Primer curso en el Monasterio Gnóstico Avallon

El pasado fin de semana, el equipo de gnosisguatemala, hizo una visita al Monasterio Gnóstico Avallon en el municipio de Taxisco, departamento de Santa Rosa, Guatemala, Centroamérica.

El Monasterio toma su nombre de Avallon o Avalon el sitio mítico en donde se desarrolla la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Avallon o Avalon, corresponde esotéricamente, según los estudios gnósticos a los paraísos elementales o tierras jinas ubicadas en la cuarta dimensión. Respecto de esta dimensión, Samael Aun Weor explica en el capítulo X de su obra El Parsifal Develado lo siguiente: “La cuarta coordenada resúmese en dos aspectos totalmente definidos: el temporal y el espacial. Es incuestionable que el aspecto cronométrico de la cuarta dimensión viene a ser tan solo la superficie. Es indubitable que el aspecto espacial de la cuarta vertical está en el fondo. Dentro del mundo tridimensional en que vivimos existe siempre una cuarta vertical y esta en sí misma es el tiempo”.
Para llegar al Monasterio Gnóstico Avallon, tomamos la carretera al Pacífico de Guatemala (ruta CA-9) y luego, en jurisdicción de Escuintla, tomamos, la carretera a El Salvador rumbo a la frontera “Pedro de Alvarado” (ruta CA-2). A la altura del kilómetro 102, doblamos hacia la izquierda unos 8 kilómetros de terracería en un carro 4 X 4. Pasamos las aldeas La Libertad y La Campesina, hasta encontrarnos con la puerta de acceso a la finca Avallon. En el recorrido, hubimos de cruzar varios riachuelos. En el letrero está indicado que es prohibida la cacería de animales silvestres y que es una finca dedicada al estudio de la Gnosis.

Avallon tiene una extensión superficial de media caballería (32 manzanas o 22.5 hectáreas) sobre un terreno montañoso de la boca costa del océano Pacífico de Guatemala. Se encuentra entre una bella zona boscosa, colindante con otras fincas con vocación diversa. En Avallon, hay plantaciones de maíz, café, cítricos y otros árboles frutales y plantas medicinales. El paisaje es bello, desde donde se divisa a lo lejos, buena parte de la línea costera del país, incluidos los puertos Quetzal y San José, así como la playa y reserva de vida silvestre de Monterrico.

El Monasterio Gnóstico Avallon es el resultado del enorme esfuerzo y dedicación por la Gran Causa desplegado por el paladín gnóstico: Víctor Manuel G. y otros estudiantes gnósticos de los grupos gnósticos «Los Samaelianos, entre los que destacan: Giovanni, Mario y Nestor. Después de 5 años de buena inversión de capital, enorme esfuerzo y gran trabajo tesonero, sacrificando muchos fines de semana se construyó la casa de dos plantas que sirve de alojamiento y escuela de estudio gnóstico para los participantes en el curso. Además, el Monasterio se encuentra a la disposición de todas las escuelas gnósticas en Guatemala y el mundo

El Monasterio

En el primer nivel de la construcción, se ubica la cocina, bodega, área de usos múltiples (comedor, aula de clases), habitación principal, así como una terraza desde la cual se divisa la costa. La habitación principal es la que usa el Abad del Monasterio. La segunda planta está destinada para las habitaciones de los estudiantes, una pequeña sala de estudio y socialización; así como dos terrazas, desde las cuales se puede disfrutar del bello paisaje que rodea la finca. En el sótano se encuentran las duchas y servicios sanitarios de los estudiantes.
Avallon no tiene todas las comodidades de la vida en una ciudad del siglo XXI. Se encuentra fuera de la zona de servicio eléctrico nacional. Sin embargo, gracias a la buena voluntad de Juan (el guardián de la finca) y al ingenio de Víctor, se obtiene un poco de energía eléctrica de un panel solar, lo que permite iluminar las habitaciones, por algunas horas durante la noche. Asimismo y nuevamente, gracias a la dedicación de estos y otros hermanos, a su ingenio, creatividad y buena voluntad, hay agua potable abundante que se obtiene de un manantial, situado un kilómetro arriba en la montaña.

La vida en el Monasterio
Un poco antes de las cuatro de la mañana arranca la actividad en el Monasterio Gnóstico Avallon. Los teléfonos celulares empiezan a anunciar con sus despertadores, a los 10 estudiantes que inicia una nueva jornada. De las 4:00 a las 5:00 de la mañana transcurre la etapa del aseo personal y preparación para la primera sesión de ejercicios gnósticos. El agua fría, pero abundante, termina de despertar a los madrugadores estudiantes, que llenos de alegría y motivación hacen turno en las 3 duchas instaladas.
A las 5:00 de la mañana, inicia la actividad académica esotérica gnóstica. Arranca con la suficiente dosis de oraciones que llenan de religiosidad y fervor espiritual a todos. Entre las oraciones destaca el Padre Nuestro y el Ave María, en la forma que enseña la Gnosis y los maestros gnósticos a lo largo de la historia, entre ellos el V.M. Huiracocha, en su monumental obra: La Iglesia Gnóstica. De acuerdo con los basamentos de la Gnosis, las oraciones no se limitan a la repetición mecánica de las plegarias. Implican una importante dosis de concentración, imaginación, recepción adecuada de sutiles impresiones psico-espirituales y un poco de teúrgia o magia crística.
Continúa la primera clase con una larga etapa de ejercicios respiratorios o pranayamas y vocalizaciones o canto de letras mágicas (mantras). Finaliza, a eso de las 7:00 de la mañana, después de un repaso práctico de la serie de asanas o posturas gnósticas establecidas en el yudo cósmico o ejercicios rúnicos: la gimnasia del espíritu.
Terminada la primera sesión práctica, los estudiantes se reparten tareas de limpieza y cocina, conforme a una rotación previamente establecida por el Abad. Cada quien sabe la tarea a desempeñar ese día. A cada alumno le toca un día dedicarse, en pareja, a la cocina. Preparar el desayuno, el almuerzo y la cena de todos. La comida es modesta, pero satisface. Esta experiencia es altamente edificante y esencialmente dignificante para los estudiantes. Muchos de ellos, nunca habían cocinado alimentos en su vida. Todos tienen que lavar su propia ropa. Así aprenden valores adicionales importantes para todo ser humano y esenciales para el estudiante gnóstico que un día se dedique a difundir esta sublime enseñanza. El trabajo cooperativo, la solidaridad, la humildad, el afán de servicio afloran maravillosamente en los estudiantes.
A eso de las 9:00 de la mañana empieza la clase de estudios académicos. Los alumnos reciben explicaciones de los diferentes temas de estudio y de los principios gnósticos. Durante nuestra estadía, se ampliaron explicaciones de lo Qué es Gnosis. También se estudió Psicología Gnóstica: se dedicó tiempo a las funciones psicofisiológicas o centros de la máquina humana, se dieron explicaciones para el despertar de la conciencia: el recuerdo de sí, desarrollo de la atención y observación de sí.
Se clarificó ampliamente la clave de SOL, los enfoques erróneos de esta formidable clave como reloj despertador de la conciencia y se propusieron ejercicios adecuados que posteriormente los estudiantes llevaron a la práctica. Se estudiaron temas como las leyes de Evolución e Involución, los tres factores de la revolución de la conciencia, los Universos paralelos o la Multidimensionalidad del Espacio. Se dieron recomendaciones prácticas para experimentar por sí mismos el mundo Astral. También, a la luz de la Antropología Gnóstica, se hizo un breve estudio de la Gnosis en la Civilización Maya. Todos los estudiantes, tenían asignados temas de los ya estudiados, que en turnos deberán pasar a exponer.
A las 11:00 horas, los estudiantes hacen otros ejercicios de gimnasia gnóstica, mediante la práctica de los ejercicios de la Lamasería El Manantial de la Juventud, una recopilación de los mejores ejercicios esotéricos del mundo para mantener o recuperar la salud y la juventud. Estos ejercicios organizados sabiamente por lamas tibetanos, reúnen prácticas hindúes, derviches y mayas, entre otros.
A las cuatro de la tarde y siete de la noche, se realizan dos sesiones de una hora de duración, cada una, con ejercicios prácticos para que los estudiantes gnósticos desarrollen facultades internas. Después de la última sesión práctica, los estudiantes pueden buscar el descanso reparador, en el momento que prefieran.

Los estudiantes del curso

El primer curso gnóstico en el Monasterio Avallon, inició el pasado 4 de octubre de 2009. Tendrá una duración de 3 meses y en él, participan estudiantes gnósticos de diferentes edades. Sergio Andrés, es el alumno de menor edad (10 años), Rafael, de nacionalidad hondureña, tiene 50 años de edad y Juan, 53, de quien se dijo es el guardián del Monasterio. Es vecino del parcelamiento Comayagua; los dos, son los estudiantes de mayor edad. Otros estudiantes del curso, son Jairo (12), Diana, William, Henry, Genser, Santo y Venancio. La mayoría de estudiantes ronda los 20 años de edad. Resulta asombroso observar el entusiasmo y dedicación de todos. Notamos como, hasta los más pequeños, cuando se les asigna, son capaces de dirigir de manera seria y responsable diversas oraciones y ejercicios.

Un curso ideal de vacaciones

En los países de Centroamérica, las vacaciones escolares coinciden con la época de fin de año. Es así, como este primer curso gnóstico en Avallon, resulta ideal para las vacaciones escolares de hijos de estudiantes gnósticos. También para estudiantes que toman su descanso anual por esta época. En el curso, son admitidos estudiantes de Primera y Segunda Cámara. El costo de participación es de Q40.00 diarios ($5.00), pero buena parte de los alumnos, asiste becado. No es indispensable asistir todo el mes. Se admite estudiantes para que asistan durante solo unos días, así seasolo fines de semana.
Del Abad del Monasterio

El hermano y Misionero Gnóstico Internacional: Guillermo León Quintero es el Abad del Monasterio Gnóstico Avallon. Es indiscutible que este paladín gnóstico, en forma desinteresada se dedica con mucho fervor y entusiasmo. Invierte gran parte de su tiempo a la formación de estudiantes gnósticos de diferentes países. Con mucho amor a la Gran Obra, pero también paciencia, disciplina y firmeza, trabaja con este grupo de estudiantes en el estudio, práctica y comprensión diaria de la Gnosis en Guatemala. El hermano León Quintero, de nacionalidad colombiana, radica a orillas del río Calderón en Leticia, Colombia. Estuvo, previamente impartiendo un curso similar en el Monasterio Gnóstico de San Vicente en la vecina República de El Salvador.
Felicitaciones a Víctor y Guillermo por la extraordinaria y estupenda labor que realizan. Que los venerables maestros de la gran Logia Blanca los protejan y asistan. Que el Omnimisericordioso y la bendita Madre María-Isis-Ramio los bendigan. Paz Inverencial.

El Escarabajo Sagrado

KEPHERA

El Escarabajo, ha sido el animal sagrado por excelencia en el panteón del país asoleado de Kem: El Egipto antiguo.

Símbolo solar y al mismo tiempo de resurrección. La teogonía egipcia lo coloca en el tope de la creación y lo asocia con Osiris. Se le consideraba como “Engendrador de sí mismo”.

Además de que fueron utilizados como amuletos y talismanes, una de sus más sublimes representaciones era la que lo asociaba con el dios Khépera o Khépri. La figura del Escarabajo semeja a la del verbo Khépri (sol naciente).

El Escarabajo como imagen de la ruta del sol, es decir el movimiento cíclico del Astro rey y del camino iniciático (que sigue la misma ruta: baja primero al submundo para reaparecer victorioso), era considerado como el Espíritu, el Sol, Osiris, Amon-Ra, que baja a humanizarse y eleva al alma (de la cual también es representación) a la categoría divinal, realizando el axioma hermético del sello de Salomón, como nos lo muestra de modo estilizado la figura que acompaña al título.

A la vez, este símbolo nos muestra, veladamente, (en la unión de los dos triángulos que conforman tal sello) al fuego y mercurio de los alquimistas, creadores de bestias, hombres, mundos y dioses.

A este respecto nos dice Uzcátegui en su libro El Egipto Gnóstico, lo siguiente: hay un texto que nos entrega la arqueología oficial en el que podemos leer: “Soy el que vino a existir bajo la forma de Khépera.
Yo he sido el creador de lo que vino a existir más tarde. Después de mi llegada muchas fueron las cosas que existieron viniendo de mi boca. Antes de mí no existía el Cielo, ni la Tierra, ni las cosas que dentro de ella hoy se encuentran. Todo lo hice salir de NU (la masa original de agua) partiendo de un estado de inactividad”.

“Soy el Creador de lo que vino a la vida y yo mismo llegué a la vida bajo la forma del Dios Khépera. Yo me formé de la materia prima. Mi nombre es Ausares (Osiris). He cumplido con toda mi voluntad y mi mano se ha hecho fuerte». (Osiris está descrito en este papiro como el Pautet, la esencia misma de la materia prima y fuente de las cosas creadas”.

“El que de entre esa «masa de agua» haya brotado Khépera para iniciar la creación, nos recuerda a la leyenda de los engendradores o cosmocratores que teniendo la voluntad cósmica unida a la imaginación creadora dieron origen a las distintas manifestaciones de la vida que se conocen en los distintos rincones del Universo”. Estas “aguas” espermáticas son las mismas de las que nos habla el Génesis hebraico y sobre las que flota el espíritu de Dios (fuego, fohat) de donde brotan los mismos elohim (diosas y dioses creadores).

“No en vano vemos a Khépera -continua diciendo el autor- haciendo surgir de su boca las cosas que existen: Recordemos que los cosmocratores tienen el poder de crear con su laringe (pues la misma actúa como un útero donde reside la fuerza crística), uniendo su voluntad cósmica y su imaginación creadora; «En el principio era el Verbo»”…

El ESCARABAJO SAGRADO carga la perla de Cáncer; el Escarabajo es el único animal que puede cargar miles de veces su propio peso. Y es que la fortaleza del alma desarrollada o BODHISITA, es de tal magnitud que “no pueden con ella ni las bestias más terribles del Universo. Incluso, los Señores de la Ley la respetan”… Nos dice el sabio Maestro: Samael Aun Weor.

OSIRIS (dios de los “muertos” asociado a la creación de la vida, resurrección) y Khépera (la simiente cósmica): los dadores de la vida y de la muerte, tenían que aparecer en los orígenes de la Creación, pues es la muerte quien ordena la vida.

“Si la semilla no muere la planta no nace”, y por eso el Escarabajo Pelotero empuja una bola que contiene sus huevecillos, los cuales, al ser calentados por el sol, dan origen a nuevos escarabajos; así el sol fecunda la vida latente, muere el huevo y nace Képhera. “Sórbida es la muerte en victoria»…

Por: César Owen / España

El arte de amar, segunda y tercera parte

Aunque parezca increíble, es muy cierto de toda verdad que esta tan cacareada civilización moderna es espantosamente fea, no reúne las características trascendentales del sentido estético, está desprovista de belleza interior. Las gentes se han vuelto espantosamente crueles, la caridad se ha enfriado, ya nadie se apiada de nadie. Las gentes de estos tiempos se han tornado demasiado groseras, el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad han desaparecido radicalmente, el sentido del verdadero amor se ha perdido y las gentes se casan hoy y se divorcian mañana. (Samael Aun Weor, La gran rebelión. Capítulo Nº 2)

¿Es el amor un arte? En tal caso requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es acaso, una sensación placentera cuya experiencia es cuestión de azar, algo con lo que uno tropieza si tiene suerte? Este seminario se basa en la premisa de que el amor es un arte, aún cuando sabemos que la mayoría de la gente cree que el amor es algo así como una especie de química, un asunto meramente sensorial que produce satisfacciones personales.
Con tales afirmaciones no intentamos, en modo alguno, suponer que para la gente el amor carece de importancia. Sabemos que realmente todas las personas están sedientas de amor, por eso ven innumerables películas y telenovelas basadas en historias de amor; unas felices, otras desgraciadas; y escuchan centenares de canciones triviales cuyo tema es el amor. Sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor, es decir, que se aprende a amar, que el amor surge dentro de nosotros mediante un proceso de aprendizaje y de eliminación de los factores psicológicos del contra-amor, del anti-amor, que lamentablemente existen dentro de cada persona.
Esa actitud equivocada consistente en creer que la mecánica de la vida lo prepara a uno para amar, tiene su basamento en la falsa educación y desde luego en los falsos conceptos sobre los que se fundamenta esa educación.
Así las cosas, para la mayoría de la gente, el amor consiste en ser amado y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para millones de terrícolas el concepto de amor se refiere a cómo lograr que se les ame o cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los varones, es tener éxito, ser tan adinerado y poderoso como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa que visten, etc.
Existen otras formas de ejercer atracción, que utilizan tanto los varones como las mujeres, como tener modales agradables y conversación interesante, mostrarse ante los demás como persona útil, amiga de hacer favores, aparentar modestia, etc. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, a las técnicas mentalistas (de psiquismo inferior) para ganar amigos y dinero e influir sobre la gente.
En realidad lo que para la mayoría de personas de nuestra cultura moderna equivale a digno de ser amado, es en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal, un asunto puramente físico, relacionado con el centro motor-instintivo-sexual.
Otro error conceptual que sustenta la tesis de que uno (por el hecho de existir como criatura humana) ya está capacitado para amar, consiste en suponer que esto no requiere de un esfuerzo consciente y que todo se reduce a encontrar un objeto apropiado (léase persona) para decirle: “yo te amo”, o bien para ser amado por ese objeto en cuestión.
En una cultura como la nuestra, en la que prevalece la orientación mercantil (de producción de bienes y consumo, de oferta y demanda) y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sentir asombro porque las relaciones amorosas humanas sigan el mismo sistema de intercambio de bienes y de trabajo, que se fundamenten en el “yo te necesito”, en el “tú me haces falta”, en el “yo te doy y tú me das”…
De ese modo, dos personas (él y ella) creen que están enamoradas cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus capacidades económicas y la posición social.
Ella cree haber “comprado” un marido y él supone que ha “comprado” una buena esposa, lo cual lleva posteriormente a una confusión entre la experiencia inicial del “enamorarse” y la situación permanente, dentro del matrimonio, de intentar permanecer enamorados.
Esa excitación inicial, combinada con la atracción sexual y su consumación en las relaciones íntimas, a pesar de su carácter emocionante, con el paso del tiempo pierde su condición estimulante debido al antagonismo entre las parejas, hasta que un día ambos se sienten desilusionados y caen en un terrible aburrimiento mutuo que incluso suele convertirse en desprecio. Porque el amor convencional es, por su misma naturaleza egoica y pasional, poco duradero.
Así pues, esa falsa idea de que “no hay nada más fácil que amar”, sigue siendo la opinión prevaleciente cuando se habla del amor, aún a pesar de las abrumadoras pruebas en sentido contrario.
Vea que prácticamente no existe otra relación que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectativas, y no obstante, fracase tan a menudo como el amor entre las parejas, entre padres e hijos, entre amigos. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad económica, política o social, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores, o bien renunciaría a la actividad fracasada.
Empero, puesto que la renuncia es imposible tratándose del amor (el amor es el fundamento de todo, nadie puede vivir sin amor), sólo hay una fórmula adecuada para superar la bancarrota de tan sublime sentimiento, esto es: estudiar qué es el amor en sí mismo y examinar las causas que han originado su pérdida.
El primer paso es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir, y que si realmente queremos aprender a amar, debemos proceder en la misma forma que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte como la música, la pintura, carpintería, la medicina o la ingeniería. Sólo que en el caso del arte de amar, el objeto de estudio es la persona misma, eso que yo soy en este momento, ahora.

El arte de amar
(Tercera parte)

Esta cuestión del mí mismo, lo que yo soy, eso que piensa, siente y actúa, es algo que debemos auto-explorar para conocernos profundamente.
Existen por doquier muy lindas teorías que atraen y fascinan, empero de nada serviría todo eso si no nos conociésemos a nosotros mismos. Es fascinante estudiar astronomía o distraerse un poco leyendo obras serias; sin embargo resulta irónico convertirse en un erudito
y no saber nada sobre sí mismo, sobre lo que yo soy,
sobre la humana personalidad que poseemos. (Samael Aun Weor, La gran rebelión. Capítulo Nº 10)

¿Cuáles son los pasos necesarios, desde el punto de vista gnóstico, para aprender cualquier arte? Según la Gnosis, el procedimiento puede y debe dividirse en dos partes: A) La adquisición del conocimiento, del saber. B) La práctica, la implementación en los hechos de los conocimientos adquiridos, para lo cual es indispensable un tercer factor. C) La comprensión que surge de la unificación del saber con el ser.
Además de la obtención de las ideas gnósticas relacionadas con el arte de amar y la comprensión o vivencia de esas ideas, hay un requisito fundamental para poder implementarlas de forma continuada en la vida diaria, a saber: nada en este mundo físico debe ser para nosotros más importante que el desarrollo de esa capacidad de amar. Porque en la ausencia de ese anhelo místico radica el motivo por el cual la humanidad de nuestra decadente cultura, a pesar de sus continuos fracasos en las relaciones, no trata de aprender ese arte.
Aún sintiendo la intrínseca necesidad de amar, para las multitudes son otras cosas las que tienen más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder, satisfacciones personales, auto-consideraciones…
Por consiguiente, en este difícil arte de amar se debe tener en cuenta que lo exterior es una proyección de lo interior, y que siendo el arte, por definición “la búsqueda de la belleza en todas sus manifestaciones”, inferimos que no puede existir hermosura, armonía y equilibrio en nuestras vidas externas sin belleza interior, sin la posesión específica de valores estéticos que permiten el desarrollo de la capacidad de amar.
Como secuencia o corolario, un verdadero artista es aquel que sabe amar porque mediante un trabajo interior ha eliminado de sí mismo ciertos valores inferiores o yoes, y de ese modo ha cristalizado en su esencia anímica, valores estéticos o virtudes que le han proporcionado equilibrio y armonía en su centro pensante, en su cerebro emocional y en su cilindro motor-instintivo-sexual.
Entiéndase pues, por valores estéticos, la bondad, la generosidad, el altruismo, el sentimiento de amistad y de fraternidad, la sinceridad y la cortesía, la caridad, la equidad, la justicia, la temperancia y muchos otros afines con el amor, que es el primero, el más elevado y el más hermoso de todos los valores del alma.
“La sociedad es una suma de individuos”. Para estructurar un mundo nuevo y mejor, una sociedad más justa y más humana, el amor es un requisito indispensable, pero esto exige equilibrio y normalidad pensante, emocional y sexual de parte de los individuos que forman las distintas sociedades del planeta Tierra.
El verdadero arte es justo, exacto, matemático, equilibrado, armonioso, mesurado e incluso sencillo, y por lo tanto hermoso, bello, consciente e inteligente, saturado de amor hacia los semejantes, a quienes les transmite un mensaje de alegría, o bien una enseñanza que habrá de convertir sus vidas en algo distinto, en una obra maestra.
¿Cómo podría una persona injusta, precipitada, impaciente, torpe, agobiada o embargada por odios, resentimientos, frustraciones, insatisfacciones, miedos, angustias, depresiones, pensamientos tristes y pesimistas, preocupaciones, etc., desarrollar la capacidad de amar, convertirse en un artista del amor?
El amor se manifiesta como recto pensar, recto sentir y recto obrar. Vale decir, el amor exige, para su manifestación, un corazón comprensivo, una mente tranquila, serena y un centro motor-instintivo-sexual no violento, que no sea víctima de la violencia ni de la pasión sexual, que vibre en armonía (artísticamente) con el infinito.

Colaboración de
Franklin Ugas/Venezuela

Continúa este tema en: El arte de amar, (cuarta y quinta parte).

Gnosis en la Civilización Maya

Introducción
En una de las escuelas gnósticas en Guatemala: el Grupo Gnóstico: Los Samaelianos, ubicado en Calzada Justo Rufino Barrios, zona 21 de la ciudad de Guatemala, se imparten conferencias públicas, los días sábado de 17:30 a 19:00 horas. En cierta ocasión, se le planteó al conferencista la explicación que da la Gnosis a las deidades o divinidades en la cosmovisión Maya. Esto como parte de exploración de saberes previos, inquietudes e intereses de los asistentes, que llevaban de sus hogares, antes de iniciar la conferencia, De esta manera construiría el tema con base en esas inquietudes formuladas por el auditorio. El conferencista comentó que por el nivel del auditorio, resultaría más adecuado desarrollar primero un tema introductorio de esoterismo maya, pero a la luz de la Antropología Gnóstica. A continuación, .trasladaremos, con sumo cuidado, la primera parte de la información relativa al tema desarrollado.

Ante todo es importante tener claro que Gnosis es conocimiento. Un tipo de conocimiento espiritual que conduce al ser humano a Dios. Es un conocimiento de Dios, pero no un conocimiento teórico, sino intuitivo de la divinidad. Es a través del conocimiento propio, de la autognosis que se llega a obtener ese conocimiento de Dios.

Luego es importante distinguir lo que no es Gnosis. Por ejemplo, sabemos que hay una Gnosis cristiana. Pero, no todo el cristianismo es gnóstico. Si vamos un poco más al interior de esta afirmación, veremos que, si en un sistema espiritual, lo más importante es la creencia, la imitación mecánica de lo que hace el gurú, seguramente este sistema no es gnóstico. En él no encontraremos la Gnosis. Incluso si en el sistema se encuentra un discurso teórico de Dios, pero olvida la vía del conocimiento propio, lo más probable es que tampoco dentro del mismo, se encuentre la Gnosis.

En forma similar y a la luz de la Antropología Gnóstica debemos tener claro que aunque tradicionalmente se piensa que el gnosticismo antiguo se encuentra en las regiones cercanas al mar Mediterráneo, tal como se puede leer en muchos diccionarios y enciclopedias y en los cuales, se afirma incluso que la capital del gnosticismo asociado al Cristianismo primitivo, se encontraba en la antigua Alejandría; no podríamos pensar que toda la cultura de esta ciudad, sea gnóstica. En forma similar, podemos afirmar que en el helenismo hubo Gnosis, pero no que toda la cultura griega sea gnóstica. Tampoco podríamos afirmar que todas las obras realizadas por lo antiguos egipcios, sean gnósticas, pero sí podemos afirmar que hubo Gnosis en el antiguo Egipto. En forma similar, podemos afirmar que hubo Gnosis en la antigua civilización maya, aunque no todo lo que hicieron los mayas sea gnóstico.

Para ser más precisos, podemos encontrar Gnosis en los cultos a Júpiter, Venus y Mercurio en la Roma antigua, pero no podríamos atribuir a la Gnosis las invasiones romanas. En forma similar, no podríamos encontrar Gnosis en los sacrificios humanos.

Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: Antropología Gnóstica de su obra: La Doctrina Secreta de Anahuac, da la siguiente explicación en relación con el ámbito de la Gnosis: “Como quiera que los estudios gnósticos han progresado extraordinariamente en estos últimos tiempos, ninguna persona culta caería hoy, como antaño, en el error simplista de hacer surgir a las corrientes gnósticas de alguna exclusiva latitud espiritual”.

“Si bien es cierto que debemos tener en cuenta en cualquier sistema gnóstico sus elementos helenísticos orientales, incluyendo Persia, Mesopotamia, Siria, India, Palestina, Egipto, etc. Nunca deberíamos ignorar a los principios gnósticos perceptibles en los sublimes cultos religiosos de los nahuas, toltecas, aztecas, zapotecas, mayas, chibchas, incas, quechuas, etc., etc., de Indoamérica”.

Reforzando la afirmación del Avatara, Elaine Pagels, en la página 34 de la traducción de su libro titulado: Los evangelios gnósticos y publicado por Crítica anotó lo siguiente: “recientemente varios eruditos han buscado el impulso para el desarrollo del gnosticismo no en sus orígenes culturales, sino en acontecimientos o experiencias concretas”. En esa misma página, cita a Hans Jonas, quien “ha ofrecido un esquema tipológico que describe el gnosticismo como una clase específica de visión filosófica del mundo”.También cita al “erudito británico E. R. Dodds (quien) caracterizó el gnosticismo como un movimiento cuyos escritos procedían de la experiencia mística”.

Elaine Pagels, reconocida internacionalmente por sus estudios del gnosticismo antiguo, es profesora de la Universidad de Princeton, con un doctorado obtenido en Harvard y cuya tesis doctoral trató precisamente acerca de la Gnosis. Es importante también, el recordatorio que hace José Montserrat Torrents en la Introducción General a su versión de El Evangelio de Judas, publicada por Edaf: “la antropología gnóstica, al igual que su cosmología, está subordinada a una doctrina de la salvación”. Montserrat Torrents, de origen catalán, es una autoridad internacional en copto y textos del antiguo cristianismo. Doctor en teología y Filosofía, es catedrático emérto de la Universidad de Barcelona.

Muchos estudiosos del esoterismo, se han referido al legendario continente Atlante, el mismo que cita Platón en sus diálogos: Timeo y Critias. Referencias a la Atlántida se encuentran en el mito del Diluvio Universal narrado por medio de la tradición oral en muchos pueblos desde la antigüedad. En el Popol Wuj o Pop Wuj de los quichés aparece este relato también, cuando se narra que uno de los intentos de diosas y dioses por crear a los primeros seres humanos, fracasa y que esa humanidad pereció por grandes acontecimientos naturales, en especial, por una gran inundación.

Para mayor información respecto de la Atlántida, puede consultarse, el capítulo VII de la obra citada de Samael Aun Weor, capítulo que lleva precisamente el nombre de la Atlántida. En dicho capítulo, el Avatara de la Era de Acuario explica que el origen de los pueblos americanos se encuentra en el tronco atlante, en forma similar al de los pueblos mediterráneo-semitas.

El Kalki avatar en el capítulo titulado La Raza Aria, de su Mensaje Supremo de Navidad 1967-1968, afirma lo siguiente: “La Atlántida pasó por terribles y espantosas catástrofes antes de desaparecer totalmente”. La primera catástrofe se sucedió hace 800 000 años poco más o menos; la segunda catástrofe se sucedió hace unos 200 000 años; la tercera catástrofe acaeció hace unos 11 000 años y de la cual como de su diluvio, guardan más o menos confuso recuerdo todos los pueblos.  Es indudable que si la invención de la escritura, se estima que ocurrió entre el quinto y tercer milenio antes de nuestra era, es imposible que haya registro histórico escrito de la última catástrofe del continente Atlante y que lo sumergió definitivamente en el océano del mismo nombre. Sin embargo, la tradición oral de muchos pueblos conserva el recuerdo de este terrible acontecimiento.

Distintos estudiosos del esoterismo, afirman que poco antes de ocurrir la última catástrofe Atlante, los iniciados, los elegidos, los más sabios, se diseminaron por diferentes partes del mundo, hicieron grandes fundaciones y contribuyeron al desarrollo de la civilización tal como la conocemos. Esta civilización corresponde a nuestra raza Aria o quinta raza.

G. I. Gurdjieff, en el primer libro de su obra. Del todo y de todo, hace referencia a la sociedad Ajaldán, como una sociedad científica o sociedad sabia “como jamás se había visto en la Tierra y como probablemente jamás se verá en la Tierra”. Es indudable que los sabios ajaldaneses provenientes de la Atlántida enseñaron sus conocimientos de ciencia, arte, filosofía y religión a mayas, egipcios y a tantos pueblos más. De ahí que haya tantas concordancias y paralelismos por diferentes regiones del mundo. Así se explica la construcción de monumentales templos piramidales en Egipto, Guatemala y México, así como similares costumbres funerarias y muchas correlaciones más.

Primera parte

Una interesante etimología de la palabra Maya es la que da Gabriel Ángel Castañeda en su libro: Monumento a Tecún Umán. Castañeda afirma que maia o maya, significa. sabio. En el Popol Vuh de los quichés al referirse a los hombres de maiz se afirma: que poseían una gran sabiduría. Así, en el capítulo primero del Popol Vuh, en la versión de Adrián Recinos, se lee: «De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza». En la versión de Sam Colop, de libro sagrado o Popol Wuj, se lee: «su esencia», en lugar de «su naturaleza».

A lo largo de mucho tiempo, diversos estudiosos, como Erick Thompson, (en el capítulo 6 de su libro: Historia y Religión de los mayas), han afirmado que hubo una casta de sacerdotes mayas los ahau can mai. Sus principales funciones eran enseñar la escritura jeroglífica, los cómputos calendáricos, los rituales, la medicina, la adivinación, el arte de la profecía y oficiaban solo en ceremonias muy importantes. Otros autores afirman que eran los sumos sacerdotes del culto a Kukulkán.

Resulta sumamente interesante que Castañeda en su obra, relaciona la palabra maia o maya, con el maíz. Castañeda afirma que la palabra maíz devino de una mala pronunciación de Colón cuando conoció el grano y que la palabra correcta es maixh que significa semilla de sabiduría o semilla maia.

Es muy significativa esta interpretación, ya que de la antigüedad, se reconocen tres grandes civilizaciones agrícolas: las civilizaciones del arroz en China e India, la del trigo en el Mediterráneo y la del maíz en América. Esotéricamente hablando, el maíz tiene los mismos atributos que el arroz y el trigo. El simbolismo esotérico del maíz, equivale al del trigo. El trigo adorado por los cristianos como el pan de vida o el cuerpo de Cristo tiene idéntico significado entre los mayas. En el Popol Wuj de los quichés se explica que la abuela Ixmucané, preparó nueve bebidas a base de maíz blanco y amarillo, para la creación de los cuatro hombres de maíz. Ixmucané tiene los mismos atributos que Santa Ana, la madre de la virgen María en la tradición cristiana. El nueve se explica simbólicamente con auxilio de la ciencia hermética de la Cábala.

En los estudios gnósticos, el arroz, el trigo y el maíz tienen el significado esotérico de la simiente, el ens seminis, fuente de la energía creadora. La semilla de sabiduría es la única capaz de crear al hombre de maíz, al hombre auténtico dentro de nosotros mismos. En el capítulo primero, de la tercera parte de la versión de Adrián Recinos, para el Popol Vuh, se lee: «De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas». Es indudable que de la sabia combinación de átomos solares (maíz amarillo) y de átomos lunares (maíz blanco), dan como resultado transmutaciones alquímicas maravillosas. Al cristalizar en el ser humano esos átomos combinados, dan como resultado en última instancia la creación de los cuatro hombres de maíz, de los cuatro cuerpos existenciales superiores del Ser indispensables para lograr el auténtico Nacimiento Segundo.

A este respecto Samael Aun Weor, combina este relato con el contenido en el Popol Wuj y en el Memorial de Sololá o Anales de los Kakchikeles. Así, en el capítulo XXIII, titulado: La Serpiente voladora, de su libro: El Matrimonio Perfecto explica lo siguiente: “el ave y la serpiente figuran como creadores sexuales del Universo. Tepeu y Cocumatz envían un gavilán al inmenso mar de la gran vida para traer la serpiente, con cuya sangre maravillosa amasan el maíz amarillo y blanco. (…) Con esa masa de maíz blanco y amarillo, mezclado con la sangre de la serpiente, el dios Tzacol formó la carne de la gente.”.

“El ave representa al Espíritu Universal de Vida. La serpiente representa al fuego sexual del Tercer Logos. La sangre de la serpiente indica las aguas del Génesis, el gran esperma universal, el ens seminis o semen cristónico, en cuyas aguas está el germen de toda vida. Estas aguas son la sangre de la tierra, según el filósofo maya. La diosa Coatlicue es la Madre de la vida y de la muerte”.

“Realmente, el fuego sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida para que surja el Universo. En la teogonía maya, dos dioses intervienen en la creación: uno que da la vida y la forma al hombre, y otro que le da la conciencia. El Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida y cuando estas han sido fecundadas, interviene el Segundo Logos infundiendo conciencia en todos los organismos. Los vehículos de acción de todas las fuerzas logoicas son los dioses inefables. El Gavilán H´ Ch´ Uuy, el guacamayo Mo, el cernícalo X´ Cen Cen Bac, el tapir, Tzimink, Aax y la serpiente Can son los factores básicos de los mitos geogénicos mayas. Estos símbolos se utilizan exotéricamente y esotéricamente. En el campo exotérico o público simbolizan hechos de tribu, acontecimientos históricos, etc. En el aspecto esotérico o secreto, la cuestión es altamente científica, profundamente filosófica, sublimemente artística y tremendamente religiosa. Entre los mayas, el Paraíso Terrenal es Tamoanchán, el sagrado lugar del Pájaro Serpiente. Tamoanchas son de hecho los iniciados de la serpiente. El mito de los tamoanchas es el del Pájaro-Serpiente. Los tamoanchas descienden de los toltecas, olmecas y mayas”.

Otro aspecto, no menos interesante de los orígenes de la civilización Maya es el que ya hemos citado en relación con el continente perdido de la Atlántida y la sociedad Ajaldan. En las tradiciones orales y libros sagrados de mayas y nahoas, se hace enfática referencia a que sus orígenes se encuentran en oriente, de donde nace el Sol, es decir, en la Atlántida. Sin temor a equivocarnos, fueron esos ajaldanes o mayas, quienes, como dice Megaloni Duarte, quienes llevaron su religión sabiduría a todas partes.

Carlos Barrios, en su obra Ch’umílal Wuj o Libro del destino, narra que «En las antiguas historias, los sabios mayas nos relatan que en el principio de la actual humanidad fueron designados cuatro grandes maestros para educar los sobrevivientes de un cataclismo. Catástrofe en que se destruyera el continente de Atlántida. Maestros que se dirigieron, el primero a la India, conocido como Naga Maya, el segundo a Egipto u Oriente Medio, conocido como  Maya Chez, el tercero a Grecia, conocido como Kara Maya y el cuarto difundió su enseñanza en América y es conocido como Kukulkan«. De allí se explica el porqué, en libros tan distantes cultural, geográfica e históricamente, como el Ramayana hindú, se haga mención a los mayas, quienes, como misioneros de la espiritualidad y conocimiento fueron primero a Brahma y allá instruyeron la conciencia de los Naga«.

Continúa en: Gnosis en la Civilización Maya (segunda parte).

La conciencia y algunas definiciones de Gnosis

Introducción:

En este sitio:: gnosis Guatemala y para bien de la Gran Causa, consideramos importante, trasladar algunas definiciones de la Gnosis. Hemos seleccionado algunas de autores no gnósticos que escriben acerca de esta sublime sabiduría. Entre los autores seleccionados, hay algunos académicos reconocidos que realizan trabajos de investigación en universidades de gran prestigio en el mundo.

Los académicos de los que seleccionamos citas, se han especializado en el estudio teórico de la Gnosis antigua. La última definición que anotaremos, es la que aparece en el Mensaje de Navidad 1974-1975 del Kalki Avatara de la Era de Acuario: Samael Aun Weor y que lleva el título de: La Doctrina Secreta de Anahuac.

A leer la presente entrada, se podrá concluir que hay un concepto que resulta sumamente importante para entender qué es gnosis y qué se persigue con los estudios gnósticos. Este concepto crucial para el estudiante gnóstico, es la conciencia.

Concepto y definiciones de Gnosis

Antes de entrar a definir la palabra Gnosis, consideramos esencial, acudir al diccionario de la lengua para clarificar este concepto. En el diccionario de la Real Academia Española, encontramos lo siguiente: “gnosis. (Del gr. γνῶσις, conocimiento). 1. f. Conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad, que pretendían alcanzar los gnósticos.

De la palabra gnosis, derivan muchas otras palabras. Por ejemplo, dos palabras derivadas de Gnosis, son:
gnoseología. (Del gr. γνῶσις, -εως, conocimiento, y -logía). 1. f. Fil. Teoría del conocimiento. Un poco más amplia la explicación del significado de gnoseología, la encontramos en el Diccionario Panhispánico de dudas, en el que se lee lo siguiente: gnoseología. ‘Teoría del conocimiento’: … Este sustantivo, así como el cultismo gnosis (‘conocimiento absoluto, especialmente de la Divinidad’), proceden de la voz griega gnosis (‘conocimiento’). Aunque en el caso de otros cultismos que empiezan por gn- se aceptan las variantes sin g- (gnetáceo/netáceo, gnómico/nómico, etc.; → g, 2.1.3), las voces gnosis, gnoseología y su derivado gnoseológico no admiten su escritura sin g-, posiblemente para evitar su confusión con nosología y nosológico, de diferente etimología y significado (→ nosología).

También en el DRAE, encontramos: diagnosis. (Del gr. διάγνωσις, conocimiento). 1. f. Acción y efecto de diagnosticar. 2. f. Biol. Descripción característica y diferencial abreviada de una especie, género, etc. 3. f. Med. diagnóstico (‖ arte o acto de reconocer una enfermedad).

Hemos visto ya que en el DRAE se define Gnosis así: “Conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad”. Y en el Panhispánico de dudas, como: “conocimiento absoluto, especialmente de la Divinidad”.

Asimismo, en el Diccionario Práctico del Estudiante, también publicado por la Real Academia Española –RAE, se lee: “conocimiento absoluto e intuitivo de las cosas divinas, especialmente de la divinidad misma”.

José Montserrat Torrents, en su versión de El Evangelio de Judas, Editorial EDAF, define en sentido estricto a la Gnosis, así: “conocimiento religioso reservado a una élite”. Montserrat Torrents, es un académico catalán, una autoridad de reconocido prestigio internacional en el estudio y conocimiento del copto. Doctor en Teología y catedrático de la Universidad de Barcelona.

Stephan A. Hoeller, en su libro: Jung Gnóstico y los Siete Sermones a los muertos, de Editorial Sirio, da en el glosario de la obra, la siguiente definición de la Gnosis: “conocimiento espiritual al que se accede a través de la intuición”.

En el capítulo titulado: «¿Qué son los gnósticos?”, del libro citado, Hoeller, expone lo siguiente en relación con los gnósticos: “no eran miembros de una secta ni de una nueva religión, como afirmaban sus detractores, sino personas que compartían una cierta actitud frente a la vida. Puede decirse que esta actitud consistía en la convicción de que el conocimiento personal, directo y absoluto de las auténticas verdades de la existencia es accesible a los seres humanos y, más aún, que la adquisición de dicho conocimiento siempre debe constituir la realización suprema de la vida humana”.

“Este conocimiento, o Gnosis, no era racional ni científico, ni siquiera era considerado como un conocimiento filosófico de la verdad, sino como un saber que surgía en el corazón de una forma intuitiva y misteriosa y, por ello, en al menos uno de los textos gnósticos (el Evangelio de la verdad) es denominado Gnosis Kardias, el conocimiento del corazón”.

“Evidentemente se trata de un concepto religioso que es a la vez sumamente psicológico, ya que el significado y el propósito de la vida no es ni la fe –con su énfasis en la certeza ciega de la existencia de Dios y su igualmente ciega represión- ni las buenas obras, sino el discernimiento y la transformación interior, para decirlo en pocas palabras, un proceso psicológico profundo”.

Philip Gardiner en la introducción a su libro: Gnosis el Secreto del templo de Salomón revelado, de ediciones Obelisco, dice lo siguiente:

“Son muchas las personas que no comprenden lo que significa la palabra gnosis; otras creen que significa simplemente conocimiento, y lo dejan ahí. Sin embargo, existe un significado más profundo. Es una palabra que da origen al título de gnóstico, o alguien que tiene un conocimiento especial. La verdadera definición del término gnosis es la experiencia mística directa de lo Divino en el yo. Es la realización de nuestra verdadera naturaleza, y no se puede discernir mediante un dogma o una doctrina intelectual, sino sólo a través de la experiencia”.

David Grez en la introducción a la versión de Los Evangelios Gnósticos de Editorial Sirio, escribió lo siguiente: “el nombre lo tomaron de la palabra gnosis, vocablo griego que significa conocimiento. Este término había sido ya empleado por diversas corrientes de la filosofía griega, sobre todo por los platónicos y los pitagóricos”.

“Con esta expresión designaban ellos al conocimiento verdadero de la esencia de algo, por oposición al conocimiento de las apariencias de las cosas, sometido a los vaivenes del cambio. Es decir que el término gnosis exige un objeto al que referirse. Ese objeto en la mayoría de los textos gnósticos es Dios”.

“La gnosis sería, pues, el conocimiento de Dios o de alguna propiedad de Dios, pero se trata de un conocimiento inmediato y absoluto, es decir, que es recibido a la manera de una revelación o una visión, sin necesidad de sucesivas y progresivas deducciones del entendimiento. Por tanto, es un conocimiento muy alejado de la manera racional y cartesiana a la que los europeos modernos estamos acostumbrados”.

Más adelante dice: “los gnósticos creían en la posibilidad de alcanzar un conocimiento completo de la verdad mediante un despertar o una revelación inmediata, que ampliaría sus capacidades de comprensión hasta límites insospechados…”

Para Henri-Charles Puech, auténtica eminencia en la materia, profesor de estudios gnósticos y maniqueos; en su libro: En torno a la Gnosis, publicado por Taurus, el significado de Gnosis, sería “una experiencia interior mediante la cual, durante una iluminación que es regeneración y divinización, el hombre se reapropia de su verdad, se rememora y recupera la conciencia de sí, es decir, la conciencia de su auténtica naturaleza y origen; y, a través de esa recuperación, se conoce o se reconoce en dios, conoce a Dios y aparece ante sí mismo como emanado de Dios y ajeno al mundo…”

Elaine Pagels, una prestigiada autoridad mundial en investigación de la Gnosis antigua, en la introducción a su libro: Los evangelios gnósticos, publicado por Editorial Crítica, afirma lo siguiente: “actualmente, a estos cristianos se les llama “gnósticos”, del griego gnosis, palabra que suele traducirse por “conocimiento”. Porque del mismo modo que a aquellos que dicen no conocer nada sobre la realidad última se les denomina “agnósticos” (literalmente: “que no conocen”), a la persona que sí afirma conocer tales cosas se le llama “gnóstica” (“conocedora”).”

“Pero gnosis no significa principalmente conocimiento racional. La lengua griega establece una distinción entre el conocimiento científico o reflexivo (“él conoce o sabe matemáticas”) y el conocimiento a través de la observación o la experiencia (“él me conoce”), que es la gnosis. Tal como la utilizan los gnósticos, podríamos traducirla por “intuición”, porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo. Y conocerse a uno mismo, decían ellos, es conocer la naturaleza y el destino humano”.

“Según el maestro gnóstico Teodoro, que escribía en Asia Menor hacia 140-160, el gnóstico es aquel que ha llegado a entender “quiénes éramos y en qué nos hemos convertido; dónde estábamos… hacia dónde nos apresuramos, de qué se nos está librando; qué es el nacimiento y qué es el renacimiento”. Sin embargo, conocerse a uno mismo, en el nivel más profundo, es al mismo tiempo conocer a Dios, este es el secreto de la gnosis”.

“Otro maestro gnóstico, Monoimo, dice: abandonad la búsqueda de Dios y la creación y otros asuntos de parecida índole. Buscadle tomándoos a vosotros mismos como punto de partida. Averiguad quién hay dentro de vosotros que se adueña de todo y dice: “mi Dios, mi mente, mi pensamiento, mi alma, mi cuerpo”. Averiguad las fuentes del pesar, del gozo, del amor, del odio… Si investigáis cuidadosamente estas cuestiones, las encontraréis en vosotros mismos”.

Finalmente, el Kalki Avatara de la era de Acuario, Samael Aun Weor, en el capítulo titulado Antropología Gnóstica de su libro: la Doctrina Secreta de Anahuac, explica lo siguiente “hablando muy francamente y sin ambages, diremos: la Gnosis es un funcionalismo muy natural de la conciencia, una “Philosophia perennis et universales”. Incuestionablemente, Gnosis es el conocimiento iluminado de los misterios divinos reservados a una élite”

En íntima relación entre la Gnosis y la conciencie, hemos leído que Hoeller escribe acerca de un conocimiento personal, directo y absoluto que conlleva un proceso psicológico profundo. Gardiner, hace referencia a la experiencia mística directa. Por su lado, Grez, nos habla de alcanzar el conocimiento de la verdad, mediante el despertar. Puech por su parte se refiere a que en la Gnosis se busca recuperar la conciencia de sí, la conciencia de la auténtica naturaleza y origen. Mientras Pagels habla de un proceso para conocerse a uno mismo. Cita a Teodoro quien reafirma que el secreto de la Gnosis es conocerse a uno mismo, que en el nivel más profundo equivale a conocer a Dios. Este planteamiento, según Pagels, lo refuerza Monomio al afirmar que la búsqueda de Dios, se encuentra en nosotros mismos.

Samael Aun Weor, también enfatiza en que los métodos de la Gnosis implican “ una serie coherente , clara, precisa, de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa. También afirma que la Gnosis es un funcionalismo de la conciencia. Pero, ¿qué es la conciencia?

Para responder, nuevamente acudimos al DRAE, que da las siguientes definiciones: 1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. 2. f. Conocimiento interior del bien y del mal. 3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas. 4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto. 5. f. Psicol. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.

Para los gnósticos, la conciencia es experiencia, es la experiencia del ciclo o la experiencia vivida por la esencia, por el alma humana. La conciencia y el conocimiento de sí son indispensables para lograr la Gnosis.

Sin embargo, los estudios gnósticos de todos los tiempos, explican claramente, que la conciencia se encuentra dormida en el ser humano. La conciencia se encuentra atrapada entre los elementos indeseables de nuestra conducta. De ahí que el mensaje gnóstico se oriente hacia el despertar de la conciencia.

A este respecto, Samael Aun Weor, afirma en La Doctrina Secreta de Anahuac que: “la esencia, la conciencia, embutida, embotellada, enfrascada entre los diversos elementos que constituyen el mí mismo, el ego, desafortunadamente se procesa dolorosamente en virtud de su propio condicionamiento”.

Disolviendo al yo, la esencia, la conciencia despierta, se ilumina, se libera, entonces deviene como consecuencia o corolario el auto-conocimiento, la auto-gnosis.

Indubitablemente, la revelación legítima tiene sus basamentos irrefutables, irebatibles en la autognosis.

La revelación gnóstica es siempre inmediata, directa, intuitiva. Excluye radicalmente a las operaciones intelectuales de tipo subjetivo y nada tiene que ver con la experiencia y ensamble de datos fundamentalmente sensoriales”.

Terminamos esta entrada con esta otra frase de Samael Aun Weor: “conocerse a sí mismo es haber logrado la identificación con su propio Ser divinal”.

Los estudios gnósticos

Cuando se quiere saber que es Gnosis es natural que surjan dudas acerca de cuál es el campo de esta sabiduría, cuál es su objeto de estudio y qué temas aborda.

Ya se ha establecido que el significado de la palabra Gnosis es conocimiento. Pero no cualquier tipo de conocimiento, sino uno que permite al ser humano conocer a Dios. En su definición, la Gnosis se ha delimitado como un conocimiento espiritual que se obtiene por medio de la intuición.

Gnosis es la síntesis de todos los conocimientos necesarios para llegar a la divinidad. Por ello, usualmente, en diccionarios y enciclopedias se afirma que el gnosticismo es un conjunto de doctrinas filosófico-religiosas, mezcla de creencias cristianas con principios del platonismo, de las tradiciones judías, caldeas y orientales, así como de elementos esotéricos.

Sin embargo, investigaciones más profundas nos conducen más lejos. Por ejemplo, Henry Durvill en su libro Los misterios iniciáticos cita una frase de Hermes Trismegisto: «Busca un piloto que te encamine hacia las puertas de la Gnosis…”

“La ciencia secreta de los sufis y derviches danzantes está en la Gnosis. La doctrina secreta del buddhismo y del taoísmo está en la Gnosis. La magia sagrada de los nórdicos está en la Gnosis. La sabiduría de Hermes, Buddha, Confucio, Mahoma, Quetzalcoatl, y muchos otros, está en la Gnosis. La doctrina del Cristo es la Gnosis.” (Samael Aun Weor).

Samael Aun Weor en su libro «La doctrina secreta de Anahuac», explica que «ninguna persona culta caería hoy, como antaño, en el error simplista de hacer surgir a las corrientes gnósticas de alguna exclusiva latitud espiritual».

«Si bien es cierto que debemos tener en cuenta en cualquier sistema gnóstico sus elementos helenísticos, orientales, incluyendo Persia, Mesopotamia, Siria, India, Palestina, Egipto, etc., nunca deberíamos ignorar a los principios gnósticos perceptibles en los sublimes cultos religiosos de los nahuas, toltecas, aztecas, zapotecas, mayas, chibchas, incas, quechuas, etc. etc. etc. de Indoamérica.”

Más adelante expone: «Este Gnosticismo implica una serie coherente, clara, precisa, de elementos fundamentales verificables mediante la experiencia mística directa.”

A este respecto, Henri Charles Puech, en su libro: «En torno a la Gnosis«, afirma que: «De manera más especial, en los sistemas religiosos de los que constituye el fondo, la Gnosis aparece como un conocimiento que trae consigo y procura por sí mismo la salvación, una ciencia liberadora o salvadora, un saber que es en sí y por sí mismo salvación. Se llama o puede llamarse gnosticismo -y también gnosis– a toda doctrina o actitud religiosa fundada sobre la teoría o la experiencia de la obtención de la salvación mediante el conocimiento.» (Op. Cit. Introducción al capítulo Fenomenología de la gnosis).

De ahí que en la Gnosis hay ciencia, arte, filosofía y religión. La Gnosis, como ciencia, es eminentemente experimental. El laboratorio en el que una persona gnóstica realiza sus investigaciones es el de su propio microcosmos, en su cuerpo físico y cuerpos internos.

La Gnosis como arte, enseña a utilizar la imaginación creadora, a comprender el orden de la creación y a desarrollar la emoción superior para admirar las expresiones estéticas. Como filosofía guía hacia el amor por la sabiduría del Ser; y como religión indica el camino para alcanzar el “religare”, volver a ligar el alma con Dios.

Al estudiar ciencia en la Gnosis, estudiamos las leyes naturales que rigen al Universo y al ser humano, estudiamos Medicina oculta, Antropología Gnóstica, Astrología hermética, Alquimia, Cábala, Psicología Gnóstica, Endocrinología y Criminología esotéricas, Ultra anatomía, Ultra fisiología, entre otras ciencias espirituales no corrompidas por el materialismo, ni el ateísmo.

El gnóstico sincero estudia el arte objetivo y real de las antiguas civilizaciones. En la Gnosis se estudia danza, teatro, escultura, música y pintura. Quien estudia Gnosis aprende que las antiguas expresiones del arte fueron “verdaderos libros informativos que transmitían deliberadamente ciertos conocimientos cósmicos trascendentales.” SAW.

Un ejemplo maravilloso de danzas sagradas lo constituyen las de los derviches. Entre los dramas, el más antiguo es el Drama Cósmico, el drama de Cristo en el Cosmos. Por medio de la música se aprende una ley fundamental de la Naturaleza: la Ley de siete principios. En la Gnosis se analizan profundamente las monumentales obras de la poesía épica, como la Odisea y el Bhagavad Gita.

En la Gnosis se estudian los grandes problemas y ramas de la filosofía. Se estudia Ontología trascendental, Gnoseología, Metafísica práctica, Ética revolucionaria. Dichos problemas y ramas filosóficas se analizan con principios herméticos, las leyes de la dialéctica desprovistas de positivismo y materialismo. En la Gnosis hay una búsqueda permanente por la verdad, porque quien la encuentra, se hace libre.

En la Gnosis, se encuentra la religión síntesis. De acuerdo con la Gnosis, “todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la divinidad. Las religiones conservan los valores eternos, no existen religiones falsas. Todas las religiones son necesarias, todas las religiones cumplen su misión en la vida”. -SAW

Conforme a leyes naturales, “bajo el Sol, toda religión nace, crece, se desarrolla, se multiplica en muchas sectas y muere”. “Los principios religiosos nunca mueren. Es absurdo calificar a otros de infieles, herejes o paganos, por el simple hecho de no pertenecer a nuestra religión. Todas las religiones tienen los mismos principios. Las formas religiosas cambian según las épocas históricas y las razas.” SAW

Por esta razón, Samael Aun Weor ha afirmado que «la gnosis es altamente científica, extraordinariamente artística, profundamente filosófica y maravillosamente mística.”

El gnosticismo es la doctrina de la síntesis, que ha resurgido en esta Era de Acuario en la forma del Movimiento Gnóstico Internacional. Samael Aun Weor es el Kalki Avatar de la Era de Acuario y también es el fundador de las instituciones gnósticas de los tiempos del fin.

Las diferentes instituciones y grupos gnósticos de la actualidad le ahorran a la humanidad el trabajo de tener que estudiar toda la sabiduría antigua de Egipto, Persia, Caldea, Grecia y América; de estudiar Yoga, Budhismo, Zoroastrismo, Teosofismo, Hermetismo… En los centros gnósticos esos conocimientos se entregan en forma síntesis, digeridos por la Gnosis.

Samael Aun Weor enseña que “el Movimiento Gnóstico es el movimiento síntesis de la nueva Era Acuaria.”

La Era de Acuario inició el 4 de febrero de 1962, entre las dos y tres de la tarde. Durante ese período de tiempo, todos los planetas de nuestro Sistema Solar se alinearon en un maravilloso concilio cósmico ante la brillante constelación de Acuario.

El Movimiento Gnóstico es una escuela esotérica de regeneración. Toda escuela de regeneración pretende la salvación del ser humano. En esas escuelas se forman iniciados, adeptos, maestros de la Venerable Logia Blanca, mujeres y hombres legítimos y verdaderos. Hombres auténticos han sido: Jesús, Budha, Hermes, Quetzalcoatl…

En las escuelas gnósticas en Guatemala y el mundo, el estudiante no aspira a ser ni mejor, ni peor, sino simplemente diferente. El estudiante aprende esoterismo práctico. Aprende a amar la filosofía de la momentaneidad, a vivir de instante en instante, sin abstracciones de ninguna especie, sin sueños, sin fantasías.

El objetivo inicial de todo estudiante gnóstico es el despertar de la conciencia. Su meta final es la Auto realización íntima del Ser; es decir, el desarrollo armonioso de todas las infinitas posibilidades humanas. La finalidad de la fraternidad gnóstica es la felicidad de todas las personas sin distinción de raza, género o posición social.

Cerramos esta exposición con la frase de Samael Aun Weor: “la Gnosis vive en los hechos, se marchita en las abstracciones y es difícil de hallar, aún en los pensamientos más nobles.”