la tierra hasta los cielos. El peldaño superior de esta escalera cósmica es el Primer Eón, la fuente de todo, Dios, mientras que el peldaño inferior es el Trigésimo Eón, el mundo material. En cada peldaño había un guardián angelical cuyo nombre y naturaleza tenían que ser conocidos para poder avanzar al siguiente peldaño de la escalera eónica. El segundo modelo eónico era una serie de 30 círculos concéntricos, donde cada círculo era un peldaño de la escalera cósmica. En última instancia, esta división gnóstica de 30 categorías se convirtió en la base del sistema mágico enoquiano del mago isabelino John Dee.

2º El Eon femenino Sophia, último de los treinta cuyo conjunto forma y representa el mundo inteligible o superior, habiendo concebido un deseo violento de comprender al Padre (al Ser primitivo o divino), produjo en el Pleroma una perturbación y desequilibrio, perturbación y desequilibrio que cesaron cuando el Hijo único del Padre (la inteligencia, el segundo Eón del Pleroma) produjo una nueva pareja de Eones, a saber, el Cristo y el Espíritu Santo, destinados a restablecer el equilibrio y la paz entre los Eones del mundo superior.

Sin embargo, a causa de su desordenado deseo de unirse con el Abismo y de comprender su ser, la Sophia fue desterrada del Pleroma y precipitada en el caos, transformándose en Sophia Achamoth, o sabiduría de orden inferior, y dando origen con sus pasiones, crisis y agitaciones, al mundo material y visible, el cual es, por consiguiente, una degeneración del inteligible o superior, y debe su origen inmediato a la pasión, al movimiento desordenado y malo de uno de los Eones que constituyen el Pleroma. La materia y el Demiurgo son las producciones primeras de la Sophia inferior, la cual, por medio del Demiurgo, que es como el alma universal y el principio activo del mundo, produce todos los seres mundanos, y entre ellos el hombre, el cual recibe su cuerpo de la materia, su alma del Demiurgo y la parte espiritual de la Sophia inferior, la cual recibió este poder del Espíritu Santo enviado por Cristo.

Respecto de los treinta eones pleromáticos, Rafael Vargas, en su obra: El maestro gnóstico Valentín y los valentinianos”, explica que: “Así como es importante la visión que tenían los gnóstico valentinianos al respecto del Misterio de la Santísima Trinidad, no es menos su interés el de los treinta Aeones pleromáticos y las causas de su caída en la materialidad”. Vargas se apoya en Samael Aun Weor y continúa aclarando que: “En el capítulo X: ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA, de La Doctrina Secreta de Anawak del V.M. Samael Aun Weor, que nos servirá de marco y guía en el presente capítulo, leemos: «El racionalismo especulativo, en vez de enriquecer al lenguaje gnóstico, lo empobrece lamentablemente ya que los relatos gnósticos, escritos o alegorizados en cualquier forma artística, se orientan siempre hacia el Ser». No se podra evitar, por lo tanto, que cada uno, cada cual, de su propia interpretación a cuestiones que son misterios indecibles, inefables y supracelestes”. Luego cita a Valentín:

El Dios trascendente

«Al principio, el que es paternidad subsistente contenía en sí todas las cosas, que se hallaban en él en ignorancia. Algunos le llaman “Eón inmarcesible”, siempre joven, andrógino, que todo lo contiene y no es contenido. Al Pensamiento que estaba en él unos los llaman Pensamiento, otros Gracia, propiamente, porque suministra los tesoros de la Grandeza a los que provienen de Ella; pero los que hablan verdad la llaman Silencio, porque la Grandeza lo ha acabado todo a través de la reflexión sin palabra».

Al respecto, Vargas explica que: “Al Pensamiento que está en ese Eón inmarcesible le llaman Pensamiento, Gracia o Silencio, reflexión sin palabras, es decir «Gnosis», y el Gnosticismo universal nos lo ha enseñado con diversidad de nombres. «La palabra Gnosis, no es sino la castellanización de la palabra latina «Jina», su verdadera escritura deriva del Parsi y del Arabe, originalmente no era Jina, sino DJIN o DJINN, y así la vemos empleada por muchos autores: JAN, CHHAN, o KAN, DAN, DZAN, D’JAN, JAIN, JIAN, IOAN, CHOAN, todas equivalentes de JANA, YANA, GNANA, GNOSIS, conocimiento».

 Y vuelve a apoyarse en Samael Aun Weor, en la obra “La doctrina secreta de Anáhuac”: “«Ostensiblemente, tanto en esencia como en accidente, Gnosis y Gracia son identificables fenomenológicamente. Sin la Gracia divina, sin el auxilio extraordinario del Hálito sagrado, la Auto-Gnósis, la autorealización íntima del Ser, resultaría algo mas que imposible. Autosalvarse es lo indicado y esto exige plena identificación del que salva y de lo que es salvado. Lo Divino, que habita en el fondo del alma, la auténtica y legítima facultad cognoscente, aniquila al Ego y absorbe en su paropsia a la Esencia y, en total iluminación, la salva. Este es el tema del Salvator Salvandus.»

A continuación, Vargas cita nuevamente a Valentín, en el desglose de la emanación pleromática de los treinta eones:

La primera Tétrada

«Al principio, pues, el Pensamiento incorruptible, queriendo romper las eternas cadenas, ablandó la Grandeza introduciéndola al deseo de su reposo. Y se unió con él y produjo al padre de la verdad, al que los perfectos han llamado Hombre con toda propiedad, porque era el antitipo del ingénito preexistente».

 Y continúa con su explicación y apoyándose en el Avatara de Acuario: “El deseo de grandeza, anhelar ser algo, origino el descalabro, la primera manifestación, de aquello que no tiene manifestación, y produjo “al Hombre Ingénito” preexistente (Padre) o átomo Ain Soph, una primera diferenciación no manifestada fuera del Absoluto, Aelohim, Adibuda, Agnosthos Theos, Aquello de donde surge más tarde nuestro Ser particular, es decir Elohim, Buda o el Dios gnóstico. Entonces, del Eón Inmarcesible (Abismo) y su Deseo de su Grandeza, nace el Padre del Padre, y surge una Díada”.

«El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina Sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma. El deseo, la fornicación, el querer resaltar como Ego, origina el descalabro y el desorden, produce una obra adulterada que incuestionablemente queda fuera del ámbito divinal aunque en ella queda atrapada la Esencia, el Budhatta, el material psíquico de la humana criatura. El impulso hacia la unidad de la vida libre en su movimiento puede desviarse hacia el Yo, y en la separación, fraguar todo un mundo de amarguras. La caída del hombre degenerado es el fundamento de la Teología de todas las naciones antiguas. Según Filolao, el pitagórico (sigloV antes de J.C.), los filósofos antiguos decían que el material psíquico, la Esencia, estaba enterrada entre el Yo como en una tumba, como castigo por algún pecado. Platón testimonia también así, que tal era la doctrina de los órficos y que el mismo la profesaba. El deseo desmedido, el trastocamiento del régimen de la emanación, conduce al fracaso. El querer distinguirse como Ego origina siempre el desorden y la caída de cualquier rebelión angélica». (SAW. La doctrina secreta de Anáhuac).

«Se necesita perfección absoluta, para no desprenderse jamás del seno de la Infinitud que todo lo sustenta». «Cualquier anhelo -por insignificante que sea- de vida separada, de ser alguien, es suficiente como para desprenderse de Aelohim y caer en el Reino del Demiurgo Creador…».(SAW. Pistis Sophía develada).

«La desviación del Demiurgo Creador, la antítesis, lo fatal, es la inclinación hacia el egoísmo, el origen real de tantas amarguras. Indubitablemente, la Conciencia egoica se identifica con Yahvé, el cual, según Saturnino de Antioquía, es un Ángel caído, el genio del mal. La Esencia, la Conciencia embotellada entre el Ego, se procesa dolorosamente en el tiempo en virtud de su propio condicionamiento. La situación, por cierto no muy agradable, repetida incesanmente en los relatos gnósticos del Pneuma, sometido cruelmente a las potencias de la Ley, al mundo y al abismo, resulta demasiado manifiesta como para insistir aquí sobre ella». (La doctrina secreta de Anáhuac).

«Si esas “Mónadas Primordiales” no anhelaran ser algo, o alguien, el desequilibrio de las tres Gunas (Sattwa, Rayas y Tamas) no sería factible. Para que las tres Gunas se desequilibren, tiene que existir una causa ingénita, un principio motos ignoto, profundo. Yo encuentro, tal causa causorum, entre los átomos o “Chispas Virginales” que reposan entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común. Tiene que haber alguna forma de imperfección (incomprensible para el análisis meramente intelectivo), que viene, naturalmente, a convertirse en esa ingénita causa, que a su vez hace que las “mónadas”, sumergidas entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común, anhelan ser algo, o alguien. Si esas Mónadas gozaran de absoluta perfección, no desearían ser algo, o alguien, entonces el desequilibrio de las tres Gunas tampoco sería factible». (SAW. El Universo y los tres Gunas).

A continuación otra cita del texto de Valentín

Abismo, Silencio, Padre, Y Verdad.

«Despúes de ésto, Silencio indujo una unidad natural de luz, y junto con el Hombre (Padre) 

—su conyugio (pareja) consistía en el querer— produjo la Verdad. Los perfectos la llaman con toda razón Verdad, porque era verdaderamente semejante a su madre Silencio, la cual quería que las luces quedaran divididas por igual entre el varón y la hembra, para que, a través de ellos, también la*** que poseían se manisfetara a los que procedían de ellos y estaban divididos en luces sensibles».

 Los setenta y dos y trescientos sesenta eones

En la versión de National Geographic de “El Evangelio de Judas”, se lee: “Los doce eones de las doce luminarias constituyen su padre, con seis cielos por cada eón, de manera que hay setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias, y por cada [50] [de ellos cinco] firmamentos, [para un total de] trescientos sesenta [firmamentos …]. Se les dio autoridad y una [gran] hueste de [innumerables] ángeles, para gloria y adoración, [y tras eso también] espíritus vírgenes, para gloria y [adoración] de todos los eones y los cielos y sus firmamentos”. En la nota 106 de dicha versión del Evangelio de Judas, se lee: “Estos eones y luminarias, los poderes espirituales del universo, representan aspectos del mundo, especialmente el tiempo y las unidades de tiempo. Cabe comparar los doce eones con los meses del año y los signos del zodíaco”.

En el análisis citado: “Judas y la conexión gnóstica” Meyer, establece paralelismos con otro texto gnóstico: “Eugnostos el bienaventurado” y cita lo siguiente: “El autor de Eugnostos el Bienaventurado describe la creación de eones y otras potencias en dos importantes pasajes: Las doce potencias de las que he hablado se emparejaron entre sí y engendraron <seis> machos y <seis> hembras, y fueron en total 72 potencias. Cada una de las 72 dio existencia a cinco potencias espirituales, y el número de potencias llegó a 360. Y están unidas en el deseo. De esta manera la Humanidad inmortal llegó a simbolizar nuestro reino. El primero en concebir, el hijo de la Humanidad inmortal, hadce de símbolo del tiempo. El [salvador] simboliza [el año]. Las doce potencias son símbolos de los doce meses. Las 360 potencias nacidas del salvador representan los 360 días del año. Y los ángeles nacidos de ellas y que son innumerables representan las horas y minutos. (Códice III:83-84, Nag Hammadi)”.

Curso de magia rúnica

Durante tres semanas del mes de noviembre de 2018, el Misionero gnóstico internacional William CortezWhatsApp Image 2018-11-22 at 11.40.40 PM, facilitó, a la luz de la Gnosis, el curso de Magia rúnica en dos sedes alternas de Gnosis Guatemala: los días lunes y jueves, propició aprendizajes en el Centro de cultura holística «Argos”; asimismo, los días martes y viernes, medio sus conocimientos en el tema en el espacio de cultura alternativa «El Portal».

El misionero Cortez, inició los estudios gnósticos en la ciudad de San Miguel, El Salvador. Se formó como misionero gnóstico en Guadalajara, México donde tuvo oportunidad de recibir enseñanzas directas del Kalki Avatar, así como de la maestra Litelantes. Desde entonces, en su labor misional, ha aportado sus saberes y comprensión a múltiples estudiantes en interesados en saber Qué es Gnosis, en Monterrey, México, así como en  diferentes escuelas gnósticas en Guatemala, en especial, en el Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco y la entonces, AGEACAC, donde entre otras labores, fungió como Abad, de su Monasterio. Ha realizado misión en Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil, Colombia y en El Salvador.

Durante los días de realización del curso de Magia rúnica, se aprendió acerca de las grafías del proto-Futhark o Futhark iniciático, de 18 caracteres, así como del Futhark, antiguo de 24 letras, runas o símbolos rúnicos usados antiguamente en Europa, en especial por los nórdicos (pueblos germánicos y escandinavos); pero también por otros pueblos de América, en particular, los mayas del sureste de México, Honduras y Guatemala; así como por pueblos de Asía y África.WhatsApp Image 2018-11-24 at 11.33.42 AM (1)

Se aprendió sobre el significado y simbolismo de cada runa, su gimnasia esotérica, asociada a oraciones y mantras, posturas sagradas, aprovechamiento de energías cósmicas e internas; tal como se enseña en las escuelas gnósticas, asimismo enseñó a realizar la danza de las runas y realizó talleres prácticos con los asistentes. Trasladó sus saberes acerca de los talismanes rúnicos y, en el campo de la ciencia de las predicciones y el Arte ciencia de los oráculos, explicó el método de predicción nórdico, el oráculo vikingo u oráculo rúnico, Runascon principios similares a las cartas del tarot, la Cábala, las piedras del oráculo hebreo, conocidas como Urim y Tummin de las cuales hay abundante registo en el Antiguo Testamento, los goralot hebreos ampliamente expuestos en la Biblia, el tzité maya, el I Ching, chino, la interpretación de sueños; entre otros.WhatsApp Image 2018-11-18 at 9.00.59 PM

A lo largo del curso se hizo una excelente correlación holística entre la Gnosis eterna y universal, las enseñanzas de Samael Aun Weor, Huiracocha y otros autores especializados en la magia de las runas, así como con la cosmovisión de los pueblos nórdicos , sus libros sagrados y tradiciones, su relación con la Cosmovisión gnóstica y otras cosmovisiones. Derivado de los aprendizajes, se elaboraron y afinaron textos de estudio de cada una de las runas sagradas, mismos que serán publicados oportunamente en el presente blog. Conclusión: ¡Un potente y extraordinario curso!

Los goralot hebreos y la tradición de echar suertes

En publicaciones anteriores, nos hemos referido a diferentes métodos hebreos para predecir el futuro, para anticipar y prever acontecimientos del porvenir y que por su medio, elegir la mejor opción. En este blog, hemos dado ya una introducción general a los métodos de predicción en la entrada titulada El arte ciencia de los oráculos. Además, hemos realizado un estudio preliminar a  la ciencia hebrea de la Cábala. El arte ciencia de la Cábala se relaciona con el Tarot. Predice y explica acontecimientos y fenómenos asociados a números, letras, nombres y formas geométricas. Del segundo método de predicción, ya nos referimos también. Son las piedras Urim y Tummim las piedras del oráculo en la Biblia que usaron profetas, reyes y rabinos. En los estudios gnósticos, constituyen métodos de predicción de especial interés, junto a los utilizados por otros pueblos, como el Tzité de los mayas de Guatemala y el I Ching chino; entre otros.

Ya hemos explicado que los rabinos tienen tres tipos de libros complementarios entre sí. El primero es la Biblia o más bien dicho, el Antiguo Testamento: el Tanaj, que incluye la Torá o Pentateuco. Es decir, los primeros cinco libros de la Biblia: Bereshit o Génesis, Shemot o Éxodo, Vayikrá o Levítico, Bemidbar o Números y Devarim o Deuteronomio; así como Nevi’im o Los Profetas, que incluye los libros de los diferentes profetas, como Isaías, Jeremías, Ezequiel y los profetas menores; junto con los libros de Jueces y Reyes. También forma parte del Tanaj, los Ketuvim, es decir, Los Escritos, que incluyen Salmos, Proverbios, el libro de Job, el Cantar de los Cantares, los libros de las mujeres de la Biblia, como Rut y Ester; entre otros. Otros dos libros sagrados entre los hebres, pero poco conocidos, son el Talmud y el Zohar que contiene la Cábala y que a la vez, es el espíritu de la doctrina. Como bien dice la escritora, esoterista y cabalista británica Violet Mary Firth Evans (1890-1946), más conocida como Dion Fortune, en su magnífica obra: “La Cábala mística”: “Esta antigua tradición mística de Los hebreos poseía tres escrituras: los Libros de la Ley y Los Profetas, que se conocen como el Antiguo Testamento; el Talmud, o colección de comentarios eruditos sobre aquél y la Cábala, o interpretación mística del mismo. De estos tres libros, Los antiguos rabís decían que el primero era el cuerpo de la tradición, el segundo su alma racional y el tercero su espíritu inmortal. Las personas ignorantes pueden leer con provecho el primero y Los eruditos pueden estudiar el segundo, pero Los sabios son Los que meditan sobre el tercero. Es realmente muy extraño que el Cristianismo no haya buscado las claves del Antiguo Testamento en la Cábala”.

Nosotros diremos que es lamentable que el Cristianismo haya olvidado la Cábala y el Tarot, y en consecuencia, no haya reencontrado los antiguos métodos de predicción de los hebreos, entre ellos, el derivado del uso consciente de las piedras sagradas de Urim y Tummim o el método de “echar suertes” al que nos referiremos a continuación; a pesar que fue el utilizado por los apóstoles para decidir quien sustituiría a Judas Iscariote o Judas de Cariot, entre los dos candidatos: José, llamado Barsabás, quien tenía por sobrenombre Justo y a Matías. «Y orando dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cual de estos dos has escogido». (Hch 1:24)  “Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”. (Hch 1:26)

En esta ocasión, dedicaremos este espacio al Goral o Goralot (Goralót), un antiguo sistema que en sus formas degeneradas y burdas; así como mal traducido del Antiguo Testamento, se asocia con lotería y “echar suertes”. La sagrada tradición del goral o goralot, se usaba para para tomar una decisión o elección, por mandato de Jehová en relación con un sino, destino o karma futuro y ante la imposibilidad de poder discernir mediante la razón, cuál sería la decisión correcta en caso de una gran encrucijada, controversia o indecisión. Por eso se lee en Proverbios: “La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos”. (Pr 18:18)  Goral, en singular, goralot (goralót), en plural.

En varios pasajes del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana o del Tanaj, según el Judaísmo, se hace referencia al goral o goralot. Así en Levítico 16, se hace una descripción del famoso ritual hebreo relacionado con el sacrificio del macho cabrío y que en la tradición popular da origen al famoso dicho del “chivo expiatorio” que se enviaba al desierto, durante el sagrado día de la Expiación, el día de Quippúr, más conocido como Iom Quippúr (Iom Kipur o Yom Kipur), en la tradición hebrea y que se relaciona también con El misterio del Bafometo. Corresponde a uno de los días relacionados con el Año Nuevo Judío y a los “diez días terribles”, dedicados al arrepentimiento. Es el día más santo y solemne del calendario judío. Es un día de ayuno y espiritualidad, abstinencia y de reposo total, en el que ni siquiera se permite el aseo corporal; por lo que no es laborable y no se debe ingerir bocado alguno, ni se bebe ninguna clase de líquidos. Todo el día está dedicado a prepararse para recibir el perdón de HaShem (Dios). Durante toda la ceremonia el Sumo Sacerdote debe conservar su pureza desde siete días antes del sagrado día.

Es la conmemoración del perdón, y del arrepentimiento del corazón. Es el día en el que con base en mucha reflexión y oración, se busca la total misericordia divina, así como la reconciliación con el Creador y el perdón por los errores cometidos. Es el tiempo en el que mediante la profunda introspección y meditación se debe adquirir un compromiso serio para realizar cambios de conducta. Para el día de Kippúr, los judíos acostumbran vestir ropa blanca y limpia llamado kitel, similar a la mortaja que se coloca a los fallecidos antes de la sepultura. Resulta oportuno reflexionar en que es una ceremonia de descargo, similar en alguna medida a la confesión cristiana y al pratimokcha budista y está asociada con el trabajo en la muerte mística.

Pero en esta ocasión, nos interesa analizar no tanto el Día de la Expiación, sino un aspecto casi ignorado de dicho ritual. La ceremonia del goral o de echar suertes. Veamos lo que dice la Biblia: “Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. (Lv 16: 6-10). Este mismo pasaje, en la Vayikrá (versión judía de Levítico, en la Torá o Toráh), sigue más o menos la misma historia con, al menos, un cambio significativo y es que cambia el nombre de Jehová por Adonai.

En los Haftarot del libro de Levítico (Vayikrá) con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery, publicado por Editorial Sinai de Tel Aviv, se explica que: “En cuanto a las suertes “goralót”, eso se hacía para distinguir claramente entre los grupos por quienes se haría la expiación, a saber: los cohaním y el pueblo de Israel”. (Vayikrá, 130)

En Números, cuando Jehová da la orden para repartir la tierra, se lee: “Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán. Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño”. (Nm 26: 55-56) En los Haftarot del libro de Números (Bemidbar) se explica el procedimiento para el reparto: “Pues antes de repartir toda la tierra en cincuenta y siete partidos –acorde al número de los jefes de familia- había que repartir en doce zonas o provincias, acorde al número de tribus. Se procedía de la siguiente manera: se inscribían los nombres de las doce provincias o zonas en doce tablillas que se depositaban en una segunda urna. El encargado, después de mezclar las tablillas de cada urna, sacaba con una mano una tablilla correspondiente al nombre de la tribu, y con la otra, una correspondiente al partido que le sería asignado”. (Bemidbar, 215). En forma similar en la definición de límites y repartición de Canaán, se lee: “Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis”. En el Haftarot del libro de Números (Bemidbar)el comentarista Abarbanel, explica lo siguiente: “Mi opinión es que el “goral” –suerte- indicaba en qué región del país se asentaría cada tribu…”. Esa ordena se sigue ya en tiempos de Josué para la repartición de la tierra: “solamente repartirás tú por suerte el país a los israelitas por heredad, como te he mandado”. (Jos 13:6). “Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés”. (Jos 14:2). “Y yo os echaré suertes aquí delante de Jehová nuestro Dios”. (Jos 18:6).

En el estudio que se hizo del Urim Tumim se hace mención a la petición del rey Saúl en la que no fue favorecido con la suerte (1 S 14:41-42). En forma similar, se lee en el libro de Jonás, cuando él no quiere obedecer a Jehová que vaya a predicar a Nínive para que se arrepienta de sus pecados, se sube a una barca que ya en el viaje está a punto de hundirse. “Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás”. (Jon 1:7).

En el Salmo 22, el Salmo profético de la Pasión del Señor, donde está escrito el papel a representar por los diferentes personajes del Drama Cósmico en los acontecimientos finales de Semana Santa en Viernes Santo. Así se lee: “Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes” (Sal 22:18), tal como se narra en los cuatro Evangelios canónicos. “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”. (Mt 27:35)

Diversos cabalistas afirman que la ceremonia del goral o goralot, ha sido mal interpretada como lotería o un simple acto de “echar suertes” de una manera mundana o vulgar; como también derivado del acto de echar suertes a las ropas del Señor, se percibe como una práctica perversa e indigna; cuando en realidad, se refiere a la búsqueda del sino, destino o karma. Se busca de esta manera, la intervención divina, cuando no es posible una respuesta racional, donde la mente no puede discernir entre el bien y el mal. En tal sentido lanzar el goral implica una respuesta más allá de la razón, lo que nos lleva a las formas más elevadas del conocimiento: la imaginación, la inspiración y la intuición. La imaginación es la capacidad de ver el ultra de las cosas, lo invisible, los mundos internos. Es la maravillosa facultad de la clarividencia. La inspiración es la capacidad de sentir con la emoción superior las verdades ocultas. La intuición es la capacidad de captar el hondo contenido de la verdad encerrada en un fenómeno. Es la Gnosis Kardias de los místicos del Cristianismo primitivo, la voz del corazón, la voz del Padre interior, del Dios interior, el Ser, Atman o Chesed.

La palabra Goralot, nos recuerda también a Lot, el sobrino de Abraham, de quien se habla en los capítulos 11 al 14 del Génesis, así como en la historia de Sodoma y Gomorra narrada en el capítulo 19. Los filólogos afirman que Lot, etimológicamente, Lot tiene los siguientes significados: el de rostro cubierto, sobre, cubierta y en consecuencia: envuelto, oculto, cubierto, velado, escondido, de color oscuro. Otros dicen que significa piedra o piedrecita. La piedra oculta. De allí, el significado de Goralot que se da a las piedras, piedrecitas, guijarros o trozos de madera que, en la antigüedad, diferentes pueblos semitas, entre ellos, caldeos e israelitas echaban en una vasija. En las piedras habían escrito previamente un asunto a decidir, el nombre de una persona a elegir o cualquier consulta específica. Las piedras las revolvían en la vasija en movimiento y luego sacaban una de ellas, conforme la decisión a tomar. Previo a la “echada de suertes”, “lots” o “goralot”; pedían a Dios su dirección para elegir la piedra correcta. De allí, vendrá la palabra lote, como sinónimo de  la parte procedente de la división de algo que se ha de distribuir entre varias personas, ya sea dinero, objetos , una parcela procedente de la división de un terreno y la palabra lotería, un sorteo tradicional, así como aquellos asuntos cuyo resultado depende de la suerte. Sin embargo, en términos sagrados, Lots o goralot significa heredad, parte, porción que se obtiene por voluntad divina, Dharma o buen karma. Así, en en Proverbios, se lee: “La suerte se echa en el regazo; más de Jehová es la decisión de ella”. (Pr 16:33).

En Crónicas, se narra la distribución de las funciones sacerdotales que tendrían los descendientes de Aaron. “Los repartieron, pues, por suerte los unos con los otros”. (1 Cr 24:5). “La primera suerte tocó a Joiarib, y la segunda a Jedaías, la tercera a Harim, la cuarta a Seorim, la quinta a Malquías, la quinta a Mijamín…(1 Cr 24:7-17). “Estos también echaron suertes, como sus hermanos los hijos de Aarón, delante del rey David, y de Sadoc y de Ahimelec, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas; el principal de los padres igualmente que el menor de sus hermanos”. Es notorio que el acto de “echar suertes”, no era, en ningún sentido, un pasatiempo, un acto trivial, un deporte, un entretenimiento, una lotería en el sentido profano actual o un juego de azar; ni implicaba apuestas para obtener ganancias o pérdidas, ni perseguía el enriquecimiento de alguien; sino una ceremonia a la que se le daba el debido respeto. Similar condición se observa en la distribución que hicieran el rey David y los jefes de su ejército en la elección de músicos y cantores “para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos”, como se narra en el capítulo 25 del libro primero de Crónicas. “Y echaron suertes para servir por turnos, entrando el pequeño con el grande, lo mismo el maestro que el discípulo”. (1 Cr 25:8). En otro pasaje del citado libro de Crónicas; se narra el uso del mismo procedimiento para la distribución de porteros: “Echaron suertes, el pequeño con el grande, según sus casas paternas, para cada puerta”. (1 Cr 26:13)

En Nehemías, también se narra el uso del método del goralot para el servicio de leña en el templo. “Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley”. (Ne 10:34); como también para decidir quién viviría en Jerusalén: “Habitaron los jefes del pueblo en Jerusalén; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de cada diez para que morase en Jerusalén, ciudad santa, y las otras nueve partes en las otras ciudades”. (Ne 11:1)

En forma similar, hay un hermoso, significativo y profundamente simbólico pasaje narrado en el primer libro de Samuel, relativo al rey Saúl y de su heroico hijo Jonatán; en la guerra contra los filisteos. Saúl ha advertido a su pueblo que no deben comer nada, sino hasta caer la noche y haber vencido a sus enemigos. (1 S 14:24) Sin embargo, Jonatán había tomado la iniciativa y se había lanzado al combate mucho antes de que se diese tal orden (1 S 14:1-15), por lo que la desconocía y cuando todo el pueblo llegó a un bosque  “Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos” (1 S 14:27) Luego viene la victoria sobre los filisteos y el pueblo hebreo come carne con sangre (1 S 14:32), por lo que ha transgredido la ley de Moisés. Ante tal situación, “dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre”. (1 S 14:41). Luego, por mediación del pueblo, Jonatán salió libre (1 S 14:45) No podemos dejar de hacer un breve análisis del simbolismo oculto tras estos relatos. Es claro que el pueblo de Israel, es el pueblo que sigue los misterios de Isis y Ra, los misterios de Él, el Ser, el Padre. Los filisteos, a los que hay que vencer y aniquilar, representan a nuestro querido Ego, a los elementos indeseables de conducta que en nuestro interior cargamos, nuestros defectos de carácter, viva personificación de nuestros errores. La vara de Jonatán, es la vara de los profetas, de Mosiés y de Aarón, el báculo de poder, la varita mágica que representa la columna vertebral donde se encuentran ocultos los poderes que divinizan. La miel ese maravilloso producto alquímico elaborado por las abejas, representa el soma, el Prana, el chi, el ens seminis, la energía creadora. La abeja, nos recuerda a Débora, la jueza y profetiza del Antiguo Testamento, mujer de Lapidot (que encierra en su nombre el sagrado IAO) y que recuerda la piedra, la lápida funeraria símbolo ineludible de la muerte del querido Ego, del sí mismo, del mí mismo; Débora, quien acostumbraba sentarse bajo una palmera, símbolo de la columna vertebral por donde sube la energía creadora. Débora, por quien los hijos de Israel subían a consultarle y a someterse a su juicio. El nombre de Débora significa “abeja” o “avispa”. Las abejas, esas pequeñas e incansables obreras, capaces de hacer grandes construcciones geométricas (la gran Obra). Para los antiguos egipcios, la abeja, simbolizaba el alma y estaba asociada a Ra (el Sol). Para san Bernardo, las abejas… son imagen de las almas que saben y pueden elevarse con las alas de la contemplación, que se separan, por decirlo así, de sus cuerpos, igual que el industrioso insecto abandona su colmena para volar hasta el jardín de las celestiales voluptuosidades. Allí encuentran reunidas todas las flores como el más rico de los tesoros, y saborean sus ricas delicias.

La miel de abejas, aparte de sus maravillosas propiedades como alimento sagrado, fue utilizada antiguamente en ceremonias iniciáticas. Así en el culto a Mitra, los sacerdotes daban a probar miel a los iniciados y les hacían lavar las manos con miel. Para los antiguos persas, la miel era parte de la composición del celeste Soma (la bebida sagrada, símbolo de la energía creadora). En el Rig Veda las abejas ofrecen su miel a los Ashwins, y Krishna lleva una abeja azul en la frente. En la mitología de Creta, el dios supremo nacido de la Diosa Madre (Deméter Ceres) fue alimentado en una gruta por una princesa cretense con la leche de Amaltea y la miel de la reina abeja Melisa (cuyo significado también es abeja). El nombre de Débora, también tiene como raíz la palabra hebrea  דבר  (Dabar) que significa palabra, aconsejar, cosa, anunciar, añadir, declarar, someter etc.

Entendido el profundo simbolismo de la miel, se explica el motivo por el cual todo el pueblo judío, todas las masas humanas. no se atreven a probar de esa miel sagrada y en consecuencia mantienen la mente turbada y confundida. Solo los valientes como Jonatán, son capaces de alimentarse con ese manjar exquisito y solo a ellos se les aclara la visión. Por eso, en el diálogo de Jesús y la mujer samaritana, el Señor explica: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y él te daría agua viva” (Jn 4:10) y la manda a llamar a su marido, porque ese santo alimento, se obtiene en pareja: “Ve, llama a tu marido, y ven acá”. (Jn 4:16) Solo mediante, la no fornicación y el sabio aprovechamiento de la energía creadora, se comprende el texto referente a los ríos de agua viva: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. (Jn 7:38) Así como la visión de Ezequiel sobre las aguas salutíferas: “Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá”. (Ez 47:9) y en la profecía de Zacarías: “saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno”. Es claro que la Jerusalén celestial es la nueva ciudad interior, donde una mujer o un hombre auténticos, se habrá liberado de la tiranía del Ego.  Esos dos ríos, esas dos aguas; son los mismos ríos con los que Hércules limpia los establos de Augias en la mitología clásica. Son también “las dos olivas, los dos testigos ante el trono del Señor representados en el caduceo del dios Mercurio, símbolo de la medicina universal.

Después de este paréntesis, con la lectura de todos los párrafos en los que se hace referencia a los goralot, inferimos que este método de “echar suertes”, lots o goralot constituye una ceremonia sagrada, un ritual de teúrgia o “magia blanca superior”, que requería o requiere del uso del poder de la oración, de la oración consciente, de la atención dirigida, de recuerdo de sí o sensación plena de uno mismo, del tercer estado de conciencia, de cierta interiorización, concentración y conexión con el Ser, con el Íntimo, con el Padre interno, con las partes superiores de uno mismo e invocar la voluntad del Padre para obtener la respuesta correcta, cuando el intelecto falla y nos acuerdo posible entre personas.

Así se infiere de la lectura del siguiente pasaje del libro de Ester: “En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar”. (Est 3:7) Algunos estudiosos afirman que Pur, viene del Asirio y también significa piedra.Es decir, un método de echar suertes, pero no con el consentimiento de Jehová, tal como se lee en “La fiesta de Purim: “Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca”. (Est 9:24-25)

Los cabalistas explican que “Adar”, viene de la palabra “Aderet”, que significa manto tal como está escrito acerca de Elías (Reyes I 19:19): “y echó sobre él su manto”. “Adéret” es “Adéret Sear” (cabellera), que se discierne como Searot (cabellos) y Dinim (juicios), que son los pensamientos extraños e ideas que surgen a lo largo del trabajo, y que lo distancian a uno del Creador; se cierran los ojos y con ello se nubla el razonamiento para abrir la puerta de la Gnosis o conocimiento por iluminación y revelación divina. En conclusión, el uso del goral, era en tiempos antiguos, uno de los variados procedimientos usados en Israel para conocer el destino en relación con una toma de decisiones donde la razón se nubla y queda ciega.

Fuentes:

http://www.kabbalah.info/es/biblioteca/baal-hasulam-art%C3%ADculos-de-shamati/33-las-suertes-en-yom-kipurim-y-con-ham%C3%A1n

http://www.mercaba.org/DicTF/TF_judaismo.htm

http://www.judaismovirtual.com/nombres/1_valor_nombre.php

https://lascronicasdelmesias.org/2013/04/16/urim-y-tumin-profetas-y-profecia-parte-cuarta/

https://es.wikipedia.org/wiki/Or%C3%A1culo

http://www.angelfire.com/ns2/publicaciones/meditaciones/GORAL.htm

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200002775

La Santa Biblia. Antiguo y Nuevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602). (1960. Sociedades bíblicas unidas.

Levítico (Vayikrá) y Haftarot en versión castellana con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery. 1994. Tel Aviv. Editorial Sinai.

Génesis (Bereshit) y Haftarot en versión castellana con traducción, supervisión y selección exegética del rabino Marcos Edery. 1994. Tel Aviv. Editorial Sinai.

 

Urim y Tummim las piedras del oráculo en la Biblia

En los estudios gnósticos, resulta de especial interés el estudio del Arte ciencia de los oráculos ya que por sus diferentes métodos de predicción, se  puede acceder a la Gnosis o «conocimiento intuitivo de las cosas divinas» o conocimiento de Dios mediante una «visión», «revelación», «gracia», «carisma» o aprehensión de una verdad mediante la experiencia mística. Este es el caso de uno de los métodos de predicción o consulta poco conocidos y que utilizaban profetas, reyes y rabinos hebreos. Otro es el método del goral o goralot; del que se hace un estudio aparte.

En el Antiguo Testamento, específicamente en Éxodo, en todo el capítulo 28, se hace referencia a un antiquísimo método de oráculo, predicción o consulta a la divinidad para discernir la voluntad divina: la consulta a la divinidad medinte las piedras de Urim y Tummim. En la versión hebrea del Éxodo (Shemot) o segundo libro del Pentateuco o Toráh (Torá), se lee: “Y harás el pectoral de juicio, labor de entretejedor, como la labor del efod lo habrás de hacer: de oro, de púrpura violácea, de púrpura escarlata, de carmesí y de lino fino de hilo torzal lo habrás de hacer. Cuadrado habrá de ser, plegado. Un palmo de longitud y un palmo de anchura (Ex 28: 15-16) Y portará Aharon los nombres de los hijos de Israel en el pectoral de juicio, sobre su corazón, al entrar él al Santuario, por remembranza ante Adonai, siempre. Y pondrás en el pectoral de juicio los Urim y los Tummim y estarán sobre el corazón de Aharon al entrar él ante Adonai y portará Aharon el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón, ante Adonai, siempre”. (Ex 28:29-30)

Urim y Tumim se traducen generalmente como luces y perfecciones y de manera más amplia se refiere a las piedras de la revelación y la verdad. Los vocablos se asemejan a los babilónicos urtu y tamitu que significan oráculo e instrucción.

Según la tradición rabínica, se dice que los Urim y Tumim iluminaban la palabra y por su medio salía la perfección de las palabras. El Exégeta hebreo Rashban dijo acerca de las piedras de Urim y Tumim: “Si a las naciones paganas sus oráculos les hablaban a través de un espíritu impuro y de magia, salvando las enormes diferencias, la santidad puede expresarse”. (Toráh, 269)

El procedimiento de consulta permitía tomar decisiones sobre la base de preguntas específicas, que permitieran una respuesta afirmativa o negativa, un sí o un no. Según se entiende, las piedras brillaban o no y en tal sentido se obtenía la respuesta. Si brillaban la respuesta era afirmativa; si daban sombra o permanecían opacas, la respuesta era negativa. En alguna medida como consultar a los dados o a la moneda y obtener la respuesta según dé cara o cruz (escudo) o como ocurre con el I Ching. Por ese motivo, se lee en el Salmo 80: “Oh Dios, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”. (Sal 80:3). En tal sentido, la consulta de los Urim y los Tumim se clasifica dentro del tipo de arte ciencia de predicción denominada cleromancia.

El sumo sacerdote usaba estas piedras para averiguar cuál era la voluntad de Dios con respecto a asuntos de dudosa posibilidad, que tenían que ver con el bienestar de la nación. Así se lee en Números: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación”. (Nm 27:18-21). Asimismo, en Levítico, se lee que “Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua. Y puso sobre él la túnica, y le ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él. Luego le puso encima el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y los Tumim”. (Lev 8:6-8). En Nehemías, hay otro versículo alusivo a los Urim y Tumin: “Y les dijo el gobernador que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim”. (Neh 7:65).

En el primer libro de Samuel, se hace referencia implícita a la consulta a la divinidad mediante este tipo de oráculo. Así se lee que Saúl hizo consulta a Jehová “Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre. Y Saúl dijo: Echad suertes entre mí y Jonatán mi hijo. Y la suerte cayó sobre Jonatán (1 S 14:41-42). Como también David “Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá _Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá”. (I S 23:10-11). “Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”. (I S 28:6)

Al igual que con otros oráculos, se requería de preparación espiritual especial para recibir la respuesta, es decir, elevados estados de conciencia, intuición y clarividencia. En este sentido, es importante ampliar la explicación acerca de los oráculos usados antiguamente por los profetas, rabinos y reyes registrados en el Tanaj o Antiguo Testamento. Todos ellos usaban las piedras del Urim y Tumin, además de la Cábala de predicción, interpretando el significado astral de los números y formas geométricas, así como la interpretación onírica (los sueños proféticos, altamente simbólicos) y la Gnosis o conocimiento por intuición y revelación. Además, como se infiere en el versículo ya anotado de Nehemías, el oficiante debía comer cosas santas y habría de ser una persona piadosa: “A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso”. (Dt 33:8)

En el capítulo titulado Pkude, en El Zohar, se lee: “R. Abba era un visitante frecuente de R. Simeon. Una vez le dijo: Respecto de los Urim y Tumim que se debían poner en el pectoral, hemos aprendido que se los llamaba Urim (luces) porque sus palabras eran una clara y directa respuesta que se les dirigía; y Tumimtamim, perfecto, completo— porque sus palabras se cumplían a la perfección. Y bien, parece que hubiera algo más por conocer acerca de este recóndito asunto. R. Simeon dijo: Seguramente es así. El pectoral y el efod corresponden a los Urim y Tumim, y estos, a su vez, a las filacterias (te f ilim) y al lazo de las filacterias. li. Simeon citó aqui el versículo: «Y verás mi espalda, mas mi rostro no será visto» 3985. Dijo: Esto significa que el Santo, Bendito Sea, hizo que Moisés viera el lazo de las filacterias, pero no las filacterias mismas. «Mi rostro» señala las filacterias que contienen el sublime misterio del Nombre Divino, mientras que «mi espalda» incluye el misterio contenido en el lazo de las filacterias. Como saben los Compañeros, el primero designa el brillante espejo, y el segundo designa el espejo opaco. Así, en correspondencia, Urim significa las palabras iluminadas, mientras que Tumim señala las palabras en su cumplimiento. La misma correlación mística se encuentra entre «voz» y «lenguaje»: pues la voz ilumina al lenguaje a pronunciarse, mientras que el lenguaje trae el acabamiento de la palabra, y los dos están indisolublemente fusionados entre sí. Concluyo: El pectoral y el efod corresponden, así, respectivamente, al «rostro» y a la «espalda», siendo los dos uno e inseparable”.(Zohar, pp 889-.890)

Más adelante, se lee: “está escrito: «y pondrás dentro del pectoral del juicio el Urim y el Tumim». El término Urim (literalmente, luz, iluminación) significa el espejo luminoso, que consistía en cl grabado del Nombre Divino compuesto de cuarenta y dos letras por las que el mundo fue creado; mientras que el Tumirn consistía del no luminoso espejo hecho del Nombre Divino según se manifiesta en las veintidós letras. La combinación de ambos se llama Urim y Tumim. Observad que por el poder de estas letras hundidas, las otras letras, es decir, las letras levantadas formaban los nombres de las tribus, ya iluminados, ya oscurecidos. Las letras del Nombre Divino abarcan el misterio de la Tora, y todos los mundos son una proyección del misterio de estas letras”. (ibid, 898)

Un pasaje muy interesante del Zohar, relativo a los Urim y Tummin, hace referencia a la necesidad del matrimonio para todo sacerdote. “A un sacerdote que no tiene mujer le está prohibido efectuar el servicio, como está escrito, «Y el hará expiación por sí y por su casa». R. Isaac dijo que la razón es que la Schejina no mora con uno que no es casado, y el, sacerdote en especial debe ser uno con quien mora la Schejina. Junto con la Scheiina se posa sobre los sacerdotes Teced (Gracia) Y se los llama Jasidim, (dotados de gracia), v como tales corresponde que bendigan al pueblo. Asi la Escritura dice: «Y tus santos (jasi= lita) te bendecirán»: también «Tus Tumin v tus Urim estarán con tu santo (jasid)». (op. Cit 1067)

En este sentido es oportuno hacer una aclaración importante. En el Cristianismo y Judaísmo se advierte de no consultar con adivinos; pero no se dice lo contrario de la consulta con profetas. Así, en Zacarías, se lee: «Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan. Por lo cual se fueron ellos como ovejas, y fueron humillados porque no tuvieron pastor». (Vers. 2. Cap. 10. ZACARÍAS).

Es imprescindible hacer diferenciación entre los adivinos y los profetas. Eliphas Levi, dice lo siguiente: «Adivino viene de la palabra divinaris, divinus, que significa ejercer la divinidad». Pero se le olvidó al Abate Alfonso Luis Constant la partícula A, que precede a la palabra divino. Sin embargo, la Gramática dice lo siguiente: A, preposición que denota separación, alejamiento, Vg. Teo, significa Dios, pero si le anteponemos la partícula A, formamos la palabra ATEO, con el que denominamos al que no cree en Dios. Adivino, representa precisamente lo contrario de lo divino, es decir, lo diabólico. Apolítico, significa un individuo no político. Si leemos la Biblia cuidadosamente, no encontramos una sola palabra a favor de los adivinos.

Cuando el rey Nabucodonosor mandó a llamar magos, astrólogos, adivinos y encantadores para que le adivinaran el sueño de la estatua, no hubo un solo adivino que revelase al rey este arcano, solo un profeta de Dios respondió delante del rey y dijo. «El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos, lo pueden enseñar al rey». «Mas hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer al cabo de días».  Esto es textual del capítulo segundo del Libro de Daniel, e invita a meditar Daniel el profeta del Dios vivo, fue el único que pudo revelarle el sueño a Nabucodonosor.

Los adivinos son videntes tenebrosos, son magos negros o en todo caso médiums, charlatanes o farsantes. Los profetas son videntes de la luz, son magos blancos. Los adivinos ven las imágenes del abismo, y sueñan sueños del abismo, con los cuales pronostican acontecimientos que pueden fallar, porque no todas las veces cristalizan en el mundo físico las imágenes tenebrosas del abismo. Las escenas tenebrosas del abismo, son realmente en el abismo, pero no siempre cristalizan en el mundo físico. Los profetas son videntes de la luz, varones y mujeres de Dios iluminados por el Espíritu Santo, y sus pronósticos son exactos porque sus glándulas pineal y pituitaria están totalmente iluminadas por el fuego sagrado.

Los chelas de la fraternidad blanca son aprendices, son discípulos de los profetas, y por ello pueden servir de mensajeros de los profetas, y hablar palabra de los santos Maestros a los hombres. Para ser profeta se necesita recibir el Espíritu Santo. Empero, los discípulos de la Logia Blanca, que viven conforme al sendero óctuple del Budismo (recto sentir, recto pensar, recto actuar, entre otros); son fieles al Cristo y viven en castidad; son mensajeros de los profetas y discípulos de los profetas.

El arte ciencia de los oráculos

“que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad

lo que aún no era hecho; que digo: 

Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”

(Is 46:10)

Un oráculo es un pronóstico o predicción de algo que ocurrirá en el futuro. Es una respuesta de la divinidad dada por sacerdotes, sacerdotisas, pitias o pitonisas (sacerdotisas de Apolo), canalizadores, profetas o expertos. Estos sirven de mediadores entre el consultante y la divinidad (el Ser, el Íntimo, Chesed, Atman, el Padre interno, Dios en nosotros) mediante la intuición o voz del corazón.

La persona que sirve de intermediaria, ya sea sacerdote o sacerdotisa, pitia o pitonisa, sibila, profeta, gurú, guía espiritual o simplemente una persona con conocimientos prácticos relativos a las claves del oráculo; ha desarrollado las tres formas de conocimiento interior, como lo son la imaginación creadora, la inspiración y la intuición. La Teomancia, el don de la profecía a través de los auténticos oráculos y métodos de predicción permitidos por la divinidad, constituye motivo de aprendizaje, reflexión y práctica en los estudios gnósticos. El don de la profecía mediante la interpretación de oráculos, forma parte de los principios y vida cotidiana en la cosmovisión gnóstica y constituye una amalgama de arte y ciencia esotéricas, una sabia combinación holística y transdisciplinar de saberes.

La interpretación de oráculos, no debe confundirse con el trabajo de adivinadores, prestidigitadores o magos de espectáculo o con médiums y personas que para dar sus respuestas consultan a los ídolos del Antiguo Testamento, al Ego o entidades negativas del submundo o bajo mundo astral. En toda la historia ha habido también adivinaciones de este tipo, como las que realizaban los habitantes de Siria y de Judea mediante sacrificios humanos repugnantes; auténticos trabajos de magia negra

En la antigüedad varios pueblos, entre ellos, los griegos y romanos buscaban la respuesta de la divinidad ante una consulta, generalmente, a través de un intermediario y en un lugar sagrado. Fue famoso el oráculo de Apolo en Delfos, el de la Sibila de Cumas, el de Heliópolis y el de Amón Ra en el oasis de Siwa, en el antiguo Egipto. Hay múltiples y variados oráculos. Incluso animales, plantas o piedras, pueden servir de intermediarios, como una bastante curiosa y singular en la actualidad descrita por Jesús Iglesias Janeiro, en su Cábala de predicción, acerca de los cocodrilos, en las islas del lago Victoria Nyanza. Platón, menciona a los oráculos en varios de sus Diálogos. Así, en el Fedro, pone en labios de Sócrates que “los sacerdotes del santuario de Júpiter en ‘Dodona’ decían que los primeros oráculos salieron de una encina”. En dicho diálogo, el gran sabio, hace mención al oráculo de Ammón. Platón en La República, cita el oráculo dado al último rey de Lidia, Creso: escapa a lo largo del Hermo pedregoso sin miedo a que alguno le llame cobarde.

 Platón, vuelve a citar el oráculo de Ammón, en el Segundo Alcibíades, en relación con una consulta que hicieran los atenienses, quienes no entendían por qué los lacedemonios (espartanos), siempre les vencían en batalla, a pesar que los atenienses frecuentemente ofrecían a los dioses grandes procesiones, ofrendas y sacrificios. Sócrates, narra y explica ampliamente la respuesta breve del oráculo: “He aquí lo que Ammón responde a los atenienses: que estima más las bendiciones de los lacedemonios que todos los sacrificios de los atenienses. El profeta no dijo más. Por estas bendiciones de los lacedemonios entendía, a mi juicio, sus oraciones, que en efecto difieren de las de los demás pueblos; porque todos los otros griegos, ya ofrezcan toros con sus cuernos dorados, o ya consagren ricas ofrendas, piden en sus oraciones todo lo que les sugieren las pasiones, sin averiguar si son bienes o males. Pero los dioses que oyen sus blasfemias, no agradecen sus procesiones ni sus sacrificios suntuosos. Se necesita, a mi parecer, mucha precaución y mucha atención para saber lo que se debe decir y lo que se debe callar. En Homero encontrarás un ejemplo semejante al precedente: Mientras construían un fuerte, dice, los troyanos ofrecían a los inmortales grandes hecatombes, y los vientos llevaban de la Tierra al Cielo un olor agradable; y sin embargo los dioses se negaron a gustarlo, porque tenían aversión a la ciudad sagrada de Troya, a Príamo y al pueblo de este rey hábil en el manejo de la lanza. Y así, en vano era hacer sacrificios y ofrecer dones a los dioses, que les aborrecían; porque no es posible, dada la naturaleza de los dioses, dejarse corromper por presentes como un codicioso usurero; y seriamos unos insensatos, si pretendiéramos por este medio hacernos más agradables a sus ojos que los lacedemonios”.

Son muchas las referencias históricas en los distintos pueblos, en los que se habla de un anuncio, un destino manifiesto, una nabia, profecía u oráculo de algo que acontecerá, de ciertos signos que aparecerán en determinado momento. Tal es el caso de la peregrinación mexica y el oráculo de Aztlán, en el que se encontrarán con el águila sobre el nopal, devorando una serpiente.

La tradición esotérica relativa a los oráculos es antiquísima. Samael Aun Weor, en su obra Curso Zodiacal, explica que: “En la Atlántida existieron siete oráculos importantes en el mundo físico, donde los hombres estudiaban la sabiduría de las estrellas y consultaban a los dioses siderales. Los guardianes de esos misterios eran grandes iniciados. En el oráculo de Marte se enseñaba el ocultismo marciano; en el oráculo de Júpiter, la religión jupiteriana; en el oráculo de Venus, las artes, sabiduría venusina; en el oráculo de Saturno, la sabiduría de Saturno; en el oráculo de la Luna, el ocultismo lunar; en el oráculo de Mercurio, la sabiduría mercuriana; y en el oráculo solar, nuestra sabiduría gnóstica. Los antiguos sacerdotes enseñaban a sus discípulos a interpretar las señales del firmamento; esas señales se interpretan basándonos en la ley de las analogías filosóficas”.

Es frecuente el lenguaje simbólico, alegórico, en clave, de los oráculos para que quien “tenga el entendimiento, que entienda”. Es mediante el lenguaje de la intuición, de la Gnosis Kardias, la Gnosis del corazón, que se expresan e interpretan los oráculos. En este sentido, Pedro Ouspensky, en su obra Un Nuevo modelo del Universo cita a Oswald Wirth, quien en su libro Le Symbolisme Hermetique, habla del lenguaje de los símbolos de una manera muy interesante:

“Un símbolo puede estudiarse siempre desde un número infinito de puntos de vista, y cada pensador tiene el derecho de descubrir en el símbolo un significado nuevo de acuerdo con la lógica de sus propias concepciones. En realidad la finalidad de los símbolos es la de despertar ideas que duermen en nuestra conciencia. Despiertan un pensamiento por medio de la sugestión y hacen que la verdad que se encuentra oculta en lo profundo de nuestro espíritu salga a la luz. Para que los símbolos puedan hablar, es esencial que tengamos en nosotros mismos los gérmenes de las ideas, cuya revelación constituye la misión de los símbolos. Pero no es posible ninguno revelación si la mente se encuentra vacía, estéril e inerte. “Por esta razón los símbolos no llegan a todo el mundo, no pueden hablar a todas las gentes. Rehúyen especialmente a las mentes que se precian de ser positivas y que basan su razonamiento solo en inertes formulas científicas y dogmáticas. La utilidad práctica de estas fórmulas no puede discutirse, pero desde el punto de vista filosófico son la expresión solo del pensamiento estático, artificialmente limitado, inmóvil a tal grado, que parece estar muerto en comparación con el pensamiento vivo, indefinido, complejo y móvil, que se refleja en los símbolos. “Queda perfectamente claro que los símbolos no han sido creados para expresar aquello a lo que se llama verdades científicas. “Por su propia naturaleza los símbolos deben permanecer elásticos, vagos y ambiguos, como los designios de un oráculo. Su papel es descubrir misterios, dejando a la mente toda su libertad”.

Volviendo a la predicción mediante la consulta a la encina y a las piedras, el ocultista francés Alphonse Louis Constant, más conocido como el abate Constant o Eliphas Levi, en su obra: El libro de los esplendores, cita al sueco Emanuel Swedenborg, “ese místico admirable, sostenía que el Universo es, en realidad, un hombre inmenso, con cabellos luminosos, brazos y piernas estrelladas; que este hombre está hecho tan inmenso y tan brillante que ningún ojo humano puede verle. Aun en nuestros días, los mormones se imaginan que el Universo es limitado, y que Dios, bajo la forma de un hombre gigantesco que ocupa el centro, está sentado sobre una colosal Urim-Thumin, es decir, sobre dos piedras talladas en innumerables facetas, en las que ve reflejarse cuánto pasa en los mundos. En tal sentido no son más progresivas que los escandinavos, quienes sientan a Odín sobre una encina, por cuyo tronco una ardilla sube y baja sin cesar para decirle al oído cuánto ocurre en el Universo”.

Respecto de las piedras que funcionan como oráculo, el Kalki Avatar, en su obra Las tres montañas, anota lo siguiente: “Incuestionablemente las «piedras animadas» que en la antigua Arcadia modificaron radicalmente la forma de pensar del sabio Pausanias (historiador y geógrafo griego), pueden ser clasificadas en dos clases: ophites y siderites, la «piedra-serpiente» y la «piedra-estrella». Eusebio, especialmente, nunca se separaba de sus ophites que llevaba en su seno, y recibía oráculos de ellas, proferidos por una vocecita que se parecía a un tenue silbido. Arnobio cuenta que siempre que encontraba una piedra de estas, no dejaba de dirigirle alguna pregunta que ella contestaba con una vocecita clara y aguda”.

El Presidente fundador de las instituciones gnósticas, amplía la explicación de las “piedras parlantes”, en su obra Mensaje de Navidad 1968-69, La Magia de las runas: “En los antiguos tiempos existieron gigantescas piedras que andaban, hablaban, pronunciaban oráculos y hasta cantaban. La “piedra de Cristo”, la “roca espiritual” que, seguía a Israel, escrito está que se convirtió en Jupiterlapis devorado por su padre Saturno bajo la forma de un pedernal. Si no hubieran existido gigantes que moviesen rocas tan colosales, jamás hubieran tenido realidad, un Stonehenge, un Carnac (Bretaña), y otras semejantes construcciones ciclópeas. Si en los tiempos idos, no hubieran existido sobre la faz de la Tierra, la verdadera y legítima ciencia mágica, jamás hubiera habido tantos testimonios de piedras, «oraculares y parlantes». En un poema atribuido a Orfeo, estas piedras son divididas en ophites y siderites, la «piedra-serpiente» y «piedra-estrella».

La ophites es áspera, dura, pesada, negra, y tiene el don del habla; cuando uno va a tirarla, produce un sonido semejante al grito de un niño. Por medio de esta piedra fue como Heleno predijo la ruina de Troya, su querida patria”.

“Antiquísimos documentos sagrados afirman que Eusebio jamás en la vida se separaba de sus ophites y que recibía oráculos de ellas, proferidos por una vocecita que se a un tenue silbido, el mismo que escuchó Elías o Elijah después del terremoto en la boca de la cueva. La famosa piedra de Westminster era llamada Laifail, la «piedra parlante » y solo elevaba su voz para nombrar al rey que debía ser elegido. Esa piedra tenía una inscripción borrada ahora por el polvo de los siglos que decía: ni fallat fatum, scoti quocumque locatum invenient lapidem, regnasse tenenturibiden. Suidas, habla de un hombre, que podía distinguir de una ojeada, las piedras inanimadas de las que estaban dotadas de movimiento. Plinio menciona piedras que se apartaban cuando una mano se aproximaba a ellas. Las piedras monstruosas de Stonehenge eran llamadas antiguamente chior-gaur o el “baile de los gigantes”.

“Varios autores muy eruditos hablando sobre las ruinas de Stonehenge, Carnac y West Hoadley, dan informes maravillosos sobre este asunto tan especial. En esas regiones se encuentran inmensos monolitos, pesando algunos sobre 500 000 kilogramos. Fueron los “gigantes” de los antiguos tiempos quienes pudieron un día levantar esas moles, colocarlas en forma simétrica perfecta, y asentarlas con tan maravilloso equilibrio que parece que apenas tocan el suelo, y que aun cuando el contacto más ligero de un dedo las pone, en movimiento, resistirían, sin embargo, la fuerza de veinte hombres que intentasen desplazarlas. Fueron “gigantes” los que transportaron las piedras para la construcción de las pirámides de Egipto. La “piedra oscilante”, fue un medio de adivinación usado por los gigantes, pero ¿por qué oscilan? Las más enormes de ellas son, evidentemente, reliquias de los atlantes; las más pequeñas, como las “rocas de Brimham”, son piedras giratorias en su cúspide, son copias de los lithoi más antiguos”.

Los escritos clásicos abundan en referencias a los oráculos. Así, en la tragedia de Sófocles: Edipo rey, se lee el siguiente canto: “¡Oh dulce oráculo de Zeus! ¿Con qué espíritu has llegado desde Pito, la rica en oro, a la ilustre Tebas? Mi ánimo está tenso por el miedo, temblando de espanto, ¡oh Dios, a quien se le dirigen agudos gritos, Delios, sanador! Por ti estoy lleno de temor. ¿Qué obligación de nuevo me vas a imponer, bien inmediatamente después del transcurrir de los años? Dímelo, ¡oh hija de la áurea esperanza, palabra inmortal! Sabido es que el oráculo de Apolo anunció la tragedia de Edipo, quien mataría a su padre y se casaría con su madre. De esa cuenta, la ciudad fue castigada con un extraño karma y resultó sacudida por una peste. Edipo envía a su cuñado, Creonte a consultar “a la morada Pítica de Febo, a fin de que se enterara de lo que tengo que hacer o decir para proteger esta ciudad.” Es decir, lo envió a consultar al oráculo de Apolo en Delfos.

En labios de Creonte, se escucha la respuesta del oráculo: “Diré las palabras que escuché de parte del dios. El soberano Febo nos ordenó, claramente, arrojar de la región una mancilla que existe en esta tierra y no mantenerla para que llegue a ser irremediable… Con el destierro o liberando un antiguo asesinato con otro, puesto que esta sangre es la que está sacudiendo la ciudad”. El oráculo manda entonces castigar al asesino de Layo, el anterior rey. Piden al clarividente Tiresias que devele el misterio. Tiresias le explica a Edipo que el mismo soberano es el azote impuro de esa tierra, por ser el asesino del rey anterior y porque. ha estado conviviendo muy vergonzosamente, sin advertirlo, con los que le son más queridos.

Yocasta, madre y esposa de Edipo le narra el oráculo que fue revelado a Layo, su primer esposo y la forma en que le dieron muerte: “Una vez le llegó a Layo un oráculo -no diré que del propio Febo, sino de sus servidores- que decía que tendría el destino de morir a manos del hijo que naciera de mí y de él. Sin embargo, a él, al menos según el rumor, unos bandoleros extranjeros le mataron en una encrucijada de tres caminos. Por otra parte, no habían pasado tres días desde el nacimiento del niño cuando Layo, después de atarle juntas las articulaciones de los pies, le arrojó, por la acción de otros, a un monte infranqueable”.

Edipo, narra a la vez, su propia historia y cómo, huyendo del oráculo, vino a cumplir el destino manifiesto. “Mi padre era Pólibo, corintio, y mi madre Mérope, doria. Era considerado yo como el más importante de los ciudadanos de allí hasta que me sobrevino el siguiente suceso, digno de admirar, pero, sin embargo, no proporcionado al ardor que puse en ello. He aquí que en un banquete, un hombre saturado de bebida, refiriéndose a mí, dice, en plena embriaguez, que yo era un falso hijo de mi padre. Yo, disgustado, a duras penas me pude contener a lo largo del día, pero, al siguiente, fui junto a mi padre y mi madre y les pregunté. Ellos llevaron a mal la injuria de aquel que había dejado escapar estas palabras. Yo me alegré con su reacción; no obstante, eso me atormentaba sin cesar, pues me había calado hondo. Sin que mis padres lo supieran, me dirigí a Delfos, y Febo me despidió sin atenderme en aquello por lo que llegué, sino que se manifestó anunciándome, infortunado de mí, terribles y desgraciadas calamidades: que estaba fijado que yo tendría que unirme a mi madre y que traería al mundo una descendencia insoportable de ver para los hombres y que yo sería asesino del padre que me había engendrado. Después de oír esto, calculando a partir de allí la posición de la región corintia por las estrellas, iba, huyendo de ella, adonde nunca viera cumplirse las atrocidades de mis funestos oráculos”.

“En mi caminar llego a ese lugar en donde tú afirmas que murió el rey. Y a ti, mujer, te revelaré la verdad. Cuando en mi viaje estaba cerca de ese triple camino, un heraldo y un hombre, cual tú describes, montado sobre un carro tirado por potros, me salieron al encuentro. El conductor y el mismo anciano me arrojaron violentamente fuera del camino. Yo, al que me había apartado, al conductor del carro, le golpeé movido por la cólera. Cuando el anciano ve desde el carro que me aproximo, apuntándome en medio de la cabeza, me golpea con la pica de doble punta. Y él no pagó por igual, sino que, inmediatamente, fue golpeado con el bastón por esta mano y, al punto, cae redondo de espaldas desde el carro. Maté a todos. Si alguna conexión hay entre Layo y este extranjero, ¿quién hay en este momento más infortunado que yo? ¿Qué hombre podría llegar a ser más odiado por los dioses, cuando no le es posible a ningún extranjero ni ciudadano recibirle en su casa ni dirigirle la palabra y hay que arrojarle de los hogares? Y nadie, sino yo, es quien ha lanzado sobre mí mismo tales maldiciones. Mancillo el lecho del muerto con mis manos, precisamente con las que le maté. ¿No soy yo, en verdad, un canalla? ¿No soy un completo impuro? Si debo salir desterrado, no me es posible en mi destierro ver a los míos ni pisar mi patria, a no ser que me vea forzado a unirme en matrimonio con mi madre y a matar a Pólibo, que me crio y engendró. ¿Acaso no sería cierto el razonamiento de quien lo juzgue como venido sobre mí de una cruel divinidad? ¡No, por cierto, oh sagrada majestad de los dioses, que no vea yo este día, sino que desaparezca de entre los mortales antes que ver que semejante deshonor impregnado de desgracia llega sobre mí!”

Entre los himnos homéricos, en el Himno a Apolo, se lee: “Tenga yo la cítara amiga y el curvado arco, y con mis oráculos revelaré a los hombres la verdadera voluntad de Zeus”.

De los oráculos caldeos, la ocultista y escritora inglesa Violet Mary Firth Evans; más conocida como Dion Fortune, en su obra: La sacerdotisa del mar, cita la siguiente frase: “así dicen los oráculos caldeos: «El hombre sabio mira hacia la Naturaleza y contempla en ella el rostro luminoso del Eterno, y la naturaleza humana —me contaba— es una parte de la Naturaleza, y se aprende bastante sobre ella, la Naturaleza y los dioses si lo estudias».

Platón, en la Apología de Sócrates narra que Jenofonte acudió a Delfos y se atrevió a preguntar a la pitia si habría en Atenas hombre más sabio que Sócrates, a lo que la pitia respondió que no había nadie más sabio. Muy oportuno resulta citar nuevamente a Platón, quien en el Primer Alcibiades, pone también en labios de Sócrates, las siguientes palabras acerca de Delfos y la Gnosis: “Así, mi querido Alcibiades, sigue mis consejos, y obedece al precepto que está escrito en el frontispicio del templo de Delfos: Conócete a ti mismo”. Frase que repite en el Protágoras: consagraron a Apolo, como primicias de su sabiduría, estas dos sentencias que están en boca de todo el mundo y que hicieron que se fijaran en la portada del templo de Delfos: Conócete a ti mismo y nada en demasía. ¿Por qué os he referido todo esto? Es para haceros ver que el carácter de la filosofía de los antiguos consistía en cierta brevedad lacónica. (Platón, 129)

 Virgilio, en la Narración de los viajes de Eneas, en el libro III de su Eneida, al narrar el éxodo de los sobrevivientes troyanos a la guerra con Grecia, en búsqueda de la tierra prometida, narra cómo Eneas y su tripulación en su viaje divisan la isla del oráculo de Delfos. “En medio del mar, se alza una frondosa isla, tierra sagrada, gratísima a la madre de las Nereidas y a Neptuno egeo; errante en otro tiempo por los mares de playa en playa, el dios flechador, compadecido, la fijó entre Micón y la alta Giaro, concediéndole que permaneciese inmoble y arrostrase el furor de los vientos. Allí vamos a parar, aquella apacible isla nos recibe, fatigados navegantes, en su seguro puerto. Ya desembarcados, saludamos con veneración la ciudad de Apolo, Anio, rey de aquellos pueblos y al mismo tiempo sacerdote de Febo, ceñidas las sienes de la real diadema y del sacro laurel, nos sale al encuentro y reconoce a su antiguo amigo Anquises; nos damos las manos en señal de hospitalidad y le seguimos a su palacio. Voy luego a adorar a Apolo en su templo, labrado de vetustas piedras. «Concédenos», le dije, «¡oh Timbreo! morada propia…»” (Virgilio, 35, 36)

 El Avatar de la Era de Acuario, en su obra Mensaje de Navidad 1968-69 –La magia de las runas, comenta la consulta que hicieran Eneas y los troyanos sobrevivientes a la guerra de Troya: “Reverendísimo lugar al que llegó Eneas: ¡Delos! Lugar de arcaicas leyendas hiperbóreas que se esconden como piedras preciosas en el fondo profundo de todas las edades. Y protestando en tierra, mordiendo el polvo de los siglos, invocó dentro del sagrado recinto a Apolo, el dios del fuego, suplicándole con su adolorido corazón que protegiera a la ciudad que iba a fundar, la segunda Pérgamo troyana. Dice la historia que este ínclito varón, consultó a Apolo sobre el lugar que le designaba para establecerse. Entonces la tierra tembló espantosamente. El héroe y su gente, agazapados y abrazados al suelo, poseídos de un misterioso temor, escuchó y escucharon todos, la terrible voz de Febo Apolo que decía «¡Fuertes descendientes de Dárdano! Para estableceros de modo perdurable habéis de buscar la tierra de donde sois originarios; la primera que os ha llevado en su seno. Ahí la estirpe de Eneas dominará todo el país, y los hijos de sus hijos, y los que nazcan de aquellos». Cuenta el épico líder, que después de escuchar el Oráculo de Apolo, lleno de preocupación, pensaba en cuál podía ser la tierra más remota de su origen…” Es entonces, cuando Anquises, su anciano padre confunde la profecía y los motiva para asentarse en Creta.

El Buda Maitreya comenta de esta manera, cómo tiempo después el héroe llegó  la correcta interpretación del oráculo: “En la mente de Eneas, furibunda, se desató la tempestad del pensamiento, y desesperado como un náufrago, agarrado a la roca cruel, pensó en regresar al santuario de Apolo, el Dios del Fuego, para consultar el oráculo nuevamente. Pero aquélla misma noche, en esas horas deliciosas en que el cuerpo duerme y el alma viaja por los mundos superiores fuera del organismo físico, se encontró Eneas con sus dioses penates; los genios tutelares de su familia, los jinas o ángeles de Troya. Y hablaron los señores de la llama: «No es necesario, hijo, que regreséis navegando a donde está el oráculo de Apolo, interpretasteis mal la profecía. Vuestra patria de origen no es Creta, sino Hesperia, la antigua tierra que ahora llaman Italia. De ahí salieron los antiguos fundadores de la raza de Troya, el héroe dárdano y su antepasado Jasio. Anda y relátale a tu padre esta noticia».

“Y sorprendido su padre recordó entonces a Casandra, la profetisa troyana, esa pobre mujer que había dicho lo mismo antes de la destrucción de la soberbia llión, y a quien nadie hizo caso pues Apolo la tenía castigada. Esa noble mujer que se llamaba Casandra, tan adorada y bendecida pagó un tipo de karma muy singular, por mal uso de sus divinales facultades en vidas anteriores. Y cuenta la leyenda de los siglos, que Eneas y su gente, sin perder más tiempo se hizo nuevamente a la mar, rumbo a las tierras del Lacio”. En la Eneida, se encuentran las siguientes palabras del anciano Anquises: “Hijo mío, trabajado por los adversos hados de Ilión, Casandra era la única que me presagiaba estos sucesos y ahora recuerdo que presagió a mi linaje la posesión de un imperio, al que unas veces daba el nombre de Hesperia, otras el de Italia; pero ¿quién habría de creer que los teucros irían a las playas de Hesperia? O ¿a quién entonces hacían fuera los vaticinios de Casandra? Rindámonos a Febo, y persuadidos de su oráculo, sigamos mejores rumbos”. (Virgilio, 38)

 Respecto de la relación entre Platón y los sacerdotes egipcios, Eliphas Levi, en su Historia de la magia, apunta lo siguiente: “La doctrina de Platón hizo época en la historia del género humano, pero él no la inventó, pues, comprendiendo que fuera de la religión la verdad no existe, acudió para consultar a los sacerdotes de Memfis y obtener la iniciación en sus Misterios. Incluso se le acredita un conocimiento de los libros sagrados judíos. En Egipto, su iniciación pudo ser solo imperfecta, porque los sacerdotes de entonces habían olvidado el significado prístino de los jeroglíficos, como lo indica la historia de aquel sacerdote que pasó tres días descifrando una inscripción hierática de la tumba de Alcmene, enviado por Agesilao, rey de Esparta. Cornufis, que sin duda era el más erudito de los hierofantes, consultó las viejas recopilaciones de signos y caracteres; al fin descubrió que la inscripción estaba hecha en la escritura de Protheus, que es el nombre griego del Libro de Thoth, consistente en jeroglificos móviles, capaces de variaciones tan numerosas como combinaciones posibles de caracteres, números y figuras elementales. Pero el Libro de Thot, al ser la clave de los oráculos y la obra elemental sobre ciencia, no hubiera implicado tan prolongada indagación antes de ser identificados sus signos, si Cornufis hubiese sido realmente experto en el arte sacerdotal. Otra prueba de que las verdades prístinas no eran claras en este período radica en el hecho de que los oráculos que registraban sus afirmaciones sobre el particular tenían un estilo que ya nadie entendía”.

“Luego de regresar de Egipto, Platón viajó con Simmias hasta los confines de Caria donde unos hombres de Delos que le encontraron le rogaron que interpretase un oráculo de Apolo. Este oráculo declaraba que para terminar con las aflicciones de Grecia la piedra cúbica debía ser doblada. Se hizo un intento con una piedra del templo de Apolo; pero la tarea de doblarla por todos lados dio por resultado un poliedro de veinticinco caras; para restaurar la forma cúbica tenían que aumentar veintiséis veces el volumen original de la piedra, mediante un proceso de dobleces sucesivos. Platón envió emisarios al matemático Eudoxo, diciendo que el oráculo aconsejaba el estudio de la Geometría. Si este no entendió el hondo sentido del símbolo o desdeñó revelarlo a los ignorantes son cuestiones que deben quedar libradas a la conjetura; pero lo cierto es que la piedra cúbica y su multiplicación explica todos los secretos de los números sagrados, incluido el misterio del movimiento perpetuo, ocultado por los adeptos y perseguido por los necios bajo el nombre de cuadratura del círculo. Mediante esta aglomeración cúbica de veintiséis cubos en torno de un solo cubo central, el oráculo indicaba a los delios no solo los elementos de la Geometría sino también la clave de las armonías creadoras, explicada mediante la interrelación de las formas y los números”.

Acerca del oráculo de Apolo, Iglesias Janeiro, dice lo siguiente de la historia del último rey de Lidia y la conquista Persa: “Si Creso cruza el Halys será destruido un gran imperio” —contestó el oráculo cuando el rey de Lidia lo consultó acerca de si debía avanzar, contra Ciro. El oráculo se cumplió, aunque no en el sentido que supuso Creso, pues el imperio destruido fue el suyo”.

Acerca de la predicción como ciencia sagrada, Iglesias Janeiro explica lo siguiente: “Los datos más antiguos acerca de la predicción presentan esta ciencia como un atributo de la divinidad, que se manifiesta en los templos erigidos para ese objetivo cuando el fervor religioso de las multitudes que acudían a ellos para ese propósito hacía propicio el oráculo. Los medios empleados para emitir el augurio eran muy variados, existiendo el directo y el indirecto en el primer caso, manifestándolo la misma deidad, como dice Homero que ocurría en el Templo de Dolona, en el que el propio Zeus la pronunciaba, oyéndose su voz en el murmullo que producían las hojas de la encina sagrada que existía en su recinto; el indirecto tenía lugar a través de sacerdotes o sacerdotisas, a los que se consideraba inspirados por la gracia divina, unas veces por la preparación religiosa que habían recibido, y otras por virtud de nacimiento, emitiéndose, asimismo, por intermedio de animales, fenómenos de la Naturaleza o cosas inanimadas, por ejemplo, el silbido de una serpiente, el mugido de un toro, las columnas de humo que se formaban al arrojar incienso en el fuego sagrado o, cual ocurría en el templo de Venus, en Aphaca, arrojando diversos objetos al lago que rodeaba el oráculo y notando la forma en que sobrenadaban o se hundían”.

“Así como podía manifestarse el atributo divino a través de distintos medios, la solicitud del conocimiento que se deseaba obtener también se hacía de múltiples maneras. Es tradición que en los buenos tiempos del oráculo de Ammón, en que acudían grandes multitudes desde tierras lejanas en busca del consejo del dios, los sacerdotes iniciaban la marcha precedidos de una barca dorada, armada con múltiples páteras de plata que pendían a sus costados y seguidos de una numerosa comitiva de matronas y vírgenes, que cantaban himnos especiales para la ocasión y ejecutaban danzas sagradas. En otros templos, en cambio, la ceremonia era sumamente sencilla, reduciéndose en algunos a depositar la consulta por escrito y recibir la respuesta en igual forma. Aunque todos los oráculos tuvieron su época de esplendor, los que adquirieron mayor fama fueron los directos, esto es, aquellos en que la propia deidad daba al consultante la respuesta que este pedía. ¿En qué forma se producía el fenómeno? De múltiples maneras: unas veces moviéndose el brazo de la estatua que representaba al dios, otras declarando este de viva voz lo que se le solicitaba, algunas haciendo movimientos afirmativos o negativos con la cabeza, muchas moviendo uno o ambos ojos, las más combinando los gestos y los movimientos, y todas proporcionando una respuesta explícita a lo que se le pedía”.

“Es fama que Ammón, de viva voz declaró a los habitantes de Morea y de Apis que eran egipcios y no libios; de viva voz también advirtió a Mykerinos que solo viviría seis años, y de viva voz dijo Latona a Psamético que sería vengado por hombres de color bronce, todo ello cumplido a su tiempo. De viva voz, el mismo Ammón ordenó a Hatshopsuitus que enviase una expedición a reconocer la tierra de Puanit, y palabras pronunciadas de viva voz por dicha deidad son las que componen el augurio conservado en la estela encontrada en Karnack indicando a Tutmosis III las tierras que este faraón debía conquistar y las victorias que obtendría en sus luchas. Célebre es el veredicto dado por el mismo Ammón en el proceso que se siguió a Tutmosis por malversación de fondos mientras desempeñaba el cargo de tesorero real, esta vez, sin embargo, no de viva voz, sino por un movimiento de su brazo, escogiendo tres veces seguidas, en presencia del faraón y de los jueces, el escrito en que se declaraba la inocencia del acusado, inocencia que se comprobó más tarde al ser hallado el verdadero culpable. Por un movimiento del brazo de Ammón, se designaba también al nuevo soberano, para lo cual se reunían los hermanos reales en el templo de Yebel Barkal y desfilaban, uno a uno, ante el dios, siendo proclamado el que Ammón tocaba con su mano al pasar. Oráculos de respuesta directa se consideraban, asimismo, las inspiraciones por sueños, en las que el consultante hacia la petición a la deidad y esperaba que esta le diese la respuesta mientras dormía. De sueños, inspirados se servía Path para indicar a sus sacerdotes lo que debían hacer y revelarle el porvenir, y se dice que fue por virtud de una de esas inspiraciones que el sumo sacerdote de Ammón predijo la decadencia de Persia y la entrega, sin lucha, de Babilonia, detallando con riqueza de pormenores las conquistas de Alejandro y la época en que se efectuarían siglos más tarde”.

Iglesias Janeiro, explica más adelante que “Aunque en la actualidad los pueblos incultos que habitan en diversas regiones recurren al empleo de animales en la predicción, haciendo suponer que lo mismo debió ocurrir en tiempos lejanos a los que hoy son civilizados, los oráculos más famosos de Egipto, Persia, Grecia, México, Perú, Roma, etc., se servían únicamente de seres humanos, hombres unas veces, mujeres otras, en algunos casos una mujer como médium inspirado y un hombre como intérprete, casi en todos actuando en presencia del consultante, pero en cada uno después de una preparación especial”.

 Explica además Iglesias que “los oráculos estaban situados en lugares cuyo clima, topografía, orografía, geología, etc., eran propicios. El de Delfos, por ejemplo que fue uno de los más famosos en tiempos relativamente recientes, se hallaba en Krisa, al pie del monte Parnaso, sobre una fuente cuyas aguas despedían vapores que incitaban el delirio y muy cercano a una laguna de aguas corrompidas, que la leyenda consideraba antigua morada de Pitón, el dragón hembra, monstruo que diera a luz Hera un día de cólera y que asoló la comarca hasta que Apolo le dio muerte a fin de que, en agradecimiento, los hombres le levantasen un templo y le rindiesen culto. Teniendo esa fuente por estrado, y por trono el brocal de un profundo pozo sobre el que se apoyaba el trípode de la Pitonisa, rodeado todo ello por las aguas sagradas y recibiendo las emanaciones que subían de lo profundo del pozo, la joven que actuaba de augur preparaba su ánimo por medio de abluciones y purificaciones, machacando hojas de laurel, tomando agua de la fuente y sentándose en el trípode profético en estado extático, sin conocimiento de lo que hacía o decía, totalmente ajena a lo que ocurría a su rededor…”

Respecto de las características del oráculo de Delfos, Helena Petronila Blavatsky (HPB), explica en el tomo I de su obra Isis sin Velo que: “Según Plutarco, Jámblico, Lamprías y otros filósofos, las pitonisas eran jóvenes delicadamente sensibles, de costumbres puras y familia humilde, que estaban adscritas a su respectivo templo, donde se les destinaba habitación rigurosamente aislada del mundo, en la que solo podían entrar los sacerdotes y los videntes; de modo que la vida de las pitonisas superaba en ascetismo a la de las actuales monjas de clausura. Para ejercer su ministerio se sentaba la pitonisa en un trípode de bronce, colocado sobre una grieta del suelo que comunicaba con un subterráneo, en donde se quemaban ciertas drogas cuyos vapores subían por la grieta hasta envolver a la pitonisa en una atmósfera excitante que determinaba el frenesí mántico; y en tal estado daba el oráculo. También llamaban a la pitonisa ventrilocua vates o sea profetisa ventrílocua. (En el Glosario teosófico, se da la cita de Aristófanes, en Vœstas, I, reg. 28 y se explica que por esa razón es su voz de estómago).Los brahmanes colocaban la conciencia astral (yuch’) en el ombligo, y lo mismo creyeron Platón y otros filósofos. El versículo cuarto del segundo himno del Nâbhânedishtha dice así: “Oíd, ¡oh hijos de los dioses!, al que habla por su ombligo (nâbhâ) y os saluda en vuestras viviendas”. Muchos orientalistas convienen en que esta es una de las más antiguas creencias induistas. Los modernos fakires, lo mismo que los antiguos gimnósofos, concentran su pensamiento en el ombligo y permanecen inmóviles en la contemplación para identificarse con Átmân y unirse a la Divinidad”.

En el Glosario teosófico, se amplía la explicación con el siguiente texto: “Los autores antiguos situaban el alma del hombre (el manas inferior) o su conciencia personal, en la boca del estómago. Así encontramos en el verso cuarto del segundo himno nâbhânedichta de los Brahmanas: “Escuchad, ¡oh hijos de los dioses!, a uno que habla por el ombligo (nâba), porque os llama en vuestras moradas”. Este es un fenómeno de sonambulismo moderno. El ombligo era considerado en la antigüedad como “el círculo del sol”, el asiento de la divina luz interior. Por esto, el oráculo de Apolo estaba en Delphi, la ciudad de Delphus, matriz o vientre, así como el asiento del templo era denominado omphalos, ombligo. Como es bien sabido, un gran número de sujetos mesmerizados pueden leer cartas, oír, oler y ver por dicha parte de su cuerpo. Aun hoy día existe en la India (y también entre los parsis) la creencia de que los adeptos tienen en el ombligo llamas que aclaran para ellos todas las tinieblas y quitan el velo del mundo espiritual. Entre los zoroastrianos se les da el nombre de lámpara de Deshtur o “sumo sacerdote”, y entre los indos, “luz o esplendor del Dikchita (iniciado)”. Se explica además que Delfos, significaba útero u ombligo. Todos sus símbolos eran femeninos y de significación lunar.

De la literatura renacentista, es famoso el Oráculo manual y arte de la prudencia escrito por el jesuita Baltasar Gracián (1601 – 1658), que contiene 300 aforismos, de los cuales, el consultante puede formular una pregunta y mediante dados u otro procedimiento al azar, buscar la respuesta en el número correspondiente.

En la actualidad, muchas personas consultan sus decisiones leyendo al azar un versículo de la Biblia. Sin embargo, los antiguos rabinos, reyes y profetas hebreos disponían de varios sistemas de predicción, entre ellos, la interpretación de sueños, como es el caso de la interpretación de los sueños de Faraón, por parte de Josué y los de Nabuconodosor por parte de Daniel. Además usaban la Cábala, el Pectoral del juicio, junto con las dos piedras Urim y Tummim; así como los goralot. Asociado a la Cábala está el Tarot y sus arcanos mayores y menores. Otros pueblos, como los nórdicos desarrollaron la predicción mediante las runas, los chinos el I Ching y los mayas el tzité, entre otros.

 

Referencias

Blavatsky, Helena. Isis sin velo.T I.

Levi, Eliphas. El libro de los esplendores. México. Gómez Gómez hnos.

Levi, Eliphas. Historia de la magia. Buenos Aires. Kier. 1988.

Gracián, Baltasar, Oráculo manual y arte de la prudencia. México. Alamah clásicos. 2002.

Iglesias Janeiro, Julio, Cábala de predicción. Buenos Aires. Kier. 1984.

Platón. Diálogos. México. Porrúa. 1976.

Samael Aun Weor. Cuso Zodiacal. México. Rena Ser. 2010.

Samael Aun Weor. Magia rúnica. México. Rena Ser. 2010.

Samael Aun Weor. Las tres montañas. México. Rena Ser. 2009.

Virgilio. Eneida Geórgicas + Bucólicas. México. Porrúa. 1978.

La onda dionisíaca

Dioniso

Dioniso, dios griego, habitante del Olimpo, hijo de Zeus (Júpiter), dios del vino y de la vendimia, de la inspiración, del delirio místico, del éxtasis y de la meditación. Divinidad de la sexualidad (sagrada), patrono de las artes (el teatro), dios libertador de la ilusión. Preside toda exaltación espiritual. Se dice que fue hijo de Deméter (diosa de la agricultura, en especial, los cereales e hija de los titanes Crono y Rea), También se dice que fue hijo de Perséfone (a la vez, hija de Deméter), Deméter (Ceres) y Perséfone (Proserpina), son las diosas gemelas y a la vez: madre e hija relacionadas con el verano y el invierno y también, las diosas del Cielo y del Infierno.

En otras tradiciones, Dioniso, es considerado hijo de Sémele (hija de Cadmo, rey de Tebas y de la diosa Harmonía), también se dice que fue hijo de Io (quien a la vez, fue hija de Ïnaco (el sagrado IAO) y Melia, doncella de Argos y sacerdotisa de  Hera. Io, fue convertida en Ternera por esta diosa debido a su amor con Zeus o Júpiter). Io es el nombre oculto de la madre divina y es profundamente simbólico IO, nos recuerda el número diez y las dos formas básicas del líquido vital, el agua: en forma de río circulante o fuerza positiva y de lago, laguna o charca, representando la fuerza pasiva de la Naturaleza. En otras versiones de la tradición clásica, Dioniso, es hijo de Dione (madre de Afrodita y equivalente a Rea e hija de Urano y Gea). El nombre de esa diosa, significa simplemente: La diosa, equiparándola como esposa de Zeus (Júpiter). El nombre de Dioniso, significa: “hijo de Dios”; lo cual, es profundamente significativo.

Los atributos de Dioniso, son los mismos que los de Osiris, a la vez que los de su madre Deméter se equiparan a los de Isis. En algunas tradiciones, es esposo de Deméter y en otros de Perséfone; de manera que forma una relación singular con la diosa que es a la vez madre, esposa, hermana; tal como ocurre en el mito de Horus, Isis y Osiris. En todas las tradiciones, Dioniso cae víctima de sus enemigos, muerto y desmembrado. Luego es cocido, asado y comido. Su hermana-esposa-madre, logra rescatar sus miembros, reconstruirlo y resucitarlo. En algunas tradiciones solo un miembro no logra rescatar: el phalo. En otras es a partir del phalo que logra reconstruirlo y resucitarlo. Su culto se asocia al de los misterios de Deméter, en Eleusis y al hierosgamos,  la unión sexual sagrada de la pareja divina. Existió una ceremonia anual en que las mujeres griegas desfilaban portando cestas en la cabeza. Dentro de la cesta un pene de madera de higuera que representaba el del dios Dioniso. Su celebración, las dionisias ocurría en marzo. La higuera representa las fuerzas sexuales y su fruto, el higo nos recuerda a la vagina femenina.

Dioniso porta el tirso o bastón ceñido de hojas de parra y de hiedra, con un remate cónico (piña de pino, símbolo fálico). El bastón, báculo o vara se asocia a la columna vertebral. Es considerado dios de los dos veces nacidos. A los seis meses de gestación de Dioniso, su madre murió fulminada por un rayo de Zeus. En otras tradiciones, su madre, es fulminada por Hera. Durante los últimos tres meses de gestación Zeus tuvo a Dioniso cosido en su muslo (después de extraerlo del seno de su madre. Por eso se le conoce como el «nacido dos veces». De niño Hermes (Mercurio) le dio forma de cabrito y fue criado por las ninfas (Híades). En la mitología romana, fue criado por las nueve musas Adoptaba la forma de toro o macho cabrío o cabro. Se dice que prefería la forma de toro o de macho cabrío a todas las demás. Recordemos que el misterio del Bafometo generalmente se encuentra unido al macho cabrío de la ciudad de Mendes, en el bajo Egipto.

En la simbología esotérica y desde tiempos remotos, el macho cabrío, así como los cabros, cabrones y cabras están asociados al fuego sexual, la fecundación y la fertilidad.

Por ese motivo en diversos pueblos al referirse a los jefes y reyes, se les asociaba el adjetivo de cabrones o machos cabríos. Incluso en la Biblia, libro sagrado de las diferentes formas religiosas del Cristianismo, hay referencias interesantes al respecto. Es de entender que en tiempos antiguos, la condición de líderes o caudillos estaba asociada a la valentía, al arrojo y a la potencia sexual simbolizada en cabros o machos cabríos.

Mammón

Mammón, es el demonio fenicio de la riqueza. A él se le suplicaba  riqueza. Entre los griegos fue Pluto, demonio lobuno de la riqueza en especial, la del subsuelo. Le enseñó a la humanidad a extraer las riquezas del interior de la Tierra a través de la minería. Es el demonio de la avaricia, de la riqueza, la codicia, la corrupción, la injusticia, el materialismo. Es el príncipe de los tentadores. Ante este demonio se arrodillan los esclavos del dinero, los adoradores del consumismo, los atados al beneficio material y las utilidades económicas. Sonríe ante los abusos del capitalismo salvaje. Es el jefe de los amos del capital.

Es el arquetipo de la avaricia, codicia y materialismo. Promueve la brecha entre ricos y pobres, la servidumbre del alma humana a la sed desmedida por adquirir dinero. Gobierna el mundo a través del dinero. Es el Embajador del infierno que observa el mundo desde una cueva llena de riquezas inimaginables. Fue mencionado por Jesucristo en el sermón de la montaña: “No podemos servir a Dios y a Mammón”. (Lc 16:13 y Mt 6:24 – Biblia de los setenta o Septuaginta). En otras versiones dice: a la riqueza (al dinero). En las notas de la Biblia Reina-Valera o “del oso”, la referencia a las riquezas se asocia a Mammón.

Dante  Alighiere en el cuarto círculo (canto VII de la Divina Comedia), lo describe como un demonio lobo, ya que en la Edad Media, a los lobos se les asociaba con la avaricia. Santo Tomás de Aquino decía que Mammón sale del infierno ayudado por un lobo, para venir al mundo y corromper el corazón del hombre con la codicia. Gran parte de la humanidad le rinde culto a Mammón mediante el Culto a la riqueza y al dinero, a la avaricia, codicia, abundancia deshonesta, el amor al dinero y el materialismo.

Las eras zodiacales

Cada era está relacionada directamente con uno de los 12 signos del Zodiaco: Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio. Los primeros dos mil años de la era cristiana corresponden a la era de Piscis. Jesús y Juan Bautista iniciaron la Era de Piscis. Jesús es el salvador del mundo. Juan Bautista fue el Avatar de la Era de Piscis. El pez estuvo asociado a la prédica de Cristo: “Los haré pescadores de hombres”. Antes de la Era de Piscis existió la Era de Aries y mucho antes, la Era de Tauro. Ejemplos: Aries y el culto al macho cabrío. Aries y el becerro de oro. Tauro y el culto al buey Apis. Géminis y los gemelos Castor y Polux.

De acuerdo con el Principio de correspondencia, que dice: “Tal como es arriba es abajo”; así como existe el año terrestre, también existe el gran año sideral. Un año terrestre es la vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Un año sideral, es una revolución completa del Sistema Solar en torno del cinturón zodiacal. El recorrido solar, en el cinturón zodiacal, ocurre en 25 780 años. Cada era tiene una duración aproximada de 2140 años. Las eras astrológicas, tienen correspondencia con las edades, yugas, soles de otras cosmovisiones. En la cultura clásica las edades de oro, plata, bronce, de los héroes y la de hierro. En la cosmovisión hindú, los yugas: satya, dwapara, treta, kali. En la cosmovisión azteca, los cinco soles. En la cosmovisión maya, los baktunes. Piscis se corresponde con La edad de hierro, el Kali Yuga, el Baktún 13, el quinto sol, la edad negra.

Relación contrapuesta entre Mammón y Dioniso

Incuestionablemente Mammón y Dioniso, por ser incompatibles tanto en su continente como en su contenido, jamás podrían conciliarse. En forma axiomática, irrefutable, podemos y hasta debemos definir a Mammón con dos términos:

a.)Intelectualismo
b.)Dinero. (Oro, riquezas)

Correctamente, y de modo contundente y definitivo, urge definir a Dioniso así:

a.) Transmutación voluntaria de la libido

b.) Éxtasis místico trascendental

Resulta oportuno citar ahora entre los fastos de esta pobre humanidad pigmea, aquella fecha y hora 4 de febrero de 1962 entre 2 y 3 de la tarde -, en que todos los planetas de nuestro sistema solar se reunieran en supremo concilio cósmico, precisamente en la brillante constelación de Acuario, para iniciar la nueva era entre el augusto tronar del pensamiento.

Desde esa fecha memorable y bajo la regencia de Urano, el muy venerable y meritísimo señor de Acuario, vibra intensamente en toda la naturaleza la Onda dionisíaca. No está demás enfatizar en el presente capítulo, la noticia trascendental de que tal planeta citado, ha sido, es y será siempre, el brillante astro que rige y gobierna inteligentemente a las glándulas endocrinas (sexuales). Ahora os explicaréis por vosotros mismos, el intrínseco motivo que en estos instantes origina la intensiva vibración dionisíaca.

Empero, resulta evidente, palmario y manifiesto, el hecho concreto de que los terrícolas en su abrumadora mayoría, no estuvieron a la altura de las circunstancias; no fueron capaces de polarizarse positivamente con tal Onda. Definir los dos aspectos -positivo-negativo- de esa vibración cósmica, es inaplazable, urgente, indispensable.

Polo positivo dionisíaco. Deleite sexual subliminal, transmutación voluntaria de la entidad del semen, conciencia despierta, conocimiento objetivo, intuición superlativa, música trascendental de los grandes maestros clásicos, etc..

Polo negativo dionisíaco. Degeneración sexual, infrasexualismo de toda clase: abuso del sexo y pederastía o abuso sexual de menores, ultraje y violación sexual; homosexualismo, lesbianismo; placeres demoníacos en los mundos infiernos mediante la droga, hongos, alcohol; música infernal como la de la nueva ola, etc., etc., etc. Comprender a fondo los procesos íntimos de estos dos polos de la Onda dionisíaca, es algo muy urgente. Como ejemplo viviente de este par de polos diametralmente opuestos, correspondientes a la mencionada ondulación, resulta oportuno citar aquí a título de ilustración a dos movimientos revolucionarios contemporáneos. En forma delicada quiero referirme claramente y sin ambages, al «Movimiento Gnóstico Cristiano Internacional Universal» y, también al anverso de la medalla dionisíaca, conocido con el tristemente célebre nombre de: «Movimiento hippie».

Incuestionablemente las dos mencionadas antípodas psicológicas constituyen «Per se», una viviente demostración manifiesta de par de polos opuestos de la tremenda vibración Dionisíaca. En llegando juiciosamente a esta parte del presente capítulo, deviene ineludible la necesidad de una confrontación didáctica.

Embriaguez dionisíaca, éxtasis, shamadí; obviamente resultan indispensables cuando se trata de experimentar eso que es la verdad, lo real. Tal exaltación es ciento por ciento posible a través de la técnica de la meditación.

Psicodelia es diferente: tradúzcase este término así: psiquis, alma. Delia, droga.
Especificando diremos: Lo psicodélico es el antipolo de la meditación; el infierno de las drogas está en el interior del organismo planetario en que vivimos; bajo la misma epidermis de la corteza terrestre. Los hongos alucinantes, pastillas L.S.D., marihuana, etc., etc., etc., intensifican evidentemente la capacidad vibratoria de los poderes subjetivos, más es ostensible que jamás podrían originar el despertar de la conciencia.

Las drogas alteran fundamentalmente los genes sexuales y esto ya está demostrado científicamente. Como secuencia de tales mutaciones negativas, genéticas, resulta evidente el nacimiento de niños monstruos. Meditación y psicodelia son incompatibles, opuestos, antagónicos; jamás podrían mezclarse. Incuestionablemente estos dos factores de la embriaguez dionisíaca, señalan, indican, rebelión psicológica.

Gnósticos y hippies se fastidiaron con el vano intelectualismo de Mammón; se aburrieron con tantas teorías; llegaron a la conclusión de que la mente como instrumento de investigación es demasiado miserable. ¿Zen? ¿gnana yoga? Eso es superlativo. Existen dentro de nosotros en estado latente facultades de cognición infinitamente superiores a la mente; mediante estas últimas podemos experimentar en forma directa eso que es lo real, eso que no es del tiempo.

El Movimiento Hippie prefirió el infierno de las drogas. Indubitablemente se definió perversamente. Los gnósticos, plenamente desilusionados del necio intelectualismo de Mammón, bebemos del vino de la meditación en la copa de la perfecta concentración. Cambios psicológicos, radicales y de fondo se hacen urgentes cuando nos desilusionamos de los bribones de la mente. Regresar al punto de partida original es lo indicado; sólo así es posible una transformación radical. ¿Sexología? ¡Válgame Dios y Santa María! Este tema horroriza a los puritanos. Escrito está con palabras de fuego en las sagradas escrituras, que el sexo es piedra de tropiezo y roca de escándalo…

Resalta la evidencia de que nosotros no somos hijos de ninguna teoría, escuela o secta. En la cruda raíz de nuestra existencia sólo encontramos un hombre, una mujer y un coito. Nacimos desnudos, alguien nos cortó el cordón umbilical; lloramos y buscamos luego el pecho materno. ¿Vestido?, ¿escuelas?, ¿teorías?, ¿erudición?, ¿dinero?, etc., etc., etc., todo eso vino después por añadidura.

Creencias de todo tipo existen por doquiera, empero, la única fuerza que puede transformarnos en forma íntegra, unitotal, es aquella que nos puso en el tapete de la existencia; quiero referirme a la energía creadora del primer instante, a la potencia sexual. El deleite amoroso, el disfrute erótico es por secuencia lógica, la dicha más grande. Saber copular sabiamente es indispensable cuando se anhela sinceramente un cambio psicológico definitivo. Los «hippies» presintieron todo esto cuando se sublevaron contra Mammón, pero erraron el camino; no supieron sintonizarse con el polo positivo de Dioniso. Los gnósticos somos diferentes; sabemos gozar, nos agrada transmutar y sublimar la libido. Esto no es un delito.

Mientras el «Movimiento Hippie» marchó resueltamente por el camino involutivo descendente del infrasexualismo. El «Movimiento Gnóstico Cristiano Internacional Universal» avanza victorioso por la vía ascendente revolucionaria de lo suprasexual.

La morada de Barbelo

En verdad os digo: Nada traje al mundo cuando vine a excepción de este fuego, esta agua, este vino y esta sangre. He traído el agua y el fuego de la región de la Luz de las Luces del Tesoro de la Luz; y he traído el vino y la sangre de la región de Barbelo. Y después mi padre me envió el espíritu santo en la forma de una paloma. (Pistis Sophia, cap 141,

En la Cosmovisión Gnóstica, uno de los conceptos que es preciso comprender con toda propiedad, es el de Barbelo. Barbelo aparece recurrentemente en la literatura gnóstica cristiana primitiva. Por tal motivo es motivo de análisis por parte de diferentes estudiosos de la Gnosis eterna y universal. Algunos investigadores, muchas veces, debido a que carecen de la vivencia propia de la Gnosis o que no se apoyan en fuentes complementarias provenientes del pensamiento holístico, no logran desentrañar plenamente su significado y otros conceptos gnósticos. Así ocurre con José Montserrat Torrents, quien es profesor de copto en la Universidad Autónoma de Barcelona. Torrents basado en los textos séticos o setianos “invita a adoptar un procedimiento puramente descriptivo de las gradaciones que los documentos setianos introducen para explicar el intervalo entre Dios y el mundo”[1].

Torrents, propone la categoría de estratos para referirse a los “grados de la «degradación de la divinidad de los setianos»” y distingue muchos estratos para explicar los textos. El primer estrato es el de “la absoluta trascendencia”, el “Espíritu Virginal”, es decir, conforme a la terminología gnóstica actual, el Agnostos Theos, el Espacio Abstracto Absoluto, Dios inmanifestado absoluto o simplemente El Inmanifestado, el Absoluto.

Los estudios gnósticos de todos los tiempos sostienen que Dios inmanifestado, se desdobla en Dios manifestado y a través de diversas emanaciones sucesivas crea o mejor dicho, recrea eternamente una serie de seres intermedios, los elohim, ángeles o dioses de todas las religiones y que en el Gnosticismo Universal reciben el nombre de eones. Estos seres intermedios divinales o eones, crean el Universo, la materia, la Tierra, los seres vivos incluido el ser humano.

La primera emanación del Agnostos Theos, es el primer eón, la morada de Barbelo. Surge por desdoblamiento de la unidad en dualidad. El santo afirmar emana al santo negar, el aspecto femenino de la divinidad: Dios Madre. Así se lee en el Evangelio de los egipcios[2], en el que Barbelo es reconocido como el eterno femenino, la madre inefable: “El segundo poder la Madre, la virginal barbelón…” (Los Evangelios Apócrifos, 119)

Según Montserrat Torrents, “El segundo estrato viene configurado por los eones superiores femeninos. El sujeto de este estrato recibe en casi todos los textos setianos un nombre femenino: Barbeló. «En el Evangelio de Judas, Judas dice a Jesús: Tú has venido del inmortal eón de Barbeló»” (Montserrat, 40). El autor citado, expone además que “los textos designan a Barbeló «madre» y hablan de la «matriz» de Barbeló, que es fecundada por la luz del Espíritu…” (Monteserrat, 41)

Sin embargo, Montserrat Torrents, en la explicación que da al comentario de Judas, en su versión del Evangelio de este apóstol: “Tú has venido del inmortal eón de Barbeló”, cree equivocadamente que Barbelo o Barbeló equivale al “Hijo”, es decir, al Cristo Cósmico. (Montserrat, 104)

En el capítulo 3 de El libro secreto de Juan, se lee: “1 «Porque el Perfecto se contempla a sí mismo en la luz que lo rodea. Éste es el manantial del agua de vida que produce todos los mundos de todas las clases. 2 El Perfecto contempla su imagen, la ve en el manantial del espíritu y se enamora del agua luminosa. Este es el manantial de agua pura, luminosa, que rodea al Perfecto. 3 Es el Pensamiento hecho activo, y la que apareció en presencia del Padre en luz brillante salió. 4 Ella es el primer poder: ella precedió a todo y salió de la mente del Padre como el Pensamiento Anterior de todo. 5 Su luz se parece a la luz del Padre; como el poder perfecto, ella es la imagen del perfecto e invisible Espíritu virgen. 6 Ella es el primer poder, la gloria, Barbelo, la gloria perfecta entre los mundos, la gloria emergente. 7 Ella glorificó y alabó al Espíritu virgen, porque había salido a través del Espíritu. 8 Ella es el primer Pensamiento, la imagen del Espíritu. Ella se convirtió en el vientre universal, porque ella lo precede todo, el Padre común, la primera Humanidad, el Espíritu Santo, el varón triple, el poder triple, el andrógino con tres nombres, el reino eterno entre los seres invisibles, el primero en salir”[3].

También se lee en dicho libro que Barbelo pidió al Espíritu virgen que le diera conocimiento anterior, inmortalidad, vita eterna, verdad y se las concedió (Gerz, 124). En los tres primeros versos del capítulo 4 se lee que “El Padre penetró a Barbelo con una mirada, con la luz pura, brillante, que rodea al Espíritu invisible. Barbelo concibió, y el Padre produjo un rayo de luz que se parecía a la luz bendita más no era tan brillante. Este rayo de luz era el Vástago único del Padre común que había salido, y el único retoño y el Vástago único del Padre, la luz pura” (Gerz, 125)

Para explicar el papel de Barbelo y los atributos de la divinidad femenina, aún inmanifestada, Elaine Pagels, profesora de religión en la Universidad de Princeton, hace el siguiente análisis: “Valentín, el maestro y poeta, parte de la premisa de que Dios es esencialmente indescriptible. Pero sugiere que la divinidad puede imaginarse como un cuerpo bivalente; consistente, por una parte, en el Inefable, el Profundo, el Padre Primero; y, por la otra, en la Gracia, el Silencio, el Vientre y la «Madre del Todo». Valentín hace el razonamiento de que el Silencio es el complemento apropiado del Padre, designando a aquél como femenino y a éste como masculino debido al género gramatical de las palabras griegas. Luego describe cómo el Silencio recibe, como en un vientre, la semilla de la Fuente Inefable; de ésta saca todas las emanaciones del ser divino, alineadas en parejas armoniosas de energías masculinas y femeninas”[4].

Los textos séticos, tienen origen setiano, uno de los grupos gnósticos de la época del Cristianismo primitivo, que según Elaine Pagels, “se decían hijos de Set, el tercer hijo de Adán y Eva”[5].  Entre los textos séticos, tal como lo explica Stephan Hoeller[6],  se encuentra el Evangelio de los egipcios, ya citado anteriormente.

Entre las notas de El Evangelio de Judas, editado por Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst; con traducción de Domingo Almendros y publicado por National Geografic, se hace un comentario al siguiente pasaje del Evangelio: “Tú perteneces al reino inmortal de Barbelo”. “Admitir que Jesús viene del reino (o eón) inmortal de Barbelo es admitir, en términos séticos, que Jesús pertenece al divino reino celestial y es hijo de Dios. En los textos séticos Barbelo es la divina Madre de todos, de quien muchas veces se dice que es la Providencia (pronoia) del Padre, el Ser infinito El nombre Barbelo parece basado en una forma del Tetragrámaton, el sagrado nombre de cuatro letras de Dios en el judaísmo, y aparentemente viene del hebreo, tal vez “Dios (superlativo El) en (b-) cuatro (arb(a)”.

En la misma versión del Evangelio de Judas, en el capítulo titulado: La conexión gnóstica, Marvin Meyer, transcribe una frase de Judas dirigida a Jesús: “Sé quién eres y de dónde vienes. Tú perteneces al reino inmortal de Barbelo. Y yo no soy digno de pronunciar el nombre de quien te ha enviado. (Evangelio de Judas 35)”. Meyer, explica: «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura divina de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra madre en los cielos»[7].

«El origen de Barbelo y de su nombre continúa sin estar aclarado, pero podría venir del inefable nombre de cuatro leras de Dios YHVH o Yahve usado en las Escrituras judías y en el judaísmo»[8]. De acuerdo con la cosmovisión gnóstica, Yahvé (Yahveh), no tiene nada que ver con YHVH, ni con Jehová o Iod-Heve el Demiurgo creador. Es oportuno aclarar lo dicho por Meyer en esta última cita, que Yahvé (Yahveh) tampoco tiene relación alguna con Barbelo. Para los gnósticos judíos, cristianos y contemporáneos, Yahvé (Yahveh) es demonio perverso, un mago negro.

Meyer continúa explicando que: «La palabra hebrea para “cuatro”, arba, puede designar el nombre sagrado, y el nombre de Arbelo puede estar derivado del hebreo mediante una expresión como “Dios (v. El) en (b-) cuatro (arb(a))”, es decir, Dios tal como se lo conoce por el nombre inefable». Líneas más adelante, Meyer explica que “Barbelo se convierte en el origen divino de la luz y la vida y la fuente —a menudo la Madre— del Niño divino en los textos séticos”[9].

Francisco García Bazán, en su versión de “El Evangelio de Judas” afirma que “el Señor viene de la Madre de la Vida, del Útero de Dios Padre”. En las notas correspondientes, explica que “Barbeló, es decir, be-arbá-elohá, en cuatro (letras) Dios, el Tetragrámaton o seno en silencio del Padre, de donde viene el Hijo, como lo expresa el arcaico himno-prólogo del Evangelio de Juan”[10]. En forma similar, Timothy Freke y Peter Gandy afirman que Barbelo es la primera emanación del Padre desconocido y que “se han avanzado varias etimologías para el nombre «Barbelo», incluida la sugerencia de que significa «en cuatro es Dios», obtenida de la tetraktys de los pitagóricos”[11]. Para Henri Charles Puech, la Madre es el pensamiento del Padre y la asocia con un doble aspecto, unas veces como Barbelo y otras como Sophia, ya sea como Entidad, virginal y trascendente o como Sophia caída[12]. Sin embargo, en la cosmovisión gnóstica, Sophia es hija de Barbelo, como se lee en el capítulo 137 de Pistis Sophia: “Y de nuevo hizo brotar otra fuerza de Pistis, la Sofía, hija de Barbelo”.

Barbelo es la primera emanación del Espacio Abstracto Absoluto, el “reino inmortal” y el principio femenino supremo. Es la Prakriti, la Madre Divina, la sustancia primordial de la Naturaleza. Samael Aun Weor, en el capítulo de Virgo de su obra: Tratado esotérico de Astrología Hermética”, explica que: “Cuando llega la gran noche, el Universo deja de existir, se disuelve entre el seno de la Prakriti. Explica también el maestro que: “Todo Cosmos nace de la Prakriti y se disuelve en la Prakriti. Todo mundo es una bola de fuego que se enciende y se apaga entre el seno de la Prakriti. Todo nace de la Prakriti, todo vuelve a la Prakriti. Ella es la Gran Madre”. El Avatar de la Era de Acuario, explica además que: “Durante el gran Pralaya (noche Cósmica), la Prakriti es unitotal, íntegra. En la manifestación, en el Mahamvantara (día Cósmico), la Prakriti se diferencia en tres aspectos cósmicos. Los tres aspectos de la Prakriti durante la manifestación, son: primero, el del Espacio infinito; segundo, el de la Naturaleza; tercero, el del hombre”. La Prakriti en su estado inmanifestado, es Barbelo o mejor dijéramos, “la morada de Barbelo”, “la morada de luz”, “el océano de la luz increada”, “el océano de la gran luz”, como lo explica el Kalki Avatar en Pistis Sophia develada.

Como se ha visto, en Pistis Sophía, el libro monumental de la Cosmovisión gnóstica, hay varias referencias a la morada de Barbelo. Así, se lee: “Y cuando volvió de lo alto hacia mí, le vertí de allí la primera fuerza que había recibido de Barbelo” (Pistis Sophía, cap 8, 39)

Cuando salió de Barbelo, se convirtió en cuerpo material para ti y proclamó la región de la verdad”. (Pistis Sophia, cap 61) «En verdad os digo: Nada traje al mundo cuando vine a excepción de este fuego, esta agua, este vino y esta sangre. He traído el agua y el fuego de la región de la Luz de las Luces del Tesoro de la Luz; y he traído el vino y la sangre de la región de Barbelo. Y después mi padre me envió el espíritu santo en la forma de una paloma.» (Pistis Sophia, cap 141). Este último texto coincide con el que aparece en la Misa gnóstica citando las palabras del Adorable al momento de bendecir la santa unción Gnóstica: “En verdad os digo que no he traído nada al mundo sino el fuego, el agua, el vino y la sangre de redención.He traído el fuego y el agua del lugar de la luz, de allí donde la luz se encuentra. Y he traído el vino y la sangre de la morada de Barbelo”. Más adelante se lee en la Misa: “La sangre me fue dada como símbolo del cuerpo humano, el que recibí en la morada de Barbelo, la gran fuerza del Dios universal”.

Finalmente, Samael Aun Weor, en Pistis Sophia develada, explica que “Las grandes emanaciones de Barbelos, la Morada de la Luz, no pueden ser jamás comprendidas por la luz intelectual”.

[1] José Montserrat Torrents, El Evangelio de Judas (Madrid: Edaf/Arca de sabiduría, 2006), 40

[2] David Gerz, Los Evangelios Gnósticos: Enseñanzas secretas de Jesús (Barcelona: Sirio, 2004), 119

[3] Fernando Klein, Los Evangelios Gnósticos (España: Alzmuzara/Espiritualidad, 2008), 124

[4] Elaine Pagels, Los evangelios gnósticos (Barcelona: Crítica/Biblioteca de bolsillo, 2005), 93

[5] Elaine Pagels, 62

[6] Stephan A. Hoeller, Jung y los evangelios perdidos  (Barcelona: Obelisco, 2005), 267

[7] Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst (editores), El Evangelio de Judas (Barcelona: National Geographic Society/RBA Libros), 129, 130

[8] Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst (editores), El Evangelio de Judas, 130

[9] Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst, 130

[10] Francisco García Bazán (ed), El Evangelio de Judas (Madrid: Trotta/Pliegos de oriente, 2006), 20

[11] Timothy Freke y Peter Gandy, Jesús y la diosa perdida (Barcelona: Integral, 2006), 426

[12] Henri Charles Puech, En torno a la Gnosis (Madrid, Taurus, 1982), 200, 201

 

Ayuno y espiritualidad

Contenido

  • Introducción
  • El ayuno y la purificación
  • La Biblia y el poder espiritual de los ayunos
  • El ayuno y el trabajo interior
  • El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón
  • Ayuno y ejercicio
  • El ayuno en la Gnosis
  • Oportunos testimonios
  • El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales
  • El ayuno no lo es todo
  • El ayuno que agrada a Dios
 Introducción

 

En una anterior publicación de este blog, se hizo un profundo estudio acerca de La ciencia del ayuno. En dicha exposición, se explicó ampliamente qué es el ayuno y cuáles son sus beneficios para la salud; en especial, los relacionados con la limpieza del colon de forma natural y como método de purificación del organismo. También se explicó el riesgo de intentar limpiar el sistema digestivo mediante laxantes artificiales. Se hizo una clasificación del ayuno en semi ayunos, mini ayunos y verdaderos ayunos. Los primeros como preparatorios para irse preparando para ayunos de cuatro, cinco, siete o nueve días.

En el desarrollo de ese tema, se hizo énfasis en los enormes beneficios para la salud, no solo la del sistema digestivo sino de todo el cuerpo en general que se obtiene con los ayunos. Desde la opción de adoptar el hábito de mini ayunos de 24 horas cada cierto tiempo, hasta lograr la costumbre de practicarlos mensualmente e incluso semanalmente. Un ayuno o mini ayuno consiste en detener durante un tiempo el consumo de alimentos sólidos. En la entrada ya citada, se explica ampliamente acerca de las sustancias naturales, que combinadas con abundante agua, se recomienda ingerir. No se descarta la opción de realizar periódicamente semi ayunos, en los que se permite y aconseja el consumo de  frutos u hortalizas. Esto en especial, para aquellos que aún no han aprendido a ayunar por lo  menos durante 24 horas continuas. También son recomendables en determinadas circunstancias en las que no es posible o no hay predisposición orgánica para realizar un mini ayuno o ayuno de varios días.

Es muy importante, tomar el consejo de los sabios y guiarse preferentemente por la orientación o la guía de quienes ya tienen práctica en la ciencia del ayuno y tener claros los propósitos por los que se quiere ayunar. Osho, en “El equilibrio entre la mente y el cuerpo” da el siguiente consejo acerca del ayuno: “el ayuno es un medio, nunca un fin”. También es oportuno advertir que no se trata de huir del comer o del gusto por la comida y entregarse a incesantes ayunos. En tal sentido, Osho, también recomienda: “Come bien, disfruta lo más que puedas. Recuerda, la regla es que si no disfrutas la comida, comerás más para compensar. Si disfrutas la comida, comerás menos, no habrá necesidad de compensación. Si comes despacio, saboreando cada bocado, masticando bien, te involucras de lleno en el acto. Comer debería ser como una meditación”. Al respecto, Osho amplía la explicación cuando afirma que: “Una persona sana es la que está equilibrada; en todos sus actos siempre se halla en el medio. No cae en los extremos, porque éstos no crean más que ansiedad y tensiones. Cuando comes demasiado surge la ansiedad, porque el cuerpo está atiborrado. Cuando no comes suficiente, también hay ansiedad, porque el cuerpo tiene hambre”.

El ayuno y la purificación

En el presente tema, la exposición se centra en los beneficios espirituales del ayuno, en la importancia del ayuno, ya sea para la purificación espiritual, para el trabajo interior, el conocimiento del propio cuerpo, para el estudio del centro instintivo, para el dominio de la gula, para someter a prueba la continuidad de propósitos, para la meditación y desarrollo de los chacras; como apoyo para el despertar o la iluminación; como también para los trabajos en la auténtica magia (la alta magia o teúrgia). En estos casos, es aconsejable buscar épocas especiales del año, como Semana Santa, vísperas de Navidad o la época de vacaciones; como también cuando se disfruta de retiros, cursos de espiritualidad o estancias más o menos prolongadas en monasterios o áshram.

Entre las razones por las cuales se utiliza el ayuno como método de purificación espiritual está que para el trabajo interior, para el despertar y la teúrgia, el cuerpo debe tener una vibración más alta, debe estar desprovisto de toxinas, de sustancias venenosas muy pesadas que lo aprisionen a la tierra, a la materia.  Es claro que en estos casos, son aconsejables los auténticos ayunos, es decir, aquellos que implican siete, nueve o hasta cuarenta días. Un símil muy apropiado para entender la importancia del ayuno para la purificación espiritual es que cuando el cuerpo no se alimenta de ningún tipo de comida, se está alimentando, pero del alimento espiritual.

Al realizar ayunos con propósitos espirituales, es aconsejable combinar sabiamente los ayunos, con la soledad y el silencio, con la penitencia, la oración consciente, la reflexión, la contemplación y la meditación. En la búsqueda de estados superiores de conciencia y de vivencias místicas trascendentales. Es conveniente también, procurarse una actitud positiva, acompañada del recto actuar, recto pensar, recto sentir. Otro aspecto a no descuidar, será el de prepararse esos días para estar en armonía con la Naturaleza y, preferentemente, estar en contacto con ella, sentir la gratitud y la compasión. Así como desconectarse del teléfono, la televisión y las redes sociales; entre otras condiciones previas para favorecer mejores resultados con el ayuno que conlleve propósitos para la purificación interior.

Los libros sagrados y las tradiciones de diferentes cosmovisiones dan especial importancia a la práctica del ayuno para la purificación; tanto después de haberse contaminado espiritualmente, como también para la debida preparación de ceremonias y danzas especiales. Diego de Landa, en su obra: “Relación de las cosas de Yucatán”, narra que, previo a la ceremonia del bautismo, los padres de los bautizados y los oficiales, practicaban tres días de ayuno y abstinencia. Ceremonias sagradas, como el baile del Palo volador, en Chichicastenango en el departamento de Quiché y el Rabinal Achí, en Rabinal, Baja Verapaz; en la república de Guatemala, exigen también de muchos días de preparación espiritual, la penitencia, la plegaria, el ayuno y la abstinencia entre los danzantes. En el libro sagrado de los quichés en particular y de los mayas, en general, el Popol Wuj, se lee que, antiguamente, los mayas hacían grandes ayunos: “eran grandes en esencia y eran grandes sus ayunos. Era su manera de agradecer su propia creación de agradecer su señorío. Por largo tiempo ayunaban y hacían penitencia delante de sus deidades” (versión de Luis Enrique Sam Colop, para el Popol Wuj, Ed Cholsamaj, 207). También se lee que en su Éxodo mítico, en el amanecer del Día Cósmico, desde oriente, desde Aztlán, Tulán o Avalon;  los primeros hombres de maíz realizaban ayunos rituales. «Ayuno completo observaba Balam Ki’tze’ junto con su esposa Kaqa Palo Ja’, se llamaba la esposa. Lo mismo hacía Balam Aq’ab con su esposa, chimi Ja’, llamada. También Majuk’utaj mantenía ayuno completo junto con su esposa tz’ununi Ja’ llamada; e Ik’i Balam con Kak’ixa Ja’ que era el nombre de su esposa. Ellos eran, pues, los que ayunaban en la oscuridad en el amanecer». (Sam Colop, Popol Wuj, 151)

En el compendio del “Yoga Vásishtha” realizado por Ernesto Ballesteros Arranz, con apoyo de la sociedad de estudios Índicos orientales y publicado por Etnos, se narra la historia de un brahmán que después de presenciar un crimen, se sintió igualmente contaminado; optó por viajar a un lugar santo y someterse a rigurosas penitencias y prolongados ayunos para purificarse. En la Biblia, en el libro de Crónicas, se narra el ayuno pregonado por Josafat para lograr la victoria del pueblo de Israel ante los moabitas y amonitas quienes se vieron confundidos en batalla. Así también en Nehemías se habla de la reunión de los hijos de Israel ocasión en la que confesaron pecados e iniquidades de sus padres. En el Judaísmo, el ayuno es una práctica tradicional asociada a la tristeza y al duelo.

En ese sentido se lee en varias referencias del Nuevo Testamento acerca del ayuno, como se encuentra en el libro de Joel: “convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento” (Jl 2:12). En dicho capítulo se proclama ayuno a todo el pueblo para que pida perdón a Jehová. En el libro de Jonás se lee del ayuno que hizo el pueblo de Nínive clamando el perdón divino.

Entre los judíos, están instituidos varios ayunos nacionales; en especial, el ayuno asociado a Iom Kippur (Yom Kipur), el día sagrado de la expiación, explicada ampliamente en la entrada El misterio del Bafometo (I), de este blog. Otro ayuno nacional judío lo celebran los primogénitos, anterior al Pesaj, la Pascua judía, la fiesta de los ázimos que recuerda la salida de Egipto. La Pascua judía ocurre por la época en la que antiguamente se celebraban las fiestas de primavera. En el Cristianismo se conmemora el Drama Cósmico y que tiene profunda relación con la última cena del Señor y la fiesta de los panes sin levadura, en Jueves Santo.

En el mundo cristiano, se recomiendan ayunos en determinadas fiestas. Una de ellas en celebración del Miércoles de Ceniza, después de las fiestas de Carnaval, así como durante toda la Cuaresma, en especial, practican mini ayunos los viernes de Cuaresma. Muchos cristianos de las diferentes denominaciones, durante esos días optan por los semi ayunos, es decir, evitan las carnes y se alimentan solo de vegetales. Otros, en la dieta de esos días, no excluyen el pescado; que en este caso no tendrá todos los beneficios de un auténtico semi ayuno y estrictamente hablando deja de ser un semi ayuno.

En este sentido, como bien lo explica Gurdjieff, en “El Todo y de todo”, un “ayuno” de este tipo ya no permite a los practicantes experimentar ningún tipo especial de choque consciente por el cambio vibracional derivado de la práctica de un auténtico ayuno o semi ayuno. El venerable maestro G. explica en dicha obra que los primitivos cristianos practicaban el ayuno por la época de Pascua, con el propósito de disminuir el efecto de las fuerzas de primavera o fuerzas de Enoch. Dichas fuerzas, por esos días, se expresan en toda su potencia. Se acumulan especialmente en la carne delos animales, en forma  de toxinas. El ser humano, al consumir carne animal, ingiere esos tóxicos o sustancias nocivas, que entre otros efectos, rebajas su frecuencia vibratoria. La psiquis es nutrida con hidrógenos o energías muy pesadas y en consecuencia, fácilmente es víctima de la expresión del Ego, de las bajas pasiones y de la fornicación.

La Biblia y el poder espiritual de los ayunos

 

Las sagradas escrituras hebreas y cristianas narran diversos acontecimientos extraordinarios relacionados con el ayuno. Ya se narró el que se relaciona con el semi ayuno de Daniel en la corte de Nabuconodosor. En el libro de Ester, se narra un ayuno de tres días que realizan todos los judíos a pedido de la reina Ester. El propósito del ayuno es lograr que el rey Asuero cambie la orden de exterminar a todos los judíos de la región entre la India y Etiopía, reino de Asuero: “ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunen por mí, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente…”

En el capítulo 17 del Evangelio de Mateo, hay un pasaje particularmente interesante acerca del poder espiritual del ayuno, incluso para poderosos trabajos de magia blanca, como el que ahí se narra: 14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

El ayuno y el trabajo interior

A mediados del siglo XX, Pedro Ouspensky, escribió un libro que narra los ocho años que estuvo trabajando fuertemente sobre sí, en una escuela de Cuarto camino, como discípulo de George Ivanovich Gurdijeff (el maestro G o simplemente G). Esa obra se titula: Fragmentos de una enseñanza desconocida o En búsqueda de lo milagroso, según sea la traducción y editorial responsable. En dicha obra hace una breve descripción de cómo relacionar miniayunos con ejercicios respiratorios y la oración para disciplinar la atención, de manera que lograr con más eficacia la capacidad de “estar en el aquí y ahora” y alcanzar estados superiores de conciencia:

“Apoyándome en cierta experiencia en esta dirección, que había tenido antes, comencé a ejercitarme muy seriamente. Llevé a cabo una serie de ayunos de corta duración pero muy intensos. Los llamo «intensos» porque de ninguna manera ayunaba por razones de salud; por el contrario, trataba de dar a mi organismo los choques más fuertes posibles. Además, me puse a «respirar» según un sistema preciso que, aplicado al mismo tiempo que el ayuno, me había dado antes interesantes resultados psicológicos; también me ejercitaba en la «repetición» según los métodos de la «oración mental», que antes me había ayudado mucho a concentrarme y a observarme. En fin, me entregué a una serie de ejercicios mentales, bastante difíciles, para disciplinar mi atención. No voy a describir estos ejercicios; no los emprendí, después de todo, sino para tantear el terreno, sin saber exactamente adonde me podrían conducir”.

“Mas en conjunto, todos estos esfuerzos, así como nuestras conversaciones y nuestras reuniones, me mantenían en un estado de tensión desacostumbrada, y de esta manera me prepararon, en gran parte, para la serie de experiencias extraordinarias por las cuales iba a pasar. En efecto, G. cumplió su palabra: vi «hechos», y comprendí simultáneamente lo que él tenía en mente cuando dijo que antes de los hechos eran necesarios muchos otros elementos. Los otros elementos eran una mejor preparación, una comprensión más profunda de ciertas ideas, y la necesidad de encontrarse en cierto estado. La necesidad de este estado, que es emocional, es seguramente la menos reconocida, quiero decir que no comprendemos que tal estado es indispensable, y que sin él los «hechos» son imposibles”.

El ayuno, la relajación, el pulso y latidos del corazón

A continuación otro relato de Ouspensky acerca de las enseñanzas de G y que tienen relación con el ayuno. No está demás mencionar que es sabido que muchos yogúis y budistas tienen la capacidad de controlar a voluntad los latidos de su corazón.

“Uno de los ejercicios más interesantes era el de la «sensación circular», como lo llamaba G. Un hombre se echa de espaldas. Después de haber soltado todos los músculos, concentrando su atención, trata de tener la sensación de su nariz. Cuando lo logra, lleva la atención a la oreja derecha; una vez que la ha «sentido» lleva la atención al pie derecho, luego del pie derecho al pie izquierdo, luego a la mano izquierda, luego a la oreja izquierda, nuevamente a la nariz y así sucesivamente”.

“Todo esto me interesaba particularmente, porque ciertos experimentos me habían llevado antes a la conclusión de que los estados físicos que están ligados a nuevas impresiones psíquicas comienzan con la sensación del pulso en todo el cuerpo, lo que nunca sentimos en las condiciones ordinarias. En este caso, el pulso se siente de inmediato como un solo latido en todas las partes del cuerpo. En mis experimentos personales, obtenía esta «sensación» de una pulsación en todo el cuerpo, por ejemplo después de ciertos ejercicios de respiración combinados con varios días de ayuno. Estos experimentos no me llevaban a ningún otro resultado definido, pero guardaba la profunda convicción de que el control sobre el cuerpo comienza por el control sobre el pulso. Al adquirir por poco tiempo la posibilidad de regular, acelerar o disminuir el pulso, era capaz de acelerar o disminuir los latidos del corazón, lo que a su vez, me dio interesantes resultados psicológicos. En general, constaté que el control sobre el corazón no podía provenir de los mismos músculos del corazón, sino que dependía del control del pulso correspondiente a la «gran circulación», y G. me lo había hecho comprender bien al precisar que el control sobre el «corazón izquierdo» depende del control de la tensión de los músculos; pues si no poseemos ese control, es ante todo por la mala e irregular tensión de los diversos grupos de músculos”.

“Habíamos comenzado a practicar los ejercicios de relajamiento muscular y nos llevaron a resultados muy interesantes. Así, uno de nosotros se encontró capacitado de repente para hacer desaparecer un dolor neurálgico en su brazo. Por otra parte, el relajamiento muscular tenía una inmensa repercusión en el sueño verdadero, y cualquiera que hiciera seriamente estos ejercicios no tardaba en darse cuenta de que dormía mucho mejor, necesitando menos horas de sueño”.

Ayuno y ejercicio

Pedro Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida”, amplía la importancia del ayuno y explica que con la adecuada ayuda de un maestro competente, es posible combinar el ayuno con el ejercicio físico. A continuación, lo que narra Ouspensky al respecto: “Durante el mismo período en Essentuki, entre otras cosas G. nos hizo hacer un pequeño experimento de ayuno. Anteriormente yo había hecho experimentos de este género, y me eran en gran parte familiares. Pero para muchos otros, era nueva esta impresión de días interminables, de vacío total, de la futilidad de la existencia. —Bien, dijo uno de nosotros, ahora veo muy claramente por qué vivimos y el lugar que tiene el alimento en nuestras vidas.» Pero en cuanto a mí, lo que me interesaba particularmente, era constatar el lugar que tenía en la vida el parlotear. A mis ojos, este primer ayuno se reducía para cada uno a charlar sin parar sobre el ayuno, durante varios días: » dicho de otra manera, cada uno hablaba de sí mismo. A este respecto, recordé viejas conversaciones que había tenido con uno de mis amigos en Moscú sobre el hecho de que el silencio voluntario debía ser la disciplina más severa a la cual un hombre pudiera someterse”.

“El breve ayuno de que he hablado se acompañaba también con ejercicios especiales. Desde el comienzo, G. explicó que la dificultad en el ayuno consistía en no dejar sin usar las substancias que se elaboran en el organismo para la digestión de los alimentos. —Estas substancias, dijo, son soluciones muy concentradas. Y si no se les presta atención, envenenan el organismo. Deben ser utilizadas hasta agotarlas. Pero ¿cómo agotarlas si el organismo no toma ningún alimento? Sólo con un aumento de trabajo, con un exceso de transpiración. La gente comete un temible error cuando se pone a «ahorrar sus fuerzas», a hacer la menor cantidad posible de movimientos, etc… mientras ayuna. Por el contrario, hay que gastar la mayor cantidad posible de energía. Sólo entonces el ayuno puede ser de provecho.» Cuando comenzamos nuestro ayuno, G. no nos dejó en paz ni un solo segundo. Nos hacía correr en pleno calor unos tres o cuatro kilómetros, o quedarnos con los brazos extendidos, o marcar el paso a un ritmo acelerado, o ejecutar toda una serie de curiosos ejercicios de gimnasia que él nos enseñaba”.

“Durante todo este ayuno, G. insistía sin cesar en que estos ejercicios no eran los verdaderos, sino simplemente preliminares y preparatorios. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida. Con relación a lo que G. decía referente a la respiración y a la fatiga, hice un experimento que me explicó muchas cosas, particularmente porque es tan difícil llegar a algo en las condiciones ordinarias de la vida”.

“Había ido a un cuarto donde nadie me podía ver y me puse a marcar el paso a un ritmo acelerado, tratando al mismo tiempo de regular mi respiración mientras contaba: aspiraba durante un cierto número de pasos, y espiraba durante otro número de pasos. Al cabo de cierto tiempo, cuando estaba un poco cansado, me di cuenta, o para ser más exacto sentí muy claramente, que mi respiración se había vuelto artificial e inestable. Sentí que en pocos segundos más sería incapaz de respirar de esa manera continuando marcando el paso, y que mi respiración normal — acelerada por supuesto — volvería a tomar el mando a pesar de la cuenta. Se me hacía cada vez más difícil continuar respirando y marcando el paso sin dejar de observar la cuenta de las respiraciones y de los pasos. Estaba bañado en sudor, mi cabeza comenzaba a dar vueltas y pensé que me iba a caer. Desesperaba por obtener el más mínimo resultado y estaba a punto de detenerme, cuando de repente me pareció que algo se rompía o se desplazaba dentro de mí; entonces mi respiración regresó tranquila y normalmente al ritmo que yo quería, pero sin ningún esfuerzo de mi parte, y sin dejar de procurarme la cantidad de aire que necesitaba. Era una sensación extraordinaria, y de lo más agradable. Cerré los ojos y continué marcando el paso, respirando cómoda y libremente; me parecía que una fuerza crecía en mí y que yo me volvía más ligero y más vigoroso. Pensé que si pudiera correr de esta durante cierto tiempo, obtendría resultados todavía más interesantes, porque habían comenzado a invadir mi cuerpo olas de temblorosa alegría. Y esto — lo sabía por mis experimentos anteriores — precedía siempre lo que yo llamaba la apertura de la conciencia interior”.

“Pero justo en ese momento alguien entró en el cuarto y me detuve. Mi corazón latió muy fuertemente durante mucho tiempo, pero esto no me era desagradable. Había marcado el paso y respirado durante más o menos media hora. No aconsejaría este ejercicio a las personas de corazón débil. En todo caso, este experimento me enseñó con precisión que un ejercicio dado podía ser transferido al centro motor, o dicho de otra manera que era posible hacer trabajar al centro motor de una manera nueva. Al mismo tiempo, me había convencido de que la condición de esta transferencia era una fatiga extrema. Se comienza un ejercicio con la cabeza; y es sólo cuando se llega al último estado de fatiga, que el control puede pasar al centro motor. Eso explicaba las palabras de G. sobre los «super-esfuerzos», y hacía inteligibles sus últimas recomendaciones. Pero después, a pesar de los esfuerzos que hice, no llegué a repetir más este experimento, es decir a provocar las mismas sensaciones. Es verdad que el ayuno había terminado y que el éxito de mi experimento se debía en gran parte a éste. Cuando le conté a G. lo que había experimentado, me dijo que sin un trabajo general, sin un trabajo del organismo entero, tales hechos sólo podían suceder por accidente. Más tarde, les oí, a los que estudiaban con G. las danzas y los movimientos de derviche, describir varias veces experiencias muy parecidas a la mía”. (Ouspensky)

El ayuno en la Gnosis

 

En los estudios gnósticos es de particular importancia que el estudiante comprenda la importancia que tiene el ayuno. El valor del ayuno es multidimensional y se relaciona en primer lugar con el cuerpo físico y el centro instintivo. La Gnosis, enseña la importancia del conocimiento propio del ser humano, el auto conocimiento. El ayuno es un excelente recurso didáctico para que el estudiante aprenda a conocerse a sí mismo y que aprenda a seleccionar lo que come. En este sentido, Samael Aun Weor enseña que es importante aprender a seleccionar lo que comemos, lo que respiramos y lo que pensamos.

Continuando con las explicaciones que da el venerable maestro Samael Aun Weor acerca de la ciencia del ayuno, en su obra: El Cristo Social, nos enseña acerca de los enormes beneficios para la salud que derivan de la práctica del ayuno de nueve días: “hay muchas personas que han estudiado la ciencia del ayuno. Muchas enfermedades pueden ser curadas mediante el ayuno, el organismo humano dispone de magníficas reservas de vitalidad que sólo necesitan de libertad de acción. El ayuno libera esas fuerzas vitales para que sanen los órganos enfermos. Es aconsejable practicar un ayuno de nueve días sin comer absolutamente nada. Durante ese ayuno sólo se debe beber agua pura. El resultado suele ser maravilloso, el organismo se desintoxica durante el ayuno y las fuerzas vitales de reserva lo curan totalmente.

Afirma además el maestro lo siguiente: “Nosotros aconsejamos la ciencia del ayuno para sanar de las peores enfermedades… Es necesario abandonar la mecanicidad durante el acto de comer, realmente conviene concentrarnos en los alimentos que estamos comiendo, a fin de que la mente trabaje armoniosamente produciendo por medio del cerebro todos los elementos bioquímicos necesarios para la digestión”.

Fernando Salazar Bañol, en su obra: En el corazón del maestro, comenta una forma de semiayunos que realizaba el maestro Samael Aun Weor: “La alimentación del Maestro Samael era hecha de acuerdo con las indicaciones dadas por su Madre Divina, desde los planos Internos. Si, por ejemplo, como aconteció en cierta época, tenía que comer solamente frutas durante un mes, para purificar su cuerpo, así lo hacía. Samael siempre obedeció rigurosamente todas las orientaciones dadas por su Madre Kundalini”.

En su conferencia: La salud del cuerpo físico, El Avatar de la Era de Acuario, explica lo siguiente: “Es necesario, siquiera una vez al año, hacer un ayuno científico, con el propósito de limpiar el estómago. Si ustedes quieren una forma de ayuno esotérico y científico, exacto (para depurar el organismo, limpiarlo de toda clase de podredumbre, putrefacción y suciedades), háganlo en la siguiente forma: siete días (óiganlo bien) cada año, una vez al año. Durante el ayuno se comen ajos, pero ajos puros, limpios, sin cocinarlos; así, al natural, crudos, y jugo de limón. Los hombres podrán tomar, jugo de limón puro, sin mezclar con agua, pues una vez al día, y el resto pueden mezclar agua con limón. Las mujeres, pues, pura agua con limón (mezcladita, no el limón puro, mezcladita con agua). Ellas usarán menos limón y más agua, porque la mujer para el (limón es un poco delicada; el cuerpo de la mujer, no está lo mismo hecho para el limón que el del hombre. Cuando mucho, unas gotitas de limón entre el agua y ya, nada más”.

“Tampoco quiero que comiencen ustedes con un ayuno fuerte, no. Por ejemplo, pueden practicar (si quieren ustedes) un ayuno de esta clase, un solo día nada más. Durante el día, harán ustedes sus tres buenas comidas con puros «diente de ajo, una bebida fuerte de limón al levantarse y el resto del día agua con, limón las mujeres, únicamente un poquito, unas gotitas de limón entre el agua, y durante el día, sus vasos de agua con limón y «dientes de ajo”. Tal ayuno, una sola vez un día nada más”.

“Es claro que el limón y el ajo van a acabar con todas las putrefacciones que se forman en el intestino, producto de los diversos alimentos; van a acabar con los parásitos intestinales, que los hay por montones en el estómago y en los intestinos, etc., etc., etc.; van a hacer una limpieza, porque el estómago es como la raíz de donde se nutre todo el árbol del organismo y hay que limpiarlo. Empiecen ustedes, pues, con un día de ayuno durante el año, en el año siguiente dos días (con este tipo de ayuno), tres al siguiente y así, cada año, le van aumentando un día hasta llegar a nueve. Después de nueve años, ya pueden ustedes seguir con ayunos de nueve días cada año (cada año nueve días), a base de limón y ajos, y yo les garantizo a ustedes que pueden llegar a rejuvenecer el organismo, y los que están jóvenes pueden mantenerse jóvenes, así, durante muchísimos años. La vejez no es sino desgaste y nada más que desgaste de células orgánicas; o mejor dicho: uno gasta las células, las deteriora miserablemente y no reconstruíamos el organismo por ignorancia. Pero teniendo uno sabiduría, puede (perfectamente) estar creando nuevas células y mantenerse joven, y si esta viejo, recobrar la juventud. No olviden que ustedes pueden escoger: siete días de ayuno, o nueve. ¡Ustedes elijan, elijan, elijan, hasta que lleguen al máximum!”

Entre las leyendas asociadas a los peregrinos del Sumum Supremum Sanctuarium de la Sierra Nevada se cuenta que en el caso de aquellos estudiantes gnósticos fuertemente habituados al intelectualismo y con dificultades para desarrollar la intuición, el maestro los motivaba a realizar retiros en el Sumun y practicar ayunos prolongados, incluso hasta de cuarenta días. Es innegable que después de años de comer tanta basura, las toxinas acumuladas en el colon inciden negativamente en los chacras del bajo vientre estimulando su actividad. Además que la pesadez de esa región recargará la presencia de hidrógenos pesados en la psiquis que impulsarán a las personas a la materialidad y al inframundo. En sentido inverso, el ayuno frecuente liberará esos hidrógenos pesados y propiciará la liberación de la psiquis atascada en las esferas inferiores.

El Avatar de Acuario en su obra “El Mensaje de Acuario” indica que: “F + A = C. Fuego más agua, igual conciencia. El fuego y el agua producen el despertar de la conciencia cósmica. Entonces profetizamos por mil doscientos y sesenta días vestidos de sacos y de cilicios, haciendo ayuno y penitencia”. Cuenta también el Kalki Avatar, en el Mensaje de Navidad 1964-65 que en la antigua Babilonia, el “muy santo”, “enviado de lo Alto”, Ashyata Shiemash, “hizo tres tremendos ayunos de cuarenta días cada uno acompañado de sufrimiento intencional y voluntario. El primer ayuno él lo dedicó a la oración y a la meditación. El segunda ayuno fue dedicado a revisar toda su vida y las vidas pasadas. El tercer ayuno fue el definitivo, fue dedicado a acabar con la asociación mecánica de la mente, no comió y solo bebió agua y cada media hora se arrancaba dos pelos del pecho”.

En Magia Crística Azteca, el Verbo de Dios, afirma que: “Ketzalcoatl es el Cristo Cósmico nawa que en el año Ce Akatl (895) encarnó en el hogar de Iztakmixkoatl y Chimalma. De naturaleza mística y austera, muy joven comenzó a practicar el ayuno y la penitencia”. En dicha obra, Samael Aun Weor, explica además que: los tlamatinime acudían al ayuno en los templos para iniciar neófitos: “Preparado por el ayuno, el recogimiento y la oración, el candidato a la ordalía era sentado cómodamente en el templo donde permanecía con los ojos cerrados”.

Oportunos testimonios

A continuación, un testimonio interesante para un ayuno de seis días. Quien da el testimonio explica que ha ido subiendo gradualmente, un día más la duración de ayunos cada seis meses: “Ayer terminé mi primer ayuno del año que fue de 6 días. Cada vez me impresiona más el efecto sanador del ayuno y no hablo del cuerpo sino del alma. Yo sueño muy esporádicamente. Sin embargo desde el tercer día de ayuno empecé a tener muchísimos sueños cada noche, uno tras otro… y me despertaba asombrada de estar soñando tanto, volvía a dormir y volvía a soñar. Después de tres días de sueños, caí en cuenta que había un sueño recurrente, con distintos matices pero era el mismo tema. Medité al respecto y descubrí que «allí» había algo que resolver. Ese día, que fue el quinto de ayuno, tomé una decisión al respecto. Esa noche, tuve un sueño en el que me mostraba la situación resuelta… y anoche… ya no soñé nada al respecto y solo tuve una noche muchísimo más tranquila…”

“Cada día de ayuno siento un silencio interior para el que no necesito sentarme a meditar… llega solo, como si al no comer se apagara un motor interno.  Si a eso añadimos la limpieza que se hace del organismo, pues no me cabe la menor duda de que es una de las mejores prácticas que podemos realizar. Indra Devi recomendaba hacerlo por lo menos una vez cada semestre o «cuando tuvieras una decisión importante qué tomar».

“Yo lo hice completo. Solo tomaba agua, agua con limón. Si te sientes débil tomas agua con limón y miel dos veces al día. Después del 3er. Día, caldo de hierbas con sal, pero sin comerte la hierba”. (I.L)

Un estudiante gnóstico, narra su experiencia durante nueve días de ayuno en condiciones naturales especiales, entre la selva amazónica en el monasterio gnóstico de Leticia. Entre los asombrosos cambios que pudo experimentar, fueron los del desarrollo impresionante de la agudeza de sus sentidos, durante los días del ayuno, podía escuchar sonidos imperceptibles en condiciones usuales y su capacidad olfativa se desarrolló asombrosamente.

El ayuno y las invocaciones de maestros espirituales

En su obra El Cristo Social, Samael Aun Weor afirma: “Nosotros aconsejamos el ayuno, la meditación y la oración para obtener materializaciones de grandes maestros”. En forma similar, el Buda Maitreya, explica en el Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica que para trabajos de alta magia, en particular la invocación a genios planetarios, para ser merecedor que se materialicen en el mundo físico   coros de ángeles, previamente, es imprescindible realizar intensos ayunos.

Y, nuevamente, en El Cristo Social, amplía dicha explicación: “En el mundo de las inquietudes espirituales se habla mucho de materializaciones de mahatmas, esas materializaciones son posibles con el ayuno, más la meditación y la oración. El cuerpo planetario, (cuerpo físico), vibra normalmente con las siete notas de la escala musical Do- Re- Mi- Fa- Sol- La- Si. Dicha escala puede repetirse en octavas superiores desde el Do hasta el Si. Normalmente los ángeles y mahatmas viven en una octava superior y por ello son invisibles para los ojos físicos, empero nosotros podemos elevar la tasa de vibraciones de nuestro cuerpo planetario, (cuerpo físico), Para pasarlo a la octava superior musical donde viven los ángeles y mahatmas”.

“Quien quiera elevar la tasa de vibraciones del cuerpo físico para pasarlo a la octava superior, debe utilizar para ello el ayuno, el silencio, la oración, la meditación, y el buen incienso, se hace necesario quemar buen incienso dentro de su recámara, y no hablar con nadie durante el ayuno. Se hace necesario concentrase únicamente en el ángel o maestro con el cual deseamos relacionarnos, así se eleva nuestra tasa de vibraciones y pasamos a una octava musical superior, entonces nosotros subimos y el maestro baja para platicar con nosotros, así se obtienen las famosas materializaciones de que tanto se habla en la literatura ocultista, teosofista, etc., etc., etc”.

De nuevo, en el Tratado de Medicina Oculto y Magia Práctica, Samael Aun Weor, explica que: “Se debe hacer un ayuno de nueve días. Durante el ayuno se debe beber agua pura con miel de abeja y limón. La invocación se hará en el noveno día del ayuno.  El agua pura endulzada con miel de abeja y algunas gotas de limón, hace posible el ayuno. Los ángeles auxilian de acuerdo con la Ley y hasta donde ésta lo permita. El auxilio que los ángeles nos brindan, se procesa de acuerdo con la Ley y nunca de acuerdo con nuestros caprichos meramente personales. Cuando no se nos concede algo, es porque debemos pagar lo que debemos y entonces en vez de protestar, debemos inclinarnos humildemente ante el veredicto de la Ley”. Respecto del enorme poder en la alta magia, ya se hizo mención con antelación al pasaje del Nuevo Testamento en que Jesús advierte que ciertos trabajos para liberar “posesos”, se requiere de mucho ayuno y oración.

El ayuno no lo es todo

Sin embargo, no se trata de fanatizarse, ni de ver el ayuno como la vía para la auto realización íntima del Ser. Por eso, en su obra: “la Revolución de la Dialéctica”, el maestro nos advierte que: “Conocemos fariseos que hacen tremendos ayunos y espanto­sas penitencias, están muy seguros de ser justos y sabios, pero sus víctimas lloran lo indecible. Casi siempre son sus mujeres, sus hi­jos, las víctimas inocentes de sus maldades, pero ellos continúan con sus sagrados ejercicios, convencidos de ser justos y santos”. Muy oportuna resulta la lectura de la parábola del publicano y del fariseo:

«Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era Fariseo y el otro Publicano. El Fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este Publicano; Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el Publicano estando lejos, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios sé propicio a mí, pecador». Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». (Lucas XVIII, 10-14)

También, en Rosa Ignea, el avatara advierte que: “ya conociste hijo mío, al griego y al romano, tomaste parte en todos los éxodos bíblicos y los austeros Sacerdotes de todas las religiones de la tierra apenas te brindaron el consuelo de un día. Llevaste silicios, ayunos y penitencias, y pórticos de todos los Templos de todas las religiones de la tierra apenas pudieron consolar tu adolorido corazón, pero el aguijón del tiempo te despertó a duras asperezas de la existencia, y no pudiste encontrar en tu camino ningún viandante que te pudiera consolar”.

Explica también el Kalki Avatar que el ayuno, a pesar de todos los beneficios que proporciona al practicante, tampoco nos lleva a la auto realización íntima del Ser. “El Señor Lahiri Lahasaya había vivido durante muchas reencarnaciones en los Himalayas dedicado a la vida contemplativa. Empero no se había realizado a pesar de tantas penitencias y ayunos. El Señor Lahiri Lahasaya sólo vino a realizarse a fondo, cuando se casó. Y es que, tal como lo explica en su obra “La Gran Rebelión”: “El Cristo Intimo, la palabra, el Logos Creador viviendo siempre en constante actividad tiene que eliminar en nuestro interior, en sí mismo y por sí mismo los elementos indeseables de la inercia, de la pereza, del estancamiento. El Señor de perfección acostumbrado a todos los ayunos, templado, jamás amigo de borracheras y de grandes banqueteos tiene que eliminar de sí mismo los abominables elementos de la gula”.

El ayuno que agrada a Dios

Para finalizar esta entrada, es pertinente, volver a citar el Antiguo Testamento, donde se encuentran unos versículos del libro de Isaías, muy alusivos a lo que se ha venido abordando respecto del ayuno, de que este, tal como se concibe, como evitar el consumo de alimentos durante algún tiempo. En realidad, el concepto holístico del ayuno va más allá. Va por ejemplo en el orden de aprender a no quejarse, aprender a no “comer prójimo”, es decir, no hablar mal de los ausentes; no seguir agrediendo verbalmente a determinada persona, no seguir deseando al automóvil, la casa o la pareja del otro. En síntesis: no darle alimento al Ego. Copio a continuación los versículos correspondientes del capítulo 58 del libro de Isaías: El verdadero ayuno.

“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de tu ayuno buscas tu propio gusto, y oprimes a todos tus trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunas y para herir con el puño inicuamente; no ayunas como hoy, para que tu voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamarás esto ayuno, y día agradable a Jehová? “

“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompas todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”.

“Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”. (Is 58: 1 – 12)

La ciencia del ayuno

 Introducción

 Qué es el ayuno?

El ayuno consiste en renunciar voluntariamente a todo tipo de alimento sólido. Es conveniente que las personas que nunca han realizado ayunos, hagan previamente algunos chequeos de salud, se desparasiten o consulten al médico. No se trata de adoptar su práctica sufriendo porque ese día no se comerá. Hay que cambiar la forma de pensar respecto del consumo diario de alimentos y tener claro que la finalidad es purificar el organismo.

Daniel Reid, en su obra El Tao de la salud, el sexo y la larga vida, dedica muchas líneas a la ciencia del ayuno. Este documento, está nutrido fundamentalmente por la información que dicha obra proporciona, más la de otras fuentes importantes. Reids explica que “El ayuno es uno de los mecanismos curativos naturales más antiguos del mundo. Todos los animales, salvo el hombre moderno, ayunan instintivamente cuando están enfermos. Aún hoy existen tribus primitivas en el Amazonas, en África Central y en remotas regiones de Asia, que mantienen «casas de enfermos» en las afueras de sus aldeas, donde las personas aquejadas de alguna enfermedad se retiran para someterse a prolongados ayunos totales hasta que recobran la salud y la vitalidad. Los yoguis de la india son bien conocidos por sus ayunos y sus limpiezas de colon. El ayuno terapéutico ha constituido siempre una parte muy importante de los regímenes de enseñanza taoístas. Los maestros hacían ayunar a sus discípulos durante períodos prolongados, para que purificaran el cuerpo y la mente, antes de exponerles sus técnicas más avanzadas”.

“Los antiguos griegos ayunaban para conseguir salud y longevidad, y eran renombrados por su robusta constitución física. Galeno, Paracelso e Hipócrates, padres fundadores de la medicina occidental, practicaban y recetaban el ayuno para todas las enfermedades graves, y lo recomendaban como excelente régimen preventivo. Pitágoras exigía a sus discípulos que ayunaran durante 40 días para purificar cuerpo y mente antes de transmitirles sus más altas enseñanzas. Platón y Aristóteles, cuyo pensamiento constituye la raíz y el núcleo de la filosofía occidental, ayunaban regularmente para mejorar su salud física y estimular sus facultades mentales. La Biblia menciona el ayuno en 74 ocasiones, y el propio Jesús solía ayunar con frecuencia, a veces hasta 40 días seguidos. Y lo mismo hacía Buda. El ayuno es una respuesta natural y universal ante la enfermedad y la debilidad, no un «rollo» cultural o religioso”.

 I

El ayuno y los beneficios para la salud

Reid, continúa explicando que. “El ayuno desencadena un proceso de limpieza verdaderamente maravilloso, que llega hasta la última célula y el último tejido del organismo. A las 24 horas de suspender la ingestión de alimentos, las enzimas dejan entrar en el estómago para dirigirse en cambio a los intestinos y al torrente sanguíneo, por el que van circulando y destruyendo todo tipo de productos de desecho, tales como células muertas y enfermas, microbios indeseables, subproductos del metabolismo y sustancias contaminantes. Los órganos y glándulas reciben un necesario y bien merecido descanso, durante el cual se purifican y rejuvenecen sus tejidos y se regulan y equilibran sus funciones…”

“El beneficio más importante del ayuno tal vez sea que limpia y depura a fondo la corriente sanguínea. La sangre tiene la función de transportar oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo, y debe también retirar los residuos metabólicos de las células para que sean excretados por los riñones y los pulmones. Asimismo, la sangre es el «vigilante» inmunológico del cuerpo, que hace circular las enzimas, los glóbulos blancos y otros factores inmunitarios durante las 24 horas del día, en misiones de «búsqueda y destrucción» de los invasores. Y la sangre sucia no puede realizar correctamente estas funciones. En consecuencia, se instaura la desnutrición, disminuye la resistencia, la toxemia se vuelve crónica y los gérmenes disponen de plena libertad para invadir los tejidos más vulnerables».

«A menos que lleve usted una vida ascética alejada de la civilización y evite todas las aberraciones alimentarias, su sangre y sus demás tejidos están forzosamente acumulando toxinas y perdiendo poco a poco su vitalidad funcional. Si no se limpia de estas toxinas de una forma regular, la toxemia se vuelve cada vez más grave, hasta que el cuerpo es incapaz de seguir soportándola y, o bien se purga espontáneamente en forma de diarrea, acné, erupciones, « manchas marrones», sudor maloliente, hedor corporal, halitosis y demás, o bien renuncia por completo a la lucha y cae víctima de un cáncer, una tuberculosis o cualquier otra enfermedad”.

 “Un boletín de Associated Press fechado el 28 de mayo de 1986 informa sobre los siguientes resultados del ayuno forzado en ratas de laboratorio, obtenidos en un reciente estudio sobre el envejecimiento que fue llevado a cabo en los Estados Unidos: Cuando la dieta de las ratas de laboratorio es drásticamente reducida, las ratas viven mucho más tiempo que aquellas otras, en todo lo demás idénticas, a las que se permite comer tanto como quieran. De hecho, los investigadores declaran que esta limitación de los alimentos es la única forma que conocen de prolongar significativamente la duración normal de la vida de estos roedores”.

 “El ayuno también restablece el adecuado pH de la sangre. El Yin y el Yang taoísta, en la dieta y la digestión se traduce a la terminología científica occidental como equilibrio ácido/básico. La acidosis de la sangre se ha convertido en una importante afección de la civilización contemporánea, y es la responsable de toda clase de desgracias. Cuando la acidez de la sangre alcanza niveles intolerables, la corriente sanguínea deposita el ácido en las diversas articulaciones, en forma de cristales que luego forman «espolones» que literalmente «sueldan» las articulaciones y sustituyen al líquido sinovial que las lubrifica naturalmente. La consecuencia es una dolorosa e incapacitante artritis».

«El ayuno permite que las enzimas entren en las articulaciones y disuelvan dichos cristales, con lo que se restaura el líquido sinovial y se recobra la movilidad de la articulación. El ayuno elimina también la acidosis de la propia corriente sanguínea. De hecho, los desagradables efectos secundarios que se perciben durante los tres primeros días de un ayuno se deben únicamente a que estos cristales ácidos y otras toxinas entran en la corriente sanguínea en masa para ser eliminados”.

“El ayuno constituye una excelente terapia para los trastornos mentales. En Rusia, donde el ayuno recibe el nombre de «cura de hambre», se han obtenido resultados espectaculares. En 1972, el Dr. Yuri Nikolayev, del Instituto de investigaciones Psiquiátricas de Moscú, informó que había tratado con éxito a más de 7000 pacientes que sufrían diversos trastornos psíquicos, como esquizofrenias y neurosis. ¿Padece usted de impotencia o esterilidad? Quizás haría bien en buscar al culpable en su colon. Los cólones obstruidos e intoxicados afectan negativamente a la sexualidad masculina y femenina al oprimir, y por tanto, perturbar, los órganos y glándulas sexuales. Se han comunicado numerosos casos de matrimonios que, tras 10 o 20 años de «esterilidad», han engendrado repentinamente un hijo tras unos cuantos ayunos terapéuticos combinados con irrigaciones colónicas”.

“El médico Chang Tsung-cheng de la dinastía Sung, en el siglo x de nuestra era, escribió detenidamente sobre los beneficios terapéuticos de limpiar el colon de las toxinas y residuos en él acumulados, y recomendó esta terapia para toda clase de trastornos en apariencia dispares, tales como indigestión, estreñimiento, problemas respiratorios, jaquecas y fiebres, articulaciones rígidas y doloridas, anomalías mentales y emocionales, etc. Según dejó escrito, todos los médicos saben que la libre circulación de la sangre y la energía vital son los más importantes factores de la salud. Pero si el estómago y los intestinos están bloqueados, entonces la sangre y la energía se estancan”.

II

El riesgo de los laxantes artificiales

El método taoísta tradicional para la limpieza del colon consistía en ayunos combinados con potentes hierbas purgantes que disolvían las mucosidades y dragaban los residuos del colon. Estos métodos aparecen citados ya en el siglo III a. de C., en el Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo. Hoy en día, los laxantes y purgantes químicos han llegado a figurar entre los medicamentos más vendidos del mundo occidental, donde el estreñimiento se ha convertido en un problema crónico para jóvenes y viejos, hombres y mujeres por igual”.

“A diferencia de las hierbas naturales que los médicos chinos todavía utilizan para purgar los intestinos, en combinación con ayunos terapéuticos y terapia nutricional, estos laxantes occidentales están compuestos por productos químicos inorgánicos que resultan absolutamente incompatibles con el organismo humano. Para producir su efecto, irritan tan intensamente las mucosas del colon que éste literalmente se contrae como una serpiente herida para expulsar la perniciosa droga junto con cualquier residuo suelto que se encuentre en su camino. Estos laxantes no hacen nada en absoluto para desprender las profundas incrustaciones de desechos proteínicos putrefactos, residuos tóxicos de la fermentación y capas de mucosidades secas. Con el uso prolongado, dichos productos acaban debilitando tanto los intestinos que al fin cesan completamente de funcionar sin el estímulo artificial de laxantes cada vez más potentes. Y cuando éstos ya no hacen efecto, el siguiente paso del desventurado paciente es acudir al quirófano para que le hagan una colostomía”.

 “Por fortuna, existe otra forma mejor de limpiar el colon y restaurar la actividad intestinal normal, forma basada únicamente en el elemento más abundante y más vital de la naturaleza: el agua. Se trata de un sistema mecánico, sin ningún producto químico, que limpia completamente el colon de heces bloqueadas y de residuos tóxicos incrustados sin producir ningún efecto secundario en absoluto. Este método es la irrigación colónica”.

 

III

Ayuno y excreción

 Purgar los intestinos elimina la fuente del veneno, y permite así que la sangre y la energía se regeneren naturalmente. Limpiando los intestinos reparamos el cuerpo. [Chai Yu-hua]”

El actual estilo de vida impone una enorme sobrecarga tóxica a nuestros órganos y “glándulas vitales. El estómago se halla constantemente atiborrado de alimentos desnaturalizados ingeridos en combinaciones incompatibles; el hígado está inflamado y sobrecargado por el esfuerzo de descomponer ingentes cantidades de grasas y proteínas animales, además de drogas y venenos; el páncreas se hincha hasta un volumen anormal debido a la constante demanda de enzimas para poder digerir los alimentos carentes de ellas, y el colon se va revistiendo con capa sobre capa de un engrudo pegajoso que emponzoña la sangre”.

IV

El colon: ¿alcantarilla o pozo negro?

De todos los órganos vitales del cuerpo, el que sufre las peores consecuencias de los hábitos dietéticos modernos es el colon. La naturaleza diseñó el colon para que funcionara como un sistema de alcantarillado por el que los residuos de la digestión pudieran ser prontamente eliminados del organismo”.

“En vez de eso, se ha convertido en una especie de pozo negro estancado, el equivalente fisiológico de un montón de basura en descomposición o de un retrete atascado que sigue utilizándose para defecar. Hoy en día, el colon del varón norteamericano medio lleva en su interior unos dos kilos y medio de carne roja putrefacta y semidigerida, más una cantidad de entre dos y cinco kilos de desechos tóxicos acumulados durante años en los pliegues del colon”.

 “¿Por qué los residuos tóxicos de una mala alimentación consumida en combinaciones inadecuadas se acumulan en el colon? V. E. Irons lo explica en su boletín de la siguiente manera: cuando un alimento no saludable o dañino para el cuerpo llega al estómago, e

ste envía de inmediato una advertencia a los productores de mucosidades: «Atención, se acerca el enemigo!». Sabemos que las mucosidades empiezan a ser producidas de inmediato y que el colon queda recubierto de ellas”.

“Cuando los alimentos tóxicos procedentes del estómago llegan por fin al colon, al cabo de 12 a 18 horas, este último se halla preparado para recibirlos, revestido con una capa de mucosidades para impedir que el cuerpo absorba las toxinas. Si esto sucediera una o incluso unas cuantas veces al mes, las mucosidades, tras haber cumplido su misión, se desintegrarían y serían expelidas lentamente del colon sin causar ningún perjuicio”.

“Pero ahora resulta del todo evidente que la naturaleza jamás dispuso este mecanismo defensivo para ser utilizado con la constante frecuencia con que se utiliza hoy… El resultado es que se va segregando capa tras capa hasta que su acumulación alcanza un espesor de entre 3 y 6 mm. En ocasiones, estas capas llegan a alcanzar un grosor de hasta 9 e incluso 12 mm, volviéndose tan duras y negras como un pedazo de viejo caucho endurecido de esos que se ven en las cunetas de las carreteras, arrancados de un neumático de camión…”

“Hemos tenido muestras conservadas en alcohol cuya longitud iba desde varios centímetros hasta unos cuantos palmos; la más larga de ellas pasaba de 8 metros en una sola pieza. A veces salen como una masa que llega a pesar hasta 6 kilos, y continúan saliendo durante varios días, hasta una semana seguida…”

“Sea cual sea su situación económica, sea cual sea su anterior historial médico, sea cual sea su sexo o su edad, usted (y me refiero al lector y al 95 por ciento de los estadounidenses) también lleva estas mucosidades endurecidas en su colon, y le asombraría constatar lo que puede salir de su cuerpo. Incluso el Servicio de Sanidad de los Estados Unidos, en una rara muestra de franqueza, admitió hace unos años que «más del 90 por ciento» de los norteamericanos van por la vida con el colon obstruido”.

“Irons cita la experiencia de uno de los más célebres y respetados cirujanos de la historia norteamericana, el Dr. Harvey Kellogg, de Battle Creek, Michigan, quien escribió: «En las 22.000 operaciones que he realizado personalmente, ni una sola vez he encontrado un colon normal». Y eso era a comienzos de siglo, mucho antes de que los hábitos alimentarios norteamericanos estuvieran tan completamente corrompidos como hoy por los alimentos elaborados y desnaturalizados. Tal y como lo expresa Irons”,

 «Prácticamente el único sitio donde puede verse hoy un colon normal y sano es en un libro de anatomía».

 “Todo médico sabe perfectamente la gran diferencia que muestra la radiografía de un colon sano y normal, tal y como aparece en los libros de anatomía. Si el lector se ha tomado alguna vez una radiografía de su propio colon o tiene a la mano las de alguna persona adulta, puede hacer el siguiente ejercicio. Compare las imágenes de las radiografías con imágenes de los libros de Ciencias Naturales o de Anatomía. Es probable que observe intestinos distorsionados en las reproducciones de las radiografías, aunque las personas a quienes se les tomó las radiografías estén, en apariencia sanas. Fíjese en las tortuosas vueltas y revueltas del intestino, en las enormes bolsas de mucosidades incrustadas y heces atrapadas, en las secciones comprimidas y marchitas que han degenerado por completo en la inflamación del colon en general ¿Impresionante? Pues tome buena nota, porque hay un 95 por ciento de probabilidades de que esté usted contemplando un reflejo de su propio colon”.

“Todo lo que entra debe salir…, tarde o temprano. Entretanto, puede pasarse años pudriéndose dentro del cuerpo y causarle graves enfermedades o incluso matarle. La toxemia es el verdadero culpable de casi todas las dolencias crónicas y enfermedades degenerativas. Eso explica, por ejemplo, por qué entre las personas expuestas a precisamente las mismas condiciones climáticas hay unas que «cogen» un resfriado mientras que otras permanecen inmunes. La culpa no es de los «gérmenes», como aseguraba Louis Pasteur, pues gérmenes de todas clases flotan constantemente en el aire e invaden en todo momento nuestra comida y nuestra agua. Es la falta de una resistencia normal, debida a la autointoxicación de la corriente sanguínea, lo que abre una «ventana de vulnerabilidad» en el cuerpo y posibilita la invasión de los gérmenes”.

“Cualquier persona que quebrante habitualmente las leyes de la naturaleza acabará en último término sentenciada a enfermedad crónica y muerte prematura por la Madre Naturaleza. Ninguna clase ni cantidad de fármacos, cirugía u otros tratamientos médicos podrá salvarle de la autoimpuesta pena de muerte por autointoxicación. La única forma de conseguir un indulto es mediante el «buen comportamiento», lo que significa una reforma profunda de los malos hábitos”.

“Aún así, resulta ilusorio suponer que para eliminar estas obstrucciones fétidas y expulsar las toxinas incrustadas en el colon basta con adoptar una dieta a base de salvado, vegetales crudos y otros alimentos fibrosos. El salvado y los vegetales crudos contienen tanta fibra que no pueden pasar por los minúsculos agujeros que quedan libres para el paso de las heces en la mayoría de los cólones. Lo que ocurre entonces es que la fibra se atasca, se descompone y agrava aún más el problema. Es inútil lanzarse a un programa dietético nuevo sin haberse librado antes de los desechos incrustados y residuos tóxicos que las anteriores costumbres alimenticias han hecho acumular en el canal digestivo. Y esto sólo puede conseguirse de una manera: mediante el ayuno y la limpieza intestinal con irrigaciones colónicas”.

“Cuando quiere ponerle aceite nuevo al motor de su coche, no se limita a verterlo encima del aceite sucio, sino que primero extrae todo el lubricante viejo. Lo menos que puede hacer es tratar su cuerpo con el mismo respeto y atención que concede a su automóvil”.

“Tal y como dice V. E. Irons, «probablemente seguirá usted consumiendo combinaciones de alimentos incompatibles durante tanto tiempo como viva, de modo que seguirá necesitando una serie de limpiezas de colon». En su libro Colon Health: The Key to a Vibrant Life, el Dr. Walker, de 116 años de edad, es igualmente claro: La eliminación de los alimentos no digeridos y otros productos de desecho es tan importante como la correcta digestión y asimilación de la comida… El régimen más perfecto no dará mejores resultados que el más malo si el sistema de alcantarillado que es el colon se halla obstruido por una acumulación de residuos corrompidos”.

V

Primeros ayunos en la vida

Es aconsejable iniciar con algunas horas a base de líquidos es decir, dejar de comer un tiempo de comida o pasar un día comiendo solo frutas o verduras. Si siente que está física y mentalmente preparado, puede iniciar con un miniayuno de 24 horas o un semiayno de un solo tipo de frutas o verduras.

En este sentido, Reid, advierte que “para quien nunca ha ayunado en su vida, es conveniente que sepa que al hacerlo, todo el canal digestivo se vacía. Lo que saldrá por su extremo inferior seguramente sorprenderá y asqueará a quienes ayunan por primera vez, hasta el extremo de hacerles adoptar el ayuno y la limpieza de colon como hábitos permanentes”.

Los primeros ayunos probablemente se realicen de manera ocasional; pero es importante ir adquiriendo el hábito de realizar ayunos periódicamente. Podría ser un ayuno mensual; pero lo antes posible es aconsejable acostumbrar el cuerpo a un ayuno semanal. Es indudable que el Día de reposo debe haber estado asociado también al día del ayuno. Ayunar un día por semana es un excelente sistema para purificar el organismo.

De especial cuidado en el inicio del ayuno deben tener las personas con sobrepeso exagerado u obesidad. En estos casos, es aconsejable iniciar con semiayunos, tal como se explicará más adelante.

Para quien esto escribe, el ayuno es un reseteado del sistema digestivo. En forma similar a cuando una computadora “se traba” y no responde, se opta por reiniciarla o apagarla y después de unos segundos, volver a encenderla; también con el sistema digestivo hay que practicar reseteados. Cuando el organismo se enferma de un resfriado o una gripe o hay mucho cansancio o debilidad, realizar un miniayuno es lo aconsejable. Los resultados saltan a la vista. La recuperación de la salud y la vitalidad es impresionante. Al día siguiente o a los dos días, la vitalidad que llega al organismo es asombrosa. Otro aspecto interesante de observar es que las heces fecales salen negras en clara evidencia de que han salido sustancias acumuladas mucho tiempo en el organismo.

VI

Qué se ingiere durante el ayuno

Durante un auténtico ayuno, ya sea miniayuno o ayuno de varios días, es imprescindible no comer en absoluto ni siquiera algún bocado de alimento sólido. En la tradición espiritual lo que se aconseja es el consumo de abundante agua limpia, potable. Puede elegir un ayuno puro sin tomar nada más que agua, o bien un ayuno con jugo o zumo de naranja, un ayuno con jugo o zumo de zanahoria o el que juzgue más conveniente para su organismo. Otra opción es la de beber mucha agua y a cada cierto tiempo combinarla con jugo de limón y dientes de ajo. También se recomienda que periódicamente se tome miel de abeja combinado con jugo de limón. De ser muy necesario, eventualmente se puede beber el agua de alguna sopa de vegetales, nada más el líquido de la sopa, sin los sólidos.

Una excelente opción es la de combinar el consumo de agua potable con una solución de agua y psyllium. La zaragatoria o plantago psyllium, es una especie herbácea originaria de las regiones mediterráneas. Hay varias marcas comerciales fáciles de conseguir en las farmacias. Sus semillas son altamente eficaces para limpiar el sistema gastrointestinal, reducir el colesterol, eliminar grasa, ayudan a la baja de peso contribuyen a la absorción de nutrientes y son son recomendables para combatir gastritis y úlceras. Tienen grandes propiedades como laxante natural. Las semillas contienen mucilagos que en contacto con el agua hacen que aumente su volumen hasta cuatro veces. Entre sus propiedades adicionales del psyllium está que funciona como lubricante que permite el deslizamiento de la materia fecal.

Las semillas de psyllium molidas se adhieren a las paredes del colon, retienen allí la humedad y ablandan y desprenden los productos residuales. Se aconseja beber agua frecuentemente y cada tres horas aproximadamente beber una cucharada de psyllium disuelta en agua potable.

Al respecto, Reid, explica que: “El limpiador intestinal debe tomarse cinco veces al día, cada tres horas. Se echa una cucharadita colmada de limpiador en un recipiente de tapa hermética. Se añaden 300 c.c. de agua, con un poco del zumo de fruta o verdura que usted prefiera, para darle sabor. También se aconseja añadir una o dos cucharadas soperas de otro producto llamado Bentonita, hecho a base de cenizas volcánicas. La Bentonita es como una esponja magnética que absorbe las toxinas de todo el aparato digestivo. Agite bien la mezcla y bébasela. Luego, tome un vaso de agua…”

“Las semillas de psyllium pulverizadas contienen casi un 100 por ciento de masa fibrosa, que no es absorbida ni digerida, sino que se infla en los intestinos y arrastra a su paso todos los residuos. Cuando esta fibra llega al colon, el agua tibia de las irrigaciones le ayuda a desprender los desechos tóxicos incrustados en las paredes y a expulsarlos a través del recto”.

Tampoco es mala idea tomar una o dos dosis de semilla de psyllium pulverizada un par de veces por semana para proporcionar al organismo masa fibrosa que actúa como una «escoba» en los intestinos, sobre todo si no consume usted un mínimo de un 50 por ciento de alimentos crudos en su dieta diaria.

VII

Orientaciones importantes para romper el ayuno

Para salir del ayuno, Reid, recomienda que: “rompa siempre el ayuno con una frugal colación a base de verduras crudas, especialmente zanahoria, col y lechuga, seguida al cabo de unas horas por algo de fruta fresca (manzanas, uvas, peras, etc., pero nunca frutos secos dulces) o BIEN por alguna verdura ligeramente cocida al vapor, como calabaza, tomates, judías verdes. El yogur natural es un excelente producto para restaurar en el colon la flora bacteriana benéfica tras un ayuno”.

Después de un tiempo prudencial de haber comido frutas o vegetales, “puede tomar algunas rebanadas de pan integral sin gluten y bien tostado con un poco de manteca de frutos secos, pero no mantequilla láctea. El hecho de tostar el pan convierte buena parte de las difícilmente digeribles féculas en azúcares fácilmente asimilables”. Para romper un miniayuno, es claro que después de uno o dos tiempos de comida vegetariana, ya podrá volver a la comida habitual; pero sin excederse al principio con el consumo de carne o féculas.

En el caso de ayunos más prolongados o verdaderos ayunos, el segundo día después del ayuno también debe ser vegetariano, y al tercer día ya puede empezar a consumir una comida diaria con proteínas de carne, pollo, pescado o queso. Después de sus programas de ayuno, procure que los alimentos frescos y crudos compongan al menos el 50 por ciento de su dieta general, y respete las combinaciones correctas en todas sus comidas. Según la Trofología (ciencia de la comida sana), nunca deben combinarse carbohidratos (féculas) con proteínas (carne, pollo, pescado, productos lácteos), las frutas no se combinan con vegetales, proteínas o carbohidratos. Siempre se comen, entre 30 minutos o una hora antes del resto de comidas o se les destina un tiempo completo de comida. Para una mejor digestión las frutas ácidas, no se combinan con las dulces; por ejemplo: banano con piña. Los melones (melón, papaya y sandía); se comen sin combinar con ninguna fruta o comida. Algunas frutas, como manzanas, peras y melocotones, en ocasiones sí pueden combinarse con otros alimentos.

Al romper el ayuno es aconsejable seguir: «tomando el polvo de semillas de psyllium una o dos veces al día durante la primera semana después del ayuno, para restaurar la regularidad rítmica de sus movimientos intestinales».

 VIII

Miniayunos y semiayunos

Un «semiayuno», consiste en combinar el consumo de bastante agua con jugos de frutas o de un tipo particular de frutas o legumbres. En ocasiones, incluye suplementos alimenticios y limpiadores intestinales. Algunos semiayunos bastante divulgados son los ayunos que incluyen verduras crudas y zumos de frutas, como la conocida «cura de la uva». Los ayunos con zumos vegetales constituyen una excelente manera de purificar el organismo y eliminar estados tóxicos antes de que lleguen a hacerse patológicos. Elija una sola clase de verdura cruda o zumo de fruta y no la cambie durante todo el programa, que puede prolongarse entre 3 y 10 días, según su estado y su resolución. Elija algún producto que posea afinidad natural con los órganos y glándulas más necesitados de terapia.

“Las uvas negras, por ejemplo, son la mejor elección para las personas con trastornos gastrointestinales y hepáticos. En la Unión Soviética existe un sanatorio ubicado en Yalta que está exclusivamente dedicado al ayuno con uva. Los pacientes empiezan comiendo 1/2 kilo de uva fresca y van aumentando hasta llegar a los 5 kilos diarios. Además de desintoxicar todo el organismo y curar los problemas gastrointestinales, la cura de uvas mejora considerablemente el metabolismo y fortalece los músculos cardíacos. En los Estados Unidos, algunos pacientes aseguran que la uva los ha librado de cánceres considerados «incurables»”.

 “La mayoría de los que prueban por primera vez un semiayuno con zumos vegetales se encuentran de maravilla durante los dos primeros días, pero empiezan a «hundirse» en el tercero o el cuarto. Eso se debe a que hacen falta dos o tres días para que comience la desintoxicación, pero, una vez comenzada, la corriente sanguínea queda cargada de toxinas excretadas por las células para que sean eliminadas por los riñones. Cuando suceda esto, ponga buena cara y sopórtelo algunos días, y pronto se encontrará mejor que nunca. Para que cualquier ayuno dé resultado, es absolutamente necesario superar este período de molestias catárticas; de otra forma, se llevará con usted esas toxinas a una tumba prematura. En el libro del Dr. Norman Walker Fresh Vegetable and Fruit Juices encontrará excelentes consejos sobre la utilización terapéutica de los zumos de frutas y verduras crudas”.

 “Los miniayunos son ayunos breves que duran entre 24 horas y 3 días. La práctica de un miniayuno semanal de 24-36 horas es una antigua costumbre higiénica oriental que sigue muy en boga entre los círculos mejor informados de Oriente. También en Occidente estuvo muy extendida”.

“El biógrafo griego Plutarco escribió: «En vez de medicarte, ayuna todo un día». Paul Bragg recomienda decididamente este régimen semanal como «programa de mantenimiento» entre los ayunos anuales de siete días. Esta costumbre concede al cuerpo la posibilidad de «ponerse al día» en el tratamiento de los diversos productos con que se va llenando el canal digestivo a lo largo de la semana. No es una costumbre fácil de adquirir, pero una vez establecida le hará sentir tan sano y enérgico durante el resto de la semana que le resultará difícil abandonarla”.

“La administración de irrigaciones colónicas durante los miniayunos semanales o mensuales y los semiayunos depende exclusivamente de usted y del estado de su salud. Si padece de alguna dolencia, las irrigaciones expulsarán las toxinas que la provocan. Por lo demás, aténgase a su propio juicio. Pero recuerde: las irrigaciones colónicas refuerzan notablemente los efectos depuradores de cualquier ayuno, especialmente en el colon, por lo que, si no desea dedicar cada año un tiempo prolongado a ayunar, será mejor que ayune con el refuerzo de irrigaciones colónicas”.

Andreas Moritz, en el libro “La sorprendente limpieza hepática y de la vesícula”, se explica que “Una de las grandes causas de los cálculos biliares es la sobre indulgencia en los alimentos. Por lo tanto, uno de los métodos más efectivos para prevenir los cálculos biliares es el comer menos. Comer con moderación más un ocasional día de ayuno líquido (idealmente una vez por semana) ayuda a la eficiencia del sistema digestivo y le permite procesar la mayoría de los depósitos de comida aún sin digerir. Los líquidos incluyen sopas vegetales, jugos de fruta, jugos de vegetales, té de hierbas y agua. El retirarse de la mesa con un poco de hambre mantiene un saludable gusto por las comidas nutritivas.

 IX 

La Biblia y los semiayunos

En el Antiguo Testamento, hay un ejemplo muy ilustrativo del enorme poder vitalizador de los semiayunos. Este se encuentra en la historia de Daniel y sus compañeros en Babilonia:

“En el año del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. 7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego”.

 “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza.  Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres”. (Daniel 1: 1-16)

 X

Semana de ayuno con limpieza de colon

dieta7diasEl programa de siete días de ayuno y limpieza de colon es un sistema integrado de auto purificación que combina los beneficios del ayuno con limpiadores intestinales fibrosos, suplementos nutritivos e irrigaciones colónicas diarias. Se trata de un programa completo para la desintoxicación de la sangre y los tejidos, que rejuvenece todos y cada uno de los órganos, glándulas, tejidos y células del organismo.

Este programa depurativo en particular fue elaborado por V. E. Irons, quien lo explica como sigue: Durante siete días no ha de comer nada en absoluto, pero no se sentirá con hambre porque estará tomando un producto llamado Limpiador Intestinal. Se trata de un polvo a base de semillas de psyllium.

¿Por qué siete días? En todo el reino de la naturaleza, el siete viene a ser una especie de «número mágico». El ciclo menstrual de la mujer se produce en cuatro unidades de siete, al igual que las órbitas de la Luna en torno a la Tierra. Siete son los días de la creación, según la Biblia, siete los días de la semana, siete las maravillas del mundo antiguo y siete los planetas en la astronomía de los antiguos pueblos.  Siete son las notas musicales, siete son los niveles de energía en el átomo, siete son las capas o niveles de la tabla periódica, siete son las unidades fundamentales de la Física, siete son las grandes placas tectónicas. La preferencia del número siete por la Naturaleza, no es casual, es una ley: la ley de Siete principios, también conocida como “ley de Octava” o “Ley de Heptaparaparshinock sagrada”.

Hacen falta exactamente siete días para limpiar toda la corriente sanguínea por medio del ayuno, y son también siete días los que se necesitan para desintoxicar a fondo el sistema linfático. En una escala mayor, hacen falta siete meses para restaurar el equilibrio del sistema endocrino mediante ejercicios y una alimentación correcta, y siete años para sustituir todas las células del cuerpo.

Si no acaba de decidirse a emprender un ayuno de siete días, puede tomar el Limpiador Intestinal y la Bentonita dos veces al día, por la mañana y por la noche, durante todo el mes, mientras sigue consumiendo otros alimentos. mucha gente experimenta tal mejoría con este sencillo programa que eso les decide a practicar un ayuno de siete días.

Durante los siete días de ayuno con suplementos nutritivos y limpiador intestinal, se administran a diario dos irrigaciones colónicas de 20 litros con el Colema Board, que funciona enteramente por grave dad, sin bombeo. A los 20 litros de agua tibia (38-40 °C) se añade un poco de café cargado, que estimula las naturales contracciones peristálticas del intestino y contiene ácidos que ayudan a desprender las mucosidades y limpiar la pared del colon. Si es usted muy sensible a la cafeína, puede sustituir el café por jugo de ajo fresco, zumo de limón, Bentonita o sales de Epsom. Un ayuno de siete días parece cosa seria, pero en realidad no es tan duro, porque el Limpiador Intestinal se hincha en el organismo y da sensación de saciedad. Además, también se sugiere tomar comprimidos de un suplemento llamado Greenlife, que es un concentrado de extractos de trigo, centeno, avena y cebada…

Para saber más, consulta la entrada: Ayuno y espiritualidad, de este blog.