La cosmovisión gnóstica (II)

Contenido

Introducción

El mito gnóstico

Jehová y no Yahveh

Los eones y el Pleroma

Barbelo

El Eterno femenino

La Creación, el amanecer del Día Cósmico

Los diez principios del ser humano

El Ser y el Yo

Elementos esenciales de la cosmovisión gnóstica

El conocimiento gnóstico y la revelación

Los principios religiosos

Introducción

En la parte I de este Tema: La cosmovisión gnóstica, se hizo una introducción acerca de lo que es una cosmovisión, se hizo una breve contextualización acerca de lo que podría ser la cosmovisión del lector y se explicaron los principios universales de las diferentes cosmovisiones, así como las leyes universales, en particular la ley de Evolución e Involución, hasta formular una descripción general de la cosmovisión gnóstica. Se abordaron los temas de multidimensionalidad del espacio, la divinidad suprema, los diferentes cosmos, entre ellos el macrocosmos y el microcosmos, hasta concluir en el estudio de los elohim.

Una cosmovisión, es una concepción del mundo, una interpretación del origen del Universo y del ser humano, de su razón de ser y de las leyes que rigen tanto al espacio infinito, como a la humanidad y demás seres. La cosmovisión gnóstica se fundamenta en los principios universales de las cosmovisiones de las grandes civilizaciones antiguas surgidas en Egipto, Mesopotamia, Grecia, China; así como  las de los pueblos originarios de América. Es holística, transdisciplinar y multidimensional. Para estudiar y entender la cosmovisión gnóstica, se requiere conocer muchos más aspectos. Algunos de esos contenidos, son abordados brevemente en esta publicación.

El mito gnóstico

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos, los seres divinos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más antiguos es el Mito Solar. En el caso de la cosmovisión gnóstica, Samael Aun Weor, establece que los “caracteres que especifican claramente al Mito gnóstico y que mutuamente se complementan entre sí son los siguientes:

  1. Divinidad Suprema.
  2. Emanación y caída pleromática.
  3. Demiurgo arquitecto.
  4. Neuma en el mundo.
  5. Dualismo
  6. Salvador.
  7. Retorno.

La Divinidad suprema gnóstica es caracterizable como Agnostos Theos, el Espacio abstracto absoluto. El Dios ignorado o desconocido. La Realidad una de la cual emanan los elohim en la aurora de cualquier creación universal. Recuérdese que Paranishpana es el Summum bonum, lo Absoluto, y por lo tanto, lo mismo que Paranirvana. Más tarde, todo cuanto al parecer existe en este Universo vendrá a tener real existencia en el estado de Paranishpana”.

Jehová y no Yahveh

El santo Tetragrámaton, son cuatro letras hebreas Iod (Jod), He, Vau, He (I-H-W-H) que se usan en sustitución del nombre de Dios.

Incuestionablemente, las facultades de cognición humana jamás podrían pasar más allá del Imperio cósmico del Logos macho-hembra, del Demiurgo creador, el Ejército de la Voz (el Verbo). Jah-Hovah, el Padre-Madre secreto de cada uno de nos, es el auténtico Jehová.

Jod, como letra hebrea, es el membrum virile (el principio masculino). Eve, Heve, Eva, lo mismo que Hebe, la diosa griega de la juventud y la novia olímpica de Heracles, es el yoni, el cáliz divino, el Eterno femenino.

El divino rabí de Galilea, en vez de rendir culto al Jehová antropomórfico de la judería, adoró a su divino Macho-Hembra (Jah-Hovah), el Padre-Madre interior. El bendito, crucificado en el monte de las Calaveras, clamó con gran voz diciendo: «-Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Ram-Io, Isis, su Divina madre Kundalini, le acompañó en el víacrucis.

Todas las naciones tienen a su primer Dios o dioses como andróginos. No podía ser de otro modo puesto que consideraban a sus lejanos progenitores primitivos, a sus antecesores de doble sexo, como seres divinos y dioses santos, lo mismo que hacen hoy los chinos.

En efecto, la concepción artificiosa de un Jehová antropomórfico, exclusivista, independiente de su misma obra, sentado allá arriba en su trono de tiranía y despotismo, lanzando rayos y truenos contra este triste hormiguero humano, es el resultado de la ignorancia, mera idolatría intelectual. Esta concepción errónea de la verdad, desafortunadamente se ha apoderado tanto del filósofo occidental como del religioso afiliado a cualquier secta desprovista completamente de los elementos gnósticos.

Lo que los gnósticos de todos los tiempos han rechazado no es al Dios desconocido, Uno y siempre presente en la Naturaleza, o en la Naturaleza «in abscondito», sino al Dios del dogma ortodoxo, a la espantosa deidad vengativa de la ley del talión (ojo por ojo y diente por diente). Muchos pensadores ateos se han atrevido a afirmar que no es Dios quien creo al ser humano; sino que fueron las personas, quienes se inventaron a Dios. En parte, su razonamiento es correcto. Fueron las humanas criaturas quienes crearon al falso dios o que adoran a falsos dioses.

En la cosmovisión gnóstica, se hace también plena diferenciación entre Jehová y Yahveh. Yahveh, no tiene relación alguna con el nombre oculto de Dios y el santo Tetragramatón, las cuatro letras hebreas Iod, He, Vau, He (I-H-W-H) para designar el nombre de Dios. A este respecto, Samael Aun Weor, en su obra: “El Matrimonio Perfecto” cita a Saturnino de Antioquía, “el gran cabalista, dice que Yahveh es un ángel caído, el genio del mal, el diablo. Yahveh es un demonio terriblemente perverso. Yahveh es aquel demonio que tentó a Cristo en el desierto y que lo llevó a la montaña para decirle: “Todos estos reinos del mundo serán tuyos si te arrodillas y me adoras”. Yahveh llamó al pueblo judío “mi pueblo predilecto”; en referencia al capítulo IV, versículo 6 del Evangelio de Lucas, que en la Vulgata latina, se lee: Et ait illi: Tibi dabo potestatem hanc universam, et gloriam illorum:  quia mihi tradita sunt, et cui volo do illa.

Los eones y el Pleroma

En los diccionarios, se hallarán referencias a los eones, como la siguiente: Cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colman el intervalo entre la material y el espíritu, poniéndolos en relación. En Wikipedia se lee que un eón es cada una de las inteligencias eternas o entes divinos, de un sexo u otro, que en conjunto integran la plenitud de la divinidad suprema, de la cual emanan. Están dispuestos en una jerarquía descendente que llega hasta la materia. Los eones son emanaciones de lo Divinal incognoscible e inmanifestado. El término: eones, se refiere por un lado a los seres celestiales, los cosmocratores o elohim creadores; pero también a regiones celestiales.

José Montserrat Torrents, en su versión de “El Evangelio de Judas”, explica que: “Para designar de modo genérico a las entidades o personificaciones del Mundo Superior Espiritual, los gnósticos de todas las ramas adoptaron el término griego «eón» (aion). En este significado, y en los más usuales de «periodo de tiempo» y de «eternidad», los gnósticos no difieren de los escritos filosófico-religiosos de su tiempo. Entre los gnósticos, «eón» se contrapone al mundo inferior”. Explica además que este uso conceptual tiene su origen en un texto del Platón (Montserrat, 107)

Samael Aun Weor, explica en el capítulo titulado: “Antropología Gnóstica de su obra: “La Doctrina secreta de Anáhuac, que: “El mito gnóstico de Valentín, que en forma específica nos muestra a los treinta eones pleromáticos surgiendo misteriosos de entre el Espacio abstracto absoluto por emanaciones sucesivas y ordenadas en parejas perfectas, puede y debe servir como arquetipo modelo de un mito monista que en forma más o menos manifiesta se encuentra presente en todo sistema gnóstico definido”. En Pistis Sophia develada, explica además el maestro que los eones emanan resplandecientes del Pro-Padre. El Avatar de Acuario, también explica que los treinta eones surgen en la aurora de la creación y son los cosmocratores o elohim creadores.

El concepto de eones como regiones cósmicas o cielos se refiere a los doce eones y en especial, al eón trece, que corresponde a la región más profunda del Espacio Abstracto Absoluto, el Ain. En el Nuevo Testamento, en la Biblia, constantemente se hace referencia al “reino de los cielos” (en plural, indicando que son varios). Pablo en la segunda de Corintios habla del tercer cielo, cuando dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. (2 Co 12:2). Dante Alighieri describe detalladamente nueve cielos y los mayas hablan de trece cielos. Los trece cielos de la cosmovisión maya, son los 13 eones o regiones celestiales.

Los primeros nueve cielos se corresponden con cada uno de los planetas, según el orden del antiguo sistema de clasificación astronómica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cada uno de esos cielos es la morada de una categoría especial de seres divinos, según la clasificación angélica. El orden es el siguiente: ángeles, arcángeles y principados; constituyen la primera triada. Potestades, virtudes y dominaciones; corresponden a la segunda triada. Tronos, querubines y serafines a la última y más alta triada. El ascenso a cada uno de los doce cielos, se corresponde con los doce trabajos de Hércules. Los tres cielos que se encuentran en lo más alto, corresponden a las tres regiones del Ain Soph.

Según Henri Charles Puech, en su obra: En torno a la Gnosis, el conjunto de emanaciones divinas forma el Pleroma. El Pleroma es el mundo divino, la morada de la luz.

El mundo divinal, el ámbito glorioso del Pleroma, surgió directamente de la Luz negativa, de la existencia negativa. Finalmente, el Nous, Espíritu o Neuma, contiene en sí mismo infinitas posibilidades susceptibles de desarrollo durante la manifestación. Entre los límites extraordinarios del Ser y del no Ser de la filosofía se ha producido la multiplicidad o caída. El mito gnóstico de la caída de Sophia (la divina sabiduría) alegoriza solemnemente a este terrible trastorno en el seno del Pleroma.

Barbelo

La primera emanación del Agnostos Theos o Espacio Abstracto Absoluto, el primer eón, es Barbelo, el desdoblamiento de la unidad en dualidad, en el aspecto femenino. El santo afirmar emana al santo negar, el aspecto femenino de la divinidad: Dios Madre. Barbelo aparece recurrentemente en la literatura gnóstica cristiana primitiva. Por tal motivo es motivo de análisis por parte de diferentes estudiosos del Gnosticismo histórico. En el Evangelio de los egipcios[1], Barbelo es reconocido como el eterno femenino, la madre inefable: “El segundo poder la Madre, la virginal barbelón…” (Los Evangelios Apócrifos, 119)

«En el Evangelio de Judas, Judas dice a Jesús: Tú has venido del inmortal eón de Barbeló»” (Montserrat, 40). El autor citado, expone además que “los textos designan a Barbeló «madre» y hablan de la «matriz» de Barbeló, que es fecundada por la luz del Espíritu…” (Monteserrat, 41)

En el capítulo 3 del libro secreto de Juan, se encuentran muchas evidencias del atributo femenino de Barbelo. El trato reverente a una divinidad femenina, la asociación al agua, a la virginidad, el gran vientre; son muy claros. Así se lee: “1 Porque el Perfecto se contempla a sí mismo en la luz que lo rodea. Este es el manantial del agua de vida que produce todos los mundos de todas las clases. 2 El Perfecto contempla su imagen, la ve en el manantial del espíritu y se enamora del agua luminosa. Este es el manantial de agua pura, luminosa, que rodea al Perfecto. Es el Pensamiento hecho activo, y la que apareció en presencia del Padre en luz brillante salió. 4 Ella es el primer poder: ella precedió a todo y salió de la mente del Padre como el Pensamiento Anterior de todo. 5 Su luz se parece a la luz del Padre; como el poder perfecto, ella es la imagen del perfecto e invisible Espíritu virgen. 6 Ella es el primer poder, la gloria, Barbelo, la gloria perfecta entre los mundos, la gloria emergente. 7 Ella glorificó y alabó al Espíritu virgen, porque había salido a través del Espíritu. 8 Ella es el primer Pensamiento, la imagen del Espíritu. Ella se convirtió en el vientre universal, porque ella lo precede todo, el Padre común, la primera Humanidad, el Espíritu Santo, el varón triple, el poder triple, el andrógino con tres nombres, el reino eterno entre los seres invisibles, el primero en salir”.

También se lee en dicho libro que Barbelo pidió al Espíritu virgen que le diera conocimiento anterior, inmortalidad, vita eterna, verdad y se las concedió (Gerz, 124). En los tres primeros versos del capítulo 4 se lee que “El Padre penetró a Barbelo con una mirada, con la luz pura, brillante, que rodea al Espíritu invisible. Barbelo concibió, y el Padre produjo un rayo de luz que se parecía a la luz bendita más no era tan brillante. Este rayo de luz era el Vástago único del Padre común que había salido, y el único retoño y el Vástago único del Padre, la luz pura” (Gerz, 125)

Entre las notas de El Evangelio de Judas, editado por Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst; con traducción de Domingo Almendros y publicado por National Geografic, se hace un comentario al siguiente pasaje del Evangelio: “En los textos séticos Barbelo es la divina Madre de todos, de quien muchas veces se dice que es la Providencia (pronoia) del Padre, el Ser infinito El nombre Barbelo parece basado en una forma del Tetragrámaton, el sagrado nombre de cuatro letras de Dios en el judaísmo, y aparentemente viene del hebreo, tal vez “Dios (superlativo El) en (b-) cuatro (arb(a)”.

Más adelante, en las páginas 129 y 130 del mismo Evangelio, en el capítulo titulado: La conexión gnóstica, Marvin Meyer, explica: «La frase “el reino [o eón] inmortal de Barbelo” es frecuente en los textos séticos. Se refiere al reino superior de la divinidad más allá de este mundo, y está asociada con la figura divina de Barbelo, un personaje destacado de los textos séticos, donde asume el papel de nuestra madre en los cielos».

Barbelo es la primera emanación del Espacio Abstracto Absoluto, el “reino inmortal” y el principio femenino supremo. Es la Prakriti, la Madre Divina, la Diosa, el Eterno Femenino, la sustancia primordial de la Naturaleza, que da origen a las tres gunas o manifestaciones de la Naturaleza. Samael Aun Weor, en el capítulo de Virgo de su obra: “Tratado esotérico de Astrología Hermética”, explica que: “Cuando llega la Gran Noche, el Universo deja de existir, se disuelve entre el seno de la Prakriti. Explica también el maestro que: “Todo Cosmos nace de la Prakriti y se disuelve en la Prakriti. Todo mundo es una bola de fuego que se enciende y se apaga entre el seno de la Prakriti. Todo nace de la Prakriti, todo vuelve a la Prakriti. Ella es la Gran Madre”.

El Avatar de la Era de Acuario, explica además que: “Durante el Gran Pralaya (Noche Cósmica), la Prakriti es unitotal, íntegra. En la manifestación, en el Mahamvantara (Día Cósmico), la Prakriti se diferencia en tres aspectos cósmicos. Los tres aspectos de la Prakriti durante la manifestación, son: primero, el del Espacio infinito; segundo, el de la Naturaleza; tercero, el del hombre”. La Prakriti en su estado inmanifestado es Barbelo o mejor dijéramos, “la morada de Barbelo”, “la morada de luz”, “el océano de luz increada”, “el océano de la gran luz”, como lo explica el Kalki Avatar en Pistis Sophia develada.

Samael Aun Weor, en Pistis Sophia develada, explica que “Las grandes emanaciones de Barbelos, la Morada de la Luz, no pueden ser jamás comprendidas por la luz intelectual”.

El Eterno femenino

El principio femenino eterno y universal se encuentra presente en toda la Creación. Desde el seno del Pleroma, en la región de Barbelo, como en la Naturaleza y en el microcosmos, la segunda fuerza de la Naturaleza está presente. Ella es el Eterno Femenino, la Diosa, la Madre divina, en el espacio infinito; la Madre divina en la Naturaleza; la Madre divina en el ser humano. Estas son las tres madres; las tres Marías del Cristianismo, tal como se lee en los Evangelios: “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la Madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo”. (Mt 27:55-56) “También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé”. (Mr15:40) “Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas y María Magdalena”. (Jn 19:25) El misterio de las Tres Marías aparece también en el Evangelio de Felipe, en el que se lee: “Había tres Mariames que caminaban todo el tiempo con el Amo: su madre, su hermana y la Magdalena, ella que es llamada su pareja. Así su verdadera Madre, Hermana y Pareja, también se llama «Mariam»”.

La gran Diosa, venerada desde la cultura megalítica entre el paleolítico y el neolítico tiene múltiples representaciones, rostros y nombres. Ella es la Tierra, la Luna, Venus, la madre Naturaleza, la abuela, la madre y la esposa. De esta manera María, la madre de Jesús, es la misma Isis, Juno, Deméter, Ceres, Maía, etc., la Madre Cósmica o Kundalini (Fuego Sexual) del cual nace el Cristo Cósmico siempre. La María Magdalena es la misma Salambo, Matra, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus con la cual tenemos que practicar Magia Sexual para despertar el fuego. Otras formas de representar a las Tres Marías, a los tres aspectos de la Prakriti, de la Madre Divina, se encuentran en las figuras de la abuela, la madre y la esposa. En la mujer, es ella misma en su papel de abuela, madre e hija o madre, esposa e hija. Así aparece entonces, la figura de santa Ana, la madre de María en la tradición cristiana, como también la abuela Ixmucané, en la tradición maya.

La Creación, el amanecer del Día Cósmico

En el capítulo 1 y titulado: El Niño Sol del Mensaje de Navidad 1966-67, el Avatar de la síntesis, explica que: “En el amanecer del gran día cósmico, el Primer Logos, el Padre, dijo al Tercer Logos, el Espíritu Santo: «Id, fecundad a mi esposa, la materia caótica, la gran Madre, para que surja la vida; empero, tu verás.» Así habló el Padre, y el Tercer Logos se inclinó reverente, amanecía la aurora de la Creación. En los siete templos del Caos trabajaron los cosmocratores, el ejército de los constructores de la aurora, la hueste de los elohim, el Tercer Logos”.

“Tres fuerzas son indispensables para toda creación; la fuerza positiva, la fuerza negativa y la fuerza neutra. Ante el altar del templo un Elohim se polarizó en forma masculina, positiva, y el otro en forma femenina, negativa. La planta baja del templo, el coro de los Elohim, representó la forma neutra. Este orden de las tres fuerzas quedó así establecido en cada uno de los siete templos del caos primitivo. Cantaba el divino varón, cantaba la divina mujer, cantaba el coro de los Elohim”.

Ya se explicó en el apartado correspondiente que Elohim es una palabra plural y que significa “dioses y diosas”, es decir, que en el primer versículo de Bereshit (Génesis) en la Torá, cuando se lee: “En el comienzo creó Elohim los cielos y la tierra”; se refiere a los cosmocratores a los eones de la Creación en el seno del Pleroma. A este respecto, Dion Fortune, en su obra La Cábala Mística, explica lo siguiente: “El ser humano tiene que adorar tanto a diosas como a dioses. Boaz y Yakin son ambos pilares del Templo, pero solo de su unión nace el equilibrio. Una religión sin diosas está a mitad del camino del completo ateísmo. En la palabra Elojim (Elohim) encontramos la clave verdadera. Elojim se traduce como «Dios» en las versiones autorizadas y revisadas de la Biblia. En realidad debería traducirse «diosas y dioses», pues es un nombre femenino con una terminación plural masculina. Este es un hecho incontrovertible, al menos desde el punto de vista lingüístico; y es de presumir que los varios autores que integran los libros de la Biblia sabían bien lo que decían, y no usaron esa forma peculiar y única sin muy buenas razones. «Y el Espíritu de los principios masculino y femenino se cernía sobre la superficie de lo informe, y la Creación tuvo lugar».

“Toda la liturgia de los siete templos fue cantada y la gran Palabra hizo fecundo el vientre de la gran Madre Divina. «En, el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de la que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres». El Verbo hizo fecundas las aguas de la vida, y el Universo en su estado germinal surgió espléndido en la Aurora. El Espíritu Santo fecundó a la gran Madre y nació el Cristo. El segundo Logos es siempre hijo de la Virgen madre”.

“Ella es siempre virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Ella es María, Isis, Adonia, Isoberta, Rea, Cibeles, etc. Ella es el caos primitivo, la sustancia primordial, la materia prima de la gran Obra. El Cristo Cósmico es el ejército de la gran Palabra y nace siempre en los mundos y es crucificado en cada uno de ellos para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia”.

Los diez principios del ser humano

En la cosmovisión gnóstica se reconoce que los diez sephirotes del Árbol de la Vida hebraica, se encuentran en el ser humano y constituyen diez principios inherentes a cada hombre y mujer. La relación entre el sistema de numeración decimal, los dedos de la mano, la búsqueda de alcanzar un punteo de 10 perfecto y la espiritualidad, es enorme. Esos diez principios constituyen, en su orden, la Trinidad en cada uno de nosotros, el Ser y sus dos almas (el alma divina y el alma humana) y los cuatro cuerpos: físico, vital, astral y mental.

La Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en nosotros.

Debajo de la santísima Trinidad o Trimurti sagrada, se encuentra el septenario teosófico

El Ser, el Espíritu, Atman, Chesed, el Pneuma o Nous

El alma espiritual, alma divinal o alma femenina o alma conciencia. El budhi

El alma humana o alma masculina o alma voluntad. Manas superior o cuerpo de la voluntad

La mente o manas inferior

Las emociones, sentimientos y deseos; el cuerpo de deseos o cuerpo astral lunar en la mayoría de personas, el cuerpo kedsyano.

La vitalidad o cuerpo etérico

El cuerpo físico

Los antiguos rabinos hablan de los diez sephirotes de la Cábala: Keter, Chokmah, Binah, Chesed, Geburah, Tiphereth, Netzah, Hod, Jesod y Malkuth.

Keter es el Padre en nosotros, Chokmah es el Hijo en cada uno de nosotros, Binah, es el Espíritu Santo en nuestro interior.  Es claro que la Santísima Trinidad no es ajena a las diferentes religiones antiguas.  Así existe la Trimurti hindú: Brahma, Shiva y Visnú. En el antiguo Egipto se adoraba a Osiris, Isis y Horus y entre los mayas hay muchas formas trinitarias sagradas: Itzamná, Kukulkán y Chac o Ixchel son algunas representaciones. En la Naturaleza encontramos los polos positivo, negativo y neutro, en el hogar: papá, mamá, hijos. Por eso la representación de la Sagrada Familia.

A continuación de la Trinidad en nosotros viene lo que muchos denominan el Septenario teosófico integrado por un triángulo y el cuaternario inferior. Empecemos por listar el cuaternario inferior: cuerpo físico, la vitalidad, los deseos (emociones y sentimientos incluidos) y los pensamientos (la mente). Los siguientes principios son la voluntad, la conciencia y el Ser.

Algunas escuelas místicas al referirse al cuaternario inferior hablan de cuerpos espirituales. Los teósofos y yogas hablan del cuerpo de la vitalidad (vital o etérico), del cuerpo astral (o cuerpo de los deseos y las emociones), así como del cuerpo mental. En la literatura yogui y teosófica se usan nombres hindús un tanto extraños. Veamos por ejemplo lo que dice Helena Blavatsky:

Cuaternario.- El cuaternario, llamad o también cuaternario inferior, está constituido por los cuatro “principios” inferiores del hombre que forman su personalidad, a saber: el cuerpo denso o físico (sthûla zarîra), el doble etéreo o cuerpo astral (linga-zarîra), la vida o principio vital (prâna) y el centro de los deseos o pasiones animales (kâma-rûpa). –En otras clasificaciones se incluye entre los principios del cuaternario el manas inferior, o sea la inteligencia cerebral, la mente que tiende hacia abajo, al centro de los deseos y pasiones animales. Todos estos principios deben distinguirse del ternario o tríada superior imperecedera, que constituyen la individualidad, y son: el manas superior, el buddhi y el Âtman (o Yo supremo)”; que en la cosmovisión gnóstica, se denomina con más propiedad: El Ser y no yo supremo o yo superior.

Otras escuelas espirituales hacen una metáfora y relacionan al cuaternario, integrado por esos cuatro cuerpos inferiores, con un carruaje (el cuerpo físico), el caballo (el astral), el cochero (la mente) y el amo (la conciencia) que generalmente va dormido o distraído, es decir, tiene la conciencia dormida.

Mucho se ha hablado en la literatura mística acerca del doble astral, el eidolon o “cuerpo fantasmal”. Y es que todos tenemos ese doble. Bueno: todos tenemos los 10 principios, pero en esencia y pocos los tienen plenamente desarrollados. Los grandes seres, los apóstoles, un Buda, un Moisés o Jesucristo; es claro que desarrollaron plenamente su septenario y quizá alguno o todos los principios superiores.

Pues bien: la mayoría de personas tenemos solo un cuerpo astral fantasmal y por eso casi nunca nos percatamos que lo poseemos. Cada vez que nos acostamos a dormir, ocurre una separación del “alma”, en realidad, del doble astral que se desprende del cuerpo físico. Al día siguiente llamamos a este fenómeno: soñar. Mientras vivimos, el cuerpo físico está conectado con el astral, mediante el hilo de la vida o cordón plateado. Es claro que aprender a desdoblarse conscientemente, requiere práctica y tenacidad. En forma similar dominar los viajes astrales requerirá de mucha dedicación y tiempo. Debemos aprender a utilizarlo y a desarrollarlo hasta convertirlo en un auténtico cuerpo astral o espiritual. Ese es el cuerpo de los ángeles al ser vistos por un ser humano.

La triada superior y que cita la Blavatsky: atman, budhi, manas (superior) en la nomenclatura rabínica, corresponden a: Chesed, geburah, tiphereth. En la terminología cristiana: Chesed es el Espíritu, el Ser. Tiphereth es el alma humana o alma voluntad. Lo que ocurre es que budhi también es el alma; pero el alma conciencia, el alma divina. Esta es una de las razones por las que en la tradición se habla de las almas gemelas. Una es masculina (tiphereth) y la otra es femenina (budhi).

El Ser y el Yo

El Ser es lo real, lo auténtico en nosotros. Es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será. El Ser es nuestro propio Espíritu, el Pneuma de los gnósticos.

El abismo que existe entre el Ser y el Yo es infranqueable y, por esto, el Neuma, el Espíritu, se reconoce y este reconocerse es un acto autónomo para el que la razón subjetiva del mamífero intelectual resulta ineficaz, insuficiente, terriblemente pobre.

El yo es el conjunto de valores negativos en la psiquis del animal intelectual, mal llamado ser humano, la personificación de los defectos de carácter, la suma de elementos indeseables de conducta en nosotros, los elementos subjetivos de las percepciones, entidades energéticas sutiles. El Yo, el Ego, está compuesto por sumas y restas de elementos subjetivos, inhumanos, bestiales, que incuestionablemente tienen un principio y un fin. El yo es múltiple, es pluralizado. Cada defecto de carácter está personificado por un yo. Las grandes religiones y los libros sagrados de la humanidad, se han referido al Ego pluralizado en múltiples formas alegóricas. Ellos son los endemoniados ganaderos del Evangelio, aquellos que a la pregunta: ¿cómo te llamas?, responden: “Legión me llamo; porque somos muchos”. (Mr 5:9), son el ejército de familiares y amigos a los que tiene que enfrentarse Arjuna en el Bhagavad Gita, son los nobles de Ítaca a los que debe enfrentar Ulises en la Odisea, para liberar su palacio y rescatar a Penelope, son los infieles del Islam, los demonios rojos de Seth de la tradición egipcia. Están representados en el Goliat bíblico al que David debe vencer con una piedra, son los cuatrocientos surianos a los que vence Huitzilopochtli en la tradición azteca, los adversarios de Hunahpú e Ixbalamqué, en el Popol Wuj.

Auto-conocimiento, auto-gnosis, implica la aniquilación del Yo como trabajo previo, urgente, impostergable. Por ese motivo, en todas las tradiciones místicas y en todas las mitologías, el héroe debe vencer a sus enemigos, como le ocurre a Hércules, quien debe vencer a la Hydra de Lerna, el monstruo de muchas cabezas. El ego es la causa de la idolatría condenada tanto en el Antiguo Testamento, ya que provoca que las humanas criaturas, se le arrodillen, se esclavicen y rindan culto por encima y antes del Padre que está en secreto.

Elementos esenciales de la cosmovisión gnóstica

La palabra «Gnosticismo» encierra dentro de su estructura gramatical la idea de sistemas o corrientes dedicadas al estudio de la Gnosis. Este Gnosticismo implica una serie coherente, clara, precisa, de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa:

La maldición, desde un punto de vista científico y filosófico.

El Adam y Eva del Génesis hebraico.

El pecado original y la salida del Paraíso.

El Misterio del Lucifer interior.

La muerte del mí mismo.

Los poderes creadores que divinizan.

La esencia del Salvator Salvandus.

Los Misterios sexuales.

El Cristo íntimo.

La Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes.

El descenso a los infiernos.

El regreso al Edén.

El don de Mefistófeles.

Solo las doctrinas gnósticas que impliquen los fundamentos ontológicos, teológicos y antropológicos arriba citados, forman parte del Gnosticismo auténtico y se enmarcan dentro de la cosmovisión gnóstica.

Establecidas estas aclaraciones semánticas, pasemos ahora a definir con entera claridad meridiana al Gnosticismo. El Gnosticismo es un proceso religioso muy íntimo, natural y profundo. Esoterismo auténtico de fondo, desenvolviéndose de instante en instante con vivencias místicas muy particulares, con Doctrina y ritos propios. Doctrina extraordinaria que fundamentalmente adopta la forma mítica y, a veces, mitológica. Liturgia mágica inefable con viva ilustración para la Conciencia superlativa del Ser.

El conocimiento gnóstico y la revelación

Gnosis es conocimiento, pero no cualquier conocimiento. Gnosis es la experiencia mística de lo divino en el Ser. El conocimiento al que aspira el gnóstico es el que devine de la auto-gnosis, es decir, el auto conocimiento, derivado de la experiencia. Pero esa experiencia, no es necesariamente cualquier experiencia. Por ejemplo, no es la experiencia derivada de años de práctica en determinado oficio o profesión. Es la experiencia del Ser, presente en el individuo despierto, en ausencia del yo, es la experiencia mística obtenida por imaginación e inspiración, como también por la “visita” a las dimensiones superiores del espacio. Todo ese tipo de experiencias místicas, se comprende a través de la intuición, es la revelación gnóstica. De allí que el Kalki Avatar afirme que: “El gnóstico esoterista acepta la revelación como procedente de seres divinos, las vidas manifestadas, pero jamás de la Vida Una no manifestable”.

Para mayor explicación de la afirmación del maestro, HPB en el tomo 1 de su obra La Doctrina Secreta afirma lo siguiente: El ocultista acepta la revelación como procedente de Seres divinos, si bien finitos, las Vidas manifestadas; pero jamás de la Vida Una no manifestable; si de aquellas Entidades llamadas Hombre Primordial, Dhyâni–Buddhas o Dhyân Chohans, los Rishi–Prajâpati de los indos, los elohim o hijos de Dios de los judíos, los Espíritus Planetarios de todas las naciones, los cuales han venido a ser Dioses para los hombres.

Los principios religiosos

En la cosmovisión gnóstica, se explica que todas las religiones tienen los mismos principios. Nosotros, los gnósticos, no estamos contra ninguna religión porque esto sería absurdo. Todas las religiones se necesitan. Todas las religiones son manifestaciones diversas de la Religión cósmica universal infinita. Lo grave, lo lamentable sería un pueblo sin religión. Creemos que todas las escuelas y sectas cumplen su misión enseñando, estudiando, discutiendo, etc. La Gnosis es la llama de donde salen todas las religiones, escuelas y creencias. La Gnosis es sabiduría y amor.

Los gnósticos no desdeñamos ni subestimamos ninguna religión. Todas las religiones son perlas preciosísimas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad. La cosmovisión gnóstica es asequible a las gentes de todas las religiones, escuelas, logias, sectas, órdenes, etc.

A través de la cosmovisión gnóstica, se comprende que la humanidad tiene a la disposición grandes tesoros. En el fondo de todas las religiones arcaicas se halla el principio Cristo, la búsqueda de la felicidad, el culto al amor, la clave suprema de la sexualidad sagrada o magia sexual y la eliminación de los elementos indeseables de conducta, el Ego y el anhelo por la liberación espiritual.

Continuará…

[1] David Gerz, Los Evangelios Gnósticos: Enseñanzas secretas de Jesús (Barcelona: Sirio, 2004), 119

La oración consciente

 Contenido

  • Introducción
  • Orar conscientemente
  • La oración y el recuerdo de sí.
  • La oración en el trabajo psicológico
  • Carácter individual de la oración
  • El publicano y el fariseo
  • La oración mental y las oraciones de repetición
  • La Philokalia y la oración continua
  • Los centros ceremoniales y de peregrinación

Introducción

 Continuamos con el estudio de la Oración, después de que a la luz de la Gnosis, brindamos una explicación más o menos profunda respecto de el Poder de la Oración y de haber analizado el hondo contenido espiritual encerrado en la oración de El Padre Nuestro. Iniciamos este tema citando a Annie Wood Besant (Londres 1847 –India 1933), quien fuera doctora en Filosofía y Letras, colaboradora de madame Blavatsky, así como Presidenta de la Sociedad Teosófica. La señora Besant cuenta un caso del Gurú hindú Nanak ((1469-1538), fundador del Sikismo o Sijismo, la religión Sikia que bien vale la pena transcribir.

«Era viernes aquel día, y al llegar la hora de la oración, encamináronse amo y criado a la mezquita. Cuando el Kari, empezó las oraciones, el nabab (hombre rico, príncipe o gobernador de provincia en la  India) y su séquito se prosternaron, según prescribe el rito mahometano, Nanak permaneció de pie, inmóvil y silencioso. Terminada la plegaria, el nabab se encaró con el joven y le preguntó indignado: ¿Por qué no has cumplido las ceremonias de la Ley?. Eres embustero y farsante. No debías haber venido aquí para quedarte como un poste».

Nanak replicó: «Os prosternasteis rostro en suelo mientras que vuestra mente vagaba por las nubes, porque estabais pensando en traer caballos de Candar no en recitar la plegaria. En cuanto al sacerdote, practicaba automáticamente las ceremonias de la prosternación, al paso que ponía su pensamiento en salvar la borrica que parió días pasados. ¿Cómo iba yo a orar con gentes que se arrodillan por rutina y repiten las palabras como una cotorra?»

«Confesó el nabab que en efecto había estado pensando durante toda la ceremonia en la proyectada compra de caballos. Por lo que toca al Kari, manifestó abiertamente su disgusto y apremió con muchas preguntas al joven».

El Kalki Avatar, en la lección de Leo de su obra: “Tratado de Astrología Hermética”, al comentar esta historia explica: “realmente es necesario aprender a orar científicamente; quien aprenda a combinar inteligentemente la oración con la meditación, obtendrá resultados objetivos maravillosos. Pero es urgente comprender que hay diferentes oraciones y que sus resultados son diferentes. Existen oraciones acompañadas de peticiones, mas no todas las oraciones van acompañadas de peticiones. Hay oraciones muy antiguas que son verdaderas recapitulaciones de acontecimientos cósmicos y podemos experimentar todo su contenido si meditamos en cada palabra, en cada frase, con verdadera devoción consciente”.

Orar conscientemente

En los Estudios Gnósticos, Orar es tan importante como meditar, pero hay que aprender a esforzarse por llevar estas prácticas a la conciencia. Anthony de Mello en su obra “Sadhana, un camino de oración” indica que para él “la oración es un ejercicio que confiere plenitud y satisfacción, y que es perfectamente legítimo buscar ambas cosas en la oración. Otra es que la oración debe hacerse menos con la cabeza que con el corazón. De hecho, cuanto antes se prescinda de la cabeza y del raciocinio, tanto más jugosa y provechosa será la oración. Muchos sacerdotes y religiosos equiparan oración y raciocinio. Aquí radica su fracaso”. Dice además de Mello que “orar puede ser tan sencillo como respirar” y que tener presente que mientras se ore, se aspira y espira a Dios, se puede descubrir “una profundidad, una satisfacción y un alimento espiritual que jamás había encontrado anteriormente” cuando oraba.

P.D. Ouspensky, en su obra: “Fragmentos de una enseñanza desconocida», traslada las palabras del Venerable Maestro G respecto de la oración consciente:

“Debemos aprender a orar, exactamente como debemos aprender todas las otras cosas. Para aquel que sabe orar y es capaz de concentrarse en forma adecuada, la oración puede dar resultados. Pero comprendamos que hay diferentes oraciones, y que sus resultados son diferentes. Esto es muy conocido, aun por la liturgia ordinaria. Pero cuando hablamos de la oración, o de sus posibles resultados, no consideramos más que una clase de oración: la de petición; o bien pensamos que la petición puede asociarse a todas las otras clases de oraciones”.

“Evidentemente, esto no es verdad. La mayoría de las oraciones no tiene nada en común con las peticiones. Hablo de antiguas oraciones, de las cuales algunas se remontan más allá del Cristianismo. Estas oraciones son por así decirlo recapitulaciones; al repetirlas en voz alta o mentalmente, el hombre se esfuerza por experimentar todo su contenido, con su pensamiento y su sentimiento. Por otra parte, un hombre siempre puede componer oraciones nuevas para su propio uso. Dirá, por ejemplo: «Quiero ser serio». Todo depende de la manera en que lo diga. Podrá repetirla diez mil veces al día, pero si se pregunta cuándo terminará, y qué es lo que tendrá luego para comer, esto no será orar, sino mentirse a sí mismo”.

“Sin embargo, estas mismas palabras pueden convertirse en oración, si el hombre las recita así: «Yo» — y al mismo tiempo piensa en todo lo que sabe sobre «Yo». Este «Yo» no existe, no hay un solo «Yo», sino una multitud de pequeños «yoes» clamantes y pendencieros. Por lo tanto, él quiere ser un verdadero «Yo»; quiere ser el amo. Y se acuerda del carruaje, del caballo, del cochero, y del amo. «Yo» es el Amo. «Quiero» — y el piensa en el significado de «Yo quiero». ¿Es capaz de querer? En él constantemente «ello quiere», y «ello no quiere»; pero él hará el esfuerzo de oponer a «ello quiere» y «ello no quiere» su propio «Yo quiero», que está ligado a la meta del trabajo sobre sí”.

“En otros términos, tratará de introducir la tercera fuerza en la combinación habitual de las dos fuerzas: «ello quiere» y «ello no quiere». «Ser» — él pensará lo que significa, el «ser». El ser de un hombre automático, para el cual todo sucede. Y el ser de un hombre que puede hacer. Es posible «ser» de muchas maneras. Él quiere «ser» no solamente en el sentido de existir, sino en el sentido de grandeza, de poder con grandeza. Entonces la palabra «ser» toma un peso, un sentido nuevo para él. «Serio» — se interroga sobre el significado de estas palabras: «ser serio». La manera en la cual se responde es muy importante. Si comprende lo que dice, si es capaz de definirse correctamente lo que quiere decir «ser serio», y si siente que lo desea verdaderamente, entonces su oración puede tener resultados: primeramente puede recibir una fuerza. Luego podrá más a menudo darse cuenta en qué momentos no es serio, y por último tendrá menos trabajo en vencerse a sí mismo. Por consiguiente, su oración lo habrá ayudado a volverse serio”.

Más adelante afirma: “»En el culto cristiano, hay innumerables oraciones exactamente parecidas a éstas, en las que es necesario reflexionar sobre cada palabra. Pero pierden todo su alcance, toda su significación, cuando son recitadas o cantadas mecánicamente”.

En su obra: «El cuarto Camino», Ouspensky explica que: “Las oraciones, en su mayoría, tienen como objetivo mantener la mente sobre ciertas ideas: una forma de meditación”.  Explica además que: “Si uno pudiera realmente rezar de continuo, eso crearía la consciencia de sí. Toda la cuestión consiste en que no podemos. Un hombre decide rezar y cinco minutos después eso se convierte en una repetición mecánica de palabras. Si uno pudiera rezar, la oración podría hacerlo, pero uno no puede, porque uno no es. El hombre podría hacer muchas cosas si él fuera, esto es, si fuera permanente».

La oración y el recuerdo de sí.

La oración puede y debe realizarse en forma consciente, es decir, con el tercer estado de conciencia. Pero a la vez, puede llevar al practicante hacia el despertar. En este sentido es importante hacer enormes esfuerzos por desarrollar la capacidad de prestar atención, de desarrollar la fuerza de atención y aprender a sentirse, es decir a recordarse a sí mismo. Esto no sería posible sin otra herramienta sumamente importante: la voluntad o grado de poder sobre sí mismo.

Maurice Nicoll en el Tomo I de sus Comentarios psicológicos afirma que: “En la enseñanza del Trabajo la idea de la Oración y la idea del Recuerdo de Sí están relacionadas de un modo tan estrecho que no se pueden separar una de la otra. Sin Recuerdo de sí, la Oración es imposible. Examinemos el significado de esto. El hombre tal como es no puede orar. Es decir, un hombre en su estado cotidiano ordinario no puede orar. Con el fin de orar un hombre debe estar en un estado de Recuerdo de Sí. Orar en el estado en que se está, en el estado ordinario, es orar en estado de sueño, y orar en estado de sueño es inútil. Nada puede suceder. Tal Oración no será contestada, porque no conduce a ningún lado”.

En este sentido, en Sadhana, Anthony de Mello da una clave maravillosa para el que tenga entendimiento: “para tener éxito en la vida de oración es decisivo desarrollar la capacidad de entrar en contacto con el presente y de permanecer en él. Y el mejor método que yo conozco para permanecer anclado en el presente es salir de la cabeza y volver a los sentidos”.

La oración en el trabajo psicológico

Samael Aun Weor, en su obra «Psicología Revolucionaria» explica: “Oración en el trabajo psicológico es fundamental para la disolución. Necesitamos de un poder superior a la mente, si es que en realidad deseamos desintegrar tal o cual «Yo». La mente por si misma nunca podría desintegrar ningún «Yo», esto es irrebatible, irrefutable. Orar es platicar con Dios. Nosotros debemos apelar a Dios Madre en Nuestra Intimidad, si es que en verdad queremos desintegrar «Yoes», quien no ama a su Madre, el hijo ingrato, fracasará en el trabajo sobre sí mismo”.

“Cada uno de nosotros tiene su Madre Divina particular, individual, ella en sí misma, es una parte de nuestro propio Ser, pero derivado. Todos los pueblos antiguos adoraron a «Dios Madre» en lo más profundo de nuestro Ser. El principio femenino del Eterno es Isis, María, Tonantzin, Cibeles, Rea, Adonía, Insoberta, etc., etc., etc.”

“Si en lo meramente físico tenemos padre y madre, en lo más hondo de nuestro Ser tenemos también a nuestro Padre que está en secreto y a nuestra Divina Madre Kundalini. Hay tantos Padres en el Cielo cuantos hombres en la tierra. Dios Madre en nuestra propia intimidad es el aspecto femenino de nuestro Padre que está en secreto. Él y Ella son ciertamente las dos partes superiores de nuestro Ser intimo. Indubitablemente Él y Ella son nuestro mismo Ser Real más allá del «Yo» de la Psicología. Él se desdobla en Ella y manda, dirige, instruye. Ella elimina los elementos indeseables que en nuestro interior llevamos, a condición de un trabajo continuo sobre sí mismo”.

“Cuando hayamos muerto radicalmente, cuando todos los elementos indeseables hayan sido eliminados después de muchos trabajos conscientes y padecimientos voluntarios nos fusionaremos e integraremos con el «Padre-Madre», entonces seremos Dioses terriblemente divinos, más allá del bien y del mal.

Nuestra Madre Divina particular, individual, mediante sus poderes flamígeros puede reducir a polvareda cósmica a cualquiera de esos tantos «Yoes», que haya sido previamente observado y enjuiciado. En modo alguno sería necesaria una fórmula específica para rezarle a nuestra Madre Divina interior. Debemos ser muy naturales y simples al dirigirnos a Ella. El niño que se dirige a su madre, nunca tiene fórmulas especiales, dice lo que sale de su corazón y eso es todo”.

“Volveos introvertidos, dirigid vuestra plegaria hacia adentro, buscando dentro de vuestro interior a vuestra Divina Señora y con súplicas sinceras podéis hablarle. Rogadle desintegre aquel «Yo» que hayáis previamente observado y enjuiciado”.

Carácter individual de la oración

Jorge Adoum en “La Magia del Verbo” advierte lo siguiente: “escuchad, amados aspirantes, lo que dice Jesús respecto a la oración, invocación o peticiones al Íntimo Dios. Pero antes de las citas debemos recordar lo que habíamos estudiado en “Las llaves del Reino Interno” que el cielo está en la cabeza del hombre y el infierno reside en lo inferior de su vientre en donde pululan los deseos inferiores  en donde mora el enemigo secreto. Después de esta pequeña advertencia, ya podemos tomar el capítulo VI del Evangelio de San Mateo y leer desde el versículo quinto que dice: “y cuando oráis, no seréis como los hipócritas, que aman el orar en pie en las sinagogas y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú, cuando orares, entra en tu aposento (en tu mundo interno) y cerradas las puertas (de tus sentidos, para que no te perturben por su atención al mundo externo) ora a tu padre (El Íntimo); que ve en lo secreto, te recompensará. Y cuando oraréis, no habléis mucho, como los gentiles; pues piensan que por mucho hablar serán oídos. Pues no queréis semejaros a ellos, porque vuestro Padre sabe lo que habéis menester, antes que se lo pidáis. Vosotros así habéis de orar” Y a continuación viene la gran enseñanza del Padre Nuestro, al que nos referiremos más adelante.

En tal sentido, es conveniente no olvidarnos de los consejos que da Anthony de Mello en su obra: “Liberación interior”: “Dios no se encuentra en el templo, sino en la vida. La oración se hace para que tengas cada vez más conciencia de ti”.

“La mejor manera de acercarte a la verdad es que pases un tiempo miran­do el mar, el campo, la naturaleza y, sobre todo, que repares en las perso­nas como seres nuevos, sin concep­tos, sin memoria, y que las escuches desde adentro con tu corazón abierto de par en par, comprendiéndolas, amándolas. Ésta es la mejor oración. Un día sentirás el asombro de haber estado prisionero de los conceptos y de tu ego”.

El publicano y el fariseo

En Psicología Revolucionaria, encontramos los siguientes párrafos del Avatar de la Era de Acuario y que resultan muy oportunos de citar ahora y que se refiere a: “aquella parábola de Jesús el Gran Kabir, acerca de los dos hombres que oraban. Fue dicha a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros”.

“Jesús el Cristo, dijo: «Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era Fariseo y el otro Publicano. El Fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este Publicano; Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el Publicano estando lejos, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios sé propicio a mí, pecador». Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». (Lucas XVIII, 10-14)”

“Empezar a darse cuenta de la propia nadidad y miseria en que nos encontramos, es absolutamente imposible en tanto exista en nosotros el concepto ese del «más». Ejemplos: Yo soy más justo que aquél, más sabio que fulano, más virtuoso que zutano, más rico, más experto en las cosas de la vida, más casto, más cumplidor de sus deberes, etc., etc., etc. No es posible pasar a través del ojo de una aguja mientras seamos «ricos», mientras en nosotros exista ese complejo del «más». «Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios».

“Eso de que tu escuela es la mejor y que la de mi prójimo no sirve; eso de que tu Religión es la única verdadera, la mujer de fulano es una pésima esposa y de que la mía es una santa; Eso de que mi amigo Roberto es un borracho y que yo soy un hombre muy juicioso y abstemio, etc., etc., etc., es lo que nos hace sentirnos ricos; motivo por el cual somos todos los «camellos» de la parábola bíblica con relación al trabajo esotérico”.

“Es urgente auto-observarnos de momento en momento con el propósito de conocer claramente los fundamentos sobre los que descansa. Cuando uno descubre aquello que mas le ofende en un instante dado; la molestia que le dieron por tal o cual cosa; entonces descubre las bases sobre las cuales descansa psicológicamente. Tales bases constituyen según el Evangelio cristiano «las arenas sobre las cuales edificó su casa».

“Es necesario anotar cuidadosamente cómo y cuándo despreció a otros sintiéndose superior tal vez debido al título o a la posición social o a la experiencia adquirida o al dinero, etc., etc., etc. Grave es sentirse uno rico, superior a fulano o a zutano por tal o cual motivo. Gente así no puede entrar al Reino de los Cielos. Bueno es descubrir en que se siente uno halagado, en que es satisfecha su vanidad, esto vendrá a mostrarnos los fundamentos sobre los que nos apoyamos. Sin embargo, tal clase de observación no debe ser cuestión meramente teórica, debemos ser prácticos y observarnos cuidadosamente en forma directa, de instante en instante. Cuando uno comienza a comprender su propia miseria y nadidad; cuando abandona los delirios de grandeza; cuando descubre la necedad de tantos títulos, honores y vanas superioridades sobre nuestros semejantes, es señal inequívoca de que ya empieza a cambiar”.

La oración mental y las oraciones de repetición

Algunas oraciones se repiten una y otra vez. Muchas veces, de manera incesante durante un largo tiempo, como es el caso del Rosario del Cristianismo o el mantra: Om Mani Padme Jum del Budismo. Son oraciones de repetición que tienen una finalidad específica. Pedro Demianovich Ouspensky, comenta en “Fragmentos de una enseñanza desconocida”, que por la época que culminó sus estudios al lado del maestro G, realizó una serie de ejercicios muy intensos, que incluyeron ayunos de corta duración y ejercicios de respiración. Según sus palabras, incluyó: “la «repetición» según los métodos de la «oración mental», que antes le habían ayudado mucho a concentrarse y a observarse. Se entregó a una serie de ejercicios mentales, bastante difíciles, para disciplinar su atención.

Ouspensky, en su obra: “Un Nuevo modelo del Universo”, comenta lo siguiente: “Las Narraciones de un Peregrino” contiene una explicación esquemática de los principios de un ejercicio especial de Bhakti-Yoga, al que se llama oración constante o mental, y una descripción de los resultados que produce esta oración. El “peregrino” repetía su oración, “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí”, primero tres mil veces consecutivas en un día, luego seis mil veces, después doce mil y finalmente un número indefinido. Cuando la oración se había convertido en algo automático en él, cuando no requería ningún esfuerzo y era repetida involuntariamente, empezaba a “llevarla al corazón”, es decir, a hacerla emocional, a conectar un sentimiento determinado con ella. Después de cierto tiempo la oración empezaba a evocar este sentimiento y a fortalecerlo, enriqueciéndolo en un grado extraordinario de potencia e intensidad”

“Las Narraciones de un Peregrino” no pueden servir como manual para el estudio practico de la “oración mental”, porque la descripción del método de estudio contiene una cierta deficiencia, probablemente intencional, consistente en una demasiado grande facilidad y rapidez en el estudio del peregrino de la “oración mental”. De todos modos, este libro da una idea muy clara de los principios del trabajo sobre uno mismo según los métodos del Bhakti-Yoga y es, en muchos respectos, la única producción de esta clase”.

La Philokalia y la oración continua

En los textos de la Philokalia, correspondientes a la época de la Patrística y de los cuales se refiere el Buda Maitreya en su obra: “Educación Fundamental”, se habla de “transmitir a todos la doctrina de la oración continua” y que el “respiro profundo de la oración continua debe ser –mas allá de las distintas formas que pueda asumir- la expresión viva de una vida cristiana alimentada por los sacramentos y, a la vez, un medio poderosísimo para la unión divina. Una oración, sin embargo, que como vemos nace, avanza y alcanza su plenitud solo mediante la constante disposición a la sobriedad del corazón y del intelecto. La sobriedad es ese estado de vigilancia continua que mantiene el alma en una especie de ayuno espiritual, no excitado por los pensamientos y por las imaginaciones que producen pasiones, las que perjudican la oración y corrompen la sanidad transmitida por los sacramentos, obstaculizando su potencia deificante…” En estos textos se afirma que la “oración pura, rehúye la cólera”, además recomienda que: “sé vigilante en la oración y aleja de ti el rencor”. “Se encuentra la buena conciencia mediante la oración; y la oración pura, mediante la conciencia. Según natura una cosa necesita de la otra”.  La oración libre de divagaciones es una señal del amor de Dios para el que persevera en ella. Pero ser negligentes y descuidados en la oración es índice de amor al placer”.

En el “Discurso de la Oración de esta serie de textos pertenecientes a la Philokalia, encontramos lo siguiente: “el modo de la oración tiene que ser doble: uno es activo y el otro es contemplativo. Y así sucede también respecto del numero: lo inmediato es la cantidad, pero el significado es la calidad” “Lucha por mantener sordo y mudo tu intelecto en el tiempo de la oración, y así podrás rezar”. Si quieres rezar dignamente, reniega de ti mismo en todo momento, y si tuvieras que sufrir todo tipo de males, acéptalos con sabiduría por amor a la oración”. “No podrás orar con pureza si te encuentras inmiscuido en asuntos de cosas materiales, y agitado por continuas preocupaciones. Pues la oración es la remoción de los pensamientos”.

Ouspensky, en “Un nuevo modelo del Universo”, traslada una descripción de las prácticas religiosas en el monte Athos y que realizó B. Zaitseff: “Luego sigue el “trabajo de celda”, esto es, oraciones con inclinaciones en la celda. Después de cada oración corta el monje corre una cuenta de su rosario y hace una inclinación desde la cintura. A la decima primera inclinación, una inclinación grande, se agacha hasta el suelo. De este modo, un monje de sotana (el grado más bajo) hace diariamente cerca de seiscientas inclinaciones desde la cintura; un monje de “manto” hace cerca de mil; un monje investido de esquema hace cerca de mil quinientas (sin contar las correspondientes inclinaciones hasta el suelo)”.

“En el caso de un monje con sotana es necesaria una hora y media más o menos para realizar estas inclinaciones, en el caso de un monje del más alto rango son necesarias de tres a tres horas y media. Por lo tanto un monje de sotana queda libre más o menos a las diez y los demás cerca de las once. Hasta la una en punto, en que los Maitines empiezan, es la hora de dormir (dos o tres horas). A esta a veces se aumenta una hora en la mañana, y quizás una hora en la tarde, después del té. Pero como cada monje tiene sus pequeñas cosas que hacer, y estas toman algún tiempo, se supone que los monjes no duermen más de cuatro horas, o aun menos. “Para nosotros, los profanos que hemos visto esta vida, cuya esencia es que los monjes rezan durante toda la noche, trabajan durante todo el día y duermen y comen muy poco, es un misterio como pueden sostenerse en pie. Y sin embargo viven, y viven hasta una edad muy avanzada (actualmente la mayor parte de ellos son viejos). Aún más, el tipo más común en el Monte Athos tiene un aspecto saludable, tranquilo y bien balanceado”.

Los centros ceremoniales y de peregrinación

Eliphas Levi en su obra: “Dogma y Ritual de la alta magia” explica que: “Con la fe, decía el gran maestro, se trasplantarían árboles en el mar y se cambiarían montañas de su sitio. Una práctica, aun supersticiosa, aun insensata, es eficaz por cuanto es una realización de la voluntad. Por esto mismo es por lo que es una oración tanto más poderosa, cuanto con más voluntad sea dirigida en la iglesia y no en el domicilio propio y por lo que obtendrá milagros, si, por hacerla en un santuario acreditado, es decir, magnetizado con gran corriente por la afluencia de los visitantes, se caminan cien o doscientas leguas, para ello, pidiendo limosna y con los pies descalzos. Se ríen de la pobre mujer que se priva de unos cuantos céntimos de leche todas las mañanas y que va a llevar a los triángulos mágicos que hay en las iglesias o capillas, una velita de otros tantos céntimos, y deja que luzca mientras que ella reza. Son los ignorantes los que ríen, y la buena mujer no paga demasiado caro lo que adquiere con resignación y valor dignos de encomio.

Más adelante, el abate Constant explica: “La oración hecha en comunidad y conforme a la fe ardiente constituye verdaderamente una corriente magnética, siendo lo que entendemos por magnetismo ejercido en círculos”.

Algunos estudiosos hablan de la geobiología y que los antiguos poseían el conocimiento de corrientes de fuerzas cosmo-telúricas de la Naturaleza. Esos  estudios apuntas a que los iniciados de tiempos antiguos aprendieron a ubicar “lugares cumbre de nuestro globo, donde el campo de intensidad vibratoria se ha mantenido intacto a través de los siglos, incluso los milenios y ha conservado un impacto poderoso sobre los individuos de nuestra era”.

Así lo afirma Blanche Merz en su obra: “Pirámides, catedrales y monasterios –Los lugares mágicos y santos, y sus misteriosas vibraciones”. Título publicado por Ediciones Martínez Roca. Barcelona, (1987) en la colección: La otra ciencia. Según este autor, los antiguos sabían de la existencia de “lugares cumbre” donde se percibe con fuerza al Genios Luce de los romanos o Genio del lugar. En dicha obra, habla de una red telúrica poco común, descubierta por Ernst Hartmann. “Dicha red se ajusta como una cuadrícula a toda la superficie del globo”. Esta red de fuerzas cosmo-telúricas ayudaría a explicar observaciones de los arqueo astrólogos respecto de diferentes sitios arqueológicos orientados hacia puntos específicos del Universo en una de las ocho principales posiciones del Sol: solsticios, equinoccios y sus fechas intermedias.

Además de los tradicionales sitios de veneración, como Tikal, Yaxhá, El Mirador, Chichén  Itzá, Teotihuacan, Machu Pichu, las pirámides de Guiza, Delfos, Chartres, entre otros; hay otros sitios sumamente interesantes para el estudio de las fuerzas cosmo-telúricas. Algunos de estos sitios son: el antiquísimo pasaje funerario de  Newgrange y que forma parte del complejo Brú na Bóinne en Irlanda. La entrada principal de Newgrange es iluminada por los rayos del Sol, únicamente durante algunos minutos en la mañana del solsticio de invierno. Según algunos arqueoastrónomos, el sitio está relacionado con la constelación del Cisne o cruz del Norte. Llama la atención que el plano de Newgrange tiene forma de cruz.

Otro sitio que también podemos relacionar con la arqueo-astronomía y las fuerzas cosmo-telúricas, se encuentra en Dinamarca. Corresponde a las fortalezas vikingas de Trelleborg. Son fortificaciones circulares. Según las observaciones realizadas, sus puertas se orientan hacia los cuatro puntos cardinales.

Es indudable que los grandes lugares de peregrinación de las diferentes civilizaciones y de las grandes religiones antiguas, reúne dos tipos de influencia: la específica del lugar, asociada a las fuerzas cosmo-telúricas ya anotadas y al diseño arquitectónico de la construcción. Según Merz, invariablemente están asociados al elemento agua, como “sangre de la tierra” y que el visitante contemporáneo al lugar de peregrinación, “aunque no llegue a sentir la penetración sutil y cautivadora tan deseada, se verá al menos captado por un momento en una vibración de alto nivel, que le  proporcionará la mini-recompensa y el sentimiento de llevarse una parte de esta manifestación de fuerza suprapersonal”. De ahí que estos grandes centros ceremoniales se asocien también a curaciones milagrosas.

Muchos centros de peregrinación de la religión cristiana, fueron también, en tiempos antiguos, centros ceremoniales de antiguas religiones tanto de Europa, como de América. Louis Charpentier, en su obra: “El enigma de la Catedral de Chartres”, publicada en español por Plaza & Janes. Barcelona (1970), explica que el cerro sobre el cual se yergue dicha catedral gótica, fue, en tiempos antiguos, lugar de peregrinación para galos y celtas. Afirma el autor que ahí se adoraba desde tiempos inmemoriales a la Virgen negra y que entre el monte, se encontraba la “gruta druídica” y el “pozo de los fuertes”.

Charpentier, en las páginas 27 y 28, explica los motivos de los peregrinos para acercase a esos santos lugares: “era necesario que supiesen encontrar, en el lugar de la peregrinación, una virtud, una influencia benéfica…

“Antaño, como tampoco ahora, y aún menos quizá, no se era peregrino sin esperanza de beneficio. Se va en busca de algo que no se puede conseguir a domicilio. Se va a buscar el don de la Tierra, lo que la Tierra da como una Madre. Se va de peregrinación como a una cura. Los enfermos se dirigen a los lugares donde el agua –o bien el fango- brotada de la tierra, posee algún poder de curación. Como la peregrinación es de esencia religiosa, es, pues, un beneficio religioso lo que se busca en ella. Es el «Espíritu» lo que se quiere encontrar”.

“«Hay lugares –decía Barrès- donde alienta el espíritu.» Lugares donde el hombre puede impregnarse de espíritu, o, si se prefiere, donde se desarrolla en él el sentido de lo divino; y éste es el mayor don de la Tierra y del Cielo al hombre”.

«Para los antiguos, el hombre no era verdaderamente hombre más que cuando sus facultades espirituales estaban despiertas. Ello se obtenía, ya por don innato, ya por ascesis, embrujo rítmico o somático; pero siempre ocupa lugar aparte el despertar adquirido por acción terrestre en los lugares de peregrinación. Todas las religiones, antiguas o modernas, han tenido siempre sus lugares de peregrinación; antiguos y modernos que por lo general –y normalmente- son los mismos”.

“Más sensibles que nosotros a la acción y a las virtudes de las fuerzas naturales, los antiguos conocían mucho mejor esos lugares que nosotros, y nosotros nos vemos obligados, para encontrarlos, a buscar las huellas que ellos dejaron: megalitos, dólmenes o templos. Tal es, ciertamente, el lugar de Chartres”.

Similares explicaciones encontramos en Carlos Sanguino, en su obra: “Secretos gnósticos en los misterios de Litaï  y Ergon” cuando dice: “las catedrales son el templo de Dios, de igual manera los maestros constructores, conocedores de que es también la imagen del cuerpo humano, realizaron una estructura arquitectónica que se convirtiese en una caja de resonancia del cosmos, amplificando los efectos  magnéticos, energéticos, telúricos y de fuerzas espirituales, estimulándose a los fieles, y ayudando así a los iniciados a desarrollar las facultades divinas latentes en todo ser humano, a la vez que transmiten las normas, leyes y enseñanzas con las cuales debemos guiarnos en nuestra obra interior”.

 

Preguntas y respuestas por enseñanzas que no son gnósticas

Hace algunos días, Susie, una de las suscriptoras de Gnosis Guatemala, nos escribió en relación con lo siguiente: “ Solicitando información del grupo de Colombia de tao judíos y de la re encarnación del maestro Samael”.

Susie nos comentó además que ha leído varios libros del V.M. Samael Aun Weor y que le gustaría leer más, por lo que nos preguntó cómo adquirir más libros del Maestro y aprender con ayuda de un instructor. Además, nos pidió opinión acerca de la comida vegetariana y la energía sexual. Nos pidió números de teléfono para comunicarse con nosotros por esa vía.

Para lograr comunicación con alguna de las escuelas gnósticas en Guatemala, al ingresar al blog, a la derecha de la pantalla, se encuentra en la lista de páginas, la página titulada: Escuelas gnósticas en Guatemala. En dicha página aparecen los números de teléfono de personas de contacto para gran parte de las escuelas gnósticas del país. En cada escuela gnóstica, hay diferentes instructores y conferencistas que gustosos atienden las dudas de los estudiantes.

Los diferentes centros o lumisiales gnósticos en Guatemala, tienen libros a la venta para estudiantes y público en general. Usualmente se pueden comprar en los días de conferencias públicas o en los cursos para principiantes.

Particularmente, el Instituto Gnóstico de Investigaciones, con sede en el CC Villa Clarita, local 2 del Km 17 carretera que de Guatemala conduce a El Salvador, tiene un amplio surtido de libros gnósticos publicados por Editorial Marte.

A Susie le propusimos varias opciones para continuar con sus estudios y establecimos contacto entre ella y una de las casas de estudio de la Gnosis en Guatemala.

En todo caso, en Gnosis Guatemala, estamos para responder las dudas e inquietudes que surjan y recomendar prácticas adecuadas para comprobar esta sublime enseñanza. Entre los propósitos del blog, está la difusión de la enseñanza gnóstica a personas interesadas y estudiantes; pero con un enfoque didáctico y comprensible. Transmitir los conocimientos de forma gradual y lo más mediados posibles, para lograr más y mejores aprendizajes que motiven a la vivencia y a la comprensión de la Gnosis.

Existe un grupo de estudiantes del Tao surgido en Colombia hace algunos años y derivado de diferentes grupos gnósticos. Son grupos no reconocidos por las instituciones gnósticas. En Guatemala, existe la organización, pero, no forman parte o no están reconocidos como gnósticos de manera oficial. Si bien es cierto, muchos de ellos, son amigos y en algún tiempo fueron estudiantes gnósticos, sus ideas, línea de trabajo y modo de vida resultan muy diferentes a lo que usualmente y desde la antigüedad se asocia con la Gnosis.

Las enseñanzas del Tao judío surgido en Colombia no son gnósticas aunque pudiera tener ciertos elementos gnostizantes. Igualmente, los estudiantes del Tao judío surgido en Colombia, no son gnósticos y lo que practican, no es Gnosis.

En Gnosis Guatemala, respetamos diferentes creencias, aunque, como en este caso, no las compartamos. Hemos aprendido, que cada quien es libre de seguir las enseñanzas que considere conveniente, pero es nuestra obligación aclarar estos puntos de vista, ya que ha habido cierto interés en vincular de manera errónea a la Sabiduría Gnóstica con estas creencias

Por tal motivo, nosotros recomendamos a los estudiantes gnósticos que no intenten mezclar las enseñanzas gnósticas con otras doctrinas, porque pueden caer en el gravísimo error de adulterar la doctrina. Usualmente, en Gnosis Guatemala, acudimos a citar algunos pasajes de textos de otros autores, únicamente para aclarar conceptos, pero a la vez recomendamos encontrar los principios gnósticos universales guiados por la obra del V.M. Samael Aun Weor.

Los Taoistas surgidos en Colombia de grupos gnósticos, practican un naturismo extremo en sus comidas. Nosotros creemos que está bien hacer lo posible por comer sano, pero no de llevarlos a extremos. El V.M. Samael dijo que la Gnosis no es una religión de cocina y solo hacía recomendaciones con evitar el consumo de la carne de cerdo. Aunque la V.M. Litelantes, dio muestra en España, que aún esta recomendación puede ser obviada en determinadas circunstancias. El señor de perfección, Jesús el Cristo fue categórico al decir: «no es lo que entra por la boca lo que contamina al ser humano, sino lo que sale de él».

Ampliando un poco más lo relativo a la dieta gnóstica ideal, en alguna época, el Maestro Samael practicó y recomendó el vegetarianismo, tal como se lee en el Libro Amarillo, pero con el tiempo comprendió que este tipo de dietas no conduce a la liberación final. Así, en el capítulo titulado: El ritual Pancatattwa, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, recomienda consumir alimentos relacionados con los cinco elementos de la Naturaleza: fuego, aire, agua, tierra y éter. Esos alimentos se encuentran en las carnes, el pescado, los cereales, el vino y el amor a través de la Magia Sexual..

La Gnosis enseña que lo más importante es trabajar por el despertar de la conciencia, el desarrollo de la Esencia y los Tres factores de la Revolución de la Conciencia: nacimiento espiritual, muerte mística y sacrificio por la humanidad. Los estudios gnósticos enseñan además que existen tres alimentos de la Máquina humana y que hay que aprender a seleccionar lo que se come, lo que se respira y lo que se piensa. La Psicología Gnóstica explica que de los tres alimentos, el más importante es el de las impresiones. Con el despertar de la conciencia, la meditación de fondo y la muerte mística se adquiere el hábito de una adecuada transformación y digestión de las impresiones.

El grupo de taoistas surgido en Colombia, han adoptado una terminología particular, prohibiendo ciertas combinaciones en las palabras. En la Psicología Gnóstica, esto se denomina: buscarle tres pies al gato. Perderse en el laberinto y olvidarse de la Esencia. Ningún maestro gnóstico en la historia recomendó tales cosas. “La Gnosis vive en los hechos, se marchita con las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles” (Samael Aun Weor).

En relación con esa ideas ajenas al Gnosticismo, en el libro anónimo, titulado «Litelantes en España», aparece parte de una entrevista a la V. M. maestra Litelantes que viene muy al caso con las preguntas: esta enseñanza (La Gnosis), no es para preocuparnos de otras personas. Es mejor trabajar en sí mismos, nada más. Esta enseñanza se lleva tal como el Maestro Samael la ha dejado, no como el cambio que le han dado otras personas. Mas, en mi caso personal y en el caso del Maestro Samael, no nos gusta citar personas, porque nosotros no somos nadie para citar a X personas que todavía no son perfectas, ni tienen la capacidad para críticas personales. Esta doctrina es para llevarla, no para la crítica.

En cuanto a la presunta reencarnación del V.M. Samael que ellos pregonan, no tiene fundamento al revisar fechas.. El bodhisatwa (Víctor Manuel Gómez) de Samael Aun Weor, desencarnó la noche del 24 de diciembre de 1977. La Sabiduría Gnóstica enseña que la resurrección es un proceso que lleva tiempo y no se reduce a tres días. En el Drama Cósmico, asociado al Mito Solar, los tres días de la resurrección, tienen profundo significado en el esoterismo Crístico.

El Gnosticismo Universal, enseña además, que existe otro tipo de reencarnación:o resurrección: la reencarnación Jao. De esta, Lobsang Rampa y otros autores, habían hablado ya. Esta consiste en el intercambio de átomos del cuerpo del bodhisatwa actual, con los del cuerpo momificado del Maestro en una encarnación anterior.

En el capítulo titulado: «El Arcano 20» del libro Tarot y Kábala, el Budha Maitreya, explica lo siguiente: Hay otro tipo de momias, el de la catalepsia. Mi caso no fue ciertamente una excepción; muchos otros hierofantes pasaron al sepulcro en estado cataléptico.

Que ese tipo muy especial de momias continúen vivas y sin alimento alguno, pero con todas sus facultades naturales en suspenso, es algo que en modo alguno debe sorprendernos. Recordad que los sapos durante el invierno, sepultados ente el lodo, yacen cadavéricos sin alimento alguno, pero en primavera vuelven a la vida.

¿Habéis oído hablar sobre hibernación?.La Catalepsia Egipcia va mucho más lejos; además está sabiamente combinada con la Magia y la Química Oculta.
… Mi Alma podría reincorporarse definitivamente en esa momia si TUM (el Padre) así lo quisiera. Entonces tal cuerpo saldría del estado cataléptico definitivamente y mi Alma vestida con esa carne podría vivir como cualquier persona, viajando de país en país. Volvería a comer, beber, vivir bajo la luz del Sol, etc., etc. Dicha momia sería sacada definitivamente de entre el sepulcro a través de la Cuarta Dimensión.

En el Caso del V.M. Samael Aun Weor, la Gnosis enseña que realiza este proceso con su momia egipcia. Algunas personas afirman que Samael ya tiene cuerpo físico y está realizando la labor que la Logia Blanca le encomendó, pero no nos consta.

En relación con el auténtico Tao y el Taoismo, en el libro: Religiones del mundo de Michael Keene y publicado en español por Alamah, se lee lo siguiente. Los seguidores del taoísmo siguen un camino espiritual o tao, establecido por los antiguos pensadores chinos. Según el autor, el taoísmo: toma su nombre del chino que significa “camino” –tao. El tao es la fuente primordial del universo que está presente en todas las cosas y sin embargo es mayor que todas las cosas, el centro de todo en el Cielo y la Tierra, eterno e inmutable. El taoísmo, usualmente se asocia al Confucianismo y al Budhismo y su obra escrita monumental, es el Tao Te King.

En su inmensa obra, el Maestro Samael Aun Weor, hizo muchas referencias al verdadero Tao. Así, en el capítulo titulado: «Eros», del libro: «El Misterio del Aureo Florecer», explica la relación existente entre el taoísmo y la medicina china tradicional, en especial, mediante la sabia combinación del Yin y el Yang por medio de la sabia retención y transmutación de la energía creadora. En el capítulo titulado Budhismo Zen, de la citada obra, el Maestro explica que la sublime verdad Prajna, la verdad Zen, lo Real, es el mismo Tao.

El maestro, narra en dicho capítulo lo siguiente: “El sexto Patriarca preguntó al Bodhidharma ¿Cómo es posible alcanzar el Tao? El Bodhidharma respondió: Externamente, toda actividad cesa, interiormente, la mente deja de agitarse. Cuando la mente se ha convertido en un muro entonces adviene el Tao”.

En cuanto a la energía creadora, con mucho gusto prepararemos una entrada próxima y, con toda confianza pueden consultarnos e intercambiar opiniones.

«Lo mejor de todas las escuelas está en la Gnosis«, pero no todas las enseñanzas de las otras escuelas forma parte del Gnosticismo Universal.

La Era de Acuario

En Astrología se sabe que existen doce eras astrológicas, cada era, relacionada directamente con uno de los 12 signos del Zodíaco. Antes de la Era de Acuario, el planeta Tierra estuvo bajo la influencia de la Era de Piscis y mucho antes sucedieron la Era de Aries y la de Tauro.

En relación con la pasada Era de Piscis, el Kalki Avatar de la Era de Acuario, el venerable maestro Samael Aun Weor, en el libro: Tratado de Astrología Hermética, explica lo siguiente: “El pez es el símbolo más sagrado del Gnosticismo Cristiano Primitivo. Es lástima que millares de estudiantes de ocultismo hayan olvidado la Gnosis del pescado”.

Más adelante, el Budha Maitreya, Samael Aun Weor, afirma: “La Edad de Piscis no ha debido haber sido un fracaso como realmente fue. La causa causorum del fracaso pisciano se debió a ciertos elementos tenebrosos que traicionaron a la Gnosis y predicaron ciertas doctrinas agnósticas o anti-gnósticas, subestimando el Pez, desechando la religión sabiduría y sumiendo a la humanidad en el materialismo.

“Recordemos a Lucio llegando a la ciudad de Hypatía, hospedándose luego en casa de MILON, cuya esposa Pánfila es una perversa hechicera. Sale a poco Lucio a comprar pescado (EL Ictius, símbolo del naciente Cristianismo gnóstico, el pez, pescado, soma de los misterios de Isis”.

“Los pescadores le venden por infelices veinte denarios y con cierto desdén espantoso, lo que antes pretendían vender por cien escudos, terrible sátira en el que va envuelto el mayor desprecio para el naciente y ya infatuado Cristianismo Gnóstico”.
“Puede asegurarse que la Edad de Piscis fracasó por el Agnosticismo. La traición a la Gnosis fue el crimen más grave de la edad de Piscis. JESÚS el Cristo y sus doce pescadores, iniciaron una edad que bien podría haber sido de grandes esplendores”.

“Jesús y sus doce apóstoles gnósticos indicaron el camino preciso para la edad de Piscis, el Gnosticismo, la sabiduría del pescado. Es lamentable que todos los libros sagrados de la santa Gnosis hubieran sido quemados y que se hubiera olvidado el sagrado símbolo del pez”.

Un famoso aforismo de la sabiduría hermética enseña que: “Tal como es arriba es abajo”. Así como existe el año terrestre, también existe el gran año sideral. Un año terrestre es la vuelta de la Tierra alrededor del Sol. Un año sideral, es una revolución completa del Sistema Solar en torno del cinturón zodiacal.

Ese recorrido del Sistema Solar, en torno del cinturón zodiacal, ocurre en unos 25 780 años, por lo que, en promedio, cada era tiene una duración aproximada de 2140 años.

De acuerdo con los estudios gnósticos, la Nueva Era comenzó el 4 de febrero de 1962, fecha en la que los planetas del Sistema Solar, se alinearon bajo la constelación de Acuario. La influencia de Acuario se manifiesta desde esa fecha y gradualmente se ha venido desarrollando. Con el tiempo su influencia será completa. Por estos tiempos, aún se percibe la influencia de Piscis, pero poco a poco su fuerza va debilitándose. Es una lucha natural entre lo nuevo y lo viejo.
La influencia de Acuario en la Nueva Era, se vincula a la influencia de dos planetas: Urano y Saturno. Urano es un planeta revolucionario que rige los órganos genitales. La influencia vibratoria de Urano se expresa en rebeldía, movimientos revolucionarios y en la expresión liberada de la función sexual. La influencia de Urano puede ser positiva o negativa. La influencia positiva de Urano se transforma en el ser humano en la búsqueda del sexo sagrado, sexo divinal o supra sexo, en la búsqueda de la espiritualidad más profunda, en la búsqueda del éxtasis, samadhi o satori mediante la meditación de fondo, el conocimiento por intuición y la música sublime de los grandes maestros. El polo negativo de Urano, se asocia al abuso del sexo, mediante todas las formas de la fornicación, como también del odio o rechazo a la sexualidad, considerándola inferior, innecesaria, prohibida o perversa. También se expresa en el consumo de drogas, la psicodelia y el alcoholismo.

Por la época del advenimiento de la Era de Acuario surgió un movimiento revolucionario polarizado negativamente con las fuerzas de Urano. Ese movimiento se caracterizó por el abuso del sexo y de las drogas, ese fue el tristemente célebre “movimiento Hippie”.
Saturno, el anciano de los cielos ha sido asociado desde la antigüedad, con la muerte y con cambios radicales. En la Alquimia se vincula al Cuervo Negro.

Acuario, es la constelación del Aguador y en el mapa zodiacal, se halla situada, frente a la constelación de Leo. Leo es un signo zodiacal vinculado al fuego y a la Ley Divina, a la Ley del Karma. En Acuario se encuentra el agua y en Leo, el fuego. Nuevamente en esta relación, aparece la lucha de los opuestos y también la transmutación de los metales conforme a la Alquimia. Saturno se relaciona con la muerte, pero en el esoterismo gnóstico, la muerte simboliza la eliminación de los elementos indeseables de la conducta para liberar a la Esencia. El trabajo con la Alquimia y la muerte mística, dan como resultado el nacimiento segundo y la oportunidad de disfrutar de la edad de oro, de formar parte del pueblo elegido en Acuario.

El Mito Solar

Los mitos, son narraciones alegóricas tradicionales y maravillosas ubicadas en tiempos remotos. Son protagonizados por fuerzas sobrenaturales o seres divinos. Por su medio se explican fenómenos o acontecimientos extraordinarios, como el origen del cosmos y grandes acontecimientos de la humanidad. Uno de los mitos más universales y profundos es el que se relaciona con el Sol y el nacimiento de Cristo: el Mito Solar.

La adoración de los magos Leonardo
La adoración de los magos Leonardo

Nadie sabe con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se han propuesto muchas fechas para su nacimiento, pero en los primeros siglos del cristianismo, los gnósticos iniciados propusieron que su nacimiento se celebrara entre la noche del 24 y el amanecer del 25 de diciembre. La razón por la que se adoptó esta fecha para celebrar el nacimiento del niño Dios de Belén tiene un profundo significado esotérico que es conveniente explicar adecuadamente.

Es indiscutible que la Navidad es un acontecimiento cósmico que se relaciona con una de las posiciones principales del Sol en su movimiento aparente en relación con el planeta Tierra: el Solsticio de Invierno.

La Venus de Milo
La Venus de Milo

Muchos sabios han afirmado que la explicación a los mitos de las antiguas religiones, puede encontrarse en la Astronomía. Parte importante del fundamento de muchas religiones, tiene un profundo contenido astronómico. En todas las religiones se busca a Dios o a los dioses en el cielo. Así, por ejemplo, los antiguos griegos y romanos, encontraban a Júpiter, Venus, Marte, entre otros de sus dioses, en el cielo estrellado.

En forma similar, lo hicieron los diferentes pueblos del mundo. Mesoamérica, no fue la excepción. Así, los mayas asociaban a Vucub Kakix o 7 Guacamayo del Popol Vuh, con la Osa Mayor y a la pareja creadora: Ixpiyacoc y Ixmucané, con nuestra constelación de Géminis. (El Cosmos Maya de David Freidel, Linda schele y Joy Parker, páginas 76 y 78 Fondo de Cultura Económica).

En la obra citada (página 72 y 73), Linda Schele, cita a Johannes Wilbert quien le recomendó: “acudiera siempre a la naturaleza en busca de la fuente del simbolismo mitológico”.

Sosticio de diciembre en ambos hemisferios
Sosticio de diciembre en ambos hemisferios

En el Hemisferio Norte, el Solsticio de Invierno, es el fenómeno solar que ocurre anualmente, el 21 de diciembre. Corresponde a la noche más larga y al inicio del Invierno en los países ubicados en este hemisferio. En los países del Hemisferio Sur, esta fecha se corresponde con el Solsticio de Verano.

En el Hemisferio Norte, anualmente, desde finales de septiembre, las noches son cada vez más largas a medida que se acerca el 21 de diciembre. En países de latitudes bajas, como Guatemala, apenas se percibe este fenómeno, pero en lugares ubicados en latitudes altas, esta diferencia de horas de luz y de noche, es significativa. Más al norte, la oscuridad es casi total durante las 24 horas del día y en el Polo Norte, es de noche completamente.

Equinoccios y solsticios
Equinoccios y solsticios

Es claro, que la noche siguiente, la noche del 22 de diciembre, ya no será la más corta. Sin embargo, la percepción instintiva de las personas, no está preparada aún para que se perciba que pasó ya la noche más larga. Esto ocurrirá como mínimo tres días después. Es por ello que en los antiguos pueblos del Hemisferio Norte, se celebrara el Nacimiento del Sol, tres días después del Solsticio de Invierno.

Otro fenómeno interesante relacionado con el movimiento aparente del Sol, consiste en que, cada amanecer, el astro rey, cambia de posición. Únicamente en el amanecer de los equinoccios de Primavera y Otoño, el Sol aparece justo en el Este (Oriente). A partir del Equinoccio de Otoño, el 23 de septiembre, en cada amanecer, el Sol despuntará en el Oriente cada vez más hacia el Sur.

Movimiento del Sol, el 21 de diciembre
Movimiento del Sol, el 21 de diciembre

El Solsticio, es el momento en el cual, el Sol, en su movimiento aparente hacia el sur, se detiene o estaciona, para iniciar su regreso hacia el oriente. Esto ocurrirá meses después: el 21 de marzo, fecha en la que ocurre el Equinoccio de Primavera. Es el momento en el que el Sol cruza de un hemisferio al otro. Es cuando el Sol se crucifica en los mundos, para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.

La Navidad o nacimiento del niño Dios de Belén, ocurre tres días después del Solsticio de Invierno y el Domingo de Resurrección en Semana Santa, ocurre invariablemente después del Equinoccio de Primavera. Por esa época, la constelación de Virgo brilla en el Oriente y en el amanecer del 25 de diciembre, los antiguos imaginaban que el Sol, nacía de entre el vientre de esta constelación.

Por este motivo, la Antropología Gnóstica enseña que diferentes pueblos antiguos celebraban el nacimiento de sus dioses principales en esta época. Cercano al Solsticio de Invierno, nacía Horus en el antiguo Egipto, Mitra, entre los persas y Huitzilopochtli, entre los aztecas.

El Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su «Mensaje de Navidad 1966-67», explica lo siguiente: Observad el Astro Rey en su movimiento elíptico. El Sol se mueve de sur a norte y de norte a sur. Cuando el Sol avanza hacia el norte se celebra el nacimiento del Niño Sol. El nace el 24 de diciembre a la media noche, ya para amanecer del veinticinco.
Si el Cristo Sol no avanzara hacia el norte, la Tierra toda se convertiría en una gran mole de hielo y toda vida perecería, pero el Dios Sol avanza hacia el norte desde el veinticuatro de diciembre para animar y dar calor y vida a todas las criaturas.
El Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe. Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación
Débil y desvalido nace el Niño del Sol en este humilde pesebre del mundo y en una de esas noches muy largas del invierno, cuando los días son muy cortos en las regiones del norte. El signo de la Virgen Celestial se eleva en el horizonte por la época de Navidad y así nace el Niño para salvar al mundo
”.
El Cristo Sol durante la infancia se encuentra rodeado de peligros, y es a todas luces bien claro que el reino de las tinieblas es mucho más largo que el suyo en los primeros días, pero él vive a pesar de todos los terribles peligros que lo amenazan. Pasa el tiempo…, los días se prolongan cruelmente y llega el equinoccio de primavera, la Semana Santa, el momento de cruzar de un extremo a otro, el instante de la crucifixión del Señor en este nuestro mundo.

Al dar estas explicaciones, no se pretende hacer creer a las personas que el Cristo y el Sol sean lo mismo. Lo que se busca es explicar la alegoría escondida detrás del Mito Solar. Así como el Sol es la luz física de la Tierra. También, para el mundo, Cristo es la luz espiritual. A la luz de la Gnosis, el Mito Solar, expone alegóricamente un drama, el Drama Cósmico. Detrás de este mito, se plantea una enseñanza esotérica profunda. El Mito Solar encierra didácticamente el milagro de la redención humana.
El significado oculto del Mito Solar y del Nacimiento de Cristo se encuentra al comprender que es más importante celebrar la Navidad del Corazón que festejar un acontecimiento histórico, que ocurrió en Tierra Santa hace más de 2000 años. De nada hubiera servido que Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Sin estas explicaciones, sería casi imposible comprender el mensaje oculto de los símbolos de Navidad y las Tradiciones de Navidad

Notas:

Las imágenes fueron tomadas de: Arte renacentista

Pictures from Paris Cs Columbia

El Planeta Tierra

Imperio Romano

Tradiciones de Navidad

El pasado miércoles 9 de diciembre de 2009, miembros del equipo de Gnosis Guatemala, asistieron a la conferencia: Tradiciones de Navidad que se impartió en el Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, ubicado en la 3a. avenida 11-43, zona 1 de la ciudad de Guatemala.

La conferencia forma parte del Ciclo de Conferencias de Navidad programado por este centro de estudios gnósticos de Guatemala. Permiten a la persona interesada en los estudios gnósticos, obtener una explicación amplia del significado de la fiesta de Navidad, desde el punto de vista de la Gnosis

En el tema desarrollado, se hizo una amplia y clara exposición de diferentes símbolos asociados a las tradiciones navideñas, en especial, las que corresponden al período denominado Adviento por los cristianos.

De acuerdo con lo que afirman muchos historiadores, esta tradición se originó en los pueblos nórdicos para anunciar el próximo acontecimiento del Mito Solar y el Drama cósmico, el esperado advenimiento del Sol, días después del Solsticio de Invierno. Es indudable que el nacimiento de Cristo tiene enorme relación con la noche más larga y los primeros rayos del Sol en el extremo norte del mundo a finales de diciembre.

La Corona de Adviento.
Entre el simbolismo esotérico que se encuentra detrás de esta tradición, aparece en primer lugar: el pino, del que sus ramas, generalmente forman esta significativa corona. El Venerable Maestro Samael Aun Weor, en su obra: Rosa Ignea, explica la siguiente relación entre el pino y la mente: El Pino es el árbol de Acuario. El pino es el árbol de la Nueva Era. El pino es signo del pensamiento acuariano. El Pino es el árbol de Navidad. El Pino es el árbol del Niño Dios. Debemos reconquistar la infancia perdida. El Pino es el símbolo de la mente de la Nueva Era.

Además, el pino cónico, nos da la imagen bidimensional del triángulo que representa a las Tres Fuerzas Primarias de la Naturaleza y del Cosmos, La Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, a la Trimurti hindú: Brahma, Vishnú y Shiva, la divina trilogía egipcia: Osiris, Horus e Isis. También representa a la Trinidad Maya: Itzamná, Kukulkán e Ixchel.

Los tres principios creadores en la aurora de del Día Cósmico son reconocidos en todas las civilizaciones antiguas. Corresponden a las fuerzas: positiva, negativa y neutra de la Naturaleza.
Cabalísticamente, la Corona de Adviento, nos recuerda a la Corona Sephirótica, los tres primeros sephirotes de la Cábala hebraica: Keter, Chocmah y Binah. Nuevamente, encontramos a los tres principios creadores. La corona, simboliza también el Círculo Gnóstico que explica las leyes de retorno y recurrencia : El principio es igual al final, más la experiencia del ciclo. Asimismo representa al Binario serpentino, al doble significado de la serpiente, en especial, Kundalini, la serpiente ígnea de los mágicos poderes.

A este respecto, conviene trasladar la siguiente explicación que da el Kalki Avatar, Samael Aun Weor en el capítulo titulado precisamente: El Binario serpentino, de su obra: «La Doctrina Secreta de Anahuac»: Binarios serpentinos, ya danzando exóticamente debidamente enroscados en la mística figura del Santo Ocho, ya en forma encadenada formando círculo al estilo maya, etc., nos están indicando algo misterioso, extraordinario y mágico. No está de más en este Tratado citar enfáticamente al doble carácter esotérico de la serpiente. Distíngase entre la serpiente tentadora del Edén y la Serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto; entre la horripilante Pitón que se arrastraba entre el lodo de la tierra y que Apolo, irritado hirió con sus dardos y esa otra que ascendía por la vara de Esculapio, el Dios de la Medicina.

Los cuatro cirios de la Corona de Adviento, nos recuerdan el Arcano cuatro de la Cábala, al santo Tetragrammatón, el Nombre Sagrado del Eterno, las cuatro letras hebreas: Iod, He, Vau, He. También nos recuerda a las cuatro puntas de la cruz, que simbolizan los cuatro elementos de la Naturaleza: fuego, aire, agua y tierra; así como los cuatro elementos de la Alquimia: sal, mercurio, azufre y azoe. Para más información relacionada con la simbología del santo cuatro, invitamos a consultar el capítulo IV del Curso Esotérico de Kábala de Samael Aun Weor.

La Quema del Diablo
En Guatemala, desde la época de la Colonia, se celebra esta tradición. Algunos historiadores afirman que se inició con luminarias asociadas a las vigilias para esperar el día de la Inmaculada Concepción. Es tradicional en la Quema del Diablo encender fogarones o fogatas frente a las casas. Es costumbre limpiar previamente la casa y quemar las cosas viejas e inservibles que resulten combustibles.

Años atrás los niños juntaban paja y ramas muertas de plantas (chirivisco) recolectadas en sitios baldíos y barrancos. Esta fiesta se celebra cada vez menos, entre otras razones, por las ecológicas. Sin embargo, su simbolismo esotérico es profundo. A la luz de la Gnosis y con apoyo de la Psicología Gnóstica, esta tradición se explica en la necesaria limpieza y “quema”, de los elementos indeseables de la conducta que moran en nuestra casa psicológica, nuestra propia psiquis. Simboliza la muerte del Ego o yo psicológico, que personifica a nuestros errores. Es claro, que en los estudios gnósticos no se apoyaría la destrucción de los bienes de la Naturaleza, pero nos limitamos a explicar el simbolismo escondido en esta tradición. Más importante que la quema de basura física, es la limpieza de nuestro interior y la quema de nuestros defectos, el yo pluralizado.

Las posadas
El nacimiento del niño Dios, es un acontecimiento que tiene suma importancia para la conciencia. De nada hubiera servido que Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Es importante celebrar la Navidad , como el nacimiento del Mesías, pero de acuerdo con la Antropología Gnóstica, resulta más importante celebrar la Navidad del corazón, el nacimiento de Cristo en cada uno de nosotros.

El Gnosticismo universal enseña que Jesús de Nazareth es el iniciado solar más exaltado de la Logia Blanca, pero que su misión debe completarla cada uno de nosotros imitando su ejemplo y realizar el milagro del nacimiento de Cristo en nuestro interior.

Para que este milagro ocurra, hay que trabajar en la Novena Espera. Las tradicionales posadas que se celebran nueve días antes de Navidad, simbolizan este trabajo supremo. Cristo intenta nacer en la casa de cada uno de nosotros y, de ahí que el Padre y la Madre interna pidan posada, día con día en nuestra casa para que nazca el niño dios de Belén.

El arcano 9 de la Cábala simboliza el sexo, la piedra filosofal de los alquimistas, la novena esfera, los nueve círculos del Infierno, tal como lo explica Dante Alighieri en su Divina Comedia y como lo enseña la religión de los mayas. Samael Aun Weor, Presidente fundador de las instituciones gnósticas, en su obra: «Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968», explica: El estudio del novenario sagrado concluye siempre con la piedra cúbica de punta, que en sus nueve caras maravillosas, reúne en sí misma toda la perfección espléndida del cubo y la elevación equilibrada de la pirámide de base cuadrangular.

Dice además el Avatara que: En esta piedra viva del templo, se encuentra la clave de la Auto Realización Íntima. La piedra filosofal es el sexo. Esta es la piedra cúbica de Jesod. En otras palabras, nadie puede llegar a la maestría, al adeptado, sin haber trabajado en la Novena esfera. La piedra cúbica de punta tiene nueve caras, nueve vértices y dieciséis aristas”.

La piedra cúbica de punta nos está diciendo que toda elevación requiere una previa humillación; es preciso bajar primero a los mundos infiernos, al noveno circulo, bajo la superficie de la tierra, para tener derecho a subir al Cielo.

Al referirse a la novena esfera, Samael Aun Weor, en su libro Curso Esotérico de Kábala, dice lo siguiente: Allí baja Marte para retemplar su espada flamígera y conquistar el corazón de Venus (la iniciación Venusta), Hércules para limpiar los establos de Augías (los bajos fondos animales), Perseo para cortar la cabeza de la Medusa (el yo psicológico o Adam terrenal) con su espada flamígera, Por esa misma razón descienden también a Xibalbá los heroes gemelos del Popol Wuj.

La Virgen María
Antes de nacer, Cristo debe ser concebido entre el vientre de la Madre Divina particular e individual de cada quien y que está representada por la Virgen María y todas las vírgenes y doncellas de la mitología universal. María tiene los mismos atributos divinales que Isis, Devaki, Ixkik y todas las diosas madres de la antigüedad. Al referirse específicamente a la iniciada María madre de Jesús, Samael Aun Weor, en su obra: «El libro de la Virgen del Carmen», dice lo siguiente: Ante los ojos del Alma desaparecen por completo las púrpuras y sedas con que se ha querido envolver el recuerdo de María, la Divina Madre de Jesús de Nazareth. No fue María aquella verdad mundanal pintada en todas las acuarelas.

Con los ojos del Espíritu sólo contemplamos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante nuestras atónitas miradas espirituales se desdibujan esbeltos cuerpos y rostros provocativos de figuras femeninas, para aparecer en su lugar una mujercita sencilla de pequeña estatura, cuerpo delgado, rostro pequeño y ovalado, nariz roma, labio superior algo saliente, ojos gitanos y amplia frente.

Aquella humilde mujer vestía con túnica color carmelita o marrón y sandalias de cuero. Caminando a través de los desiertos africanos rumbo a la tierra de Egipto, parecía una pródiga con su túnica vieja y rota, y su rostro moreno humedecido en copioso sudor. No es María aquella estatua de púrpura y diamantes que hoy adorna la catedral de Notre Dame de París. No es María aquella estatua cuyos dedos de armiño, engarzados en puro oro, alegra las procesiones de la casa parroquial.

No es María aquella beldad inolvidable que desde niños contemplamos sobre los suntuosos altares de nuestras iglesias pueblerinas, cuyas campanas metálicas alegran los mercados de nuestras parroquias.

Ante nuestros sentidos espirituales sólo vemos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante la vista del espíritu desaparecen por completo todas las fantasías para aparecer en su lugar una pródiga humilde, una humilde mujer de carne y hueso.

Más adelante, el Venerable Maestro, resume tradiciones contenidas en los evangelios apócrifos, en especial el Protoevangelio de Santiago, el libro de la Natividad de María, y el Pseudo Mateo. En dichos libros se habla de los padres de María: Ana y Joaquín, aceptados por la tradición y el santoral, pero ignorados en los Evangelios Canónicos. Se narra además, que María fue una sacerdotiza del templo de Salomón.

Continúa diciendo el Avatara de la Era de Acuario, en «El Libro de la Virgen del Carmen»: María conoció la Doctrina secreta de la tribu de Leví. María se educó a la sombra augusta de los pórticos de Jerusalén, entre el follaje núbil de esas palmeras orientales, a cuyas sombras descansan los viejos camelleros del desierto. María fue iniciada en los misterios de Egipto, conoció la sabiduría de los faraones, y bebió en el cáliz del antiguo Cristianismo, calcinado por el fuego ardiente de las tierras orientales”.

Más adelante, el Avatara, narra en el Capítulo II de la obra citada, como se eligió a José como esposo de María. Había en el templo de Jerusalén 33 varones sacerdotes de la Tribu de Leví. José el padre de Jesús de Nazareth, era uno de los 33 ancianos del templo de Salomón. Después de la Anunciación, el Sumo Sacerdote ordenó que todos los 33 sacerdotes del templo depositaran sus varas detrás del altar. Y se dispuso que aquella vara que amaneciera florecida, sería la del esposo de María.

Cada uno de los sacerdotes, uno a uno en orden sucesivo, fueron colocando sus varas detrás del altar. El último que debía colocar su vara fue el Sacerdote José, pero éste se resistía a la orden del Sumo Sacerdote, alegando su avanzada edad. Empero, tuvo que obedecer la orden, y depositó su vara detrás del altar. Al otro día, muy de mañana, fueron los sacerdotes al altar para recoger sus varas, y cuánta no sería su sorpresa al hallar la vara de José toda florecida. Así fue como se designó a José por esposo a María.

Resulta muy curioso que parte de esta leyenda, la cuentan personas de la tercera edad o adultos mayores. La aprendieron como parte de la doctrina Cristiana durante la infancia, pero desafortunadamente no se incluyeron en el Nuevo Testamento.

Gnosis

Gnosis ((Del gr. γνῶσις, conocimiento). Elaine Pagels, en la página 18 de su obra: Los evangelios gnósticos, publicado en español por Editorial Crítica, da la siguiente explicación del significado de Gnosis: La lengua griega establece una distinción entre el conocimiento científico o reflexivo (el conoce o sabe matemáticas) y el conocimiento a través de la observación o la experiencia (él me conoce), que es la gnosis. Tal como la utilizan los gnósticos, podríamos traducirla como “intuición”, porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo.

 

Elaine Pagels
Elaine Pagels

Gnosis es el conocimiento de uno mismo. Es el conocimiento de nuestros propios límites y posibilidades. El conocimiento de quienes somos, de dónde vinimos y hacia dónde vamos. Es un conocimiento dinámico, liberador y transformador. El gnóstico, al conocerse, diferencia plenamente entre su Ego y su Esencia maravillosa. En el proceso de conocerse, libera y desarrolla su Esencia o fracción de alma, despertando su conciencia. Al mismo tiempo, descubre su ego (los defectos de carácter), lo comprende y mediante un trabajo psicológico serio y con el auxilio de lo divinal, gradualmente logra eliminar esos elementos indeseables de conducta.

El conocimiento de uno mismo se denomina: autognosis. Es un tipo de conocimiento que se obtiene a través de la observación íntima. Los filósofos griegos de la antigüedad se referían a él con la frase: gnosce te ipsum. Conócete y conocerás el Universo y a los dioses. Todo el proceso de autoconocerse, se realiza en la vida diaria, pero también a través de la experiencia mística directa. Este tipo de experiencias permiten acceder a otros tipos de conocimiento, ajenos al que se obtiene mediante la razón. La imaginación, la inspiración y la intuición, llevan al estudiante gnóstico a la autognosis.

Samael Aun Weor
Samael Aun Weor

A este respecto, el presidente fundador de las instituciones gnósticas de la actualidad, Samael Aun Weor, en su libro: La Revolución de la Dialéctica, explica el conocimiento imaginativo, de la siguiente forma: “Para el sabio imaginar es ver. La imaginación es el translúcido del alma. Para lograr la imaginación se necesita aprender a concentrar el pensamiento en una sola cosa. Aquel que aprende a concentrar el pensamiento en una sola cosa, hace maravillas y prodigios. El gnóstico que quiera alcanzar el conocimiento imaginativo debe aprender a concentrarse y saber meditar”. También afirma el Kalki Avatar, Samael: “El que despierta la conciencia ha llegado al conocimiento imaginativo y se mueve en un mundo de imágenes simbólicas”.

El Avatara de la Era de Acuario, también afirma que: “Al llegar al conocimiento imaginativo, el gnóstico ve los símbolos, pero no los entiende. Necesita entonces, elevarse al conocimiento inspirado para interpretar los símbolos sagrados de la Naturaleza y el lenguaje abstracto del ego. El conocimiento inspirado nos confiere el poder de interpretar los símbolos de la Naturaleza y el lenguaje confuso del ego”. El tipo de interpretación a la que hace referencia el Avatara de Acuario debe ser muy analítica, altamente científica y esencialmente mística. El conocimiento inspirado permite estudiar la íntima relación entre todas las formas, los valores psicológicos y la Naturaleza.
Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la intuición es la: “Facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”. Samael Aun Weor, en Revolución de la Dialéctica, nos explica que: El mundo de las intuiciones es el mundo de las matemáticas. Explica además el Maestro que: imaginación, inspiración a intuición, son los tres pasos obligatorios de la Revolución de la Dialéctica. Aquél que ha seguido los tres pasos del conocimiento directo ha logrado la supraconciencia. En el mundo de la intuición sólo hallamos la omnisciencia. El mundo de la intuición es el mundo del Ser.

La Gnosis, es tan antigua como la humanidad. Un período de intensa actividad de esta sublime sabiduría, se encuentra entre el escenario del cristianismo primitivo.

En la Enciclopedia Práctica Jackson, volumen V, página 47, encontramos la siguiente información de la Gnosis: El término se deriva de gnosis (conocimiento), ello es, el propósito de elevarse desde la fe (pistis), en la autoridad de Dios y de la Iglesia, hasta un saber racional de las cosas divinas. La filosofía de la gnosis se vincula al neoplatonismo. Dios produce por emanación, una serie de seres intermedios llamados eones. Entre Dios y la materia sitúan los gnósticos el mundo. La emanación de los eones en serie descendente se recorre nuevamente en línea ascendente hasta llevar a la salvación. La creación del mundo y la redención del hombre son hechos naturales. En dicha Enciclopedia se cita a gnósticos de la época del Cristianismo primitivo: Marción, Apeles, Basílides, Manes, Clemente de Alejandría, Orígenes. De este último se lee lo siguiente: Orígenes fue el filósofo más grande de la época inicial de la Patrística. Su obra: De los Principios constituye la primera suma teológica.

Samael Aun Weor en el capítulo titulado: Cuatro clases de Escuelas del Gran manifiesto Gnóstico del tercer año de Acuario, afirma lo siguiente: Jesús fundó la Iglesia Gnóstica, la que existía en tiempos de San Agustín, la que conoció Jerónimo, Empédocles, Santo Tomás, Marción de ponto, Clemente de Alejandría, Tertuliano, San Ambrosio, Harpócrates y todos los primeros padres de la Iglesia.

Continúa explicando el Venerable Maestro: La humanidad necesita volver al punto de partida, regresar a la Santa Gnosis del hierofante Jesús el Cristo, retornar al cristianismo primitivo, al cristianismo de la Gnosis. La doctrina de Jesús el cristo es la doctrina de los esenios, la doctrina de los nazarenos, peratisenos o peratas, etc. En la doctrina de Jesús el cristo hay yoga digerida, yoga esencial, magia tibetana, budismo práctico, ciencia hermética, etc., etc., etc. En la Gnosis está toda la sabiduría antigua ya totalmente “masticada” y digerida.

Henri Charles Puech, en la página 235 de su obra: En torno a la Gnosis y publicada por Taurus, explica que: “en los sistemas religiosos de los que constituye el fondo, la gnosis aparece como un conocimiento que trae consigo y procura por sí mismo la salvación, una ciencia liberadora o salvadora, un saber que es en sí y por sí mismo salvación. Se llama o puede llamarse gnosticismo –y también gnosis– a toda doctrina o actitud religiosa fundada sobre la teoría o la experiencia de la obtención de la salvación mediante el conocimiento”.

En el Capítulo titulado: “La cristiandad alerta: la visión alternativa del Evangelio de Judas, escrita por Bart D. Ehrman, página 81 de: El Evangelio de Judas, publicado por National Geografic, se lee lo siguiente: El término gnosticismo deriva de la palabra griega gnosis, que quiere decir “conocimiento”. Gnósticos son los que “tienen el conocimiento” ¿Y qué es eso que saben? Conocen secretos que pueden conducir a la salvación. Para los gnósticos, una persona se salva no por la fe en Cristo o por sus buenas obras, sino por el conocimiento de la verdad la verdad acera del mundo en el que vivimos, acerca de quién es el verdadero Dios y, especialmente, acerca de quiénes somos nosotros mismos. En otras palabras, se trata en gran medida de autoconocimiento: conocimiento de nuestro origen, de cómo hemos llegado aquí y de cómo podemos volver a nuestra morada celestial. Según la mayoría de los gnósticos este mundo material no es nuestra casa. Estamos atrapados aquí, en estos cuerpos de carne, y necesitamos aprender el modo de escapar. Para los gnósticos que también eran cristianos (muchos gnósticos no lo eran) es el propio Cristo quien nos trae ese conocimiento secreto desde los cielos. Él revela la verdad a sus seguidores más próximos, y es esa verdad la que puede hacerlos libres.

La Gnosis cristiana, más específicamente, la gnosis ligada al Cristianismo primitivo, se encuentra en los evangelios gnósticos. Algunos evangelios gnósticos son: el Evangelio de María Magdalena, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe y el Evangelio de Judas. La obra monumental de la Gnosis de esa época es: Pistis Sophia, el libro de la sabiduría poder, que permite elevarse al humanoide desde la simple creencia, hacia la real sabiduría.

Escudriñando también los evangelios canónicos, es posible encontrar referencias a la Gnosis, incluso en el Evangelio de Juan. “Si me conocieses, también a mi padre conocerías; y desde ahora le conoces y le has visto” (Jn 14:7). “El espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes” (Jn14:17). “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste” (Jn 17:25).

Samael Aun Weor nos explica en el Gran Manifiesto Gnóstico: si estudiamos cuidadosamente los evangelios cristianos, hallaremos en ellos la matemática pitagórica, la parábola caldea y babilónica y la formidable ética budista. El sistema de enseñanza adoptado por  Jesús fue el sistema de los esenios. Ciertamente los esenios fueron gnósticos en un ciento por ciento. Los cuatro evangelios son gnósticos.

Materias de estudio muy importantes en la Gnosis, son la Psicología Gnóstica y la Antropología Gnóstica. Para tener una información más completa del tema, te recomendamos consultar las siguientes entradas:
Qué es Gnosis
Significado de la Gnosis
Los estudios gnósticos
La conciencia y algunas definiciones de Gnosis

 

Ciclo de Conferencias de Navidad

Durante este mes de diciembre de 2009, en la sede central del Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, se impartirá un Ciclo de Conferencias con motivo de Navidad.
El Movimiento Gnóstico Cristiano Guatemalteco, es la más antigua de las escuelas gnósticas en Guatemala. Su dirección es: 2ª. Avenida 11-43, zona 1, de la ciudad de Guatemala. A pocos metros del Paraninfo Universitario. Con motivo de la celebración de fiestas gnósticas mayores, en este lumisial o centro gnóstico de Guatemala, tradicionalmente se programan temas relativos a la festividad correspondiente. Todas las conferencias previstas, corresponden a temas de introducción a la Gnosis, se conciben para todo público y se imparten gratuitamente. />
El Ciclo de Conferencias incluye cuatro temas interrelacionados que se impartirán los días: miércoles 9 y 16 a las 18:00 horas y los domingos 13 y 20 a las 10:30 horas.
Los temas a desarrollar son los siguientes:
Simbología de las Tradiciones de Navidad (miércoles 9)
El Mito Solar (domingo 13)
Significado esotérico de la Navidad
El nacimiento de Cristo
En todas las conferencias, se brindará una amplia y profunda explicación de los diferentes aspectos asociados al maravilloso acontecimiento de la Navidad: La temática se desarrollará totalmente desde el punto de vista de la Gnosis y enfatizará en la importancia de recuperar el enfoque místico de las fiestas navideñas, suplantado en los tiempos actuales por el consumismo y los excesos.
En el tema: Simbología de las Tradiciones de Navidad, se explicará ampliamente el significado místico y esotérico de tradiciones como la quema del diablo en Guatemala, las posadas, el árbol de Navidad, la celebración a la virgen de Concepción, la Noche Buena, el día de los Inocentes, el día de Reyes y el día de Candelaria, así como el “milagro” de la inmaculada concepción de María, entre otras.
En la conferencia: El Mito Solar, se explicará la íntima relación esotérica existente entre la celebración de Navidad y la conmemoración de la Semana Santa, con la Astronomía, en especial, con los solsticios y equinoccios. Se explicará que la fiesta de Navidad es un Drama Cósmico que fue celebrada antiguamente por todas las civilizaciones. Se hablará del hondo contenido espiritual que tienen estas fiestas y la importancia de su celebración.
Al hablar del Significado esotérico de la Navidad, se profundizará en la simbología esotérica escondida detrás de la tradición de los “nacimientos”. Se analizarán los diferentes elementos simbólicos asociados al nacimiento del niño Dios de Belén, entre ellos: el establo, el pesebre, el buey, la mula, las ovejas, los pastores y la estrella de Belén,
Al tratar lo relativo al nacimiento de Cristo, se expondrá que de nada serviría que Cristo naciera mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también. Se explicará la importancia de celebrar la Navidad del corazón y de que cada individuo se esfuerce en lograr el verdadero Nacimiento Segundo. Con explicaciones basadas en la Alquimia y el esoterismo gnóstico. Se hará una distinción entre el Cristo histórico, el Cristo íntimo y el Cristo Cósmico
Más información con Armando Castañón, teléfonos: (502) 22572116 y (502) 22382575
MGCG.(502) 22326130 (de 18:00 a 20:00 horas).

Psicología Gnóstica

La Psicología Gnóstica, es conocida también con los siguientes nombres: Psicología Esotérica, Psicología Revolucionaria o Psicología del Despertar. Es muy distinta a lo que actualmente se conoce como Psicología. Desde sus orígenes y la interpretación de la etimología de la palabra, surge un enfoque y objeto de estudio distinto.
La primera diferencia entre la Psicología Gnóstica y las formas convencionales de Psicología se refiere al origen y las fuentes de esta ciencia. Desde el punto de vista de la Gnosis, la Psicología no es una ciencia nueva. Al contrario, es una ciencia muy antigua. A este respecto, nos permitimos citar a Piotr Demiánovich Ouspensky, el gran iniciado ruso, discípulo de G. I. Gurdjieff, quien en la primera de sus: “Conferencias Psicológicas”, dictadas en Londres a partir de 1921 y escritas en 1934, explica lo siguiente: Para comprender cómo se puede definir la Psicología es necesario darse cuenta de que la Psicología nunca ha existido bajo su propio nombre, excepto en tiempos modernos. Por una u otra razón siempre se ha sospechado de tendencias equivocadas o subversivas de la Psicología, ya sean religiosas, políticas o morales, y por lo tanto ha tenido que usar diferentes disfraces. Por miles de años la Psicología existió bajo el nombre de filosofa.

En la India todas las formas de Yoga, que son esencialmente psicología, se describen como uno de los seis sistemas de filosofía. Las enseñanzas sufíes, que ante todo son psicológicas, se consideran en parte religiosas y en parte metafísicas. En Europa, hasta no hace mucho tiempo, en las últimas décadas del siglo diecinueve, muchos trabajos sobre psicología eran considerados como filosofa. Y a pesar de que casi todas las subdivisiones de la filosofía, tales como la lógica, la teoría del conocimiento, la ética, la estética, se referían al trabajo de la mente humana o de los sentidos, la psicología era considerada como inferior a la filosofía y como relacionada sólo con los lados más bajos o más triviales de la naturaleza humana. Paralelamente a su existencia bajo el nombre de filosofía, la psicología existió aún por más tiempo conectada con una u otra religión. Esto no quiere decir que la religión y la psicología alguna vez fueron una y la misma cosa, ni que la conexión entre religión y psicología fuera reconocida.
Esa interrelación entre diferentes expresiones de la cultura mística y esotérica de todos los tiempos con la Psicología, la encuentra también Elaine Pagels, distinguida profesora de historia del cristianismo primitivo en la Universidad de Princeton, graduada de Stanford y con un doctorado de Harvard. En el capítulo titulado: “Gnosis, el conocimiento de sí mismo como conocimiento de Dios”, de su libro: “Los Evangelios gnósticos”, en las páginas 174 y 175 de la edición en español publicada por Editorial Crítica, Pagels afirma lo siguiente: Así pues, muchos gnósticos hubiesen estado de acuerdo en principio, con Ludwing Feuerbach, el psicólogo del siglo XIX en que “la teología es en realidad antropología (el término, huelga decirlo, se deriva de anthropos y significa <>). Para los gnósticos, explorar la psique se convirtió explícitamente en lo que hoy es implícitamente para mucha gente, una búsqueda religiosa. No está demás afirmar que el libro citado de Pagels, es una reconocida introducción a la Gnosis antigua, especialmente la que se encuentra contenida en la biblioteca de Nag Hammadi.
Profundizando un poco más en el tema de los orígenes de la Psicología Gnóstica, Samael Aun Weor, Presidente fundador de las instituciones gnósticas de la época actual, afirma en el capítulo titulado precisamente: «Psicología Revolucionaria» de su obra: «Educación Fundamental«, que: La Psicología es una ciencia antiquísima que tiene su origen en las viejas escuelas de los misterios arcaicos. Más adelante, Samael Aun Weor, explica en la obra citada que: En las antiguas escuelas de misterios de Grecia, Egipto, Roma, India, Persia, México, Perú, Asiria, Caldea, etc., etc., etc., la Psicología siempre estuvo ligada a la Filosofía, al Arte objetivo Real, a la Ciencia y a la Religión. De ahí que en la Gnosis, todas las ciencias y artes, se integren, y al estudiar Psicología, resulte también conveniente el estudio de la Antropología Gnóstica
El Avatara de Acuario Samael Aun Weor, continúa diciendo: En los antiguos tiempos la Psicología se ocultaba inteligentemente entre las formas graciosas de las danzas sagradas, o entre el enigma de los extraños jeroglíficos o las bellas esculturas, o en la poesía, o en la tragedia y hasta en la música deliciosa de los templos. Antes de que la Ciencia, la Filosofía, el Arte y la Religión se separaran para vivir independientemente, la Psicología reinó soberana en todas las antiquísimas escuelas de misterios.
Investigaciones de fondo en el terreno del Gnosticismo nos permite hallar esa maravillosa compilación de diversos autores gnósticos que viene de los primeros tiempos del Cristianismo y que se conoce bajo el título de Philokalia, usada todavía en nuestros días en la Iglesia Oriental, especialmente para instrucción de los monjes. Fuera de toda duda y sin el más mínimo temor a caer en engaños, podemos afirmar enfáticamente que la Philokalia es esencialmente pura Psicología experimental.
En forma similar, Stephan A. Hoeller en el capítulo titulado «Jung y el Gnosticismo», de su libro «Jung Gnóstico«, página 56, obra publicada por Editorial Sirio, afirma lo siguiente: En términos de psicología jungiana, podríamos decir que los gnósticos utilizaron un lenguaje poético y mitológico para expresar experiencias en el proceso de individuación. Al hacerlo, sacaron a luz un abundante material de la mayor relevancia, que contenía una penetrante comprensión de la estructura de la psique, del contenido del inconsciente colectivo y de la dinámica del proceso de individuación.
Es importante resaltar que el gran médico y psiquiatra suizo, fundador de la Psicología analítica fue un dedicado estudioso de la Gnosis y como apunta Stephan A. Hoeller en la página 51 de la obra citada: Desde el comienzo de su carrera psicoanalítica hasta el momento de su muerte, Jung mantuvo un vivo interés hacia los gnósticos. En la página 55, afirma lo siguiente: Jung reconoció a los gnósticos justamente por lo que habían sido, profetas que sacaron a la luz las creaciones primigenias y originales del misterio que él llamó lo inconsciente.
Para obtener una mejor comprensión de lo que es Gnosis, su relación con el significado de la palabra Psicología y su objeto de estudio, hemos elegido, del Diccionario de la Real Academia Española o Drae, las siguientes acepciones. (De psico– y –logía). 1. f. Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones. 2. f. Todo aquello que atañe al espíritu. 3. f. Ciencia que estudia los procesos mentales en personas y en animales.
En enciclopedias y manuales de Psicología, se explica que la etimología de la palabra Psicología es: («psico», del griego ψυχή, alma y «logía», –λογία, tratado o estudio). Y aquí surge otra gran discrepancia entre la Psicología Gnóstica y cualquier sistema de Psicología contemporánea, ya que la mayoría de escuelas de Psicología niegan la existencia del alma. Por otro lado, el alma, es aceptada como un dogma irrenunciable en todas las formas religiosas del cristianismo y muchas otras religiones.
El Gnosticismo universal, desde los tiempos antiguos plantea una posición intermedia al respecto. Los tratados gnósticos, tanto de la antigüedad, como de actualidad, así como los grandes maestros gnósticos de todos los tiempos, plantean que el Alma existe, pero que solo la poseen seres humanos auténticos. A la luz de la Gnosis, se entiende que mujeres y hombres verdaderos, son seres iluminados, santos, iniciados de misterios mayores, maestros espirituales, personas con conciencia despierta, individuos auténticos que han eliminado los elementos subjetivos de las percepciones y han alcanzado el Nacimiento Segundo o nacimiento espiritual
Ejemplos de seres humanos de verdad: Jesucristo y sus 12 apóstoles, María Magdalena y demás iniciadas discípulas del gran maestro Jesús de Nazaret. Muchos santos del cristianismo, como san Agustín o San Francisco de Asís. Pero también, los hombres dioses de las civilizaciones antiguas: los hombres de maíz del Popol Wuj, Quetzalcoatl, Budha, Krishna, Moisés, entre otros. También grandes iniciadas reconocidas en la historia del esoterismo, como la gran mártir del siglo XIX, Helena Petronila Blavatsky (HPB), maestros como Moria, Kout Humi, o el Conde de San Germain y muchos más.
De acuerdo con los estudios gnósticos, la mayor parte de la humanidad actual, somos seres humanos incompletos y no poseemos Alma. Eso sí: poseemos el material psíquico básico, fundamental, para fabricar eso que se llama Alma. Esa materia prima es conocida en las tradiciones gnósticas, como la Esencia maravillosa, el Budhata o fracción de alma.
La afirmación de que entre la humanidad, pocas personas se distinguen como mujeres y hombres auténticos, no es nueva. Se ha planteado siempre a lo largo de los siglos por diferentes profetas, iniciados, místicos e incluso filósofos. Es muy conocida la historia del recorrido que hiciera por Atenas, el filósofo griego Diógenes de Sínope (siglos V y IV a. C.), con una lámpara en la mano, buscando en vano a un hombre. Los mayas hablaban del Halach Uinic, el hombre verdadero. En el nuevo testamento, precisamente en el Capítulo 3 del Evangelio de Juan, se encuentra el diálogo entre Jesús y Nicodemo. Relativo al Nacimiento segundo. El mismo Juan en su primera epístola explica ampliamente las características de los auténticos hijos de Dios.
La humanidad actual es un aglomerado de seres aún no completos, seres sin Alma, desalmados. Por este motivo la humanidad es imperfecta. Ahí se encuentra la explicación de las guerras, la barbarie humana, la impunidad, el asesinato, el genocidio, la mentira, la traición, la crueldad, la codicia, el orgullo, el ansia de poder, la desmedida necesidad de acumulación de riquezas, el negativo impacto ambiental de los actos humanos, la degeneración sexual y muchas manifestaciones inconcebibles para seres humanos auténticos o verdaderos hijos de Dios.
Desde la perspectiva de la sabiduría gnóstica, el ser humano sin alma, es decir, la gran mayoría de hombres y mujeres que poblamos la Tierra, somos definidos como humanoides, animales intelectuales o máquinas humanas. Somos los “bípedos destructores de los bienes de la Naturaleza”, según Gurdjieff, los muertos vivientes de las sagradas escrituras. “Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos”. (Mr 12:26-27). “deja que los muertos entierren a los muertos”(Mt 8:22).
De acuerdo con la Psicología Gnóstica, los animales intelectuales o seres humanos sin Alma, nos encontramos con la conciencia dormida. A este respecto, resulta necesario comprender la íntima relación entre la conciencia y la Gnosis. El material psíquico, nuestra Esencia, está atrapada, encarcelada, “embotellada” por los elementos subjetivos de las percepciones. Esos elementos subjetivos, constituyen la causa de los errores humanos, del fracaso espiritual de la humanidad. A estos, comúnmente, se les denomina: defectos de carácter o pecados y han sido alegorizados de múltiples maneras en la tradición esotérica. En términos de la Psicología Gnóstica, constituyen el Ego, el yo, el mí mismo.
Para el estudiante de Psicología Gnóstica, la Esencia y el Ego son totalmente distintos. La Esencia o conjunto de virtudes, es la sumatoria de valores positivos que poseemos en forma innata. Son valores innatos, el amor, la sabiduría, la voluntad. El Ego es la sumatoria de valores negativos. El Ego es múltiple, de ahí que en la Gnosis, se hable del yo pluralizado o yo psicológico. Los yoes son agregados psicológicos, entidades energéticas sutiles. Del Nuevo Testamento, es muy conocido el encuentro de Jesús con los endemoniados gadarenos. “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamó; porque somos muchos” (Mr 5:9). El yo pluralizado es una verdadera legión de demonios en nuestra psiquis.

El trabajo que propone la Psicología Gnóstica se orienta, entre otros, al desarrollo de la Esencia y a la eliminación del Ego. Este trabajo psicológico constituye un elemento fundamental para fabricar eso que se llama Alma.
La Psicología Gnóstica explica profundamente lo concerniente al sueño de la conciencia. Desde el punto de vista de la Gnosis, la mayoría de los actos humanos, son inconscientes porque la conciencia está dormida en las máquinas humanas. El humanoide está dormido y el esfuerzo por despertar constituye un objetivo crucial en el trabajo esotérico gnóstico. En todos los libros sagrados y tradiciones antiguas de la humanidad, se enfatiza en que la humanidad está dormida y en la necesidad del despertar de la conciencia. Desafortunadamente, en forma pública, no se da la fórmula para ese despertar. La didáctica del despertar de la conciencia se encuentra en la Psicología Gnóstica.
En el Nuevo Testamento, se encuentra el pasaje del huerto de Getsemaní. En esa lectura se habla claramente del sueño de la conciencia y la necesidad del despertarla, pero las gentes no lo entienden. “Entonces Jesús les dijo : mi Alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí, y velen conmigo” (Mt 26:38). Más adelante se lee: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no has podido velar conmigo una hora?” (Mt 26:40). Unos versículos después, aparece el siguiente texto: “Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño” (Mt 26:43).
Los ojos cargados de sueño los tienen las personas con la conciencia dormida, son las expresiones de los ojos que tienen los dormidos, en especial, cuando están solos o cuando viajan en un autobús u otro medio de transporte y no van haciendo nada, solo soñar. Son los ojos de zombies, de los muertos vivientes en quienes la conciencia se encuentra ausente del aquí y del ahora. La conciencia de los dormidos se encuentra a cada instante en el pasado o en el futuro y fuera del cuerpo físico, aún si el cuerpo físico está activo. En caso de duda de lo que significan los ojos cargados de sueño, compare los ojos de cualquier persona adulta con los de un niño o niña menor de 7 o 5 años. Niños y niñas muy pequeños se encuentran despiertos.
“Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño, mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él”. (Lc 9:32). La parábola del siervo vigilante es muy elocuente respecto de la diferencia entre una persona dormida y quien se encuentra despierto. “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor , cuando venga, halle velando”. (Lc 12:37).
La mayoría de personas al referirse al despertar, piensan en algo metafórico, en un cuento infantil, y le restan importancia. Anthony de Mello escribió muchas páginas acerca del sueño de la conciencia y la didáctica para el despertar. Sin embargo, la humanidad no lo entendió. A lo más que se acercan sus lectores, es a comentar lo lindo que escribía. Baste al lector consultar el ejercicio titulado: “Sensación del cuerpo” del capítulo: “Sadhana, un camino de oración”, de los Escritos Esenciales del padre De Mello. “Para tener éxito en la vida de oración es decisivo desarrollar la capacidad de entrar en contacto con el presente y de permanecer en él. Y el mejor método que yo conozco para permanecer anclado en el presente es salir de la cabeza y volver a los sentidos”. (página 35 de la versión publicada por Editorial Sal Terrae).
Ouspensky cuenta una experiencia extraordinaria cuando “ve a los dormidos”, en el capítulo XIII de su monumental obra: “Fragmentos de una Enseñanza Desconocida: caminaba por la calle Troitsky; de repente vi que el hombre que venía hacia mí estaba dormido. No podía haber la menor duda. Aunque sus ojos estaban abiertos, andaba manifiestamente sumergido en sus sueños, que le corrían por la cara como nubes. Me sorprendí pensando que si pudiera mirarlo durante bastante tiempo, vería sus sueños, es decir, comprendería lo que él veía en sus sueños. Mas el hombre pasó. Después vino otro, igualmente dormido. Un cochero dormido pasó con dos clientes dormidos. Y de repente me vi en la situación del príncipe de la “Bella Durmiente”. Todo el mundo a mí alrededor estaba dormido. Era una sensación precisa que no dejaba lugar a duda alguna. Entonces comprendí que podemos ver, ver con nuestros ojos, todo un mundo que no vemos habitualmente. (Tomado de la página 348 de la edición publicada por Hachette, Argentina, 1975).
En la página 176 de la obra que citamos de Elaine Pagel, la autora explica lo siguiente: El movimiento gnóstico, compartió ciertas afinidades con los métodos contemporáneos de exploración del ser a través de técnicas psicoterapeutas. Tanto el gnosticismo como la psicoterapia valoran sobre todo el conocimiento, el autoconocimiento que es percepción íntima. Coinciden en que, careciendo de él, la persona experimenta la sensación de ser movida por impulsos que no entiende. Esos impulsos inexplicables para la Psicología convencional vienen del ego, del yo pluralizado.
El inconsciente de Jung, se explica en la Psicología Gnóstica por el encarcelamiento de la Esencia a causa del Ego o yo psicológico. Debido a que la Esencia está embotellada entre el Ego, la conciencia se encuentra dormida. Este es el sueño de la conciencia. Por esta causa, los actos humanos son inconscientes La conciencia es el grado de auto conocimiento que tiene la Esencia. Así surge otro componente del trabajo psicológico gnóstico: convertir el inconsciente en consciente. Este es el trabajo del despertar de la conciencia. El trabajo del despertar de la conciencia va paralelo al conocimiento de sí mismo, a la auto gnosis. En una de sus acepciones,Gnosis es el conocimiento de uno mismo, el conocimiento del propio Ser. Dicho conocimiento es resultado de esfuerzos conscientes, de la experiencia mística directa y de un tipo de conocimiento distinto a la razón. Tipo de conocimiento asociado a la imaginación, la inspiración y la intuición.
La Psicología Gnóstica, estudia profundamente los distintos tipos de personalidad, los diferentes estados y grados de la conciencia, las causas del sueño de la misma y los recursos que tiene a la disposición la Esencia para el despertar: el desarrollo de la fuerza de atención, el recuerdo de sí, la auto observación, entre otros. El trabajo psicológico gnóstico incluye además el estudio de las funciones psicofisiológicas: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo.
Ahondando un poco más en el origen, significado y objeto de estudio de la Psicología, Ouspensky, en la obra citada afirma que todos los sistemas de Psicología científica contemporánea estudian al ser humano: tal como ellos lo encuentran, o tal como ellos suponen o lo imaginan ser. Samael Aun Weor, nos explica que la Psicología Gnóstica pertenece a las distintas doctrinas que estudian al ser humano: desde el punto de vista de la Revolución de la Conciencia. estas últimas son en verdad las doctrinas originales, las más antiguas, sólo ellas nos permiten conocer los orígenes vivientes de la Psicología y su profunda significación.
José Jesús Leal, en su obra: Psicología del Despertar, afirma que esta: “tiene como objetivo destruir los elementos que constituyen la conciencia falsa, para dejar dentro de nosotros mismos la verdadera conciencia que es una para todos los seres humanos que han despertado radicalmente”. Más adelante explica que: La Psicología es un conocimiento que hasta ahora no ha sido explicado realmente. Inclusive los grandes tratadistas modernos tienen un concepto equivocado del método que sigue dicho estudio. Unos suponen que el estudio psicológico puede lograrse mediante la aplicación de los métodos deductivos-inductivos, prácticos, históricos y que así puede obtenerse un conocimiento real de ella mediante la observación o percepción de los sentidos externos.
En la Psicología Gnóstica se dice que el método seguido por la Psicología contemporánea no es exacto porque la manifestación del Ser en las diferentes regiones ontológicas, no es aprehendido por percepciones externas”. Leal, continúa diciendo que “la Psicología Trascendental puede definirse como el descubrimiento real y definitivo de todos los elementos afines a la conciencia, complementado con la destrucción de los elementos subjetivos que personifican nuestros errores. Este trabajo psicológico constituye una parte fundamental de lo que en la Psicología Gnóstica se denomina: Revolución de la Conciencia. Por este motivo, Samael Aun Weor, cierra el capítulo que hemos citado en su obra Educación Fundamental, con las siguientes palabras: Cuando todos nosotros hayamos comprendido en forma íntegra y en todos los niveles de la mente, cuan importante es el estudio del hombre desde el nuevo punto de vista de la Revolución de la Conciencia, entenderemos entonces que la Psicología es el estudio de los principios, leyes y hechos íntimamente relacionados con la transformación radical y definitiva del individuo.

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El arte de amar (sexta parte y conclusión)

“En el amor nada importa, ciertamente, ni el dolor ni la alegría, sino sólo eso
que se llama Amor”.
“Mientras el amor libre ata, la desunión lo mata, porque Eros
es lo que realmente une”.
“El amor se enciende con amor, como el fuego con el fuego. Pero, ¿de dónde
salió la primera llama?
En ti salta bajo la vara del dolor, tú lo sabes”.
“Luego, ¡oh dioses!, cuando el fuego escondido sale llameando, lo de dentro y
lo de fuera son una sola cosa
y todas las barreras caen hechas cenizas”.
“El amor comienza con un destello de simpatía, se consubstancializa
con la fuerza del cariño y se sintetiza en adoración.
Un matrimonio perfecto es la unión de dos seres,
uno que ama más y otro que ama mejor”.
“El amor es la mejor religión asequible.
¿Amar? ¡Cuán bello es amar; sólo las almas puras y simples saben amar!”
“¡Gnósticos: avivad la llama del espíritu con la fuerza de Eros!” (Samael Aun Weor, El Misterio del Áureo Florecer)
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Desde un punto de vista trascendental, cuando las parejas se unen según los cánones o reglas del arte amatorio, entonces “el amor por el o la cónyuge se vincula, místicamente, con representaciones espléndidas que tienen su origen en el mundo del espíritu puro”.
El arte amatorio del gnosticismo universal jamás comete el error de separar el sexo y sus funciones de la espiritualidad trascendente, y con gran énfasis declara que ha llegado la hora de mirar las funciones sexuales no como motivo de vergüenza, tabú o pecado, sino como algo infinitamente elevado, sublime y terriblemente divino.
Este arte amatorio, que en el presente seminario analizamos, con su sexo-yoga, maithuna o magia sexual nos transfigura radicalmente y acentúa la idea de lo sexual en el alma de cada uno de nosotros. Es decir, nos lleva a comprender que el verdadero amor o amor consciente, nunca puede estar separado de la supra-sexualidad.
Es incuestionable el fondo cósmico-trascendental de la sexualidad; la sexología esotérica nos permite realizar un enlace entre lo físico, lo anímico y lo espiritual. Por eso sólo son capaces de practicar el arte amatorio o alquimia sexual aquellas personas inteligentes y comprensivas que tratan de trascender el dualismo, aquel que separa al mundo anímico de los sentidos.
Ahora bien, él y ella, esposo y esposa, unidos con lazos de verdadero amor, constituyen la célula fundamental de la sociedad. De la unión sexual entre marido y mujer nacen los hijos y surge la familia.
Tal como psicológicamente son las parejas, así serán los hijos; tal como interna o psicológicamente son las familias, así será la comunidad, el barrio, la urbanización, la nación, el Estado y su Gobierno, los sindicatos, los partidos políticos, los grupos religiosos, los organismos culturales y de manera global cualquier agrupación humana.
Si él y ella poseen valores estéticos dentro de sí mismos, si poseen belleza interior, por ley de afinidades psicológicas y de imantación universal procrearán hijos con muchos valores anímicos y los educarán con esa fuerza maravillosa del amor que emana de la belleza íntima.
El amor se deriva, pues, del misterio de la belleza. La hermosa luz del amor es la única energía cósmica que puede consolidar a las parejas, que puede darle un piso firme y sólido a la vida matrimonial, y por lo tanto, la vida familiar y a la vida social.
El amor humano es una chispa del amor divino. El amor, encarnado mediante los procedimientos de la revolución gnóstica de la conciencia en el corazón de él y de ella, le dan una razón de ser al sacramento del matrimonio porque las parejas entienden que el sexo no sólo tiene funciones generadoras sino también regeneradoras; además, comprenden cuál es el exacto sentido de vivir en este mundo físico y se tornan personas generosas, magnánimas y caritativas.
Lo cierto es que la fuerza misteriosa del amor imprime un sello particular al Cosmos, a la Naturaleza y a la existencia humana, creando sexualmente y volviendo a crear. Podemos aseverar que puede haber (y lo hay, lamentablemente) mucho sexo sin amor, pero eso es simplemente lujuria, pasión animal; y actúa como fuerza desintegradora, no creadora ni enaltecedora.
Con base en hechos y no en especulaciones intelectivas; tomando en cuenta la verdadera estructura psicofísica de la criatura humana, es decir, como ente que además de un cuerpo físico tiene una particular psicología, afirmamos solemnemente que la belleza interior origina pensamientos luminosos de amor, sentimientos o emociones superiores de amor, acciones de amor, instintos amorosos y, finalmente, amor sexual. Así se produce un equilibrio perfecto en los cinco centros de la máquina orgánica: el intelectual, el emocional, el motor, el instintivo y el sexual.
Como se ha dicho a lo largo de este seminario, los terrícolas no sabemos amar porque hemos separado la función sexual de la espiritualidad, e ignoramos (entre muchas otras cosas) que este Sistema Solar donde vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, tuvo, al igual que los otros sistemas solares, un origen divino y sexual, y que lo que el Demiurgo Creador hizo en el Cosmos infinito, eso mismo debemos hacer nosotros en el propio microcosmos. Vale decir: el camino de la regeneración humana o vía para crear un nuevo hombre y una nueva mujer, es exclusivamente un asunto de amor sexual, pues ninguna creación es posible sin el concurso de las dos polaridades: la fuerza sexual masculina y la fuerza sexual femenina, conciliadas ambas por una tercera fuerza de cohesión, la del amor.
Cabe señalar que la desaparición, en el ambiente cultural moderno, de la idea del acto amoroso como un hecho espiritual ha provocado en nosotros una merma de valores anímicos, sobre todo de valores estéticos. Y a medida que avanzamos tecnológica y científicamente, retrocedemos o involucionamos en relación con el antiquísimo arte amatorio, en relación con el misterio entre los sexos, fundamentado en el influjo mágico del verdadero amor. Merced a ese olvido, hemos llegado a creer que el sexo sólo sirve para generar nuevas criaturas y para el disfrute pasional de un solo instante.
Existen, ciertamente, aspectos subjetivos-sexuales, es decir, la utilización de la sexo-energía en forma mecanicista, lujuriosa, concupiscente, libidinosa; lo que de hecho conduce al fortalecimiento del ego animal y a la formación de nuevos “agregados psíquicos” o “yoes”. Sin embargo, en el sexo también existe un poder objetivo-creador que, debidamente utilizado nos lleva a un erotismo superior, en el que el ansia sexual y el anhelo espiritual en plena fusión mística, conducen inteligentemente a la unidad del alma con la sensualidad, o sea, hacia la sexualidad vivificada; entonces lo sexual deja de ser motivo de vergüenza, tabú o “pecado” y se torna profundamente religioso.
Así, con basamentos sólidos de tipo científico, artístico, filosófico y místico, la Gnosis afirma que de la plena fusión integral del entusiasmo espiritual con el ansia sexual, deviene la conciencia mágica, la conciencia capaz de realizar todos los prodigios del amor. Es de este modo y no de otro, como pueden las parejas que se adoran (él y ella) emanciparse del círculo vicioso del acoplamiento vulgar, común y corriente, y penetrar en la esfera gloriosa del equilibrio magnético, evitando ser víctimas del hastío, del cansancio, de la frustración amorosa producto de la fornicación y el adulterio.
Cuando se practica el arte amatorio según las leyes de la alquimia sexual, se redescubre en el ser amado, se halla en él la senda que conduce a la unión con el ser, con el Dios íntimo que habita en las profundidades de la conciencia individual.
Contrario a lo que muchos piensan, en la relación de parejas no son hormonas ni vitaminas de patente (fabricadas por los modernos laboratorios) lo que se necesita para la vida matrimonial, sino auténticos sentimientos de TÚ y YO, y por ende, el intercambio de las más selectas facultades afectivo-eróticas entre el varón y la mujer.
Escrito está con carbones encendidos en el libro extraordinario de la vida, que el amor ardiente o amor sexual entre varón y hembra, obra mágicamente… La magia es, según Novalis, el arte de influir conscientemente sobre el mundo interior. El amor es pues, la base de la posibilidad de la magia y de adquisición de la sabiduría del ser; porque en el amor está contenido el sumum de la sabiduría.
El amor, en efecto, es la potencia mágica por excelencia. La ley fundamental de todo influjo mágico es la de la polaridad. La magia sexual, sexo-yoga, kundalini-yoga o arte amatorio entre marido y mujer, tiene su fundamento potencial en el sexo. Porque, ciertamente, todos tenemos algo de fuerzas eléctricas y magnéticas y ejercemos, igual que un magneto, una fuerza de atracción y de repulsión. Entre los amantes es especialmente poderosa esa fuerza magnética y su acción llega muy lejos.
Para nosotros los gnósticos el cuerpo físico es algo así como alma materializada, condensada; no un elemento impuro o pecaminoso, como suponen los tratadistas religiosos de la ascética absoluta de tipo medieval.
Tales planteamientos, como ese de que el sexo obstaculiza al alma, tiene un aspecto negador de la vida y en contraposición surge (como por encanto) la ascética revolucionaria de la Nueva Edad de Acuario: mezcla inteligente de lo sexual y lo espiritual, dirigida a preparar, ordenar y enlazar esos miles de millones de dispositivos físicos y psíquicos que constituyen nuestro propio universo interior, particular.
La lujuria, la pasión animal separa al cuerpo de la esencia anímica, de eso que tenemos de alma humana y por añadidura nos separa del ser, de Dios-Padre y de Dios-Madre que habita en nuestra intimidad; separación que provoca la inevitable ruptura entre las parejas.
Es incuestionable que con la aplicación práctica de los métodos del arte amatorio, las parejas que verdaderamente se aman pueden conservar toda la vida la luna de miel. Sólo así, mediante la mutua e íntima aspiración esotérica en dirección al ser, pueden los varones y mujeres que se adoran, llegar a ser completos, íntegros, uni-totales.
Digamos finalmente, que el acto sexual, como función unificadora de espíritu, alma y cuerpo, puede convertirse en inter-acción cósmico-mágica y, por ende, es constructivo. El acto sexual como simple satisfacción del instinto animal, con exclusión de la voluntad de amor anímico-espiritual, obra sólo de manera exteriorizante y, por ende, es desintegrador” (Vea libro titulado La magia del sexo, de Charles Waldemar).
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El arte de amar
(Conclusión)
“Así que, la cuestión de los temperamentos es muy importante.
No solamente se necesita que haya correlación entre los
distintos centros de la máquina orgánica: intelecto, emoción,
movimiento, instinto y sexo,
sino que haya también temperamentos afines.
Sólo así, habiendo temperamentos afines y perfecta inter-relación
de los distintos centros de la máquina,
puede haber una auténtica afinidad entre las parejas, lo cual daría felicidad”.
(Samael Aun Weor, conferencia titulada Sexología trascendental)

Con la transcripción del capítulo Nº 1 del libro titulado El matrimonio perfecto, en el que el maestro Samael Aun Weor describe con extraordinarias pinceladas qué es el amor en sí mismo, colocamos punto final a este seminario cuyo objetivo consiste en arrojar un poco de luz sobre las tinieblas espantosas del odio; es decir, del contra-amor, del anti-amor, que como pesado manto funerario amenaza con destruir definitivamente a esta pobre humanidad doliente…
Escribe el maestro: Dios, como Padre es Sabiduría, Dios como Madre es Amor. Dios como Padre reside en el ojo de la sabiduría (el ojo de la sabiduría se halla situado en el entrecejo); Dios como Madre se halla en el templo-corazón.
Sabiduría y amor son las dos columnas torales de la gran logia blanca.
Amar ¡cuán bello es amar!; sólo las grandes almas pueden y saben amar.
El amor es ternura infinita, el amor es la vida que palpita en cada átomo, como palpita en cada Sol.
El amor no se puede definir porque es la divina madre del mundo, es eso que adviene a nosotros cuando realmente estamos enamorados.
El amor se siente en lo hondo del corazón; es una vivencia deliciosa, es un fuego que consume, es un vino divino, delirio del que lo bebe. Un simple pañuelito perfumado, una carta, una flor, promueven en el fondo del alma enamorada tremendas inquietudes íntimas, éxtasis exóticos, voluptuosidad inefable.
Nadie ha podido definir qué es el amor. El amor hay que vivenciarlo, hay que sentirlo. Sólo los grandes enamorados saben realmente qué es eso que se llama amor.
El matrimonio perfecto es la unión de dos seres que verdaderamente saben amar.
Para que verdaderamente haya amor se necesita que el hombre y la mujer se adoren en los siete grandes planos cósmicos. Para que haya amor se necesita que haya una verdadera comunión de almas en las tres esferas de pensamiento, sentimiento y voluntad.
Cuando los dos seres vibran afines en sus pensamientos, sentimientos y voliciones, entonces el matrimonio perfecto se realiza en los siete planos (o regiones) de conciencia cósmica.
Existen personas que están casadas en los planos (o mundos) físico y etérico, pero en el astral no lo están. Otras están casadas en los planos físico, etérico y astral, pero no lo están en el plano (o mundo) mental: cada cual piensa a su manera, la mujer tiene una religión y el hombre otra, no están de acuerdo en lo que piensan, etc.
Existen matrimonios afines en los mundos del pensamiento y del sentimiento, pero absolutamente opuestos en el mundo de la voluntad. Esos matrimonios chocan constantemente, no son felices.
El matrimonio perfecto debe efectuarse en los siete planos (o mundos) de conciencia cósmica. Existen matrimonios que no llegan ni siquiera hasta el plano (o región) astral; entonces no existe ni siquiera la atracción sexual. Esos son verdaderos fracasos, esa clase de matrimonios se fundamentan exclusivamente en la fórmula matrimonial.
Algunas personas están llevando vida matrimonial en el plano físico con determinado cónyuge, y en el plano mental llevan vida conyugal con otro cónyuge diferente. Rara vez encontramos en la vida un matrimonio perfecto. Para que haya amor se necesita afinidad de pensamientos, afinidad de sentimientos y de voluntades.
Donde existe el cálculo aritmético, no hay amor. Desgraciadamente en la vida moderna el amor huele a cuenta de banco, a mercancías y a celuloide. En aquellos hogares donde sólo existen sumas y restas, no existe el amor. Cuando el amor sale del corazón, difícilmente regresa; el amor es un niño muy esquivo.
El matrimonio que se realiza sin amor, únicamente sobre bases de interés económico o social, es realmente un pecado contra el Espíritu Santo. Esa clase de matrimonios fracasan inevitablemente.
Los enamorados, a menudo confunden al deseo con el amor, y lo peor del caso es que se casan creyéndose enamorados. Consumado el acto sexual, satisfecha la pasión carnal, viene entonces el desencanto, queda la terrible realidad.
Los enamorados deben analizarse a sí mismos antes de casarse para saber si realmente están enamorados. La pasión se confunde fácilmente con el amor; el amor y el deseo son absolutamente opuestos. Aquel que verdaderamente está enamorado es capaz de dar hasta la última gota de sangre por el ser adorado.
Examínate a ti mismo antes de casarte: ¿te sientes capaz de dar hasta la última gota de sangre por el ser que adoras? ¿Serías capaz de dar tu vida para que el ser adorado viviese? Reflexiona y medita: ¿existe verdadera afinidad de pensamientos, sentimientos y voluntades con el ser que adoras? Recuerda que si esa afinidad completa no existe, entonces tu matrimonio, en vez del cielo, será un verdadero infierno.
No te dejes llevar del deseo; matad no solamente el deseo, sino hasta la sombra misma del árbol tentador del deseo.
El amor comienza con un relámpago de simpatía deliciosa, se substancializa con la ternura infinita y se sintetiza en suprema adoración. Un matrimonio perfecto es la unión de dos seres que se adoran absolutamente.
En el amor no existen proyectos ni cuentas de banco. Si tú estás haciendo proyectos y cálculos, es porque no estás enamorado. Reflexiona antes de dar el gran paso: ¿realmente estás enamorado? ¡Cuídate de la ilusión del deseo!; recuerda que la llama del deseo consume la vida y queda entonces la tremenda realidad de la muerte. Contempla los ojos del ser que adoras, piérdete entre la dicha de sus pupilas, pero si quieres ser feliz, no te dejes llevar del deseo.
No confundas, hombre enamorado, el amor con la pasión, auto-analízate profundamente. Es urgente saber si ella te pertenece en espíritu, es necesario saber si sois completamente afín con ella en los tres mundos de pensamiento, sentimiento y voluntad.
El adulterio es el resultado cruel de la falta de amor; la mujer verdaderamente enamorada preferiría la muerte antes que el adulterio. El hombre que adultera no está enamorado.
El amor es terriblemente divino, la Bendita Diosa-Madre del Mundo es eso que se llama amor.
Con el fuego terrible del amor podemos transformarnos en dioses para penetrar, llenos de majestad, en el anfiteatro de la ciencia cósmica…________________________________________________________________
Franklin Ugas/Asociación Gnóstica Tlalok
Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.
AGEAC